ML volumen 10 1
TRABAJAMOS MUCHO, PERO NO SABEMOS POR QUÉ NI PARA QUÉ. La importancia de definir un contexto operacional actual OEE (OVERALL EQUIPMENT EFFECTIVENESS) Y EL MANTENIMIENTO (Final) LA TRIBOLOGÍA EN EL DISEÑO DE ELEMENTOS DE MÁQUINAS ANÁLISIS DE LOS MODELOS DE MANTENIMIENTO INDUSTRIAL EN RELACIÓN A LA EFICIENCIA ENERGÉTICA RADAR DE MANTENIMIENTO 2017 LIBRO RECOMENDADO
TRABAJAMOS MUCHO, PERO NO SABEMOS POR QUÉ NI PARA QUÉ.
La importancia de definir un contexto operacional actual
OEE (OVERALL EQUIPMENT EFFECTIVENESS) Y EL
MANTENIMIENTO (Final)
LA TRIBOLOGÍA EN EL DISEÑO DE ELEMENTOS DE MÁQUINAS
ANÁLISIS DE LOS MODELOS DE MANTENIMIENTO INDUSTRIAL EN RELACIÓN A LA EFICIENCIA ENERGÉTICA
RADAR DE MANTENIMIENTO 2017
LIBRO RECOMENDADO
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Mantenimiento<br />
ISSN 2357-6340<br />
en Latinoamérica<br />
La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />
Volumen <strong>10</strong> N°1<br />
Enero – Febrero 2018<br />
Imagen: Heiber Andres Bedoya Salazar<br />
Año <strong>10</strong><br />
Año diez<br />
Ano dez<br />
Anno dieci<br />
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Dixième année<br />
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Pedro Silva Consultores & Mantonline SAS
Contenido
Editorial<br />
Llegamos al año <strong>10</strong>.<br />
Gracias a todos los que lo han hecho posible, amigos,<br />
familiares, autores, empresas patrocinadoras, abonados y<br />
lectores. Y como dice Roberto Roena, “Gracias ti, por el apoyo<br />
y por creer en mí, gracias a la vieja mía, gracias a pollito,<br />
gracias a toda la gente que ha compartido conmigo y a los que<br />
no también, me han dado fuerza para esto.” (En su canción<br />
Estas Equivocado del autor Johnny Ortiz en la voz de Papo<br />
Sánchez)<br />
Mantener la revista ha sido una tarea que se asemeja a<br />
mantener los activos de una empresa, el plan estratégico, el<br />
táctico y el operacional todo con un solo objetivo, difundir las<br />
experiencias de los mantenedores Latinoamericanos y de<br />
habla hispana en todo el mundo.<br />
El reto es aún más grande, ahora hay que repensarnos para<br />
los próximos <strong>10</strong> años con un panorama donde la gestión de<br />
activos invita a los gestores de mantenimiento a repensarse y<br />
ajustar su quehacer diario a las necesidades del mundo<br />
moderno, demostrando que efectivamente aportamos valor<br />
y que somos importantes en todas las etapas del ciclo de vida<br />
de los activos físicos y responsables en su gran mayoría de la<br />
etapa de operación y mantenimiento.<br />
Atrás quedan todos nuestros primeros pasos en<br />
mantenimiento al igual que quedó aquel primer número de la<br />
revista, atrás quedan las quejas del divorcio entre<br />
operaciones y mantenimiento, y de estos con las otras áreas<br />
funcionales de las organizaciones.<br />
Hoy, como nos enseña la cultura japonesa, sabemos que<br />
juntos podemos lograr cualquier cosa y que esos super héroes<br />
solitarios del pasado en mantenimiento, no son más que<br />
bomberos reaccionando y resolviendo problemas para hoy y<br />
no para el futuro.<br />
Gracias infinitas a quienes transmiten por este medio lo que<br />
saben o experimentan, gracias a quienes nos escriben<br />
felicitándonos, confrontándonos o criticando nuestro trabajo<br />
pues nos alientan a seguir adelante.<br />
No me queda más que decirles que estaremos aquí mucho<br />
tiempo esperando que cada quien se lance a participar en<br />
este medio de comunicación especializada.<br />
Los quiero de corazón...<br />
Un abrazo!!!<br />
Mantenimiento<br />
en<br />
Latinoamérica<br />
Volumen <strong>10</strong> – N° 1<br />
EDITORIAL Y COLABORADORES<br />
Francisco Martínez<br />
José Contreras<br />
Francisco Javier Cárcel<br />
E. Peñalvo López<br />
José A. Cárcel Carrasco<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
El contenido de la revista no refleja<br />
necesariamente la posición del Editor.<br />
El responsable de los temas, conceptos e<br />
imágenes emitidos en cada artículo es la persona<br />
quien los emite.<br />
VENTAS y SUSCRIPCIONES:<br />
revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
Comité Editorial<br />
Juan Carlos Orrego B.<br />
Beatriz Janeth Galeano U.<br />
Tulio Héctor Quintero P.<br />
Carlos Andrés Saucedo.<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
Director
www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
TRABAJAMOS MUCHO, PERO NO SABEMOS POR QUÉ NI<br />
PARA QUÉ.<br />
La importancia de definir un contexto operacional actual<br />
Trabajar en el área de mantenimiento desde muchos años atrás es sabido, que<br />
no solamente implica el hecho de reparar equipos o activos físicos cuando estos<br />
fallan, también es sabido que el hacer mantenimiento no es hacer gestión de<br />
activos o gestión de activos físicos. Pero lo que al parecer mucha gente no sabe o<br />
no quiere saber es que nosotros los mantenedores necesitamos entender<br />
completamente el negocio para el que estamos aportando ese saber hacer que<br />
permite facilitarle la vida a todos quienes hacemos parte de cualquier tipo de<br />
empresa, a sus clientes y a los propietarios.<br />
Y para ello, tenemos a nuestro saber un concepto al que muy pocos prestamos<br />
atención y que hace referencia al contexto operacional que habrá que extender<br />
un poco mas para apoyar decididamente a la organización en el logro de los<br />
objetivos y que se convierte entonces en el contexto del negocio.<br />
Por:<br />
Juan Carlos Orrego<br />
Barrera.<br />
Ingeniero Mecánico<br />
Esp. Finanzas, prep. y Eval.<br />
Proyectos<br />
Msc Gestión Energética Industrial<br />
Director Mantonline.com<br />
servicio@mantonline.com<br />
Colombia<br />
La buena práctica para conocer a fondo el<br />
activo es, documentando el contexto<br />
operacional. El contexto no solo afecta<br />
