ML volumen 10 3
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Mantenimiento<br />
ISSN 2357-6340<br />
en Latinoamérica<br />
La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />
Volumen <strong>10</strong> N°3<br />
Mayo – Junio 2018<br />
Imagen: Ing. Heiber Andres Bedoya Salazar<br />
PAS 55, A TRES AÑOS DE SU RETIRO LA<br />
REFERENCIA ENGAÑOSA SIGUE<br />
COBRANDO VÍCTIMAS
Contenido
Editorial<br />
En este año <strong>10</strong> de su revista, coincide con el Mundial de<br />
futbol, y nuestro colaborador José Contreras nos envía un<br />
artículo relacionado con el tema sin duda estructurado desde<br />
nuestra verdadera pasión, el Mantenimiento.<br />
Igual quiero invitarlos a que observen cómo casualmente Luis<br />
Felipe Sexto, nos habla de Mantenimiento de clase mundial y<br />
cómo la táctica y la estrategia pintada por Jose se puede y<br />
debe aplicar usando metodologías y herramientas probadas y<br />
que han dado evidencias de éxito en grandes empresas a nivel<br />
global, a un mundial no se llega improvisando o simplemente,<br />
(basado en algo interesante que leí de Antonio Beltran en<br />
Cometas, ciencia y religión; “…cabe destacar la curiosa mezcla<br />
de contundencia en la formulación de discursos y la vaguedad<br />
de su contenido”), llenándonos de retorica sobre elementos<br />
trabajados durante muchos años haciéndolos ver como<br />
procesos nuevos pero confundiendo bajo la premisa del<br />
desconocimiento de muchos y basados en ejemplos<br />
incomprobables por “confidencialidad de la información” que<br />
quieren mostrarse de clase mundial pero no llegan a ser mas<br />
que cortinas de humo para beneficio de unos pocos y no<br />
como debe ser el verdadero mantenimiento un instrumento<br />
para el beneficio de toda la comunidad.<br />
Y redondeando con Alejandro Pistarelli, “La Confiabilidad de<br />
los sistemas productivos depende de sus capacidades y de las<br />
condiciones operativas asociadas” – La confiabilidad del<br />
equipo depende de la capacidad y las condiciones con que<br />
lleguen cada uno de sus jugadores que puede ser modelada y<br />
calculada, la modelación para no realizar inversiones de alto<br />
costo a través de procesos de ensayo y error, por otro lado el<br />
cálculo para demostrar cómo una acción repercute<br />
directamente en el resultado, que en el caso del mundial de<br />
futbol es una copa y para efectos empresariales es el máximo<br />
retorno de las inversiones en los activos físicos (ROA) y el<br />
mayor valor económico agregado (EVA).<br />
Ahora sí…. A esperar los partidos del mundial y a ver a quienes<br />
alcanzaron el privilegio de ser Clase Mundial.<br />
Un abrazo!!!<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
Director<br />
Mantenimiento<br />
en<br />
Latinoamérica<br />
Volumen <strong>10</strong> – N° 3<br />
EDITORIAL Y COLABORADORES<br />
José Contreras<br />
Luis Felipe Sexto<br />
Alejandro Pistarelli<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
El contenido de la revista no refleja<br />
necesariamente la posición del Editor.<br />
El responsable de los temas, conceptos e<br />
imágenes emitidos en cada artículo es la persona<br />
quien los emite.<br />
VENTAS y SUSCRIPCIONES:<br />
revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
Comité Editorial<br />
Juan Carlos Orrego B.<br />
Beatriz Janeth Galeano U.<br />
Tulio Héctor Quintero P.<br />
Carlos Andrés Saucedo.
www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
EL DEPARTAMENTO DE MANTENIMIENTO<br />
Y EL EQUIPO DE FÚTBOL<br />
Por:<br />
José Contreras.<br />
Ingeniero<br />
Consultor para la Gestión Eficiente<br />
del Mantenimiento<br />
Instructor para Latinoamérica de la<br />
American Society of Mechanical<br />
Engineers (ASME) e INGEMAN<br />
jocomarquez@yahoo.com<br />
Venezuela<br />
Los lectores de este artículo se estarán preguntando ¿Qué relación tiene un<br />
Departamento de Mantenimiento y un Equipo de Fútbol? Este artículo se basa en<br />
hacer una comparación entre ambas organizaciones, aprovechando la<br />
universalidad del fútbol en lo que respecta al amplio conocimiento que se tiene de<br />
su funcionamiento y al compararlo con un departamento de mantenimiento se<br />
podrá tener una visión gráfica y muy clara de la importancia de las distintas<br />
funciones que se deben desarrollar para lograr llevar a cabo una gestión eficaz y<br />
eficiente del mantenimiento en cualquier organización industrial.<br />
Hemos escrito este artículo motivado por la proximidad del mundial de fútbol<br />
“Rusia 2018” e inspirado en el excelente artículo “La Gestión de Activos sobre el<br />
Diamante” escrito magistralmente por nuestro amigo Robinson Medina, en el que<br />
se hace una analogía de la gestión de activos con el béisbol, deporte muy popular<br />
en los países del caribe y Norteamérica. En el artículo mencionado, Robinson hace<br />
una comparación del rol de cada una de las nueve posiciones defensivas del<br />
béisbol con las diferentes funciones necesarias dentro de una organización para<br />
una efectiva gestión de Activos.<br />
En este caso partimos del hecho de que todo departamento de mantenimiento<br />
debe contar con tres grupos de profesionales que desarrollan funciones que son<br />
imprescindibles para su correcto funcionamiento. Nos referimos al grupo de<br />
ingeniería de mantenimiento, el grupo de planificación y programación del<br />
mantenimiento y el grupo de ejecución de los trabajos de mantenimiento. Estos<br />
tres grupos pueden ser considerados equivalentes a los tres grupos<br />
imprescindibles en todo equipo de fútbol: los defensas, los mediocampistas y los<br />
delanteros.<br />
Asumiendo el riesgo de no coincidir con algunos lectores, consideramos que el<br />
grupo de ingeniería de mantenimiento es equivalente a los defensas, los<br />
planificadores y programadores a los mediocampistas y los supervisores y técnicos<br />
que ejecutan los trabajos son equivalentes a los delanteros.<br />
Explicación del porqué de estas equivalencias<br />
¿Armaría usted un equipo de fútbol<br />
