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ML volumen 10 3

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Mantenimiento<br />

ISSN 2357-6340<br />

en Latinoamérica<br />

La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />

Volumen <strong>10</strong> N°3<br />

Mayo – Junio 2018<br />

Imagen: Ing. Heiber Andres Bedoya Salazar<br />

PAS 55, A TRES AÑOS DE SU RETIRO LA<br />

REFERENCIA ENGAÑOSA SIGUE<br />

COBRANDO VÍCTIMAS


Contenido


Editorial<br />

En este año <strong>10</strong> de su revista, coincide con el Mundial de<br />

futbol, y nuestro colaborador José Contreras nos envía un<br />

artículo relacionado con el tema sin duda estructurado desde<br />

nuestra verdadera pasión, el Mantenimiento.<br />

Igual quiero invitarlos a que observen cómo casualmente Luis<br />

Felipe Sexto, nos habla de Mantenimiento de clase mundial y<br />

cómo la táctica y la estrategia pintada por Jose se puede y<br />

debe aplicar usando metodologías y herramientas probadas y<br />

que han dado evidencias de éxito en grandes empresas a nivel<br />

global, a un mundial no se llega improvisando o simplemente,<br />

(basado en algo interesante que leí de Antonio Beltran en<br />

Cometas, ciencia y religión; “…cabe destacar la curiosa mezcla<br />

de contundencia en la formulación de discursos y la vaguedad<br />

de su contenido”), llenándonos de retorica sobre elementos<br />

trabajados durante muchos años haciéndolos ver como<br />

procesos nuevos pero confundiendo bajo la premisa del<br />

desconocimiento de muchos y basados en ejemplos<br />

incomprobables por “confidencialidad de la información” que<br />

quieren mostrarse de clase mundial pero no llegan a ser mas<br />

que cortinas de humo para beneficio de unos pocos y no<br />

como debe ser el verdadero mantenimiento un instrumento<br />

para el beneficio de toda la comunidad.<br />

Y redondeando con Alejandro Pistarelli, “La Confiabilidad de<br />

los sistemas productivos depende de sus capacidades y de las<br />

condiciones operativas asociadas” – La confiabilidad del<br />

equipo depende de la capacidad y las condiciones con que<br />

lleguen cada uno de sus jugadores que puede ser modelada y<br />

calculada, la modelación para no realizar inversiones de alto<br />

costo a través de procesos de ensayo y error, por otro lado el<br />

cálculo para demostrar cómo una acción repercute<br />

directamente en el resultado, que en el caso del mundial de<br />

futbol es una copa y para efectos empresariales es el máximo<br />

retorno de las inversiones en los activos físicos (ROA) y el<br />

mayor valor económico agregado (EVA).<br />

Ahora sí…. A esperar los partidos del mundial y a ver a quienes<br />

alcanzaron el privilegio de ser Clase Mundial.<br />

Un abrazo!!!<br />

Juan Carlos Orrego Barrera<br />

Director<br />

Mantenimiento<br />

en<br />

Latinoamérica<br />

Volumen <strong>10</strong> – N° 3<br />

EDITORIAL Y COLABORADORES<br />

José Contreras<br />

Luis Felipe Sexto<br />

Alejandro Pistarelli<br />

Juan Carlos Orrego Barrera<br />

El contenido de la revista no refleja<br />

necesariamente la posición del Editor.<br />

El responsable de los temas, conceptos e<br />

imágenes emitidos en cada artículo es la persona<br />

quien los emite.<br />

VENTAS y SUSCRIPCIONES:<br />

revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

Comité Editorial<br />

Juan Carlos Orrego B.<br />

Beatriz Janeth Galeano U.<br />

Tulio Héctor Quintero P.<br />

Carlos Andrés Saucedo.


www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

EL DEPARTAMENTO DE MANTENIMIENTO<br />

Y EL EQUIPO DE FÚTBOL<br />

Por:<br />

José Contreras.<br />

Ingeniero<br />

Consultor para la Gestión Eficiente<br />

del Mantenimiento<br />

Instructor para Latinoamérica de la<br />

American Society of Mechanical<br />

Engineers (ASME) e INGEMAN<br />

jocomarquez@yahoo.com<br />

Venezuela<br />

Los lectores de este artículo se estarán preguntando ¿Qué relación tiene un<br />

Departamento de Mantenimiento y un Equipo de Fútbol? Este artículo se basa en<br />

hacer una comparación entre ambas organizaciones, aprovechando la<br />

universalidad del fútbol en lo que respecta al amplio conocimiento que se tiene de<br />

su funcionamiento y al compararlo con un departamento de mantenimiento se<br />

podrá tener una visión gráfica y muy clara de la importancia de las distintas<br />

funciones que se deben desarrollar para lograr llevar a cabo una gestión eficaz y<br />

eficiente del mantenimiento en cualquier organización industrial.<br />

Hemos escrito este artículo motivado por la proximidad del mundial de fútbol<br />

“Rusia 2018” e inspirado en el excelente artículo “La Gestión de Activos sobre el<br />

Diamante” escrito magistralmente por nuestro amigo Robinson Medina, en el que<br />

se hace una analogía de la gestión de activos con el béisbol, deporte muy popular<br />

en los países del caribe y Norteamérica. En el artículo mencionado, Robinson hace<br />

una comparación del rol de cada una de las nueve posiciones defensivas del<br />

béisbol con las diferentes funciones necesarias dentro de una organización para<br />

una efectiva gestión de Activos.<br />

En este caso partimos del hecho de que todo departamento de mantenimiento<br />

debe contar con tres grupos de profesionales que desarrollan funciones que son<br />

imprescindibles para su correcto funcionamiento. Nos referimos al grupo de<br />

ingeniería de mantenimiento, el grupo de planificación y programación del<br />

mantenimiento y el grupo de ejecución de los trabajos de mantenimiento. Estos<br />

tres grupos pueden ser considerados equivalentes a los tres grupos<br />

imprescindibles en todo equipo de fútbol: los defensas, los mediocampistas y los<br />

delanteros.<br />

Asumiendo el riesgo de no coincidir con algunos lectores, consideramos que el<br />

grupo de ingeniería de mantenimiento es equivalente a los defensas, los<br />

planificadores y programadores a los mediocampistas y los supervisores y técnicos<br />

que ejecutan los trabajos son equivalentes a los delanteros.<br />

Explicación del porqué de estas equivalencias<br />

¿Armaría usted un equipo de fútbol<br />

solamente con defensas, solamente con<br />

mediocampistas o solamente con<br />

delanteros?<br />

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Ingenieros mantenimiento – Defensas<br />