drásticamente las funciones y las<br />
expectativas de funcionamiento, sino que<br />
también afecta la naturaleza de los modos<br />
de falla potenciales<br />
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¿Cuántas veces hemos hablado o escuchado hablar del RCM?,<br />
y entre sus preguntas fundamentales aquella que se<br />
complementa con “en el contexto operacional actual”, pero<br />
¿Cuántas veces nos hemos dado a la tarea de revisar ese<br />
contexto operacional actual? Si quienes “aplican” la<br />
metodología simplemente desean llegar rápidamente a<br />
definir actividades y frecuencias de mantenimiento que al<br />
final “coinciden” milagrosamente con lo que aparece en los<br />
catálogos o manuales de mantenimiento y que al final de<br />
cuentas no garantizan la máxima disponibilidad y la máxima<br />
confiabilidad al mejor precio. Razón tiene Daniel Ortiz Plata<br />
cuando lanzó su expresión; ¡Ya no me hable más de RCM!,<br />
trabajo que pueden revisar en el siguiente link:<br />
https://goo.gl/EJEBrj acortado por comodidad pero que<br />
pueden encontrarlo en el congreso de ACIEM Cundinamarca<br />
2017.<br />
Con todo ello se logra crear la boca superior de un embudo<br />
como muestra la figura.<br />
Pero regresemos al tema central. Contexto del negocio y<br />
contexto operacional, ustedes se preguntarán ¿para qué debe<br />
prestársele atención a ello?<br />
La definición del contexto operacional hace referencia a<br />
todos los factores que afectan o pueden verse afectados con<br />
el activo o elemento bajo análisis, y es esencial asegurarse<br />
que toda persona involucrada en el desarrollo de un<br />
programa de mantenimiento de los activos físicos comprenda<br />
totalmente el contexto organizacional y operacional antes de<br />
definir lo que se va a hacer o dejar de hacer. Con ello, se<br />
garantiza que las decisiones respecto a las actividades y<br />
frecuencias afectarán positivamente los objetivos<br />
organizacionales por encima de todo y luego las condiciones<br />
operativas necesarias para alcanzarlas entre todos.<br />
Si se observa por ejemplo la Guía Técnica Colombiana - GTC<br />
137 (ISO Guía 73:2009, definición 3.3.1.2), puede evidenciarse<br />
que también desde otros frentes sobre los que se apoya<br />
mantenimiento prestan atención a este aspecto y por todos<br />
lados hoy se invita a revisar elementos como:<br />
• el ambiente cultural, social, político, legal, reglamentario,<br />
financiero, tecnológico, económico, natural y competitivo,<br />
bien sea internacional, nacional, regional o local;<br />
• impulsores clave y tendencias que tienen impacto en los<br />
objetivos de la organización;<br />
• gobierno, estructura organizacional, funciones y<br />
responsabilidades;<br />
• políticas, objetivos y estrategias implementadas para<br />
lograrlos;<br />
• las capacidades, entendidas en términos de recursos y<br />
conocimiento (por ejemplo; capital, tiempo, personas,<br />
procesos, sistemas y tecnologías);<br />
Donde se sabe a que mercado se debe atender y cuales son<br />
los deseos de la empresa y con que se cuenta para<br />
alcanzarlos, de esa forma vamos interpretando que tanta<br />
disponibilidad, confiabilidad y mantenibilidad debe alcanzar<br />
nuestro sistema de producción.<br />
Cada uno de los niveles mostrados se comporta a su vez<br />
como filtro hasta llegar a la línea de producción, con ello, se<br />
identifica su capacidad de diseño para transformar materias<br />
primas e insumos y con ello, se reconoce también cual es la<br />
confiabilidad y mantenibilidad de diseño, además de conocer<br />
quienes son las personas que interactúan con los activos lo<br />
que lleva rápidamente a pensar en las capacidades,<br />
necesidades y deseos de ellos en un entorno físico y<br />
medioambiental que afecta directamente el funcionamiento<br />
de los activos.<br />
Para llegar por fin a nuestros equipos, y en ellos, recopilar<br />
todo lo que se menciona anteriormente y algunos otros<br />
aspectos como régimen de marcha, tipo de energético que<br />
utiliza, proveedores de este y sus partes, etc.<br />
7
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Todo esto como se dijo anteriormente se evalúa para una<br />
condición temporal de actualidad, manera en la cual las tres<br />
metodologías mas usadas por los mantenedores en el mundo<br />
(RCM, TPM y PMO) para estructurar planes de<br />
mantenimiento pueden garantizar que el proceso<br />
permanezca “vivo” y no se caiga en el error de perpetuar un<br />
plan de mantenimiento que al final solo deja un mayor gasto<br />
e insatisfacciones de todos en la empresa.<br />
El definir un espacio temporal, como dicen todas las normas;<br />
es menester de quien conoce el negocio, pero en la mayoría<br />
de empresas donde contamos con buenos contextos<br />
operacionales, recomiendo que sean revisados mínimamente<br />
cada año o cuando se detecte un cambio importante en<br />
alguno de los aspectos del contexto operacional, de los cuales<br />
nos encargaremos luego.<br />
La buena práctica para conocer a fondo el activo es,<br />
documentando el contexto operacional. El contexto no solo<br />
afecta drásticamente las funciones y las expectativas de<br />
funcionamiento, sino que también afecta la naturaleza de los<br />
modos de falla potenciales, sus efectos y sus consecuencias,<br />
la periodicidad con la que pueden ocurrir y que debe hacerse<br />
para manejarlos. El contexto operacional se convierte<br />
entonces en el diferenciador de los planes de mantenimiento<br />
entre activos del mismo tipo, permitiendo ajustar actividades<br />
y/o frecuencias a las necesidades particulares dadas por este.<br />
Este documento, igualmente sugerimos no se redacte en una<br />
forma pregunta respuesta, sino que se prepare un<br />
documento agradable para la lectura de todas aquellas<br />
personas que nos apoyan en las labores diarias ya sean en<br />