solamente con defensas, solamente con<br />
mediocampistas o solamente con<br />
delanteros?<br />
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Ingenieros mantenimiento – Defensas<br />
Así como los defensas de un equipo de fútbol tienen como<br />
misión como rol principal impedir que los adversarios se<br />
acerquen a portería y marquen goles, los ingenieros de<br />
mantenimiento tienen que evitar lo que para un equipo de<br />
mantenimiento se podría considerar los goles en contra.<br />
Nos referimos específicamente a los accidentes, las fallas<br />
que hay que atender en condiciones de emergencia, las<br />
fallas prematuras o baja confiabilidad y las prácticas<br />
operacionales que atenten contra el normal<br />
funcionamiento de los equipos.<br />
exacto en que los supervisores y técnicos deben ejecutar<br />
las órdenes de trabajo. Los principales obstaculos que<br />
enfrentan los planificadores y programadores es la<br />
limitación de recursos que mantiene un backlog muy<br />
elevado y en muchos casos luchar contra la cultura<br />
organizacional que impera en muchas organizaciones<br />
dando lugar a una estrategia de mantenimiento reactivo<br />
que ocasiona una elevada proporción de mantenimiento<br />
correctivo que debe ser ejecutado en condiciones de<br />
emergencia.<br />
Para cumplir con esta misión, los<br />
ingenieros de mantenimiento<br />
cuentan con técnicas y<br />
herramientas tales como el<br />
análisis de criticidad, el análisis<br />
causa raíz, el análisis de modos y<br />
efectos de fallas y el árbol lógico<br />
de decisiones, todas enmarcadas<br />
dentro de la metodología del<br />
mantenimiento centrado en<br />
confiabilidad que conduce a la<br />
formulación de planes<br />
optimizados de mantenimiento.<br />
Planificadores y programadores - Mediocampistas<br />
Los mediocampistas de un equipo de fútbol tienen la<br />
importante misión de organizar y preparar las jugadas que<br />
permitan dar los pases apropiados a los delanteros y<br />
aprovechar al máximo las oportunidades de avanzar y<br />
convertir los goles para ganar el partido. De la misma<br />
manera los planificadores y programadores tienen la gran<br />
responsabilidad de definir y preparar los recursos y las<br />
condiciones necesarias, además de indicar el momento<br />
Supervisores y técnicos – Delanteros<br />
Los supervisores, técnicos especialistas y ayudantes son los<br />
que salen al campo de batalla a ejecutar los trabajos de<br />
mantenimiento que, de acuerdo a la comparación que<br />
estamos realizando, son equivalentes a los goles que<br />
permitirán ganar el partido. Si los otros dos grupos<br />
cumplen adecuadamente con sus funciones, el resultado<br />
será la práctica de una estrategia de mantenimiento<br />
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proactivo que se manifestará en la determinación de las<br />
actividades de mantenimiento preventivo, predictivo y<br />
correctivo necesarias para alcanzar la máxima<br />
disponibilidad y en una mayor proporción de trabajos<br />
debidamente planificados y programados que conducen a<br />
la minimización de costos debido a la utilización más<br />
eficiente de los recursos y la ejecución de los trabajos en el<br />
menor tiempo posible enfrentando satisfactoriamente<br />
problemas de coordinación, escasez de recursos y los<br />
imprevistos que siempre están presentes.<br />
Gerente de Mantenimiento – Director Técnico<br />
Creo que no existe alguna duda sobre la comparación del<br />
Gerente de Mantenimiento con el Director Técnico del<br />
equipo. Vamos a citar cuatro dimensiones comunes a estos<br />
dos cargos, que deben ser comprendidas y desarrolladas<br />
con gran habilidad para alcanzar el éxito en sus funciones.<br />
En primer lugar, hay que destacar las relaciones humanas<br />
por la intensa relación que deben mantener con otras<br />
personas, generalmente más jóvenes que ellos, por lo que<br />
la experiencia y alto nivel en este aspecto es<br />
extremadamente importante. La función pedagógica<br />
también es necesaria en ambos casos. Tanto el Director<br />
Técnico del equipo de fútbol como el Gerente de<br />
mantenimiento deben conocer a profundidad las funciones<br />
que se desarrollan, tanto en el campo de fútbol como en el<br />
campo industrial, para transmitirlas correctamente a sus<br />
dirigidos y poder alcanzar sus objetivos. El liderazgo es la<br />
tercera dimensión considerada que debe ser dominada por<br />
la gran cantidad de personas que es necesario coordinar y<br />
dirigir. Por último tenemos la dimensión de la<br />
administración o gerencia ya que en ambos casos se debe<br />
tomar decisiones relacionadas con aspectos organizativos,<br />
logísticos, financieros y de recursos humanos. El dominio y<br />
buen desempeño en estos cuatro aspectos requieren que<br />
tanto el Director Técnico como el Gerente de<br />
Mantenimiento posean una gran habilidad para comunicar<br />
adecuadamente sus instrucciones y mantener altamente<br />
motivados a los integrantes de sus equipos.<br />
Reflexión final<br />
El análisis anterior permite reconocer la importancia que<br />
para un departamento de mantenimiento tiene la<br />
presencia de personal debidamente capacitado en cada<br />
una de las tres funciones descritas, así como en un equipo<br />
de fútbol es necesaria la existencia de los tres grupos de<br />
jugadores que conocemos ampliamente.<br />
¿Armaría usted un equipo de fútbol solamente con<br />
defensas, solamente con mediocampistas o solamente<br />
con delanteros? La respuesta es clara, se necesita un<br />
equipo con la proporción adecuada de las diferentes<br />
posiciones que se necesita para ganar el juego. Lo mismo<br />
ocurre con el departamento de mantenimiento.<br />
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ESTRATEGIAS Y MÉTODOS HACIA UN<br />
MANTENIMIENTO DE CLASE MUNDIAL<br />
Las tecnologías de mantenimiento ofrecen, en su conjunto, una promesa de<br />
desarrollo, pero no capacidad de decisión, ni creatividad, ni iniciativa, ni<br />
