STF Abril 18

SOBRE TODO LA FE ABRIL 2018
MATRIMONIO Y FAMILIA
VIVAMOS LA
PASCUA EN
FAMILIA
Ciertamente cuando de pequeños al vivir el año
litúrgico no podíamos evitar el asociar las fiestas
más importantes con lo que era atractivo o no tanto
para nosotros, “La Navidad” con las sorpresas
de que nos traería el Niño Dios, “Cuaresma y
Pascua” el disfrutar de unos deliciosos chacales
y una rica capirotada preparada por nuestras madres, como olvidarlo,
queríamos seguir siendo niños, sin embargo al pasar
el tiempo y al ir creciendo física y espiritualmente nos vamos
dando cuenta de lo especial que es realmente vivir nuestras dos
fiestas más importantes con sentido cristiano “el nacimiento del
Niño Jesús” y aún más importante su “ Resurrección”.
Es preciso tomar en serio la Pascua, porque es una
oportunidad para vivir con profundidad en lo que creemos. Hablamos
mucho que es un tiempo de conversión y muy seguido
pensamos que la conversión no es para nosotros sino para las
personas que han cometido pecados graves, pero no es así, el catecismos
de la iglesia católica (No.1435) nos dice “La conversión
se realiza en la vida cotidiana mediante gestos de reconciliación..”
Es un tiempo valioso para vivirlo en familia, sería bueno
preguntarnos ¿se vive cristianamente la Pascua en mi familia?
El Arzobispo de Villavicencio Mons. Oscar Urbina nos da cuatro
claves para reconciliar a la familia en este tiempo especial
de Pascua. La primera clave es reconocer lo que nos hace falta
para ser más fraternos. (No podemos pasarnos la vida culpando
a nuestros padres, hermanos de todo lo que pasa y luego sin
arrepentirnos querer que nos perdonen) La segunda clave es
la “no violencia” que es una virtud que todos podemos practicar
“comprendamos que los demás miembros de la familia son
como nosotros mismos”.
Un tercer punto que ayuda a vivir en armonía como familia
es “saber escuchar” en la familia es donde podemos dialogar
abiertamente nuestros problemas para no sentirnos nunca solos
y entre todos encontrar soluciones.
Un cuarto punto es el “perdonarnos mutuamente”
para aprender a perdonar tenemos que arrepentirnos de todo
aquello que no contribuye al amor familiar, es necesario aprender
a ofrecer y recibir perdón. Todo esto se logrará si hay un
interés común como familia por la felicidad de cada uno de los
integrantes. “El esfuerzo de todos nos permitirá compartir las
fatigas, las esperanzas, las desilusiones, las alegrías y sobre todo
unir nuestros corazones”
“Familias iluminadas por el Espíritu
Santo: Testimonio de Fe, Esperanza
y Misericordia”
Rafael y Maricela
Salayandía Hoyos
PRESIDENTES DEL MFC
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