Mi manual del bebé edición ginecólogos versión 9
Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.
Mi manual del bebé es una completa guía de embarazo y crianza de niños hasta los 3 años. En ella encontrarás información sobre lactancia, el desarrollo de tu bebé mes a mes y nutrición, entre otros temas.
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Desarrollo / Meses 13-24<br />
Enseñando valores y maneras<br />
144<br />
Una niña o un niño que apenas ha cumplido<br />
un año aún no tiene capacidad de<br />
conceptualizar e interiorizar lo que es un<br />
valor o un modal. A esta edad, se aprende<br />
copiando el ejemplo de los padres.<br />
De nada vale gastarse el tiempo explicándole<br />
a un pequeño de 15 meses<br />
que no debe untarse la comida por toda<br />
la cara, o que es importante respetar a<br />
los demás y ser solidario. Acá importa la<br />
experiencia, pues el niño es un explorador<br />
ávido por descubrir el mundo a través<br />
de sus sentidos.<br />
Así, si experimenta la gratitud, el<br />
amor, la cortesía, la amabilidad y la<br />
solidaridad, irá interiorizando valores<br />
y modales para luego, a los cuatro<br />
años, aplicarlos. Entre tanto, sólo copia<br />
el comportamiento y la actitud<br />
de sus padres, de tal modo que si ve<br />
que su madre da las gracias al recibir<br />
un regalo, con una sonrisa y un abrazo,<br />
experimentará amor y después,<br />
cuando el niño reciba un regalo, su<br />
impulso será agradecer porque su experiencia<br />
en una situación similar fue<br />
gratificante.<br />
La crianza comienza mucho antes<br />
de nacer el <strong>bebé</strong>, en la planeación de<br />
un proyecto de vida que incluye al<br />
hijo como actor clave. Entonces, los<br />
padres se preparan para brindar a su<br />
hijo una educación sustentada en principios<br />
de amor: respetar, valorar, agradecer,<br />
aceptar, comprenderse, dar lo<br />
mejor de sí y disfrutarlo.<br />
De ahí la importancia de abonar el<br />
terreno con una buena comunicación<br />
de pareja sustentada en el amor y ajustando<br />
todo en casa para que el pequeño<br />
pueda desarrollarse libremente,<br />
sin tantas prohibiciones o ‘cuidado con<br />
esto y aquello’. Por eso es aconsejable<br />
reservar un cuarto especial donde pueda<br />
experimentar con objetos, armarlos<br />
y desarmarlos, pintar, rayar, jugar.<br />
La clave está en compartir con los niños<br />
y respetarles sus exploraciones, juegos<br />
y fantasías, al tiempo que los padres se<br />
tratan armónicamente y manifiestan sus<br />
valores en las actividades cotidianas de<br />
manera amorosa, lo cual incluye el tono<br />
de voz, las palabras y el contacto físico.<br />
En esta edad no se puede castigar<br />
el error; si el niño quebró un vaso, no se<br />
le debe castigar, gritar, criticar o invalidar<br />
porque se frena su espontaneidad<br />
e intimida. La solución es llevarlo a su<br />
cuarto exploratorio y mostrarle cómo<br />
no romper el vaso o lo que pasa si éste<br />
se manipula mal.<br />
Para todo lo anterior, también se recomienda<br />
a los padres el uso de juegos<br />
didácticos con elementos de la vida<br />
cotidiana, así como tomar talleres de<br />
programación neurolingüística (PNL),<br />
que incluyen técnicas para mejorar la<br />
comunicación en todo nivel.<br />
Tener un hijo es una maravillosa oportunidad<br />
para redescubrir el mundo,<br />
asombrarse, fantasear y jugar, imposible<br />
perderla por no dedicarle el tiempo<br />
suficiente.