___Abira San - Mensajes De Luz Espiritual

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Los caminantes en el Universo no descansan, porque son vastos los caminos por
caminar. Porque no se nubla el horizonte ante sus ojos, y porque en suma su misión de
entregar su presencia en tantos mundos como sea posible, los ha llevado siempre a vivir
tantos avatares tantas aventuras espirituales, que ni todas las bibliotecas juntas podrían
contenerlas.
Los caminantes del Universo, cual somos todos nosotros y ustedes mismos, debemos
agradecer la visita de los caminantes del Universo.
Los Caminos en el Universo no son tan vastos como parece. Se reducen en muchas
ocasiones a un puñado de oportunidades reales por las que la entidad en cuestión sí
realmente efectivamente objetivamente puede transitar.
Que no son ilusiones. Ni sueños. Ni simplemente deseos : que son realmente caminos.
Los Caminos en el Cosmos no son completamente abiertos para cualquier alma que
pretenda caminarlos.
Los Caminantes en el Universo deben asegurarse de que sus caminos se hallen lo
suficientemente guarnecidos protegidos, como para que la entidad que pretende
recorrerlos lo haga realmente con toda seguridad.
Los Caminantes en el Universo no están solos : siempre caminan acompañados.
Los Caminantes en el Universo siempre tienden a congregarse unos con otros,
conjuntamente con otros que les son afines,
Congregándose por porciones de pensamiento,
De experienciabilidad,
De conocimiento adquirido.
De vidas vividas experienciadas :
Así se congregan las almas en el Universo Infinito.
Se descansa de estos trabajos cuando se mira atrás y se vislumbran en fila todos los
logros que se han conquistado. Se camina hacia adelante pero también se contempla la
senda que se ha pisado recorrido.
Se camina a ciegas pero con cuidado. Se camina tentando el terreno, preguntando,
perdiéndose en ocasiones, pero retomando el camino y logrando alcanzar los horizontes
que se vislumbran ante nuestra vista, y se recuerda todo aquello que se ha vivido
logrado, y las lágrimas ruedan por las mejillas cuando uno retorna a decirles contarles
narrarles a los demás todas nuestras luchas y sufrimientos, pero al mismo tiempo todas
las nuevas posibilidades que se han hallado en el camino, los nuevos amigos las manos
generosas que nos ayudaron auxiliado, porque también al extraño que viene por el
camino debemos abrir un espacio adentro de nuestros corazones, y tendiéndole la mano
decirle : pasa, ven, entra hermano. Y tomarlo de la mano y guiarlo hacia nuestras
habitaciones y expresarle : descansa, que mañana será otro dia.