Mi manual del bebé edición ginecólogos versión 9
Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.
Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Nutrición <strong>bebé</strong><br />
Enseñando buenos hábitos alimenticios<br />
El primer paso consiste en que los adultos<br />
asuman la alimentación como una<br />
función más de las que se deben cumplir<br />
durante el día. Los pequeños entienden<br />
esto desde que comienzan a<br />
lactar, para ellos alimentarse es algo<br />
más de lo que sucede a diario, como el<br />
baño, ser vestidos o jugar.<br />
Muchas veces los padres centran<br />
toda su atención en el proceso alimenticio<br />
de sus hijos, pero también toda su<br />
tensión y eso transmite a los niños tanta<br />
presión por comer que se vuelve un drama.<br />
La alimentación debe hacerse con<br />
tranquilidad, firmeza y mucho cariño.<br />
Se trata de ofrecer. Igual que la madre<br />
<strong>del</strong> recién nacido le ofrece el seno,<br />
más a<strong>del</strong>ante al <strong>bebé</strong> se le ofrecen las<br />
compotas, luego las sopas y así sucesivamente,<br />
de manera que cuando llega<br />
a una edad en la que escalona la alimentación,<br />
se le plantea una organización<br />
para comer, en unos momentos<br />
puntuales <strong>del</strong> día.<br />
Eso significa: desayuno, media mañana,<br />
almuerzo, onces y comida, es decir,<br />
cinco oportunidades para comer mientras<br />
el niño está despierto; una oportunidad<br />
cada dos horas y media aproximadamente,<br />
lo cual es suficiente. Por tanto, no nos<br />
debemos angustiar porque el niño necesite<br />
más de comer, pues no puede consumir<br />
porciones como las de un adulto.<br />
Así, cuando llega la hora, se le<br />
ofrece la respectiva comida. El<br />
orden es muy importante: le ofrecemos<br />
el desayuno, después la media<br />
mañana; luego, a su hora, el almuerzo;<br />
en la tarde, las onces y luego, la comida.<br />
Si el niño quiere comer, ¡perfecto! Si<br />
no quiere, no se le obliga ni presiona con<br />
ruegos, amenazas, castigos o premios.<br />
Simplemente, llegó la hora de almorzar,<br />
le ofrecemos y si no quiere, peor<br />
para él porque después, en la tarde, solo<br />
va a poder comer algo cuando llegue<br />
la hora de las onces, momento cuando<br />
se le ofrecerán estas y nada más. No se<br />
trata de paladearlo con alguna cosita<br />
en el intermedio, pues con eso no se le<br />
transmite la disciplina que corresponde;<br />
no le debemos dar a deshoras porque<br />
se altera el proceso alimenticio.<br />
Así deben obrar todos los adultos<br />
relacionados con el niño. Nada sacamos<br />
siendo muy estrictos, si un familiar<br />
es alcahuete porque “pobrecito mi chinito”.<br />
Eso lo único que logra es desbaratar<br />
la formación que estamos obligados<br />
a dar a los niños, para que aprendan<br />
una disciplina necesaria en el futuro.<br />
Mañana no van a poder comer lo que<br />
quieren, a la hora que deseen, porque<br />
eso es imposible de manejar en cualquier<br />
ambiente.<br />
159