mantenimiento como en las otras áreas de la organización y<br />
de esta forma todos entendamos el negocio del cual somos<br />
responsables y como los activos físicos pueden o no<br />
ayudarnos a conseguir los objetivos comunes.<br />
En la imagen anterior se muestra un ejemplo de cómo podría<br />
quedar este documento, el cual debe contar con todas las<br />
características de un buen documento sin olvidar las fuentes<br />
o referencias bibliográficas de tal forma que cuando sea<br />
revisado se defina que tan actual es el contexto. Este<br />
documento no tiene un límite de páginas, pero por<br />
experiencia no es un documento de menos de 30 páginas, no<br />
quiero se sea esto tomado como una “TAREA o LABOR de<br />
universidad” y que cada quien se dedique a llenar hojas para<br />
decir que cuenta con este documento, es realizarlo a<br />
conciencia revisando los aspectos importantes para el<br />
negocio que impactarán las actividades del mantenimiento.<br />
Nosotros frecuentemente revisamos aspectos como:<br />
Misión, visión, políticas, objetivos, estrategias, metas, roles y<br />
responsabilidades, estructura, normatividad, la competencia,<br />
regulaciones legales que apliquen, economía, política,<br />
tecnología, cultura, la seguridad o riesgos de las personas o el<br />
medioambiente, seguido por las instalaciones y por último la<br />
salud de los equipos. También los sistema de gestión que<br />
trabaja la empresa, sus políticas de gestión de activos y<br />
repuestos, factores ambientales, alarmas e indicadores<br />
(numéricos o físicos), estándares de calidad, elementos de<br />
respaldo, tipo de demanda, situación del mercado, nivel de<br />
capacitación, período de servicio, normas y leyes, tipo de<br />
proceso, ubicación del activo, actores sociales, impacto de las<br />
fallas, régimen de marcha, materias primas, llegando al final a<br />
reconocer los equipos respecto a lugar de procedencia,<br />
distribuidores, capacidades y los demás aspectos que se<br />
consideren necesarios para identificar como son afectados y<br />
como afectan el normal desarrollo económico y social de la<br />
empresa y su entorno.<br />
Aclaro que no siempre se documentan todos los aspectos,<br />
pero vale la pena disponer de una lista de chequeo y verificar<br />
cuales de ellos son importantes para el negocio y los activos<br />
de forma particular.<br />
Bibliografía:<br />
Moubray , John. Reliability-Centered Maintenance Second<br />
Edition 2nd Edition (1997)<br />
NTC-ISO. COLOMBIANA. 3<strong>10</strong>00. 2011-02-16. Gestión del<br />
riesgo. Principios y directrices.<br />
Pistarelli , Alejandro J . Manual de Mantenimiento. Ingeniería,<br />
Gestión y Organización. 1ª Ed. El Autor Buenos Aires (20<strong>10</strong>).<br />
Silva y Orrego, Confiabilidad en la practica. 2ª Ed. Barranquilla<br />
(2016).<br />
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OEE (OVERALL EQUIPMENT EFFECTIVENESS) Y EL<br />
MANTENIMIENTO (Final)<br />
EFICACIA, EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD<br />
Es muy frecuente escuchar comentarios relacionados con eficacia, eficiencia y<br />
productividad. Expresiones tales como: “debemos aumentar la eficacia de las<br />
operaciones”, "si realizamos esa inversión, aumentaremos la productividad” o<br />
"por razones de eficiencia, el mantenimiento se está subcontratando", se utilizan<br />
como si fueran sinónimos.<br />
¿Cuál es la relación entre eficiencia, eficacia y productividad y cuál es el camino<br />
que se puede seguir para lograr una "mejora"?<br />
Por:<br />
José Contreras.<br />
Ingeniero<br />
Consultor para la Gestión Eficiente<br />
del Mantenimiento<br />
Instructor para Latinoamérica de la<br />
American Society of Mechanical<br />
Engineers (ASME) e INGEMAN<br />
jocomarquez@yahoo.com<br />
Venezuela<br />
La pérdida de velocidad causada por el<br />
arranque y apagado debido que en muchos<br />
casos la instalación no puede llevarse de<br />
cero al rendimiento de referencia.<br />
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El diagrama de la figura 6 muestra el tiempo de producción<br />
disponible. Este es el tiempo por el cual la producción y el<br />
mantenimiento son responsables. Consiste en las pérdidas<br />
causadas por el funcionamiento de los procesos o de la<br />
máquina. A estas pérdidas se les denomina pérdidas<br />
técnicas.<br />
Estas pérdidas son la consecuencia de la escasez de<br />
materias primas o materiales de soporte o materiales que<br />
no cumplen con las especificaciones.<br />
Falta de personal<br />
Una falta temporal de personal puede ocasionar que las<br />
instalaciones se detengan o produzcan a una velocidad<br />
menor. La falta de personal puede ser causada por una<br />
epidemia, huelga, problemas económicos, sociales, etc.<br />
Ejemplos de pérdidas externas planificadas pueden ser:<br />
Régimen laboral<br />
Figura 6. Pérdidas técnicas y tiempo disponible para<br />
producción<br />
Pérdidas externas<br />
Existen dos tipos de pérdidas externas: planificadas y no<br />
planificadas, como se muestra en la figura 7.<br />
Producir o no continuamente o producir durante fines de<br />
semana, días de fiesta, etc. Es una opción de política<br />
empresarial con una implicación social. Producir<br />
continuamente puede ser una necesidad debido al tipo de<br />
proceso de producción, pero también puede ser la<br />
consecuencia de la política de hacer pleno uso de la<br />
instalación.<br />
Demanda limitada<br />
Si las ventas planificadas (demanda del mercado) son<br />
menores que la capacidad de las instalaciones, la<br />
producción se detendrá durante cierto tiempo o se<br />
trabajará a velocidad reducida.<br />
Paradas de planta, mantenimientos mayores,<br />
modificaciones<br />
Figura 7. Pérdidas externas: Planificadas y no planificadas<br />
Ejemplos de pérdidas externas no planificadas son:<br />
Medio ambiente<br />