Así como los defensas de un equipo de fútbol tienen como<br />

misión como rol principal impedir que los adversarios se<br />

acerquen a portería y marquen goles, los ingenieros de<br />

mantenimiento tienen que evitar lo que para un equipo de<br />

mantenimiento se podría considerar los goles en contra.<br />

Nos referimos específicamente a los accidentes, las fallas<br />

que hay que atender en condiciones de emergencia, las<br />

fallas prematuras o baja confiabilidad y las prácticas<br />

operacionales que atenten contra el normal<br />

funcionamiento de los equipos.<br />

exacto en que los supervisores y técnicos deben ejecutar<br />

las órdenes de trabajo. Los principales obstaculos que<br />

enfrentan los planificadores y programadores es la<br />

limitación de recursos que mantiene un backlog muy<br />

elevado y en muchos casos luchar contra la cultura<br />

organizacional que impera en muchas organizaciones<br />

dando lugar a una estrategia de mantenimiento reactivo<br />

que ocasiona una elevada proporción de mantenimiento<br />

correctivo que debe ser ejecutado en condiciones de<br />

emergencia.<br />

Para cumplir con esta misión, los<br />

ingenieros de mantenimiento<br />

cuentan con técnicas y<br />

herramientas tales como el<br />

análisis de criticidad, el análisis<br />

causa raíz, el análisis de modos y<br />

efectos de fallas y el árbol lógico<br />

de decisiones, todas enmarcadas<br />

dentro de la metodología del<br />

mantenimiento centrado en<br />

confiabilidad que conduce a la<br />

formulación de planes<br />

optimizados de mantenimiento.<br />

Planificadores y programadores - Mediocampistas<br />

Los mediocampistas de un equipo de fútbol tienen la<br />

importante misión de organizar y preparar las jugadas que<br />

permitan dar los pases apropiados a los delanteros y<br />

aprovechar al máximo las oportunidades de avanzar y<br />

convertir los goles para ganar el partido. De la misma<br />

manera los planificadores y programadores tienen la gran<br />

responsabilidad de definir y preparar los recursos y las<br />

condiciones necesarias, además de indicar el momento<br />

Supervisores y técnicos – Delanteros<br />

Los supervisores, técnicos especialistas y ayudantes son los<br />

que salen al campo de batalla a ejecutar los trabajos de<br />

mantenimiento que, de acuerdo a la comparación que<br />

estamos realizando, son equivalentes a los goles que<br />

permitirán ganar el partido. Si los otros dos grupos<br />

cumplen adecuadamente con sus funciones, el resultado<br />

será la práctica de una estrategia de mantenimiento<br />

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proactivo que se manifestará en la determinación de las<br />

actividades de mantenimiento preventivo, predictivo y<br />

correctivo necesarias para alcanzar la máxima<br />

disponibilidad y en una mayor proporción de trabajos<br />

debidamente planificados y programados que conducen a<br />

la minimización de costos debido a la utilización más<br />

eficiente de los recursos y la ejecución de los trabajos en el<br />

menor tiempo posible enfrentando satisfactoriamente<br />

problemas de coordinación, escasez de recursos y los<br />

imprevistos que siempre están presentes.<br />

Gerente de Mantenimiento – Director Técnico<br />

Creo que no existe alguna duda sobre la comparación del<br />

Gerente de Mantenimiento con el Director Técnico del<br />

equipo. Vamos a citar cuatro dimensiones comunes a estos<br />

dos cargos, que deben ser comprendidas y desarrolladas<br />

con gran habilidad para alcanzar el éxito en sus funciones.<br />

En primer lugar, hay que destacar las relaciones humanas<br />

por la intensa relación que deben mantener con otras<br />

personas, generalmente más jóvenes que ellos, por lo que<br />

la experiencia y alto nivel en este aspecto es<br />

extremadamente importante. La función pedagógica<br />

también es necesaria en ambos casos. Tanto el Director<br />

Técnico del equipo de fútbol como el Gerente de<br />

mantenimiento deben conocer a profundidad las funciones<br />

que se desarrollan, tanto en el campo de fútbol como en el<br />

campo industrial, para transmitirlas correctamente a sus<br />

dirigidos y poder alcanzar sus objetivos. El liderazgo es la<br />

tercera dimensión considerada que debe ser dominada por<br />

la gran cantidad de personas que es necesario coordinar y<br />

dirigir. Por último tenemos la dimensión de la<br />

administración o gerencia ya que en ambos casos se debe<br />

tomar decisiones relacionadas con aspectos organizativos,<br />

logísticos, financieros y de recursos humanos. El dominio y<br />

buen desempeño en estos cuatro aspectos requieren que<br />

tanto el Director Técnico como el Gerente de<br />

Mantenimiento posean una gran habilidad para comunicar<br />

adecuadamente sus instrucciones y mantener altamente<br />

motivados a los integrantes de sus equipos.<br />

Reflexión final<br />

El análisis anterior permite reconocer la importancia que<br />

para un departamento de mantenimiento tiene la<br />

presencia de personal debidamente capacitado en cada<br />

una de las tres funciones descritas, así como en un equipo<br />

de fútbol es necesaria la existencia de los tres grupos de<br />

jugadores que conocemos ampliamente.<br />

¿Armaría usted un equipo de fútbol solamente con<br />

defensas, solamente con mediocampistas o solamente<br />

con delanteros? La respuesta es clara, se necesita un<br />

equipo con la proporción adecuada de las diferentes<br />

posiciones que se necesita para ganar el juego. Lo mismo<br />

ocurre con el departamento de mantenimiento.<br />

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ESTRATEGIAS Y MÉTODOS HACIA UN<br />

MANTENIMIENTO DE CLASE MUNDIAL<br />

Las tecnologías de mantenimiento ofrecen, en su conjunto, una promesa de<br />

desarrollo, pero no capacidad de decisión, ni creatividad, ni iniciativa, ni<br />

confiabilidad, ni aseguran la competitividad. El hecho de que se utilicen métodos y<br />

estrategias no significa que seamos capaces de obtener un resultado supremo.<br />