confiabilidad, ni aseguran la competitividad. El hecho de que se utilicen métodos y<br />
estrategias no significa que seamos capaces de obtener un resultado supremo.<br />
Menos, si dichas tecnologías se convierten en un fin en si mismas y las estrategias<br />
están desenfocadas y concebidas para un corto plazo.<br />
Por:<br />
Luis Felipe Sexto<br />
Ing. Msc.<br />
Management Consultant<br />
Radical Management<br />
lsexto@radical-management.com<br />
Cuba-Italia<br />
Para más detalles, consultar el artículo del<br />
autor, también publicado en esta revista<br />
Ml <strong>volumen</strong> 9 4 Published on Jul 4, 2017<br />
“Tipos de Mantenimiento, ¿Cuántos y Cuáles<br />
son?<br />
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ESTRATEGIA GLOBAL<br />
ESTRATEGIA DE<br />
MANTENIMIENTO<br />
Si bien las estrategias y tecnologías de mantenimiento<br />
pueden contribuir a satisfacer las expectativas de<br />
mantenimiento, se trata de vehículos y no de fines narcisistas.<br />
Una estrategia o una particular tecnología de mantenimiento<br />
no conducirá per se, a una mejora inmediata de los procesos<br />
fundamentales de la empresa. Se trata de medios para asumir<br />
una orientación más sistémica ante las exigencias de<br />
mantenimiento dentro de la empresa a partir de unas ideas<br />
coherentes acerca del para qué existimos y el cómo debemos<br />
actuar para crecer como organización.<br />
Llegado a este punto, prudente es significar qué es lo que<br />
vamos a considerar como estrategia y qué como método. La<br />
estrategia es el arte de concebir, proyectar y dirigir cualquier<br />
asunto. Si hablamos de mantenimiento, evidentemente, la<br />
estrategia tendrá que estar alineada y formar parte de la<br />
estrategia global de la organización. Por su parte, el método<br />
se asocia al concepto de táctica. La táctica es la habilidad y el<br />
arte (¿por qué no?) de lograr un fin determinado. De modo,<br />
que no debemos confundir la táctica con la estrategia, la<br />
misión con los métodos para intentar hacerla realidad.<br />
La estrategia de mantenimiento de una organización es un<br />
proceso caracterizado por la búsqueda de la expresión más<br />
clara y exacta posible del sentido, la proyección y la actuación<br />
del proceso de mantenimiento dentro de la empresa. La<br />
táctica consiste en la selección y despliegue, ajustado a las<br />
condiciones de cada cual, de la tecnología más provechosa<br />
para llevar adelante la estrategia.<br />
En este caso sería preferible emplear el concepto de<br />
tecnologías (y no el de métodos) para significar al conjunto<br />
de métodos, procedimientos y recursos empleados en las<br />
prácticas de mantenimiento industrial. En la figura 1 se<br />
observa como la identificación y establecimiento de la misión,<br />
la visión, la política y los objetivos de mantenimiento<br />
determinan la estrategia de mantenimiento. A su vez, esta<br />
estrategia debe responder y complementar a la estrategia<br />
global de la empresa. Para que la estrategia se materialice se<br />
necesitan vehículos, esos vehículos son precisamente las<br />
tecnologías que se elegirán para intentar cumplir con los<br />
objetivos estratégicos identificados.<br />
A juicio del autor, es posible denominar mantenimiento de<br />
clase mundial al proceso de mantenimiento que satisface los<br />
requisitos y expectativas, relativas a cada momento del<br />
desarrollo de la humanidad y contexto social y de mercado,<br />
relacionadas con la seguridad, el medio ambiente, la calidad<br />
y la economía. Un mantenimiento de clase mundial implica<br />
liderazgo y debe ser demostrada su existencia evaluando los<br />
indicadores de eficacia y eficiencia del mantenimiento. El<br />
benchmarking pueden ser uno de los mecanismos que<br />
contribuyan a ubicar y decidir si el proceso de mantenimiento<br />
de una organización puede clasificar como de clase mundial.<br />
Sin embargo, siempre las comparaciones y evaluaciones<br />
deben hacerse relativas a parámetros que realmente puedan<br />
ser comparables entre diferentes empresas que operan<br />
también en realidades diferentes.<br />
MISIÓN<br />
Responde a: ¿Para qué<br />
existe el departamento de<br />
mantenimiento? ¿Por qué?<br />
VISIÓN<br />
Cómo aspira a ser el<br />
departamento de<br />
mantenimiento en el futuro.<br />
POLITICA<br />
OBJETIVOS<br />
Que debe hacer el<br />
departamento de<br />
mantenimiento para cumplir<br />
la misión y contribuir a la<br />
visión.<br />
OTRAS<br />
TECNOLOGÍAS DE<br />
TECNOLOGÍAS MANTENIMIENTO ?<br />
Responde a: ¿Qué debe<br />
hacer el departamento de<br />
mantenimiento para cumplir<br />
la política? Deben ser<br />
medibles.<br />
Figura 1. Relación entre estrategia y tecnologías dentro de la<br />
organización.<br />
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www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
El punto de partida, seguirá siendo, esencialmente, la<br />
identificación de las necesidades propias y la evaluación de la<br />
capacidad que se tiene para satisfacer dichas necesidades. No<br />
es posible hablar de mantenimiento clase mundial a secas,<br />
sin concebirlo dentro de una concepción sistémica de<br />
organización con liderazgo en su desempeño. No puede ser<br />
sostenible un desempeño, clase mundial, de un proceso<br />
aislado si el resto de los procesos de la organización no se<br />
orientan y trabajan igualmente por la excelencia.<br />
CUADRANDO EL CÍRCULO<br />
Retomando la idea del cuadrado y el círculo, descrita en el<br />
artículo del autor “La cuadratura del círculo”, podemos<br />
representar el reto de explotar en toda su potencialidad las<br />
estrategias y tecnologías que conduzcan a lo que se<br />
denomina mantenimiento de clase mundial, a través de la<br />
analogía del cuadrado que intenta centrar y cubrir al círculo.<br />
En este caso (ver figura 2), el círculo representa los requisitos<br />
y expectativas que se esperan del mantenimiento en la<br />
empresa, dando lugar a la concepción de una u otra<br />
