Hermenéutica - Gabriel Guardia

Pero .... ¿Pecan o no pecan los hijos de Dios? Al parecer, el apóstol Juan se contradice, pero en realidad no es así.
Veamos los siguientes versos que nos traerán más claridad sobre el asunto.
1Juan 3:9
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede
pecar, porque es nacido de Dios.”
O
1 Juan 5:18-19
“ 18. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios
le guarda, y el maligno no le toca. 19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.”
Hay dos tipos de personas que pecan, el no convertido y el convertido, el no creyente y el creyente, el hijo del diablo
y el hijo de Dios. La pregunta en cuestión es ¿Cuál es la diferencia?
Los no convertidos pecan porque son “esclavos del pecado”, y como son esclavos del pecado no pueden dejar de
pecar, por lo tanto no pueden dejar de “Practicar el Pecado”. La naturaleza del no convertido es una naturaleza caída,
pecaminosa, con un corazón de piedra que no quiere buscar a Dios.
1Juan 3:7-8
“ 7. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 8. El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”
Los convertidos de verdad ya no son esclavos del pecado, ahora son siervos de justicia. Esto sucede porque Dios por
medio del Espíritu Santo ha operado el corazón de esta persona poniendo un nuevo corazón sensible a la voluntad de
Dios, este proceso de cambio de naturaleza es lo que se llama “EL NUEVO NACIMIENTO”. Los convertidos nacidos
de nuevo buscan agradar a Dios y eventualmente porque no son perfectos aunque Dios los ve perfectos, eventualmente
cometen pecado, pero no están cómodos con esta situación y se arrepienten y piden pronto perdón a Dios y Dios los
perdona.
1 Juan 1:9
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
1 Juan 2:1
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo.”
Como comentario final podemos decir que Juan escribe esta carta para combatir el pecado deliberado de algunos que
creyéndose cristianos y que ya son salvos, pecaban deliberadamente. Esta frialdad ante el pecado el apóstol Juan la
combate con la verdad de la palabra. En el texto aparece lo que se denomina palabra clave que en este caso es
“practica”.
Observen como también el apóstol Pablo habla lo mismo en Romanos 1:28-32 y Gálatas 5:16-21.
Al entender el contexto y el designio de porque se escribió la carta 1Juan, podemos entender el propósito del texto en
estudio que en este caso es 1Juan 3:6 “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto,
ni le ha conocido.”
Manual de Hermenéutica Página 49 de 92