Por ejemplo, la compañía ha hecho convenios con otras<br />
empresas en áreas industriales comunes para el<br />
cumplimiento de requisitos ambientales que implican la<br />
reducción del rendimiento o incluso detener la producción.<br />
Falta de materias primas y materiales de soporte (calidad o<br />
cantidad)<br />
Estas pérdidas están asociadas con el mal funcionamiento<br />
de las organizaciones que apoyan la producción y el<br />
mantenimiento o los proveedores (internos o externos).<br />
Entre éstas se encuentran las pérdidas causadas por las<br />
actividades de mantenimiento sobre una base anual o<br />
mayor. Esas actividades requieren la parada completa de la<br />
instalación y están destinadas a mantener las pérdidas<br />
durante el tiempo de producción disponible dentro de los<br />
límites en el período comprendido entre dos revisiones.<br />
Tenga en cuenta que las inspecciones y actividades de<br />
mantenimiento preventivo en general, normalmente<br />
pertenecerían a las pérdidas causadas por "funcionamiento<br />
de la máquina". Definir como pérdidas externas los<br />
mantenimientos mayores y las paradas de planta, evita que<br />
la gestión cotidiana tenga la sensación de que las pérdidas<br />
ocurren por actividades de las que son responsables. Por lo<br />
general, la alta dirección tomará decisiones sobre estas<br />
inspecciones en consulta con las demás funciones<br />
corporativas (incluyendo marketing, ventas, logística) con<br />
respecto al tiempo y la duración más favorable. Este tipo<br />
de decisión nunca será tomada aisladamente por el<br />
departamento de mantenimiento debido al impacto en las<br />
otras funciones corporativas y en la propia empresa.<br />
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Debe quedar claro que las pérdidas externas son de gran<br />
importancia para la alta dirección por lo que deben ser<br />
examinadas con mucho cuidado. La reducción de las<br />
pérdidas influirá positivamente directamente en los<br />
ingresos y beneficios si las necesidades del mercado no son<br />
satisfechas.<br />
Los plazos relativos a paradas de planta, mantenimientos<br />
mayores y modificaciones tienen que ver más con el futuro<br />
y menos con la producción actual. Esto está claramente<br />
relacionado con la política de la alta dirección. Recuerde<br />
que no todas las pérdidas externas son pérdidas de tiempo<br />
de inactividad. Tal como se mencionó, se pudiera justificar<br />
producir a velocidad reducida en lugar de detener la<br />
instalación. También pueden aparecer pérdidas de calidad<br />
debido a una causa externa, por ejemplo, una pérdida de<br />
calidad ocasionada por la elección de un proveedor<br />
defectuoso.<br />
Seguidamente se mostrará cómo se puede subdividir cada<br />
uno de los tres tipos de pérdidas (calidad, velocidad,<br />
tiempo de inactividad) dependiendo de si la causa es el<br />
funcionamiento de la máquina o el proceso.<br />
Pérdidas por paradas (tiempo de inactividad)<br />
Se analizan las pérdidas por tiempo de inactividad durante<br />
el tiempo disponible para la producción. Esto significa que<br />
no se consideran las pérdidas externas.<br />
Las razones más comunes de paradas asociadas con el<br />
funcionamiento de la máquina:<br />
• Funcionamiento anormal<br />
• Trabajo de mantenimiento preventivo planificado<br />
que debe realizarse durante el tiempo programado para<br />
producir<br />
Las razones más comunes de paradas asociadas con el<br />
proceso de producción:<br />
• Tiempo de preparación causado por cambio de<br />
producto (industria de procesos, metalmecánica, alimentos<br />
y manufactura en general)<br />
• Tiempo para Intercambio de equipos y<br />
componentes (por ejemplo, catalizador, filtros, etc., en<br />
industrias petroquímicas y de procesos)<br />
• Actividad de inicio/fin de semana (preparatoria o<br />
terminal) como limpieza (industria de alimentos, imprenta)<br />
Pérdidas por velocidad<br />
Las razones más comunes de pérdidas de velocidad<br />
asociadas al funcionamiento de la máquina:<br />
• Mal funcionamiento de la máquina, que origina<br />
una disminución de la velocidad<br />
• Pequeñas imperfecciones técnicas que pueden ser<br />
corregidas por el operador, por ejemplo, material de<br />
embalaje atascado.<br />
• Falta de pinzas en la cinta transportadora de las<br />
máquinas de embalaje (todas las industrias)<br />
• Algunas posiciones de moldes que no reproducen<br />
la forma completa de un producto<br />
• Reducción del rendimiento debido a la puesta en<br />
marcha o apagado de la instalación<br />
• A una intervención de mantenimiento que<br />
requiere una parada de la instalación<br />
Las razones más comunes de pérdidas de velocidad<br />
asociadas al proceso:<br />
• Rendimiento ajustado inconscientemente más<br />
bajo que el rendimiento de referencia<br />
• Parámetros de proceso no ajustados al estándar<br />
• Reducción del rendimiento debido a la puesta en<br />
marcha o parada de la instalación para la producción, como<br />
la transición a un producto diferente, puesta en marcha de<br />
la instalación debido a unas vacaciones, fines de semana,<br />
etc.<br />
La pérdida de velocidad causada por el arranque y apagado<br />
debido que en muchos casos la instalación no puede<br />
llevarse de cero al rendimiento de referencia, por ejemplo,<br />
por el riesgo de posibles daños durante el arranque. El<br />
aumento/disminución gradual del rendimiento produce<br />
una pérdida que se traduce en unidades no producidas que<br />
se reportarán como una pérdida de velocidad.<br />
Pérdidas por calidad<br />
Razones más comunes para las pérdidas de calidad<br />
causadas por un mal funcionamiento de la máquina:<br />
• Puesta en marcha o parada del proceso de<br />
producción causada por una intervención de<br />
mantenimiento para restaurar el mal funcionamiento de la<br />