Menos, si dichas tecnologías se convierten en un fin en si mismas y las estrategias<br />

están desenfocadas y concebidas para un corto plazo.<br />

Por:<br />

Luis Felipe Sexto<br />

Ing. Msc.<br />

Management Consultant<br />

Radical Management<br />

lsexto@radical-management.com<br />

Cuba-Italia<br />

Para más detalles, consultar el artículo del<br />

autor, también publicado en esta revista<br />

Ml <strong>volumen</strong> 9 4 Published on Jul 4, 2017<br />

“Tipos de Mantenimiento, ¿Cuántos y Cuáles<br />

son?<br />

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ESTRATEGIA GLOBAL<br />

ESTRATEGIA DE<br />

MANTENIMIENTO<br />

Si bien las estrategias y tecnologías de mantenimiento<br />

pueden contribuir a satisfacer las expectativas de<br />

mantenimiento, se trata de vehículos y no de fines narcisistas.<br />

Una estrategia o una particular tecnología de mantenimiento<br />

no conducirá per se, a una mejora inmediata de los procesos<br />

fundamentales de la empresa. Se trata de medios para asumir<br />

una orientación más sistémica ante las exigencias de<br />

mantenimiento dentro de la empresa a partir de unas ideas<br />

coherentes acerca del para qué existimos y el cómo debemos<br />

actuar para crecer como organización.<br />

Llegado a este punto, prudente es significar qué es lo que<br />

vamos a considerar como estrategia y qué como método. La<br />

estrategia es el arte de concebir, proyectar y dirigir cualquier<br />

asunto. Si hablamos de mantenimiento, evidentemente, la<br />

estrategia tendrá que estar alineada y formar parte de la<br />

estrategia global de la organización. Por su parte, el método<br />

se asocia al concepto de táctica. La táctica es la habilidad y el<br />

arte (¿por qué no?) de lograr un fin determinado. De modo,<br />

que no debemos confundir la táctica con la estrategia, la<br />

misión con los métodos para intentar hacerla realidad.<br />

La estrategia de mantenimiento de una organización es un<br />

proceso caracterizado por la búsqueda de la expresión más<br />

clara y exacta posible del sentido, la proyección y la actuación<br />

del proceso de mantenimiento dentro de la empresa. La<br />

táctica consiste en la selección y despliegue, ajustado a las<br />

condiciones de cada cual, de la tecnología más provechosa<br />

para llevar adelante la estrategia.<br />

En este caso sería preferible emplear el concepto de<br />

tecnologías (y no el de métodos) para significar al conjunto<br />

de métodos, procedimientos y recursos empleados en las<br />

prácticas de mantenimiento industrial. En la figura 1 se<br />

observa como la identificación y establecimiento de la misión,<br />

la visión, la política y los objetivos de mantenimiento<br />

determinan la estrategia de mantenimiento. A su vez, esta<br />

estrategia debe responder y complementar a la estrategia<br />

global de la empresa. Para que la estrategia se materialice se<br />

necesitan vehículos, esos vehículos son precisamente las<br />

tecnologías que se elegirán para intentar cumplir con los<br />

objetivos estratégicos identificados.<br />

A juicio del autor, es posible denominar mantenimiento de<br />

clase mundial al proceso de mantenimiento que satisface los<br />

requisitos y expectativas, relativas a cada momento del<br />

desarrollo de la humanidad y contexto social y de mercado,<br />

relacionadas con la seguridad, el medio ambiente, la calidad<br />

y la economía. Un mantenimiento de clase mundial implica<br />

liderazgo y debe ser demostrada su existencia evaluando los<br />

indicadores de eficacia y eficiencia del mantenimiento. El<br />

benchmarking pueden ser uno de los mecanismos que<br />

contribuyan a ubicar y decidir si el proceso de mantenimiento<br />

de una organización puede clasificar como de clase mundial.<br />

Sin embargo, siempre las comparaciones y evaluaciones<br />

deben hacerse relativas a parámetros que realmente puedan<br />

ser comparables entre diferentes empresas que operan<br />

también en realidades diferentes.<br />

MISIÓN<br />

Responde a: ¿Para qué<br />

existe el departamento de<br />

mantenimiento? ¿Por qué?<br />

VISIÓN<br />

Cómo aspira a ser el<br />

departamento de<br />

mantenimiento en el futuro.<br />

POLITICA<br />

OBJETIVOS<br />

Que debe hacer el<br />

departamento de<br />

mantenimiento para cumplir<br />

la misión y contribuir a la<br />

visión.<br />

OTRAS<br />

TECNOLOGÍAS DE<br />

TECNOLOGÍAS MANTENIMIENTO ?<br />

Responde a: ¿Qué debe<br />

hacer el departamento de<br />

mantenimiento para cumplir<br />

la política? Deben ser<br />

medibles.<br />

Figura 1. Relación entre estrategia y tecnologías dentro de la<br />

organización.<br />

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El punto de partida, seguirá siendo, esencialmente, la<br />

