EXTRACTO IEF_Guía Animador
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1 Un nuevo Itinerario de Educación en la Fe<br />
El Espíritu Santo es el gran protagonista de la misión que la Iglesia recibió en Pentecostés,<br />
cuando fue enviada a evangelizar a todos los pueblos.<br />
En el proceso de Evangelización se habla de una etapa misionera caracterizada<br />
por el primer anuncio del evangelio, de una etapa catequética y de una etapa pastoral.<br />
Cada etapa tiene su originalidad propia, su dinámica interna y sus itinerarios<br />
específicos, sabiendo que hoy se dan circunstancias que nos obligan a ciertos subrayados<br />
o ajustes respecto a los modelos tradicionales. Con las dificultades que<br />
tenemos hoy para una transmisión significativa de la fe, hemos de destacar la importancia<br />
de un primer anuncio del Evangelio, transversal a toda la propuesta pastoral,<br />
que pueda generar en los sujetos procesos de conversión a Dios. Pero<br />
también tenemos que cuidar el crecimiento de la semilla de la fe recibida en su<br />
maduración progresiva. Es importante, por tanto, una visión global de todo el proceso<br />
evangelizador y una visión particular de cada etapa.<br />
1.1<br />
¿Qué es un Itinerario de Educación en la Fe?<br />
Desde Pentecostés, la Iglesia, sacramento universal de la salvación de Dios en Jesucristo,<br />
es una comunidad de fe esencialmente misionera enviada a bautizar en<br />
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.<br />
17<br />
A<br />
La Iglesia es madre y maestra<br />
El Concilio Vaticano II, desde el Misterio del Dios trinitario, contempló a la Iglesia como<br />
un misterio de comunión en su misión como sacramento de la salvación. El Concilio<br />
utiliza hermosas categorías para hablar de la Iglesia como Pueblo de Dios, Cuerpo<br />
de Cristo, Templo del Espíritu Santo. Además dice que es madre y es maestra.<br />
La Iglesia es madre<br />
La Iglesia se reconoce como madre y engendra hijos a la fe mediante el anuncio<br />
de la Buena Noticia y la celebración de los sacramentos, con la liturgia y el testimonio,<br />
con la comunión de vida y el compromiso por los más débiles.<br />
Cuando destacamos esta dimensión materna estamos subrayando la dimensión<br />
iniciática de la propuesta de fe que permite contemplar a la Iglesia como una comunidad<br />
de creyentes que gesta hijos para la fe y que, al mismo tiempo, ve regenerada<br />
su fe, porque la Iglesia no solo evangeliza, sino que también se ha de dejar<br />
evangelizar.