máquina. Las pérdidas de calidad se producen porque una<br />
instalación, en el tiempo entre la puesta en marcha y el<br />
rendimiento completamente estable, produce productos<br />
que no cumplen con los requisitos de calidad.<br />
• El funcionamiento incorrecto de la máquina, como<br />
la incapacidad para enfriar lo suficiente o mantener la<br />
presión adecuada, puede resultar en una pérdida de<br />
calidad, posiblemente combinada con pérdidas de<br />
velocidad.<br />
Razones más comunes para las pérdidas de calidad<br />
causadas por el proceso:<br />
12
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• Ajuste inconsciente a un rendimiento más bajo<br />
que el rendimiento de referencia<br />
• Parámetros de proceso no ajustados a la norma<br />
(por ejemplo: la temperatura o presión de un proceso)<br />
• Pérdidas de calidad debidas a la paralización y/o<br />
arranques por cambios en la producción<br />
EL MANTENIMIENTO Y LA OEE<br />
Con base en la división previa de las pérdidas, es posible<br />
definir los factores que son indicadores de las pérdidas que<br />
han de imputarse en el mantenimiento.<br />
El mantenimiento es responsable de dos tipos de pérdidas:<br />
• Pérdidas técnicas debidas al mal funcionamiento<br />
de la máquina o actividades de mantenimiento<br />
programadas para ser ejecutadas durante el tiempo<br />
disponible para producción.<br />
• Las pérdidas externas necesarias para actividades<br />
de mantenimiento general, mantenimiento mayor o<br />
paradas de planta que son programadas para ser<br />
ejecutadas durante un tiempo que no estaba previsto<br />
producir.<br />
El esquema de la figura 8 muestra las diferentes pérdidas<br />
que se utilizarán para definir esos factores y se explicarán<br />
posteriormente.<br />
Figura 8. Pérdidas atribuibles a las actividades de<br />
mantenimiento<br />
Efectividad del mantenimiento<br />
Si se divide el tiempo dedicado a las actividades de<br />
mantenimiento relacionadas con el funcionamiento de la<br />
máquina entre el tiempo disponible para producción se<br />
obtiene una indicación de las pérdidas técnicas debidas al<br />
mantenimiento.<br />
También es útil definir un parámetro que indique las<br />
pérdidas debidas a mantenimientos mayores o paradas de<br />
planta que normalmente ocurren en períodos en los que<br />
no se planea ninguna producción que se indica como<br />
"pérdidas externas".<br />
REFERENCIAS<br />
Hansen, R.C. (2001). Overall Equipment Effectiveness. A<br />
Powerful Production/Maintenance Tool for Increased<br />
Profit. Industrial Press Inc.<br />
Koch, A. (2003). OEE INDUSTRY STANDARD. Blom<br />
Consultancy. NL<br />
Vorne Industries Inc. (2002 – 2008). The Fast Guide to OEE.<br />
Vorne Industries Inc., Itasca, IL USA.<br />
Wauters, F., Mathot, J. (2002). OEE - Overall Equipment<br />
Effectiveness. ABB Inc.<br />
13
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LA TRIBOLOGÍA EN EL DISEÑO DE ELEMENTOS DE<br />
MÁQUINAS<br />
Por:<br />
Dr. Francisco Martínez<br />
Instituto Superior Politécnico José<br />
A. Echeverría (CUJAE), Facultad<br />
de Ingeniería Mecánica, Centro de<br />
Estudios de Ingeniería de<br />
Mantenimiento (CEIM)<br />
fmartinez@ceim.cujae.edu.cu<br />
Cuba<br />
La Tribología, Ciencia relativamente moderna, ha tenido un desarrollo<br />
vertiginoso en los últimos tiempos, tanto debido a su importancia científicotécnica,<br />
sino también desde el punto de vista de su efecto en la reducción de los<br />
gastos energéticos y en la eficiencia de los sistemas mecánicos. La aplicación<br />
principal de la Tribología hasta fines de los 90, ha sido en el Mantenimiento, no<br />
obstante, su aplicación se ha extendido al campo del diseño, siendo así que hoy<br />
no se concibe un diseño que no tenga en cuenta los problemas tribológicos.<br />
El desgaste no es más que un flujo no deseable<br />
de materia que tiene como premisa el control<br />
de diversos factores que incluyen la fuerza<br />
aplicada y el calor generado durante el<br />
movimiento y el proceso de fricción.<br />
14
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I. INTRODUCCIÓN<br />
La Tribología ha tenido su mayor aplicación en el<br />
mantenimiento; sin dudas para esta esfera industrial,<br />
esta ciencia encuentra una amplia posibilidad en cuanto<br />
a los beneficios económicos y de eficiencia energética se<br />
refiere. No obstante, esta no es la única esfera e que la<br />
Tribología puede encontrar una difundida aplicación,<br />
pues para el diseño, la Tribología reviste una herramienta<br />
de sumo interés y que puede evitar errores que<br />
posteriormente pueden devenir en consecuencias no<br />
previstas. Modernamente, el empleo de los cocimientos<br />
tribológicos en el diseño recibe el nombre de<br />
Tribodiseño. Al catalogar la Tribología como la Ciencia y<br />
la Tecnología de la interacción entre superficies en<br />
movimiento, permite rápidamente suponer que la<br />
importancia de la misma no solo es aplicable en el<br />
mantenimiento, sino también en el diseño, sin importar<br />
las particularidades del mismo y sea este industrial como<br />
de los servicios, incluyendo la Ciencias Médicas. Muchos<br />
ortopédicos en el mundo analizan el comportamiento<br />
tribológico del par fémur cadera, por ejemplo.<br />
Se trata de considerar en el diseño, la importancia que<br />
desde la concepción de este, juega para los elementos de<br />
máquina, la fricción, la lubricación y el desgaste. En la<br />
tarea de un diseñador está el considerar todo flujo de<br />
fuerzas, energía y materia así como cualquier interacción<br />
entre los mismos. El movimiento entre dos elementos de<br />
maquina es esencial en cuanto la conversión de la<br />
energía mecánica en energía térmica y este mecanismo<br />
es parte integrante de los análisis tribológicos para su<br />
realización más eficiente.<br />
El desgaste no es más que un flujo no deseable de<br />
