___Abira San - Mensajes De Luz Espiritual
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que no proyecta a la persona dentro de la soledad ni dentro de la desolación.<br />
La desolación en las sociedades humanas actuales es un mal endémico, y a ellos<br />
contribuyen muchos factores sociales y culturales, pero también el querer convertir a la<br />
vida meramente en un proceso biológico a nivel de supervivencia en que la persona<br />
misma ha perdido una parte importante de su autonomía, y con ello (una) parte de su<br />
vivencia propia de la vida :<br />
No deben ustedes prolongar la vida más allá de los límites que el propio cuerpo de la<br />
persona permite ; no deben intervenir a un límite tal que la persona pierda todo aquello<br />
que de humana es su vida, pues no es humano forzar la circulación la respiración, no<br />
son humanos los sistemas hospitalarios, no es humano ni siquiera el espectáculo de una<br />
persona que depende al cien por ciento de tratamientos artificiales para prologar<br />
indefinidamente su vida biológica.<br />
Antaño, cuando la vejez tocaba a la puerta de la persona, casi siempre ésta moría por<br />
causas médicas que actualmente harían palidecer a sus sistemas hospitalarios, pero ellos<br />
no fueron internados en cuartos de hospital para revivirlos por métodos artificiales, ni<br />
les fueron prolongados los signos vitales por respiradores ni por sondas, por<br />
marcapasos ni por implantes ni trasplantes, porque dichas modalidades de existencia<br />
están incidiendo en una humanidad que todavía no está preparada para una<br />
prolongación artificial de la vida que nada aporta, hermanos, más que dolor profundo y<br />
frustración íntima en quienes los quieren y observan su pérdida de autosuficiencia<br />
personal : porque los convierten en esa forma en una carga, porque los convierten en<br />
vegetales. Porque les quitan toda la dignidad que el ser humano necesita para sentirse<br />
conforme consigo mismo, y porque atentan en contra de los planes espirituales para<br />
ellos, que dictan que ha llegado efectivamente el fin de sus dias en este plano.<br />
La muerte no es, hermanos, el fin de nada :<br />
Sino que simplemente es el paso a planos espirituales de realidad, en donde por cierto<br />
la persona podrá desempeñarse tan bien o mejor que en su plano material, recibiendo<br />
en sí misma las consecuencias de todo aquello que haya sembrado en esta vida, y<br />
desarrollando a su vez comenzando a desarrollar nuevos pasos, teniendo frente a sí<br />
nuevas perspectivas, ampliando su visión, reencontrándose con sus seres queridos en<br />
caso de haberse dirigido ilimitadamente durante su vida material hacia la <strong>Luz</strong>, y<br />
reencontrando el sentido perdido de la existencia que le arrebató la enfermedad.<br />
No hemos visto más que abuso tras abuso en los cuartos de hospital, los cuales por<br />
cierto tampoco están siendo atendidos por personal que realmente se involucre con las<br />
enfermedades ni padecimientos de los enfermos, sino que simplemente lo toman como<br />
un trabajo más, como una actividad con la que se hacen de los recursos económicos para<br />
vivir, y ello está muy desviado del auténtico motivo de aquellos que se avocan a cuidar<br />
de un enfermo, que deben alentarlo y deben darle un trato personalizado, y no<br />
despersonalizado, ajeno, lejano y a veces hasta negligente, como vemos en sus<br />
hospitales.