18.04.2018 Views

La cartuja de Parma - Stendhal

HENRI BEYLE, STENDHAL (Grenoble, 1783 - París, 1842), fue uno de los escritores franceses más influyentes del siglo XIX. Abandonó su casa natal a los dieciséis años y poco después se alistó en el ejército de Napoleón, con el que recorrió Alemania, Austria y Rusia. Su actividad literaria más influyente comenzó tras la caída del imperio napoleónico: en 1830 publicó Rojo y negro, y en 1839 La Cartuja de Parma. Entre sus obras también destacan sus escritos autobiográficos, Vida de Henry Brulard y Recuerdos de egotismo. Tras ser cónsul en Trieste y Civitavecchia, en 1841 regresó a París, donde murió un año más tarde.

HENRI BEYLE, STENDHAL (Grenoble, 1783 - París, 1842), fue uno de los escritores franceses más influyentes del siglo XIX. Abandonó su casa natal a los dieciséis años y poco después se alistó en el ejército de Napoleón, con el que recorrió Alemania, Austria y Rusia. Su actividad literaria más influyente comenzó tras la caída del imperio napoleónico: en 1830 publicó Rojo y negro, y en 1839 La Cartuja de Parma. Entre sus obras también destacan sus escritos autobiográficos, Vida de Henry Brulard y Recuerdos de egotismo. Tras ser cónsul en Trieste y Civitavecchia, en 1841 regresó a París, donde murió un año más tarde.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

gabinete como un hombre fuera <strong>de</strong> sí y, por fin, salió corriendo.<br />

<strong>La</strong> princesa y su mayordoma permanecieron <strong>de</strong> pie una frente a otra y en silencio.<br />

«¿Volvemos a la cólera? —se dijo la duquesa—; bueno, he ganado el pleito —y se disponía a<br />

mostrarse muy impertinente en sus réplicas, cuando se sintió iluminada por una i<strong>de</strong>a: el segundo<br />

cartapacio estaba intacto—. ¡No, mi pleito no está ganado aún!» —Y preguntó fríamente a la princesa:<br />

—¿Me or<strong>de</strong>na la señora quemar el resto <strong>de</strong> esos papeles?<br />

—¿Y dón<strong>de</strong> va a quemarlos? —repuso irritada la princesa.<br />

—En la chimenea <strong>de</strong>l salón; echándolos uno a uno no hay peligro.<br />

<strong>La</strong> duquesa se puso bajo el brazo el cartapacio lleno <strong>de</strong> papeles, tomó una bujía y pasó al salón<br />

inmediato. Se paró a comprobar que aquel cartapacio era el <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones, metió bajo su chal<br />

cinco o seis legajos, quemó cuidadosamente el resto y luego <strong>de</strong>sapareció sin <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> la princesa.<br />

«He aquí una buena impertinencia —se dijo sonriendo—; pero la princesa ha estado a punto, con sus<br />

afectaciones <strong>de</strong> viuda inconsolable, <strong>de</strong> hacerme per<strong>de</strong>r la cabeza en un cadalso.»<br />

Al oír el ruido <strong>de</strong>l coche <strong>de</strong> la duquesa, la princesa sintió una gran indignación contra su mayordoma<br />

mayor.<br />

A pesar <strong>de</strong> lo ina<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> la hora, la duquesa mandó llamar al con<strong>de</strong>; éste había acudido al fuego<br />

<strong>de</strong>l castillo, pero pronto llegó con la noticia <strong>de</strong> que todo se había terminado.<br />

—El principito ha dado en realidad muestras <strong>de</strong> gran valor, y le he felicitado con efusión.<br />

—Examine <strong>de</strong> prisa esas <strong>de</strong>claraciones y vamos a quemarlas en seguida. El con<strong>de</strong> leyó, y pali<strong>de</strong>ció.<br />

—Caramba, llegan muy cerca <strong>de</strong> la verdad; este atestado está hecho con gran habilidad; están<br />

completamente sobre la pista <strong>de</strong> Ferrante Palla, y si éste habla, tenemos un papel difícil.<br />

—Pero no hablará —exclamó la duquesa—; es un hombre <strong>de</strong> honor: quememos esto, quememos esto.<br />

—Todavía no. Permítame tomar los nombres <strong>de</strong> los doce o quince testigos peligrosos y que yo me<br />

permitiré hacer que los secuestren si alguna vez Rassi quiere volver a empezar.<br />

—Recordaré a Vuestra Excelencia que el príncipe ha dado palabra <strong>de</strong> no <strong>de</strong>cir nada a su ministro <strong>de</strong><br />

justicia sobre nuestra expedición nocturna.<br />

—Por pusilanimidad y por miedo <strong>de</strong> una discusión violenta, la cumplirá.<br />

—Ahora, amigo mío, he aquí una noche que a<strong>de</strong>lanta mucho nuestro casamiento; no hubiera querido<br />

llevarle como dote un proceso criminal, y encima por un pecado que me hizo cometer mi interés por otra<br />

persona.<br />

El con<strong>de</strong> estaba enamorado; le tomó la mano y se excitó; tenía lágrimas en los ojos.<br />

—Antes <strong>de</strong> marcharse, aconséjeme sobre la conducta que <strong>de</strong>bo seguir con la princesa; estoy muerta<br />

<strong>de</strong> cansancio; he representado una hora la comedia en el teatro y cinco horas en el gabinete.<br />

—Con la impertinencia <strong>de</strong> su salida, ya se ha vengado bastante <strong>de</strong> las palabras un poco agrias <strong>de</strong> la<br />

princesa, que no eran sino <strong>de</strong>bilidad. Siga mañana con ella en el tono que tenía antes <strong>de</strong>l altercado; Rassi<br />

no está aún en la cárcel o <strong>de</strong>sterrado, y todavía no hemos roto la sentencia <strong>de</strong> Fabricio.<br />

»Pedía a la princesa que tomara una <strong>de</strong>cisión, y esto irrita siempre a los príncipes, e incluso a los<br />

primeros ministros; al fin y al cabo es su mayordoma mayor; o sea, su sirviente menor. Por una reacción<br />

que es infalible en las personas débiles, antes <strong>de</strong> tres días Rassi gozará <strong>de</strong> más favor que nunca;<br />

procurará hacer ahorcar a alguien: no estará tranquilo hasta que no haya comprometido al príncipe. No<br />

está seguro <strong>de</strong> nada.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!