estrategia acorde. El cuadrado simboliza lo que la empresa<br />
(pensemos en nuestra empresa) o, particularmente, el<br />
proceso de mantenimiento de la empresa puede ofrecer dada<br />
la estrategia y prácticas habituales. Evidentemente, las<br />
tecnologías no podrán progresar si la estrategia no es clara o<br />
no es coherente con las necesidades y requisitos<br />
representados por el círculo. El área del cuadrado que queda<br />
libre, fuera del círculo, advierte de una presunta<br />
potencialidad de la organización que no es utilizada y por<br />
tanto se pierde al ser valor no utilizado. ¿Ha podido su<br />
empresa identificar con certeza las necesidades sin satisfacer,<br />
las satisfechas y el potencial no utilizado?<br />
¿Qué advierte la analogía del círculo y el cuadrado? Se puede<br />
disponer, en apariencia, de una tecnología de mantenimiento<br />
“perfecta” y que paradójicamente no satisfaga, con sus<br />
resultados, la expectativa exigida. Es decir, es posible que<br />
alguien se proponga introducir en su empresa esta o aquella<br />
tecnología de mantenimiento, bien concebida y adornada,<br />
pero que en realidad no logre obtener resultados esperados<br />
al no responder a los reales problemas y necesidades de<br />
mantenimiento dado un momento y un contexto industrial y<br />
social particular. Es posible también que la cultura de la<br />
referida empresa se resista a la asimilación de una tecnología<br />
“apropiada”, más bien coherente con modos de actuación<br />
que responden a estrategias proactivas diferentes a las que la<br />
empresa practica realmente.<br />
Dos de las tecnologías (cuadrados) de mantenimiento más<br />
extendidas actualmente son el Mantenimiento Centrado en la<br />
Confiabilidad (RCM) y el Mantenimiento Productivo Total<br />
(TPM). Aunque justo es decir que la existencia de ambas data<br />
de finales de la década de los sesenta. Cada una de ellas<br />
conforma uno de los posibles cuadrados que se proponen<br />
cubrir el círculo de las necesidades de mantenimiento de la<br />
organización. No intentaremos aquí explicar en que consisten<br />
ya que existe abundante literatura sobre el tema.<br />
comparativamente, el TPM pretende un cuadrado más<br />
amplio que se impone como misión cubrir un círculo más<br />
complejo de expectativas y requerimientos dentro de la<br />
organización. ¿Pero en qué medida los cuadrados TPM y<br />
RCM cubren sus expectativas dada la estrategia adoptada?<br />
¿Existe una estrategia? Ver más adelante otras tecnologías,<br />
en la tabla 1.<br />
Lograr que el cuadrado cubra al círculo totalmente puede<br />
resultar inadecuado, contraproducente y podría<br />
significar un costo no permitido. Desde el punto de<br />
vista de la empresa, habrá que preguntarse ¿y este<br />
cuadrado (tecnología) que me ofrecen, o que pretendo<br />
implementar, se ajustará y resolverá mis necesidades<br />
de mantenimiento en un grado elevado acorde con la<br />
estrategia elegida? ¿Será que se adopta por que está<br />
de moda u otros lo hacen? ¿La empresa esta<br />
preparada para asimilar esta tecnología? Sin liderazgo<br />
desde arriba (a todos los niveles de dirección), sería<br />
recomendable no insistir en continuar aspirando a<br />
resultados con alguna tecnología en particular, por<br />
exitosa que haya podido ser en otras organizaciones.<br />
Figura 2. La analogía del cuadrado que intenta cubrir el<br />
círculo.<br />
Un aspecto importante dentro de una estrategia de<br />
mantenimiento es el establecimiento de la política de<br />
mantenimiento. La política esclarecerá qué debe<br />
hacerse para cumplir con la misión y la visión que, desde el<br />
mantenimiento, tiene la empresa. En este punto existe<br />
mucha divergencia entre numerosos autores en cuanto a la<br />
forma de denominar a las políticas. Por ejemplo, utilizando la<br />
clasificación descrita en la norma UNI 1<strong>10</strong>63: 2003 (tambén<br />
en la norma europea EN 13306:2017), se identifican tres<br />
políticas genéricas: preventiva, correctiva y mejorativa<br />
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(también llamados tipos de mantenimiento). Aclarando, que<br />
la preventiva puede ser de sustitución cíclica, según<br />
condición y predictiva.<br />
Desde este punto de vista, la política preventiva se refiere a<br />
todo aquello que se hará para evitar que suceda el fallo, el<br />
defecto, el error que dará lugar a una cadena de<br />
consecuencias. La política correctiva, es la clásica que espera<br />
a que ocurran las no conformidades para restaurar la función.<br />
Por su parte la política mejorativa es aquella que se adopta<br />
para influir en la confiabilidad inherente e incrementar la<br />
confiabilidad en el contexto. Evidentemente, las políticas<br />
habrán de ser combinadas y se convierten en un hecho al<br />
implementar las tecnologías que intentarán dar cumplimiento<br />
a los objetivos estratégicos que desde el mantenimiento,<br />
tributan a la empresa como un todo. Para más detalles,<br />
consultar el artículo del autor, también publicado en esta<br />
revista Ml <strong>volumen</strong> 9 4 Published on Jul 4, 2017 “Tipos de<br />
Mantenimiento, ¿Cuántos y Cuáles son?<br />
Las fabricas que fallan en implementar el<br />
mantenimiento preventivo están en esencia acelerando<br />
el deterioro del equipo. […] En las fabricas en las que<br />
la negligencia es rampante, las averías súbitas y las<br />
paradas menores son inevitables y comunes.<br />
Seiiki Nakajima<br />
TECNOLOGÍAS DE, Y PARA, EL MANTENIMIENTO<br />
En la tabla 1, se identifican trece tecnologías que se utilizan<br />
extensivamente y son sinónimos de buenas prácticas de<br />
mantenimiento o que tributan al mantenimiento, dada la<br />
relación de carácter sistémico que presentan los procesos de<br />
la empresa. Evidentemente, no están todas las que son. Se<br />
trata de un resumen de algunas tecnologías relevantes que se<br />
emplean para dar respuesta a las estrategias de las<br />
organizaciones. Se comentan algunas características<br />