materia que tiene como premisa el control de diversos<br />
factores que incluyen la fuerza aplicada y el calor<br />
generado durante el movimiento y el proceso de fricción.<br />
Este proceso tiene su origen en el área de contacto entre<br />
las superficies en movimiento. Da los análisis<br />
anteriormente realizados se sabe que en este proceso<br />
(mecanismo de desgaste) juegan un factor esencial,<br />
factores de tipo mecánico y geométrico referidos a las<br />
superficies en contacto de los cuerpos en movimiento. El<br />
problema puede tener dos consideraciones esenciales en<br />
los cálculos de diseño; en el primer caso, se trata de la<br />
llamada fricción seca o de lubricación limite; en el<br />
segundo de la fricción lubricada en forma hidrodinámica.<br />
II. DESARROLLO<br />
El diseño de las capas de contacto.<br />
En el caso de la fricción seca o de lubricación límite hay<br />
que considerar las características geométricas de las<br />
superficies en contacto; si estas son conformadas o no<br />
conformadas (ver Figura1).<br />
Fig. 1. Tipos de superficie en el contacto<br />
En ambos casos, se generan concentraciones de<br />
esfuerzos, debido a la carga aplicada; no obstante, esta<br />
concentración es mayor en el caso de las superficies no<br />
conformadas, siendo crítico el punto de salida del<br />
contacto, aun en el caso de una superficie no<br />
conformada lubricada. Por supuesto, las características<br />
geométricas de ambas superficies juegan un papel<br />
determinante en los valores de los esfuerzos creados, ya<br />
que el contacto entre las superficies se genera<br />
esencialmente en las rugosidades más salientes de<br />
ambas superficies, lo que a su vez es función de sus<br />
calidades superficiales. En el caso de las superficies no<br />
conformadas, aun cuando las superficies fuesen<br />
completamente lisas, el punto crítico anteriormente<br />
señalado, es en el que se generan esfuerzo elevados. Si<br />
los esfuerzos generados están dentro de condiciones de<br />
comportamiento elástico, estos pueden ser calculados<br />
aplicando la teoría de Hertz, considerando el área donde<br />
están generados los esfuerzos como Hertziana.<br />
Si las áreas son conformadas y existe lubricación, los<br />
esfuerzos se ven reducidos significativamente, al<br />
producirse el contacto no directamente entre ambas<br />
superficies, al estar estas separadas por la acción de la<br />
capa de lubricante entre las mismas, siempre que las<br />
condiciones de trabajo estén dentro de la llamada de<br />
lubricación hidrodinámica.<br />
Es importante también tener en cuenta que en ambos<br />
casos, se genera, producto del contacto, incremento de<br />
la temperatura, que también tiene que ser tenido en<br />
cuenta en el diseño, tratando de disminuirlo en lo posible<br />
tanto por las características del propio diseño, como en<br />
cuanto a la selección de los materiales del par y del<br />
lubricante a emplear. De esta forma el carácter<br />
multidisciplinarios de la Tribología, aparece aquí con<br />
características bien definidas así como la necesidad de<br />
que en el diseño juegue un papel principal, los aspectos<br />
tecnológicos, En ocasiones, los diseñadores no tienen en<br />
cuenta los funcionamientos principales de las máquinas y<br />
en particular, los nudos tribológicos, no buscan el diseño<br />
óptimo para cada etapa.<br />
En todo diseño, hay dos aspectos esenciales que todo<br />
diseñador debe considerar, uno el relacionado con la<br />
prevención del contacto de daño entre las superficies y el<br />
segundo, el tener en cuenta los lubricantes a emplear<br />
como materiales de ingeniería. Esto incluye no solo el<br />
empleo de lubricantes como tercer cuerpo en el par<br />
tribológico, sino también la aplicación y diseño de capas<br />
superficiales acordes con el tipo de fricción a desarrollar.<br />
Para esto, el conocimiento actualizado del logro<br />
alcanzado mundialmente en nuevos materiales es vital.<br />
15
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Para prevenir el contacto de daño, el diseñador debe<br />
tener en cuenta las concentraciones de esfuerzos de<br />
riesgo en el funcionamiento. En cuanto al empleo de<br />
capas superficiales que protección al daño, las cuales<br />
deben ayudar en la disminución de las presiones de<br />
contacto. Para esto la capa externa, cuya función<br />
fundamental es disminuir la fricción debe estar asentada<br />
sobre otra capa de substrato que “muelle” el efecto de la<br />
carga; de esta forma no solo se logra disminuir la fricción,<br />
sino transmitir en forma adecuada la carga. En cuanto a<br />
los materiales que forman parte de los dos cuerpos en<br />
contacto, un aspecto esencial es el de la calidad<br />
superficial de los mismos. Un lubricante puede haber<br />
sido seleccionado adecuadamente y en el trabajo,<br />
romperse la capa límite por el efecto de las rugosidades<br />
superficiales de los cuerpos en contacto.<br />
El diseño de la capa y la selección del material a emplear<br />
deben tener en cuenta además, si el par es de forma<br />
conformada o no ya que en cada caso, las características<br />
del diseño variaran. En superficies conformadas, las<br />
capas deben tener las características, en el material que<br />
actuara como fusible en el mecanismo, de ser más<br />
blandas que el contra cuerpo y también que el material<br />
que le sirve de substrato.<br />
Siempre que la capa no haya sido diseñada como<br />
excesivamente suave o de dimensiones demasiado<br />
gruesas, que evite el efecto muelle del substrato, el área<br />
de contacto, así como la profundidad de penetración de<br />
las asperezas del contra cuerpo más duro, nunca será tan<br />
grande como en el caso de pares de superficie no<br />
conformada. Si la capa es lo adecuadamente fina, bien<br />
adherida al substrato y este es lo adecuadamente<br />