identificación de las necesidades propias y la evaluación de la<br />

capacidad que se tiene para satisfacer dichas necesidades. No<br />

es posible hablar de mantenimiento clase mundial a secas,<br />

sin concebirlo dentro de una concepción sistémica de<br />

organización con liderazgo en su desempeño. No puede ser<br />

sostenible un desempeño, clase mundial, de un proceso<br />

aislado si el resto de los procesos de la organización no se<br />

orientan y trabajan igualmente por la excelencia.<br />

CUADRANDO EL CÍRCULO<br />

Retomando la idea del cuadrado y el círculo, descrita en el<br />

artículo del autor “La cuadratura del círculo”, podemos<br />

representar el reto de explotar en toda su potencialidad las<br />

estrategias y tecnologías que conduzcan a lo que se<br />

denomina mantenimiento de clase mundial, a través de la<br />

analogía del cuadrado que intenta centrar y cubrir al círculo.<br />

En este caso (ver figura 2), el círculo representa los requisitos<br />

y expectativas que se esperan del mantenimiento en la<br />

empresa, dando lugar a la concepción de una u otra<br />

estrategia acorde. El cuadrado simboliza lo que la empresa<br />

(pensemos en nuestra empresa) o, particularmente, el<br />

proceso de mantenimiento de la empresa puede ofrecer dada<br />

la estrategia y prácticas habituales. Evidentemente, las<br />

tecnologías no podrán progresar si la estrategia no es clara o<br />

no es coherente con las necesidades y requisitos<br />

representados por el círculo. El área del cuadrado que queda<br />

libre, fuera del círculo, advierte de una presunta<br />

potencialidad de la organización que no es utilizada y por<br />

tanto se pierde al ser valor no utilizado. ¿Ha podido su<br />

empresa identificar con certeza las necesidades sin satisfacer,<br />

las satisfechas y el potencial no utilizado?<br />

¿Qué advierte la analogía del círculo y el cuadrado? Se puede<br />

disponer, en apariencia, de una tecnología de mantenimiento<br />

“perfecta” y que paradójicamente no satisfaga, con sus<br />

resultados, la expectativa exigida. Es decir, es posible que<br />

alguien se proponga introducir en su empresa esta o aquella<br />

tecnología de mantenimiento, bien concebida y adornada,<br />

pero que en realidad no logre obtener resultados esperados<br />

al no responder a los reales problemas y necesidades de<br />

mantenimiento dado un momento y un contexto industrial y<br />

social particular. Es posible también que la cultura de la<br />

referida empresa se resista a la asimilación de una tecnología<br />

“apropiada”, más bien coherente con modos de actuación<br />

que responden a estrategias proactivas diferentes a las que la<br />

empresa practica realmente.<br />

Dos de las tecnologías (cuadrados) de mantenimiento más<br />

extendidas actualmente son el Mantenimiento Centrado en la<br />

Confiabilidad (RCM) y el Mantenimiento Productivo Total<br />

(TPM). Aunque justo es decir que la existencia de ambas data<br />

de finales de la década de los sesenta. Cada una de ellas<br />

conforma uno de los posibles cuadrados que se proponen<br />

cubrir el círculo de las necesidades de mantenimiento de la<br />

organización. No intentaremos aquí explicar en que consisten<br />

ya que existe abundante literatura sobre el tema.<br />

comparativamente, el TPM pretende un cuadrado más<br />

amplio que se impone como misión cubrir un círculo más<br />

complejo de expectativas y requerimientos dentro de la<br />

organización. ¿Pero en qué medida los cuadrados TPM y<br />

RCM cubren sus expectativas dada la estrategia adoptada?<br />

¿Existe una estrategia? Ver más adelante otras tecnologías,<br />

en la tabla 1.<br />

Lograr que el cuadrado cubra al círculo totalmente puede<br />

resultar inadecuado, contraproducente y podría<br />

significar un costo no permitido. Desde el punto de<br />

vista de la empresa, habrá que preguntarse ¿y este<br />

cuadrado (tecnología) que me ofrecen, o que pretendo<br />

implementar, se ajustará y resolverá mis necesidades<br />

de mantenimiento en un grado elevado acorde con la<br />

estrategia elegida? ¿Será que se adopta por que está<br />

de moda u otros lo hacen? ¿La empresa esta<br />

preparada para asimilar esta tecnología? Sin liderazgo<br />

desde arriba (a todos los niveles de dirección), sería<br />

recomendable no insistir en continuar aspirando a<br />

resultados con alguna tecnología en particular, por<br />

exitosa que haya podido ser en otras organizaciones.<br />

Figura 2. La analogía del cuadrado que intenta cubrir el<br />

círculo.<br />

Un aspecto importante dentro de una estrategia de<br />

mantenimiento es el establecimiento de la política de<br />

mantenimiento. La política esclarecerá qué debe<br />

hacerse para cumplir con la misión y la visión que, desde el<br />

mantenimiento, tiene la empresa. En este punto existe<br />

mucha divergencia entre numerosos autores en cuanto a la<br />

forma de denominar a las políticas. Por ejemplo, utilizando la<br />

clasificación descrita en la norma UNI 1<strong>10</strong>63: 2003 (tambén<br />

en la norma europea EN 13306:2017), se identifican tres<br />

políticas genéricas: preventiva, correctiva y mejorativa<br />

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(también llamados tipos de mantenimiento). Aclarando, que<br />