asociadas a cada propuesta para que el lector se lleve una<br />
idea muy sumaria de cada una.<br />
Especialización en<br />
Gerencia de<br />
Mantenimiento UdeA<br />
Informes:<br />
tulio.quintero@udea.edu.co<br />
Prácticamente, todas las tecnologías identificadas en la tabla<br />
1 han sido, o son, empleadas tanto por empresas lideres en<br />
sus respectivos objetos, como por empresas corrientes con<br />
desempeño moderado o pobre en sus resultados. Esta<br />
situación evidencia que no es suficiente la intención de<br />
implementar alguna de ellas, para cambiar la realidad de la<br />
organización. Es decir, implementarlas no garantizan un<br />
mantenimiento de clase mundial, pero un desempeño de<br />
clase mundial requiere el despliegue de alguna de ellas o de<br />
varias simultáneamente y en combinación. Se invita al lector<br />
a reflexionar con la Tabla 1.<br />
Donde se crea conocimiento para<br />
que usted mismo aplique en su<br />
empresa.<br />
12
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13
www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
CONCLUSIONES<br />
1. La táctica y la estrategia de mantenimiento no son la<br />
misma cosa. La estrategia es la proyección de las ideas,<br />
la táctica es la forma en que se materializan las ideas.<br />
Para que una tecnología de mantenimiento sea efectiva<br />
y eficaz debe subordinarse a una estrategia, que a su vez<br />
debe tributar a la estrategia global de la organización.<br />
todo vivo y en relación e interacción. La coherencia de la<br />
estrategia de mantenimiento alineada con la del resto<br />
de las áreas de la organización conducirán a poder no<br />
solo soñar, sino aspirar, verdaderamente, a poseer los<br />
resultados que merezcan el calificativo de “clase<br />
mundial”.<br />
2. La aspiración legítima de alcanzar la excelencia en el<br />
mantenimiento de la empresa lleva a la idea de lograr lo<br />
que se denomina mantenimiento de clase mundial. Pero<br />
no sería justo intentar imitar resultados derivados de<br />
realidades no comparables. Mantenimiento de clase<br />
mundial significa satisfacción y superación de las<br />
expectativas y necesidades de mantenimiento de la<br />
organización con referencia a la potencialidad que<br />
proporcionan las tecnologías del momento, y en relación<br />
con un contexto social y de mercado especifico.<br />
3. La estrategia de mantenimiento debe surgir del hecho<br />
de identificar los requisitos y necesidades de<br />
mantenimiento de la organización, de saber qué es lo<br />
que se logra y lo que no, y de conocer la potencialidad<br />
no utilizada de la organización. La estrategia de<br />
mantenimiento siempre debe tributar y estar a la<br />
altura de la estrategia global y esencial de la empresa.<br />
Las tecnologías de mantenimiento que se adoptan<br />
deben ser suficientes para convertir en realidad la<br />
estrategia necesaria. La improvisación sostenida no se<br />
considera una estrategia.<br />
4. Existe un grupo de tecnologías que tienen un carácter<br />
dual, al servir a la estrategia de mantenimiento, y tener<br />
su sentido principal al servicio de propósitos de<br />
operación. Esto demuestra el carácter sistémico y<br />
elemental de los procesos empresariales que obligan a<br />
visualizar la empresa como un todo. Por otro lado, la<br />
mayoría de los aspectos que limitan o permiten el<br />
despliegue exitoso de una tecnología determinada, no<br />
dependen en esencia, de la tecnología misma.<br />
5. Otros aspectos, como el estilo de dirección, la aptitud<br />
para el liderazgo, los recursos, la cultura de la<br />
organización, el contexto histórico, la zona geográfica,<br />
el tipo de mercado donde se intenta penetrar, etc…<br />
pueden determinar el éxito o el fracaso de una<br />
estrategia y de las tecnologías elegidas para intentar<br />
hacerla real. Las tecnologías de moda, bien pudieran no<br />
responder a la estrategia debido a su falta de ajuste a<br />
una realidad, o a la incapacidad de ser asumida por la<br />
organización.<br />
6. Las anteriores conclusiones indican que alcanzar un<br />
mantenimiento de clase mundial en la empresa es un<br />
proceso que implica tránsito, esfuerzo para mantenerse<br />
y evolución de la cultura organizacional vista como un<br />
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LA CONFIABILIDAD COMO FUNCIÓN DE LA CAPACIDAD<br />
Es habitual, en diferentes ámbitos o rubros industriales, preguntarse qué tan<br />
confiable debe ser un sistema productivo o un conjunto de activos. Incluso<br />
proponemos indicadores y objetivos a alcanzar por los equipos con respecto a la<br />
Confiabilidad. Nos cuesta mucho, sin embargo, comprender que el nivel de<br />
Confiabilidad o Disponibilidad de un sistema depende del proceso productivo.<br />
¿A qué nos referimos cuando hablamos de Confiabilidad? La respuesta<br />
automática, casi instintiva aunque no del todo completa, es concluir que la<br />
Confiabilidad o la Disponibilidad se refiere exclusivamente al equipo, activo,<br />
conjunto de activos o sistema productivo, etc. sin tener en cuenta sus funciones.<br />
En realidad, y lo más apropiado, es que debiéramos aclarar a qué función o<br />
funciones del activo en cuestión nos referimos cuando hablamos de su<br />
Confiabilidad.<br />
Por:<br />
Alejandro J. Pistarelli.<br />
Especialista en Ingeniería de<br />
Mantenimiento y Gestión de Activos<br />
Físicos<br />
Profesor Titular de la Cátedra de<br />
Mantenimiento en la Universidad<br />
Tecnológica Nacional (FRH).<br />
alejandro.pistarelli@gmail.com<br />
Argentina<br />
La Confiabilidad de los sistemas productivos<br />
depende de sus capacidades y de las<br />
condiciones operativas asociadas.<br />
17
www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
Supóngase que la función primaria de una bomba centrífuga<br />
es bombear agua, por ejemplo, a 20 m 3 /h. Si dijésemos que la<br />
Confiabilidad a un mes de la función primaria de la bomba es<br />
96%, estaríamos diciendo que tenemos un 96% de<br />
probabilidades de que la bomba referida no deje de bombear<br />