resistente y rígida, el funcionamiento del par estará<br />
dentro de los parámetros satisfactorios.<br />
Un factor de diseño importante es que el espesor de la<br />
capa no puede ser menor que la profundidad de<br />
penetración. Las características de la capa en los pares de<br />
fricción lubricados, deben incluir la posibilidad de<br />
acomodarse a cualquier desalineación o deformación y<br />
las mismas deben estar compuestas en su estructura por<br />
la presencia de partículas duras con una adecuada<br />
adherencia a la matriz de forma que al desgastarse la<br />
matriz más blanda, el contacto se generara con los<br />
puntos sobresalientes de las partículas duras, jugando<br />
una doble función; primero la de disminuir el área de<br />
contacto y segunda el no permitir que la penetración de<br />
las irregularidades del cuerpo más duro, lleguen a<br />
destruir la capa. Las capas también deben estar<br />
diseñadas para que el proceso de fatiga que puede<br />
llevarse a cabo no sea tal que logre su endurecimiento,<br />
por deformación, con un posterior desprendimiento de<br />
partículas de la capa.<br />
En el caso de engranajes, las capas serán diseñadas para<br />
trabajo de superficies contrapuestas, con características<br />
diferentes a las anteriores. En este caso la profundidad<br />
de penetración será mayor, debido a que las cargas<br />
también lo son. Aquí, el área Hertziana de contacto es<br />
más grande. Para este caso la capa debe ser más<br />
resistente y rígida volumétricamente, así como más<br />
resistente que el substrato, ya que es la capa, la que<br />
tendrá la función principal en soportar las presiones de<br />
contacto. Para este tipo de trabajo, son favorables las<br />
capas logradas por endurecimiento superficial, ya sean<br />
estas templadas por alta frecuencia, cementadas,<br />
nitruradas o cromadas.<br />
Problemas tribológicos en diferentes importantes<br />
elementos de máquina.<br />
Cojinetes de deslizamiento lubricados.<br />
Los cojinetes de deslizamiento lubricados, son diseñados<br />
para trabajar en condiciones de lubricación<br />
hidrodinámica. Para esas condiciones, las capas de los<br />
dos cuerpos están separadas mediante un flujo de<br />
lubricante tal que garantiza una capa de lubricante, la<br />
cual no solo evita el contacto directo entre las dos<br />
superficies, sino también el sobrecalentamiento, al<br />
facilitar la evacuación del calor generado.<br />
En ocasiones, no obstante, ocurren desalineaciones, bien<br />
por problemas iniciales de montaje o como<br />
consecuencia, en el tiempo, de distorsiones elásticas o<br />
térmicas, debidas al contacto metal- metal. El contacto<br />
puede tener lugar en el arranque o en la parada del<br />
equipo, momentos en que se rompe debido al régimen<br />
de velocidad en estos, de la capa de lubricante que<br />
garantiza el funcionamiento hidrodinámico. De igual<br />
forma, pueden ocurrir sobre cargas que no solo rompan<br />
el funcionamiento hidrodinámico en la capa, sino que se<br />
produzca la presencia de partículas duras, desprendidas<br />
en el contacto. Es susceptible también la presencia de<br />
gases de características corrosivas que provoquen un<br />
desgaste químico. En ese caso las partículas pueden ser<br />
removidas mediante procesos de mantenimiento en<br />
tiempo; sin embargo puede tener lugar que las partículas<br />
estén embebidas en las capas, provocando<br />
posteriormente un desgaste abrasivo de partículas fijas.<br />
Para estos casos, los recubrimientos por cromado son los<br />
más efectivos.<br />
Rodamientos.<br />
Los rodamientos son unos de los elementos más usados<br />
en las máquinas y son de los que presentan mayores<br />
problemas de contacto Hertziano. Existen dos tipos de<br />
rodamientos, las cajas de bolas y los rolletes, sin<br />
embargo, los problemas asociados con la naturaleza del<br />
contacto y las leyes que gobiernan la fricción y el<br />
desgaste, son comunes a los dos tipos. Aunque los<br />
rodamientos son diseñados para un funcionamiento de<br />
rodadura pura en el contacto, en la práctica se presentan<br />
deslizamientos.<br />
16
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Todo rodamiento es caracterizado por dos factores<br />
importantes, la carga media estática que debe soportar y<br />
la vida útil del mismo. La carga media está considerada<br />
como la carga máxima que es aplicada y que no provoca<br />
una deformación en el elemento de contacto (bola o<br />
rodillo) o en la pista de rodadura superior a 0,001 d,<br />
siendo d el diámetro de la bola o rodillo. En el caso de la<br />
vida útil, esta se considera como la capacidad dinámica<br />
del rodamiento o lo que es lo mismo, la carga a la cual se<br />
garantiza una vida útil de un millón de revoluciones y que<br />
la probabilidad de fallo es de un <strong>10</strong>%.<br />
En los rodamientos también juega un papel importante la<br />
lubricación, existiendo inclusive rodamientos de<br />
características de auto lubricación. El objetivo de esta en<br />
los rodamientos es doble, pues no solo se tiende a<br />
trabajar para disminuir el coeficiente de fricción, sino<br />
también para prevenir el fallo. Es claro que entre factores<br />
hay una estrecha relación, por lo que, el garantizar una<br />
fricción máxima entre determinados valores que<br />
dependerán de las características del rodamiento, influirá<br />
de manera decisiva en la disminución del fallo.<br />
Pistones, aros de pistón y cilindros.<br />
Entre los elementos de máquinas más comunes se<br />
encuentra el conjunto cilindro, pistón, aros de pistón.<br />
Este conjunto no solo forma parte vital en los motores de<br />
combustión interna, sino también de compresores,<br />
extractores de vació y bombas. La función principal de<br />
este conjunto es el de sellar, hacer más eficiente y<br />
balancear las acciones de la fuerza que producto de la<br />
