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A sangre fría - Truman Capote

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

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fija en la desnuda bombilla que colgaba del techo de la celda y estaba encendida noche y día.<br />

Odiaba la monótona vigilancia de aquella luz; perturbaba su sueño y, más concretamente,<br />

ponía en peligro el éxito de un íntimo proyecto: fugarse. Porque el prisionero no se sentía tan<br />

despreocupado como aparentaba ni tan resignado; intentaría todo lo posible para evitar<br />

«balancearse en el Gran Columpio». Convencido de que esa ceremonia sería el resultado de<br />

cualquier proceso, y más si el proceso tenía lugar en Kansas, había decidido «tomárselas.<br />

Coger el primer coche y poner pies en polvorosa». Pero antes necesitaba un arma y hacía<br />

semanas que se dedicaba a la confección de una: algo muy parecido a un punzón para romper<br />

el hielo y que se metería con suavidad mortal entre los omoplatos del vicesheriff Meier. Los<br />

componentes del arma, un pedazo de madera y un alambre duro, formaban parte<br />

originariamente de un cepillo de retrete, del que él se había apropiado, desmontándolo y<br />

escondiéndolo debajo de su colchoneta. Tarde, de noche, cuando los únicos ruidos eran<br />

ronquidos, tos y los lúgubres quejidos del ferrocarril de Santa Fe que retumbaban en la ciudad<br />

a oscuras, afilaba el alambre contra el suelo de cemento de la celda, y mientras trabajaba<br />

trazaba sus planes.<br />

El primer invierno después de terminar el bachillerato. Hickock había recorrido Kansas<br />

y Colorado haciendo auto-stop.<br />

-Era cuando iba buscando empleo. Bueno, pues una vez en un camión el conductor y yo<br />

empezamos a discutir por nada en especial, pero la emprendió a porrazos conmigo. Me plantó<br />

en la carretera. Allá en lo más alto de las Rocallosas. Caía aguanieve, y anduve muchos<br />

kilómetros con la nariz sangrado como quince puercos. Entonces llegué a un grupo de<br />

cabañas en una vertiente boscosa. Cabañas de verano, todas cerradas y vacías en aquella<br />

época. Y me metí en una. Había leña y latas de conserva y hasta algo de whisky. Me quedé<br />

allí una semana y fue una de las veces que mejor lo pasé en toda mi vida. A pesar de que me<br />

dolía la nariz y tenía los ojos verdes y amarillos. Y cuando terminó de nevar, salió el sol.<br />

Nunca he visto cielo igual. Como en México. Si en México hubiera clima frío. Registré las<br />

demás cabañas y encontré jamón, una radio y un rifle. Fue estupendo. Todo el día por allá con<br />

el rifle. Dándome el sol en la cara. ¡Chico, qué bien lo pasé! Me sentía como Tarzán. Por las<br />

noches, envuelto en una manta junto al fuego, me hartaba de alubias con jamón frito, y me<br />

dormía oyendo música en la radio. Nadie se acercó por allí. Apuesto a que hubiera podido<br />

quedarme hasta la primavera.<br />

Si la fuga tenía éxito, eso es lo que Dick pensaba hacer: dirigirse a las montañas de<br />

Colorado y buscar una cabaña donde esconderse hasta la primavera (solo, claro; el futuro de<br />

Perry le tenía sin cuidado). La perspectiva de un intermedio tan idílico aumentaba el inspirado<br />

fervor con que afilaba su alambre, limándolo hasta conseguir la flexibilidad y finura de un<br />

estilete.<br />

Jueves, 10 de marzo. El sheriff hizo una inspección. Revisó todas las celdas y encontró un<br />

alambre afilado debajo de la colchoneta de Dick. Quisiera saber qué se proponía (sonrisa).<br />

Y no es que Perry lo considerase cosa de risa porque Dick, en posesión de un arma<br />

eficaz, podría haber desempeñado un papel decisivo en los planes que él mismo trazaba. Con<br />

el paso del tiempo se había familiarizado con la vida de la plaza del Palacio de Justicia, con<br />

sus parroquianos y sus costumbres. Los gatos, por ejemplo: aquellos dos escuálidos gatos<br />

grises que aparecían siempre al anochecer y rondaban la plaza, parándose a inspeccionar los<br />

coches aparcados en su periferia, conducta que lo tuvo intrigado hasta que la señora Meier le<br />

explicó que los gastos buscaban los pájaros muertos que habían quedado enganchados en la<br />

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