agua a ese caudal durante todo el mes. Sin embargo, nada<br />
hemos dicho, por ejemplo, de su capacidad para evitar<br />
pérdidas, ruidos, vibraciones, etc. Vale decir que, sería injusto<br />
para la confiabilidad de la bomba (en cuanto a su función<br />
primaria de bombeo), considerar las fallas por pérdidas u<br />
otros motivos que no impidan el impulso de agua.<br />
elemento. Vale decir que; si un equipo posee 4 modos de falla<br />
y cualquiera puede provocar por igual su falla, entonces<br />
podemos representar la Confiabilidad de dicho equipo por<br />
una cadena en serie como la anterior. En ambos casos, no es<br />
preciso incorporar la capacidad del sistema, pues sea cual<br />
fuere ella, la misma sería igualmente interrumpida de manera<br />
total.<br />
Supóngase el caso del esquema de la figura siguiente. En él<br />
podemos identificar que en el centro de trabajo “C” hay dos<br />
elementos, el C y el C’.<br />
Observemos el siguiente esquema que representa una<br />
asociación serie desde el punto de vista funcional, de ciertos<br />
elementos productivos A, B, C y D.<br />
A<br />
B<br />
C<br />
C’<br />
D<br />
A B C D<br />
Sabemos que la Confiabilidad de todo el sistema será el<br />
producto de las confiablidades de cada uno de los elementos,<br />
C T = C A x C B x C C x C D . Por tanto, podemos asegurar que si no<br />
sobrepasamos un número elevado de elementos, la<br />
confiabilidad de un sistema con elementos productivos en<br />
serie, puede representarse como el producto de sus<br />
confiabilidades. De esta manera, la Confiabilidad de toda la<br />
cadena funcional será menor que la menor de las<br />
confiabilidades de la cadena; siendo que se trata de<br />
productos de números menores a 1. Si por ejemplo la<br />
confiabilidad de cada uno es de 0,9, entonces la Confiabilidad<br />
total será:<br />
CT = 0,9 x 0,9 x 0,9 x 0,9 = 0,6561.<br />
Puede ocurrir también que la cadena funcional anterior<br />
represente, por ejemplo, 4 modos de falla de un mismo<br />
elemento o equipo. En este caso cabe similar análisis para el<br />
cálculo de la Confiabilidad de dicho elemento; siempre que<br />
asumamos que cualquiera de los 4 modos de falla puede, por<br />
igual, causar la falla o interrupción de la función definida del<br />
¿Cuál es el valor de Confiabilidad para todo el sistema si C’ es<br />
un elemento stand-by de C? Las ecuaciones conocidas nos<br />
dan una fácil respuesta para estos casos. En primer lugar<br />
debemos estimar la confiabilidad del centro de trabajo C y<br />
luego acoplar a todos los elementos en serie como el caso<br />
anterior. Así las cosas, la Confiabilidad total será:<br />
CT = CA x CB x [1 – ((1 – CC) x (1 – CC’))] x CD<br />
Si la confiabilidad de todos los elementos sigue siendo 0,9<br />
entonces la confiabilidad de todo el sistema será: 0,9 x 0,9 x<br />
[1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9)] x 0,9 = 0,72171. El término<br />
correspondiente al centro de trabajo C puede entenderse<br />
como el máximo posible, es decir 1, menos el producto de las<br />
“desconfiabilidades”, si se me permite el término. Queda<br />
claro que cuantas más redundancias o elementos en stand-by<br />
pongamos en el centro de trabajo C, menor será el producto<br />
de las “desconfiabilidades” y más se acercará ese término a 1;<br />
es decir, que sea <strong>10</strong>0% confiable. Pero aquí tampoco estamos<br />
haciendo referencia a la condición de capacidad del sistema<br />
porque siempre operamos con el elemento C y cuando éste<br />
falla (deja de cumplir su función primaria de producir)<br />
entonces aparece C’ que lo sustituye inmediatamente.<br />
18
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De igual forma, si tuviésemos una segunda redundancia como<br />
se muestra a continuación, la Confiabilidad de todo el sistema<br />
será:<br />
CT = 0,9 x 0,9 x [1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9) x (1 – 0,9)] x<br />
0,9 = 0,728271<br />
Que resulta ligeramente mayor al caso anterior.<br />
C<br />
A B C’ D<br />
C’’<br />
Pero qué sucedería si tenemos en cuenta cuestiones de<br />
capacidad. Tomemos como ejemplo la figura anterior con tres<br />
elementos en el centro de trabajo C (C, C’ y C’’). Pongamos<br />
por caso que el sistema inicia su proceso en A, luego el<br />
producto pasa a B, en el centro de trabajo C cada máquina (C,<br />
C’ y C’’) realiza una parte del proceso que luego se ensambla<br />
en D. ¿Sería lógico en un caso como este adoptar a C’ y C’’<br />
como redundancias de C? La respuesta claramente es no.<br />
Para un caso así, la Confiabilidad total del sistema será<br />
simplemente:<br />
CT = CA x CB x CC x CC’ x CC’’ x CD = 0,9 x 0,9 x 0,9 x 0,9<br />
x 0,9 x 0,9 = 0,531441<br />
Otra situación particular se daría cuando la capacidad de A, B<br />
y D es, por ejemplo, de 3 piezas por unidad de tiempo y la<br />
capacidad de C, C’ y C’’ es de 1 pieza por unidad de tiempo. El<br />
caso podría ser que la demanda está insatisfecha y se<br />
necesitan producir 3 piezas por unidad de tiempo; vale decir,<br />
vendemos todo lo que producimos. Si esto es así, toleramos<br />
reducción de flujo, y la Confiabilidad del sistema total será:<br />
CT = CA x CB x [Promedio CC; CC’; CC’’] x CD = 0,9 x 0,9<br />
x 0,9 x 0,9 = 0,6561<br />
Por último cabe preguntarse qué ocurrirá si por cuestiones de<br />
demanda la necesidad se reduce a fabricar sólo 2 piezas por<br />
unidad de tiempo. ¿La Confiabilidad total del sistema será la<br />
misma que en el caso anterior? Veamos qué sucede. Si la<br />
necesidad operativa es ahora 2 piezas, los elementos A, B y D<br />
de la cadena deberán seguir considerándose en serie pues,<br />
aún con sobrada capacidad, cuando se detengan<br />
interrumpirán la producción. Por su parte, ya no será<br />
necesario mantener en marcha los 3 elementos del centro de<br />
trabajo C, pues por cuestiones de capacidad sólo es necesario<br />
que funcionen 2, por ejemplo C y C’. Así las cosas, ahora el<br />
elemento C’’ podrá estar detenido y convertirse en una<br />