la preventiva puede ser de sustitución cíclica, según<br />

condición y predictiva.<br />

Desde este punto de vista, la política preventiva se refiere a<br />

todo aquello que se hará para evitar que suceda el fallo, el<br />

defecto, el error que dará lugar a una cadena de<br />

consecuencias. La política correctiva, es la clásica que espera<br />

a que ocurran las no conformidades para restaurar la función.<br />

Por su parte la política mejorativa es aquella que se adopta<br />

para influir en la confiabilidad inherente e incrementar la<br />

confiabilidad en el contexto. Evidentemente, las políticas<br />

habrán de ser combinadas y se convierten en un hecho al<br />

implementar las tecnologías que intentarán dar cumplimiento<br />

a los objetivos estratégicos que desde el mantenimiento,<br />

tributan a la empresa como un todo. Para más detalles,<br />

consultar el artículo del autor, también publicado en esta<br />

revista Ml <strong>volumen</strong> 9 4 Published on Jul 4, 2017 “Tipos de<br />

Mantenimiento, ¿Cuántos y Cuáles son?<br />

Las fabricas que fallan en implementar el<br />

mantenimiento preventivo están en esencia acelerando<br />

el deterioro del equipo. […] En las fabricas en las que<br />

la negligencia es rampante, las averías súbitas y las<br />

paradas menores son inevitables y comunes.<br />

Seiiki Nakajima<br />

TECNOLOGÍAS DE, Y PARA, EL MANTENIMIENTO<br />

En la tabla 1, se identifican trece tecnologías que se utilizan<br />

extensivamente y son sinónimos de buenas prácticas de<br />

mantenimiento o que tributan al mantenimiento, dada la<br />

relación de carácter sistémico que presentan los procesos de<br />

la empresa. Evidentemente, no están todas las que son. Se<br />

trata de un resumen de algunas tecnologías relevantes que se<br />

emplean para dar respuesta a las estrategias de las<br />

organizaciones. Se comentan algunas características<br />

asociadas a cada propuesta para que el lector se lleve una<br />

idea muy sumaria de cada una.<br />

Especialización en<br />

Gerencia de<br />

Mantenimiento UdeA<br />

Informes:<br />

tulio.quintero@udea.edu.co<br />

Prácticamente, todas las tecnologías identificadas en la tabla<br />

1 han sido, o son, empleadas tanto por empresas lideres en<br />

sus respectivos objetos, como por empresas corrientes con<br />

desempeño moderado o pobre en sus resultados. Esta<br />

situación evidencia que no es suficiente la intención de<br />

implementar alguna de ellas, para cambiar la realidad de la<br />

organización. Es decir, implementarlas no garantizan un<br />

mantenimiento de clase mundial, pero un desempeño de<br />

clase mundial requiere el despliegue de alguna de ellas o de<br />

varias simultáneamente y en combinación. Se invita al lector<br />

a reflexionar con la Tabla 1.<br />

Donde se crea conocimiento para<br />

que usted mismo aplique en su<br />

empresa.<br />

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CONCLUSIONES<br />

1. La táctica y la estrategia de mantenimiento no son la<br />

misma cosa. La estrategia es la proyección de las ideas,<br />

la táctica es la forma en que se materializan las ideas.<br />

Para que una tecnología de mantenimiento sea efectiva<br />

y eficaz debe subordinarse a una estrategia, que a su vez<br />

debe tributar a la estrategia global de la organización.<br />

todo vivo y en relación e interacción. La coherencia de la<br />

estrategia de mantenimiento alineada con la del resto<br />

de las áreas de la organización conducirán a poder no<br />

solo soñar, sino aspirar, verdaderamente, a poseer los<br />

resultados que merezcan el calificativo de “clase<br />

mundial”.<br />

2. La aspiración legítima de alcanzar la excelencia en el<br />

mantenimiento de la empresa lleva a la idea de lograr lo<br />

que se denomina mantenimiento de clase mundial. Pero<br />

no sería justo intentar imitar resultados derivados de<br />

realidades no comparables. Mantenimiento de clase<br />

mundial significa satisfacción y superación de las<br />

expectativas y necesidades de mantenimiento de la<br />

organización con referencia a la potencialidad que<br />

proporcionan las tecnologías del momento, y en relación<br />

con un contexto social y de mercado especifico.<br />

3. La estrategia de mantenimiento debe surgir del hecho<br />

de identificar los requisitos y necesidades de<br />

mantenimiento de la organización, de saber qué es lo<br />

que se logra y lo que no, y de conocer la potencialidad<br />

no utilizada de la organización. La estrategia de<br />

mantenimiento siempre debe tributar y estar a la<br />

altura de la estrategia global y esencial de la empresa.<br />

Las tecnologías de mantenimiento que se adoptan<br />

deben ser suficientes para convertir en realidad la<br />

estrategia necesaria. La improvisación sostenida no se<br />

considera una estrategia.<br />

4. Existe un grupo de tecnologías que tienen un carácter<br />

dual, al servir a la estrategia de mantenimiento, y tener<br />

su sentido principal al servicio de propósitos de<br />

operación. Esto demuestra el carácter sistémico y<br />

elemental de los procesos empresariales que obligan a<br />

visualizar la empresa como un todo. Por otro lado, la<br />

mayoría de los aspectos que limitan o permiten el<br />

despliegue exitoso de una tecnología determinada, no<br />

dependen en esencia, de la tecnología misma.<br />

5. Otros aspectos, como el estilo de dirección, la aptitud<br />

para el liderazgo, los recursos, la cultura de la<br />

organización, el contexto histórico, la zona geográfica,<br />

el tipo de mercado donde se intenta penetrar, etc…<br />

pueden determinar el éxito o el fracaso de una<br />

estrategia y de las tecnologías elegidas para intentar<br />

hacerla real. Las tecnologías de moda, bien pudieran no<br />

responder a la estrategia debido a su falta de ajuste a<br />

una realidad, o a la incapacidad de ser asumida por la<br />

organización.<br />

6. Las anteriores conclusiones indican que alcanzar un<br />

mantenimiento de clase mundial en la empresa es un<br />

proceso que implica tránsito, esfuerzo para mantenerse<br />

y evolución de la cultura organizacional vista como un<br />

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LA CONFIABILIDAD COMO FUNCIÓN DE LA CAPACIDAD<br />

Es habitual, en diferentes ámbitos o rubros industriales, preguntarse qué tan<br />

confiable debe ser un sistema productivo o un conjunto de activos. Incluso<br />

proponemos indicadores y objetivos a alcanzar por los equipos con respecto a la<br />

Confiabilidad. Nos cuesta mucho, sin embargo, comprender que el nivel de<br />

Confiabilidad o Disponibilidad de un sistema depende del proceso productivo.<br />

¿A qué nos referimos cuando hablamos de Confiabilidad? La respuesta<br />

automática, casi instintiva aunque no del todo completa, es concluir que la<br />

Confiabilidad o la Disponibilidad se refiere exclusivamente al equipo, activo,<br />

conjunto de activos o sistema productivo, etc. sin tener en cuenta sus funciones.<br />

En realidad, y lo más apropiado, es que debiéramos aclarar a qué función o<br />

funciones del activo en cuestión nos referimos cuando hablamos de su<br />

Confiabilidad.<br />

Por:<br />

Alejandro J. Pistarelli.<br />

Especialista en Ingeniería de<br />

Mantenimiento y Gestión de Activos<br />

Físicos<br />

Profesor Titular de la Cátedra de<br />

Mantenimiento en la Universidad<br />

Tecnológica Nacional (FRH).<br />

alejandro.pistarelli@gmail.com<br />

Argentina<br />

La Confiabilidad de los sistemas productivos<br />

depende de sus capacidades y de las<br />

condiciones operativas asociadas.<br />

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Supóngase que la función primaria de una bomba centrífuga<br />

