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Mi manual del bebé edición ginecólogos versión 9

Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.

Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.

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Nutrición <strong>bebé</strong><br />

Enseñando buenos hábitos alimenticios<br />

El primer paso consiste en que los adultos<br />

asuman la alimentación como una<br />

función más de las que se deben cumplir<br />

durante el día. Los pequeños entienden<br />

esto desde que comienzan a<br />

lactar, para ellos alimentarse es algo<br />

más de lo que sucede a diario, como el<br />

baño, ser vestidos o jugar.<br />

Muchas veces los padres centran<br />

toda su atención en el proceso alimenticio<br />

de sus hijos, pero también toda su<br />

tensión y eso transmite a los niños tanta<br />

presión por comer que se vuelve un drama.<br />

La alimentación debe hacerse con<br />

tranquilidad, firmeza y mucho cariño.<br />

Se trata de ofrecer. Igual que la madre<br />

<strong>del</strong> recién nacido le ofrece el seno,<br />

más a<strong>del</strong>ante al <strong>bebé</strong> se le ofrecen las<br />

compotas, luego las sopas y así sucesivamente,<br />

de manera que cuando llega<br />

a una edad en la que escalona la alimentación,<br />

se le plantea una organización<br />

para comer, en unos momentos<br />

puntuales <strong>del</strong> día.<br />

Eso significa: desayuno, media mañana,<br />

almuerzo, onces y comida, es decir,<br />

cinco oportunidades para comer mientras<br />

el niño está despierto; una oportunidad<br />

cada dos horas y media aproximadamente,<br />

lo cual es suficiente. Por tanto, no nos<br />

debemos angustiar porque el niño necesite<br />

más de comer, pues no puede consumir<br />

porciones como las de un adulto.<br />

Así, cuando llega la hora, se le<br />

ofrece la respectiva comida. El<br />

orden es muy importante: le ofrecemos<br />

el desayuno, después la media<br />

mañana; luego, a su hora, el almuerzo;<br />

en la tarde, las onces y luego, la comida.<br />

Si el niño quiere comer, ¡perfecto! Si<br />

no quiere, no se le obliga ni presiona con<br />

ruegos, amenazas, castigos o premios.<br />

Simplemente, llegó la hora de almorzar,<br />

le ofrecemos y si no quiere, peor<br />

para él porque después, en la tarde, solo<br />

va a poder comer algo cuando llegue<br />

la hora de las onces, momento cuando<br />

se le ofrecerán estas y nada más. No se<br />

trata de paladearlo con alguna cosita<br />

en el intermedio, pues con eso no se le<br />

transmite la disciplina que corresponde;<br />

no le debemos dar a deshoras porque<br />

se altera el proceso alimenticio.<br />

Así deben obrar todos los adultos<br />

relacionados con el niño. Nada sacamos<br />

siendo muy estrictos, si un familiar<br />

es alcahuete porque “pobrecito mi chinito”.<br />

Eso lo único que logra es desbaratar<br />

la formación que estamos obligados<br />

a dar a los niños, para que aprendan<br />

una disciplina necesaria en el futuro.<br />

Mañana no van a poder comer lo que<br />

quieren, a la hora que deseen, porque<br />

eso es imposible de manejar en cualquier<br />

ambiente.<br />

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