redundancia para la función de C y C’. La Confiabilidad total<br />
del sistema bajo este nuevo contexto operacional será:<br />
CT = CA x CB x [1 – (1 - Promedio (CC; CC’) x (1 – CC’’)]<br />
x CD =<br />
CT = 0,9 x 0,9 x [1 – (1 – 0,9) x (1 – 0,9] x 0,9 =<br />
0,72171<br />
Lo antedicho nos permite concluir que la Confiabilidad de los<br />
sistemas productivos depende de sus capacidades y de las<br />
condiciones operativas asociadas, por ejemplo, a la demanda.<br />
Por otra parte, y tan importante como lo anterior, es que<br />
cuando se consideran aspectos de Confiabilidad o<br />
Disponibilidad, debe especificarse claramente a qué función<br />
nos referimos.<br />
19
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PAS 55, A TRES AÑOS DE SU RETIRO LA REFERENCIA<br />
ENGAÑOSA SIGUE COBRANDO VÍCTIMAS<br />
En lo que va del 2018 no hay aún importantes nuevos eventos relacionados con<br />
el tema normativo referido al Mantenimiento y la Gestión de Activos. La noticia,<br />
cuanto menos sorprendente, es que por increíble que pueda parecer en países<br />
como Perú, Colombia, Ecuador, México, Argentina y Chile están operando<br />
pseudoexpertos que con efectividad continúan a difundir (¿desactualización<br />
infantil o ausencia de profesionalidad consciente?) en cursos, artículos y<br />
congresos el fantasma lucrativo que fue ampliamente explotado, algunos años<br />
atrás, y que ponía como centro al documento PAS 55 como una norma británica o<br />
una norma internacional, que en realidad nunca fue.<br />
Por:<br />
Luis Felipe Sexto<br />
Ing. Msc.<br />
Management Consultant<br />
Radical Management<br />
lsexto@radical-management.com<br />
Cuba-Italia<br />
1. Pas 55 no fue nunca una norma nacional<br />
británica.<br />
2. Pas 55 nunca fue un estándar<br />
internacional.<br />
3. que el propio documento Pas 55 declara<br />
en su página iii: "This Pas is not to be regarded<br />
as a Bristish Standard".<br />
4. Ningún país (ni siquiera del Reino<br />
Unido) adoptó como norma nacional a la<br />
especificación públicamente disponible 55, PAS<br />
55 del BSI.<br />
5. Que el documento Pas 55 fue retirado<br />
por BSI definitivamente en enero de 2015, al no<br />
lograr consenso para convertirse en norma<br />
nacional británica.<br />
6. Que el grupo de supuestos expertos que<br />
difundieron el enfoque comercial engañoso con<br />
respecto a Pas 55, intenta ser convincente y<br />
persuasivo y continua a edulcorar la realidad<br />
para enmascarar la falacia.<br />
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www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
Las víctimas de esta corriente de desinformación e inducción<br />
torcida son en primer lugar el personal técnico más joven e<br />
inexperto, al personal neodiplomado, los estudiantes de<br />
carreras técnicas y gestiónales, el personal técnico que viene<br />
de otras áreas a ocupar responsabilidades de mantenimiento<br />
o de dirección y los directivos mismos que inconscientemente<br />
(en la mayoría de los casos) aceptan los cantos de sirena sin<br />
verificación<br />
lo que tomaron decisiones económicas inducidas por el<br />
significado inexistente de lo que estaban pagando.<br />
Según British Standards Institution (BSI), los proyectos PAS<br />
(Publicly Available Specification) se aprueban con las<br />
funcionalidades de una norma BS, pero sin considerarse<br />
oficialmente norma nacional, y permite que alguna parte<br />
interesada tenga la posibilidad de ensayar por un tiempo de<br />
2 años la factibilidad que se convierta o no en oficialmente<br />
norma nacional. La empresa que actuó como patrocinador de<br />
la PAS 55 ante el BSI fue el Instituto of Asset Management<br />
(IAM). Y de alguna manera lograron mantener a flote 11 años<br />
la Pas 55 (desde 2004) sin lograr el consenso normativo para<br />
norma nacional, no obstante, el reglamento establecido de 2<br />
años para evaluar estos tipos de iniciativas.<br />
GESTIÓN DE MANTENIMIENTO Y GESTIÓN DE ACTIVOS<br />
Quienes continúan a insistir en la difusión de tales<br />
imprecisiones acerca de los documentos normativos y su<br />
nivel de consenso, están generando incertidumbre en la<br />
comunidad de mantenimiento, confiabilidad y gestión de<br />
activos, además de estar poniendo en entredicho su propio<br />
prestigio como expertos al estar desconociendo u ocultando<br />
los siguientes hechos públicos e irrefutables, que no pueden<br />
ser ocultados o pasados por alto:<br />
1. Pas 55 no fue nunca una norma nacional británica.<br />
2. Pas 55 nunca fue un estándar internacional.<br />
3. que el propio documento Pas 55 declara en su página iii:<br />
"This Pas is not to be regarded as a Bristish Standard".<br />
4. Ningún país (ni siquiera del Reino Unido) adoptó como<br />
norma nacional a la especificación públicamente<br />
disponible 55, PAS 55 del BSI.<br />
5. Que el documento Pas 55 fue retirado por BSI<br />
definitivamente en enero de 2015, al no lograr<br />
consenso para convertirse en norma nacional británica.<br />
6. Que el grupo de supuestos expertos que difundieron el<br />
enfoque comercial engañoso con respecto a Pas 55,<br />
intenta ser convincente y persuasivo y continua a<br />
edulcorar la realidad para enmascarar la falacia.<br />
Desde 2014 BSI había anunciado (en inglés) el retiro de la PAS<br />
55 para el 2015. Sin embargo, para el mundo<br />
hispanohablante (el más golpeado por este tipo de embrujo)<br />
está información fue ocultada y se continuaron vendiendo<br />
servicios de todo tipo asociado a la ganancia fácil con un<br />
documento sin consenso y sin futuro. Las empresas<br />
desconocieron y algunas aún desconocen este hecho hoy por<br />
Para cubrir la necesidad de relacionar mantenimiento y<br />
gestión activos, los 28 países de la unión europea adoptaron<br />
la norma europea EN 16646: 2014. Este estándar fue creado<br />
por el CEN/TC 319, llevada a votación, aprobada por<br />
mayoritario consenso y adoptada, por los comités técnicos<br />
nacionales competentes de los órganos de normalización de<br />