es bombear agua, por ejemplo, a 20 m 3 /h. Si dijésemos que la<br />

Confiabilidad a un mes de la función primaria de la bomba es<br />

96%, estaríamos diciendo que tenemos un 96% de<br />

probabilidades de que la bomba referida no deje de bombear<br />

agua a ese caudal durante todo el mes. Sin embargo, nada<br />

hemos dicho, por ejemplo, de su capacidad para evitar<br />

pérdidas, ruidos, vibraciones, etc. Vale decir que, sería injusto<br />

para la confiabilidad de la bomba (en cuanto a su función<br />

primaria de bombeo), considerar las fallas por pérdidas u<br />

otros motivos que no impidan el impulso de agua.<br />

elemento. Vale decir que; si un equipo posee 4 modos de falla<br />

y cualquiera puede provocar por igual su falla, entonces<br />

podemos representar la Confiabilidad de dicho equipo por<br />

una cadena en serie como la anterior. En ambos casos, no es<br />

preciso incorporar la capacidad del sistema, pues sea cual<br />

fuere ella, la misma sería igualmente interrumpida de manera<br />

total.<br />

Supóngase el caso del esquema de la figura siguiente. En él<br />

podemos identificar que en el centro de trabajo “C” hay dos<br />

elementos, el C y el C’.<br />

Observemos el siguiente esquema que representa una<br />

asociación serie desde el punto de vista funcional, de ciertos<br />

elementos productivos A, B, C y D.<br />

A<br />

B<br />

C<br />

C’<br />

D<br />

A B C D<br />

Sabemos que la Confiabilidad de todo el sistema será el<br />

producto de las confiablidades de cada uno de los elementos,<br />

C T = C A x C B x C C x C D . Por tanto, podemos asegurar que si no<br />

sobrepasamos un número elevado de elementos, la<br />

confiabilidad de un sistema con elementos productivos en<br />

serie, puede representarse como el producto de sus<br />

confiabilidades. De esta manera, la Confiabilidad de toda la<br />

cadena funcional será menor que la menor de las<br />

confiabilidades de la cadena; siendo que se trata de<br />

productos de números menores a 1. Si por ejemplo la<br />

confiabilidad de cada uno es de 0,9, entonces la Confiabilidad<br />

total será:<br />

CT = 0,9 x 0,9 x 0,9 x 0,9 = 0,6561.<br />

Puede ocurrir también que la cadena funcional anterior<br />

represente, por ejemplo, 4 modos de falla de un mismo<br />

elemento o equipo. En este caso cabe similar análisis para el<br />

cálculo de la Confiabilidad de dicho elemento; siempre que<br />

asumamos que cualquiera de los 4 modos de falla puede, por<br />

igual, causar la falla o interrupción de la función definida del<br />

¿Cuál es el valor de Confiabilidad para todo el sistema si C’ es<br />

un elemento stand-by de C? Las ecuaciones conocidas nos<br />

dan una fácil respuesta para estos casos. En primer lugar<br />

debemos estimar la confiabilidad del centro de trabajo C y<br />

luego acoplar a todos los elementos en serie como el caso<br />

anterior. Así las cosas, la Confiabilidad total será:<br />

CT = CA x CB x [1 – ((1 – CC) x (1 – CC’))] x CD<br />

Si la confiabilidad de todos los elementos sigue siendo 0,9<br />

entonces la confiabilidad de todo el sistema será: 0,9 x 0,9 x<br />

[1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9)] x 0,9 = 0,72171. El término<br />

correspondiente al centro de trabajo C puede entenderse<br />

como el máximo posible, es decir 1, menos el producto de las<br />

“desconfiabilidades”, si se me permite el término. Queda<br />

claro que cuantas más redundancias o elementos en stand-by<br />

pongamos en el centro de trabajo C, menor será el producto<br />

de las “desconfiabilidades” y más se acercará ese término a 1;<br />

es decir, que sea <strong>10</strong>0% confiable. Pero aquí tampoco estamos<br />

haciendo referencia a la condición de capacidad del sistema<br />

porque siempre operamos con el elemento C y cuando éste<br />

falla (deja de cumplir su función primaria de producir)<br />

entonces aparece C’ que lo sustituye inmediatamente.<br />

18


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De igual forma, si tuviésemos una segunda redundancia como<br />

se muestra a continuación, la Confiabilidad de todo el sistema<br />

será:<br />

CT = 0,9 x 0,9 x [1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9) x (1 – 0,9)] x<br />

0,9 = 0,728271<br />

Que resulta ligeramente mayor al caso anterior.<br />

C<br />

A B C’ D<br />

C’’<br />

Pero qué sucedería si tenemos en cuenta cuestiones de<br />

capacidad. Tomemos como ejemplo la figura anterior con tres<br />

elementos en el centro de trabajo C (C, C’ y C’’). Pongamos<br />

por caso que el sistema inicia su proceso en A, luego el<br />

producto pasa a B, en el centro de trabajo C cada máquina (C,<br />

C’ y C’’) realiza una parte del proceso que luego se ensambla<br />

en D. ¿Sería lógico en un caso como este adoptar a C’ y C’’<br />

como redundancias de C? La respuesta claramente es no.<br />

Para un caso así, la Confiabilidad total del sistema será<br />

simplemente:<br />

CT = CA x CB x CC x CC’ x CC’’ x CD = 0,9 x 0,9 x 0,9 x 0,9<br />

x 0,9 x 0,9 = 0,531441<br />

Otra situación particular se daría cuando la capacidad de A, B<br />

y D es, por ejemplo, de 3 piezas por unidad de tiempo y la<br />

capacidad de C, C’ y C’’ es de 1 pieza por unidad de tiempo. El<br />

caso podría ser que la demanda está insatisfecha y se<br />

necesitan producir 3 piezas por unidad de tiempo; vale decir,<br />

vendemos todo lo que producimos. Si esto es así, toleramos<br />

reducción de flujo, y la Confiabilidad del sistema total será:<br />

CT = CA x CB x [Promedio CC; CC’; CC’’] x CD = 0,9 x 0,9<br />

x 0,9 x 0,9 = 0,6561<br />

Por último cabe preguntarse qué ocurrirá si por cuestiones de<br />

demanda la necesidad se reduce a fabricar sólo 2 piezas por<br />

unidad de tiempo. ¿La Confiabilidad total del sistema será la<br />

misma que en el caso anterior? Veamos qué sucede. Si la<br />

necesidad operativa es ahora 2 piezas, los elementos A, B y D<br />

de la cadena deberán seguir considerándose en serie pues,<br />

aún con sobrada capacidad, cuando se detengan<br />

interrumpirán la producción. Por su parte, ya no será<br />

necesario mantener en marcha los 3 elementos del centro de<br />

trabajo C, pues por cuestiones de capacidad sólo es necesario<br />

que funcionen 2, por ejemplo C y C’. Así las cosas, ahora el<br />

elemento C’’ podrá estar detenido y convertirse en una<br />

redundancia para la función de C y C’. La Confiabilidad total<br />

del sistema bajo este nuevo contexto operacional será:<br />

CT = CA x CB x [1 – (1 - Promedio (CC; CC’) x (1 – CC’’)]<br />

x CD =<br />

CT = 0,9 x 0,9 x [1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9] x 0,9 =<br />

0,72171<br />

Lo antedicho nos permite concluir que la Confiabilidad de los<br />

sistemas productivos depende de sus capacidades y de las<br />

condiciones operativas asociadas, por ejemplo, a la demanda.<br />

Por otra parte, y tan importante como lo anterior, es que<br />

cuando se consideran aspectos de Confiabilidad o<br />

Disponibilidad, debe especificarse claramente a qué función<br />

nos referimos.<br />

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PAS 55, A TRES AÑOS DE SU RETIRO LA REFERENCIA<br />

ENGAÑOSA SIGUE COBRANDO VÍCTIMAS<br />

En lo que va del 2018 no hay aún importantes nuevos eventos relacionados con<br />

el tema normativo referido al Mantenimiento y la Gestión de Activos. La noticia,<br />

cuanto menos sorprendente, es que por increíble que pueda parecer en países<br />

como Perú, Colombia, Ecuador, México, Argentina y Chile están operando<br />

pseudoexpertos que con efectividad continúan a difundir (¿desactualización<br />

infantil o ausencia de profesionalidad consciente?) en cursos, artículos y<br />

congresos el fantasma lucrativo que fue ampliamente explotado, algunos años<br />

atrás, y que ponía como centro al documento PAS 55 como una norma británica o<br />

una norma internacional, que en realidad nunca fue.<br />

Por:<br />

Luis Felipe Sexto<br />

Ing. Msc.<br />

Management Consultant<br />

Radical Management<br />

lsexto@radical-management.com<br />

Cuba-Italia<br />

1. Pas 55 no fue nunca una norma nacional<br />

británica.<br />

2. Pas 55 nunca fue un estándar<br />

internacional.<br />

3. que el propio documento Pas 55 declara<br />

en su página iii: "This Pas is not to be regarded<br />

as a Bristish Standard".<br />

4. Ningún país (ni siquiera del Reino<br />

Unido) adoptó como norma nacional a la<br />

especificación públicamente disponible 55, PAS<br />

55 del BSI.<br />

5. Que el documento Pas 55 fue retirado<br />

por BSI definitivamente en enero de 2015, al no<br />

lograr consenso para convertirse en norma<br />

nacional británica.<br />

6. Que el grupo de supuestos expertos que<br />

difundieron el enfoque comercial engañoso con<br />

respecto a Pas 55, intenta ser convincente y<br />

persuasivo y continua a edulcorar la realidad<br />

para enmascarar la falacia.<br />

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Las víctimas de esta corriente de desinformación e inducción<br />

torcida son en primer lugar el personal técnico más joven e<br />

inexperto, al personal neodiplomado, los estudiantes de<br />

carreras técnicas y gestiónales, el personal técnico que viene<br />

de otras áreas a ocupar responsabilidades de mantenimiento<br />

o de dirección y los directivos mismos que inconscientemente<br />

(en la mayoría de los casos) aceptan los cantos de sirena sin<br />

verificación<br />

lo que tomaron decisiones económicas inducidas por el<br />

significado inexistente de lo que estaban pagando.<br />

Según British Standards Institution (BSI), los proyectos PAS<br />

(Publicly Available Specification) se aprueban con las<br />

funcionalidades de una norma BS, pero sin considerarse<br />

oficialmente norma nacional, y permite que alguna parte<br />

interesada tenga la posibilidad de ensayar por un tiempo de<br />

2 años la factibilidad que se convierta o no en oficialmente<br />

norma nacional. La empresa que actuó como patrocinador de<br />

la PAS 55 ante el BSI fue el Instituto of Asset Management<br />

(IAM). Y de alguna manera lograron mantener a flote 11 años<br />

la Pas 55 (desde 2004) sin lograr el consenso normativo para<br />

norma nacional, no obstante, el reglamento establecido de 2<br />

años para evaluar estos tipos de iniciativas.<br />

GESTIÓN DE MANTENIMIENTO Y GESTIÓN DE ACTIVOS<br />

Quienes continúan a insistir en la difusión de tales<br />

imprecisiones acerca de los documentos normativos y su<br />

nivel de consenso, están generando incertidumbre en la<br />

comunidad de mantenimiento, confiabilidad y gestión de<br />

activos, además de estar poniendo en entredicho su propio<br />

prestigio como expertos al estar desconociendo u ocultando<br />

los siguientes hechos públicos e irrefutables, que no pueden<br />

ser ocultados o pasados por alto:<br />

1. Pas 55 no fue nunca una norma nacional británica.<br />

2. Pas 55 nunca fue un estándar internacional.<br />

3. que el propio documento Pas 55 declara en su página iii:<br />

"This Pas is not to be regarded as a Bristish Standard".<br />

4. Ningún país (ni siquiera del Reino Unido) adoptó como<br />

norma nacional a la especificación públicamente<br />

disponible 55, PAS 55 del BSI.<br />

5. Que el documento Pas 55 fue retirado por BSI<br />

definitivamente en enero de 2015, al no lograr<br />

consenso para convertirse en norma nacional británica.<br />

6. Que el grupo de supuestos expertos que difundieron el<br />

enfoque comercial engañoso con respecto a Pas 55,<br />

intenta ser convincente y persuasivo y continua a<br />

edulcorar la realidad para enmascarar la falacia.<br />

Desde 2014 BSI había anunciado (en inglés) el retiro de la PAS<br />

55 para el 2015. Sin embargo, para el mundo<br />

hispanohablante (el más golpeado por este tipo de embrujo)<br />

está información fue ocultada y se continuaron vendiendo<br />

servicios de todo tipo asociado a la ganancia fácil con un<br />

documento sin consenso y sin futuro. Las empresas<br />

desconocieron y algunas aún desconocen este hecho hoy por<br />

Para cubrir la necesidad de relacionar mantenimiento y<br />

gestión activos, los 28 países de la unión europea adoptaron<br />

la norma europea EN 16646: 2014. Este estándar fue creado<br />

por el CEN/TC 319, llevada a votación, aprobada por<br />

mayoritario consenso y adoptada, por los comités técnicos<br />

nacionales competentes de los órganos de normalización de<br />

los respectivos países que conforman el Comité Europeo de<br />

Estandarización (del cual BSI también hace parte).<br />

LEA TAMBIÉN EN 16646 MANTENIMIENTO Y GESTIÓN DE<br />

ACTIVOS FÍSICOS -significado y trascendencia<br />

En el caso que nos ocupa de la Pas 55, no logró el consenso<br />

en más de <strong>10</strong> años, para ser norma nacional en su propio<br />

país, mucho menos podía presentarse como norma<br />

internacional (sin embargo, como tal fue presentada a un<br />

amplio público por las partes interesadas en su difusión y esto<br />

lo combinaron con el ocultamiento de la existencia de<br />

verdaderos estándares relacionados con el tema, a los cuales<br />

ni hicieron referencia ni utilizaron para el documento Pas.<br />

Algunos adhirieron a esta iniciativa por entusiasmo ingenuo e<br />

inducido y otros fueron adelante con una retórica desviada<br />

conscientemente que aún ejercitan). La PAS 55 fue retirada<br />

oficialmente en enero de 2015 por el BSI, luego de 11 años<br />

sin nunca lograr convertirse en norma nacional británica.<br />

Es cierto que el documento Pas 55 fue utilizado como<br />

bibliografía para la elaboración de la ISO 55000. Cuando era<br />

evidente la imposibilidad de lograr una norma nacional<br />

británica, los mismos que crearon o estaban comprometidos<br />

con la Pas, lograron crear un comité técnico en ISO con la idea<br />

de hacer saltar la Pas directamente a ligas mayores ¿se podía<br />

esperar otra cosa luego de haber creado tantos negocios y<br />

expectativas alrededor de la Pas? Al participar otros actores,<br />

de otros países, que nada tenían que ver con el proyecto<br />

original, y siguiendo las exigencias de la ISO para hacer un<br />

estándar de gestión, el resultado fue una norma ISO 55001<br />

diferente.<br />

21


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Otros 31 documentos fueron utilizados también por el comité<br />