los respectivos países que conforman el Comité Europeo de<br />
Estandarización (del cual BSI también hace parte).<br />
LEA TAMBIÉN EN 16646 MANTENIMIENTO Y GESTIÓN DE<br />
ACTIVOS FÍSICOS -significado y trascendencia<br />
En el caso que nos ocupa de la Pas 55, no logró el consenso<br />
en más de <strong>10</strong> años, para ser norma nacional en su propio<br />
país, mucho menos podía presentarse como norma<br />
internacional (sin embargo, como tal fue presentada a un<br />
amplio público por las partes interesadas en su difusión y esto<br />
lo combinaron con el ocultamiento de la existencia de<br />
verdaderos estándares relacionados con el tema, a los cuales<br />
ni hicieron referencia ni utilizaron para el documento Pas.<br />
Algunos adhirieron a esta iniciativa por entusiasmo ingenuo e<br />
inducido y otros fueron adelante con una retórica desviada<br />
conscientemente que aún ejercitan). La PAS 55 fue retirada<br />
oficialmente en enero de 2015 por el BSI, luego de 11 años<br />
sin nunca lograr convertirse en norma nacional británica.<br />
Es cierto que el documento Pas 55 fue utilizado como<br />
bibliografía para la elaboración de la ISO 55000. Cuando era<br />
evidente la imposibilidad de lograr una norma nacional<br />
británica, los mismos que crearon o estaban comprometidos<br />
con la Pas, lograron crear un comité técnico en ISO con la idea<br />
de hacer saltar la Pas directamente a ligas mayores ¿se podía<br />
esperar otra cosa luego de haber creado tantos negocios y<br />
expectativas alrededor de la Pas? Al participar otros actores,<br />
de otros países, que nada tenían que ver con el proyecto<br />
original, y siguiendo las exigencias de la ISO para hacer un<br />
estándar de gestión, el resultado fue una norma ISO 55001<br />
diferente.<br />
21
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Otros 31 documentos fueron utilizados también por el comité<br />
de proyecto que dió lugar a las normas internacionales de la<br />
familia ISO 55001. El hecho, la decisión del comité creado en<br />
ISO, forzó a la ISO 55001 a ir por el camino de Pas 55,<br />
omitiéndose decenas de fundamentales estándares<br />
existentes que pudieron haber dado un mejor inicio a ISO<br />
55001 e ISO 55002. En aquel momento, los que tenían fuertes<br />
intereses con Pas 55 declararon que quien tuviera satisfecho<br />
los requisitos de Pas 55 tenía "más del 80% de las exigencias<br />
de ISO 55001". Por supuesto, esto es otra falacia.<br />
LEA TAMBIÉN FAMILIA ISO 55000 GESTIÓN DE ACTIVOS. UN<br />
ANÁLISIS CRÍTICO<br />
utilizado en el pasado reciente. No obstante, hay evidencias<br />
que el tema sigue difundiéndose inadecuadamente hoy sin<br />
que se comprenda la razón...<br />
Algunos apreciados colegas lamentablemente se han hecho<br />
eco de estas campañas y las han sostenido en el tiempo. A<br />
ellos le pregunto frente a la evidencia ¿qué motivos los<br />
impulsan a desconocer normas internacionales establecidas<br />
por los órganos competentes y a sostener intereses de<br />
empresas y grupos específicos que a través de campañas bien<br />
montadas, fuera de lógicas profesionales, se benefician?<br />
Pas 55 se intentó inocular al personal de mantenimiento<br />
porque los que la concibieron basaban sus experiencias y<br />
zonas de interés comercial en esa área (para cursos,<br />
auditorías y certificaciones), se olvidaron que la gestión de<br />
activos como función empresarial no se limita ni puede ser<br />
liderada por el área de mantenimiento. Y sobre todo no se<br />
consideró a las decenas de normas internacionales ya<br />
existentes relacionadas con todos los temas con las que<br />
gestión de activos tiene relación. Incluyendo las normas de<br />
mantenimiento, gestión del valor, indicadores, cualificación<br />
del personal, análisis del costo del ciclo de vida,<br />
terotecnología, facility management y tantas otras.<br />
¿Por qué entonces hay tantas publicaciones que denominan a<br />
la especificación Pas 55 como “norma”, “estándar<br />
internacional”, “estándar mundial”, etc, si en realidad no lo es<br />
ni jamás fue?<br />
La mayoría (no todos) de los expertos que sostienen esos<br />
calificativos no conocian lo expuesto anteriormente, y<br />
profundizaron el tema con evidente retraso.<br />
En el pasado reciente, un pequeño grupo con grandes<br />
intereses en sacar provecho del tema, sin embargo, alentó<br />
esa nomenclatura imprecisa, con intereses marcadamente<br />
comerciales, que confundió a las empresas fuera del Reino<br />
Unido (a las del Reino Unido se les dictó por decreto de algún<br />
ministerio a introducir la Pas, lo cual tampoco fue suficiente<br />
para lograr un consenso normativo nacional) pero si fue útil<br />
para generar los apetitos de algunos vendedores para<br />
obtener beneficios fáciles a través de "cursos, auditorías,<br />
implementaciones y/o "certificaciones" sobre la base, falsa<br />
y tendenciosamente declarada, de un documento sin validez<br />
normativa internacional.<br />
LEA TAMBIÉN 'LA PAS 55 Y EL SÍNDROME DE PETER PAN'<br />
escrito a propósito de la situación en 2011<br />
Al extenderse y hacerse claro y público el hecho real de que<br />
una PAS no es norma británica, ni un mucho menos un<br />
estándar internacional, las publicaciones sobre el tema han<br />
moderado el lenguaje e intentan ajustarse a esta realidad,<br />
tratando de corregir en lo posible la ligereza del lenguaje<br />
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convocatoria de artículos para su número ordinario bimensual se encuentra abierto.<br />
La revista se constituye en un importante medio para la socialización y visibilidad de aportes que nuestras comunidades de<br />
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de orden interdisciplinario que aborden problemas de la realidad industrial Latinoamericana.<br />
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siguiente. Sin embargo pueden ser considerados en el Volumen <strong>10</strong>, Número 4 de la revista,<br />
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