de proyecto que dió lugar a las normas internacionales de la<br />

familia ISO 55001. El hecho, la decisión del comité creado en<br />

ISO, forzó a la ISO 55001 a ir por el camino de Pas 55,<br />

omitiéndose decenas de fundamentales estándares<br />

existentes que pudieron haber dado un mejor inicio a ISO<br />

55001 e ISO 55002. En aquel momento, los que tenían fuertes<br />

intereses con Pas 55 declararon que quien tuviera satisfecho<br />

los requisitos de Pas 55 tenía "más del 80% de las exigencias<br />

de ISO 55001". Por supuesto, esto es otra falacia.<br />

LEA TAMBIÉN FAMILIA ISO 55000 GESTIÓN DE ACTIVOS. UN<br />

ANÁLISIS CRÍTICO<br />

utilizado en el pasado reciente. No obstante, hay evidencias<br />

que el tema sigue difundiéndose inadecuadamente hoy sin<br />

que se comprenda la razón...<br />

Algunos apreciados colegas lamentablemente se han hecho<br />

eco de estas campañas y las han sostenido en el tiempo. A<br />

ellos le pregunto frente a la evidencia ¿qué motivos los<br />

impulsan a desconocer normas internacionales establecidas<br />

por los órganos competentes y a sostener intereses de<br />

empresas y grupos específicos que a través de campañas bien<br />

montadas, fuera de lógicas profesionales, se benefician?<br />

Pas 55 se intentó inocular al personal de mantenimiento<br />

porque los que la concibieron basaban sus experiencias y<br />

zonas de interés comercial en esa área (para cursos,<br />

auditorías y certificaciones), se olvidaron que la gestión de<br />

activos como función empresarial no se limita ni puede ser<br />

liderada por el área de mantenimiento. Y sobre todo no se<br />

consideró a las decenas de normas internacionales ya<br />

existentes relacionadas con todos los temas con las que<br />

gestión de activos tiene relación. Incluyendo las normas de<br />

mantenimiento, gestión del valor, indicadores, cualificación<br />

del personal, análisis del costo del ciclo de vida,<br />

terotecnología, facility management y tantas otras.<br />

¿Por qué entonces hay tantas publicaciones que denominan a<br />

la especificación Pas 55 como “norma”, “estándar<br />

internacional”, “estándar mundial”, etc, si en realidad no lo es<br />

ni jamás fue?<br />

La mayoría (no todos) de los expertos que sostienen esos<br />

calificativos no conocian lo expuesto anteriormente, y<br />

profundizaron el tema con evidente retraso.<br />

En el pasado reciente, un pequeño grupo con grandes<br />

intereses en sacar provecho del tema, sin embargo, alentó<br />

esa nomenclatura imprecisa, con intereses marcadamente<br />

comerciales, que confundió a las empresas fuera del Reino<br />

Unido (a las del Reino Unido se les dictó por decreto de algún<br />

ministerio a introducir la Pas, lo cual tampoco fue suficiente<br />

para lograr un consenso normativo nacional) pero si fue útil<br />

para generar los apetitos de algunos vendedores para<br />

obtener beneficios fáciles a través de "cursos, auditorías,<br />

implementaciones y/o "certificaciones" sobre la base, falsa<br />

y tendenciosamente declarada, de un documento sin validez<br />

normativa internacional.<br />

LEA TAMBIÉN 'LA PAS 55 Y EL SÍNDROME DE PETER PAN'<br />

escrito a propósito de la situación en 2011<br />

Al extenderse y hacerse claro y público el hecho real de que<br />

una PAS no es norma británica, ni un mucho menos un<br />

estándar internacional, las publicaciones sobre el tema han<br />

moderado el lenguaje e intentan ajustarse a esta realidad,<br />

tratando de corregir en lo posible la ligereza del lenguaje<br />

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Responsables con el compromiso de convertirse en un espacio vital para que la comunidad de mantenedores de<br />

Latinoamérica, que reflexionen y generen nuevo conocimiento en la disciplina, se permite comunicar que su proceso de<br />

convocatoria de artículos para su número ordinario bimensual se encuentra abierto.<br />

La revista se constituye en un importante medio para la socialización y visibilidad de aportes que nuestras comunidades de<br />

mantenedores vienen desarrollando, en especial, aquellos relacionados con la administración del mantenimiento y la<br />

aplicación de labores tendientes a mejorar la confiabilidad de los activos físicos. Así mismo, son bienvenidos aquellos textos<br />

de orden interdisciplinario que aborden problemas de la realidad industrial Latinoamericana.<br />

Plazo de entrega: La convocatoria y recepción de artículos es permanente aquellos que se envíen antes del 15 de los<br />

meses de Febrero, Abril, Junio, Agosto, Octubre, Diciembre de cada año, serán considerados para el numero<br />

siguiente. Sin embargo pueden ser considerados en el Volumen <strong>10</strong>, Número 4 de la revista,<br />

aquellos que lleguen hasta el 15 de junio de 2018.<br />

Política editorial: Quince días después de la fecha de recepción de las colaboraciones el Comité editorial notificará a sus<br />

autores si cumplen los requerimientos de calidad editorial y pertinencia temática por lo cual serán publicados.<br />

Pautas editoriales:<br />

1. Presentación del texto: enviar archivo electrónico en formato Word 2007, letra Arial, tamaño <strong>10</strong>, a espacio sencillo,<br />

hoja tamaño carta con una extensión máxima de 15 hojas.<br />

2. Contenido del texto: una portada que contenga: título del artículo y nombre del autor (o autores, sin son varios),<br />

títulos académicos o cargos que indiquen su autoridad en la materia.<br />

Adicionalmente, se debe incluir:<br />

o Fotografía del autor en formato JPG.<br />

o Las direcciones electrónicas y país de Origen.<br />

o Las citas bibliográficas, deben de ser escritas preferiblemente en forma manual y no con la función del Word.<br />

o Referencias: Bibliografía y/o Cibergrafía.<br />

o Ilustraciones, gráficos y fotografías: Deben ser originales, para mayor calidad al imprimir. Y de ser tomadas de otro<br />

autor citando su fuente y en lo posible adjuntar su permiso de utilización y deben ser en formato JPG.<br />

PARA TENER EN CUENTA:<br />

o Ni la Revista, ni el Comité Editorial se comprometen con los juicios emitidos por los autores de los textos. Cada<br />

escritor asume la responsabilidad frente a sus puntos de vista y opiniones.<br />

o Es tarea del Comité Editorial revisar cada texto y si es el caso, sugerir modificaciones. Igualmente puede devolver<br />

aquellos que no se ajusten a las condiciones exigidas.<br />

o No tienen que ser artículos de carácter “científico” la revista es de todos los mantenedores y quienes apoyen o<br />

interactúen con ellos.<br />

o Dirección de envío: Los artículos deben ser remitidos al editor de la revista a los siguientes correos electrónicos en<br />

los plazos indicados anteriormente: revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

¡Esperamos sus trabajos!<br />

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