combustión interna se aplican sobre la cabeza del pistón.<br />
La acción de sellado la ejerce principalmente los aros de<br />
pistón. El conjunto en la mayoría de los casos actúa de<br />
forma lubricada, aunque en algunos casos en que se<br />
requiere resistencia ante agentes corrosivos, se trabaja<br />
con elementos poliméricos que tienen características<br />
auto lubricantes. En los lubricantes empleados en estos<br />
elementos, es esencial la viscosidad, reemplazándose<br />
estos lubricantes de forma que su viscosidad aumente<br />
cuando se produce desgaste en el conjunto. El fallo en<br />
estos conjuntos ocurre y es detectado a medida que se<br />
comienza a producir debilitamiento en la compresión que<br />
normalmente se genera en el proceso de combustión.<br />
Aquí el diseño del conjunto es de carácter técnico<br />
económico, pues si se trata de incrementar la lubricación,<br />
esto repercute en alto consumo de aceite. El desgaste en<br />
estos conjuntos se experimenta fundamentalmente cerca<br />
de la cabeza del pistón que es donde se desarrollan las<br />
mayores presiones, así como la mayor velocidad de<br />
traslación y las más elevadas temperaturas, siendo el<br />
lugar menos favorable para la acción del lubricante.<br />
Además de estos factores en el interior del conjunto se<br />
producen también acciones corrosivas, debido a la<br />
generación de ciertos gases entre ellos sulfuros, producto<br />
de la combustión, cantidad mayor, cuanto menos<br />
eficiente sea el proceso combustivo. Los aceites del tipo<br />
alcalino tienden a activar el proceso de desgaste.<br />
A medida que la trayectoria del cilindro y los aros, por el<br />
interior del cilindro, aumenta, o sea, a medida que el<br />
periodo de trabajo es mayor, el desgaste también se<br />
tendera a incrementar. Para extender la vida útil de estos<br />
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conjuntos es esencial cumplir con los parámetros<br />
recomendados por los diseñadores para el periodo de<br />
asentamiento, referidos estos al trabajo en ralentí del<br />
motor, hasta alcanzar las temperaturas propias de<br />
trabajo así como el que la lubricación haya llegado hasta<br />
todos los elementos del motor. Desde el punto de vista<br />
de las capas protectoras en estos elementos se ha<br />
empleado con resultados satisfactorios, la fosforación, el<br />
cromado así como recubrimientos poliméricos.<br />
Levas y seguidores.<br />
Hasta el momento, a pesar de los elementos brindados<br />
por la teoría de la lubricación hidrodinámica, no ha<br />
habido una total comprensión del contacto, en el<br />
conjunto leva-seguidor, para un diseño eficiente. Por otra<br />
parte, este conjunto es tratado en todos los libros de<br />
diseño y tiene amplio empleo en la ingeniería, pero no ha<br />
tenido de por si una amplia literatura. Los esfuerzos de<br />
contacto que se generan en el trabajo de estos conjuntos<br />
son elevados, siendo uno de los mayores el que se<br />
produce en los motores de combustión interna, que<br />
puede llegar a ser de entre 650 y 1300 MPa. , con una<br />
velocidad de desplazamiento de <strong>10</strong> m/s. Aunque la<br />
lubricación juega un papel esencial en estos mecanismos,<br />
no menos importante lo es el de la calidad superficial.<br />
Aquí la fricción no tiene un papel predominante en el<br />
funcionamiento, siendo su papel principal el que se<br />
genere el menor calor posible por fricción. Lo principal en<br />
estos mecanismos es el garantizar el mínimo desgaste<br />
durante el trabajo y que, producto de las presiones de<br />
contacto, no aparezcan grietas en la superficie de la leva.<br />
En cuanto a la lubricación el diseño debe estar dirigido a<br />
lograr una capa lubricante de adecuado espesor. Se sabe<br />
que una reducción en el radio de la cabeza de la leva<br />
tiende a incrementar los esfuerzos de contacto, pero<br />
también la velocidad de trabajo en ese punto y como<br />
consecuencia la capa de lubricante. La temperatura que<br />
se genere, es también un elemento importante a tener<br />
en cuenta, sabiendo que al incrementarse esta puede<br />
ocurrir limado en la superficie por arrastre de las capas<br />
externas. Por otra parte, los parámetros de trabajo en<br />
este mecanismo no son constantes, siendo otro aspecto<br />
a tener en cuenta en su diseño.<br />
Discos u otros elementos de transmisión de torque por<br />
fricción.<br />
En estos elementos se pueden presentar acciones de<br />
forma diversa, la de transmisión por deslizamiento con o<br />
sin la presencia de lubricante y la de transmisión por<br />
rodadura. El principio en los primeros es de dos<br />
elementos que deben desplazarse juntos, sin<br />
deslizamiento de uno con respecto al otro, siendo<br />
capaces de transmitir una fuerza periférica de uno al<br />
otro. En los discos lubricados, la condición de trabajo es<br />
de un régimen elastohidrodinámico. La tracción por<br />
fricción puede ser graficada contra la velocidad de<br />
deslizamiento, encontrándose tres etapas como las<br />
señaladas en la figura (Fig. 2).<br />
Fig. 2 Gráfico que se obtiene al expresar en un sistema de<br />
coordenadas la tracción por fricción contra la velocidad<br />
de deslizamiento.<br />
En la primera etapa I, el comportamiento es lineal<br />
durante el cual, la tracción por fricción es proporcional a<br />
la velocidad de deslizamiento. En la segunda etapa, II, en<br />
la cual, luego de alcanzar un máximo, se mantiene un<br />
comportamiento estable de trabajo, pasando después a<br />
la tercera etapa, III, en la que ocurre un descenso rápido<br />
de la tracción por fricción, si la velocidad de<br />
deslizamiento se ve incrementada después de un valor<br />
dado. La primera etapa muestra una relación con las<br />
características reologicas del aceite y de su viscosidad,<br />
dependiendo la pendiente de la recta y el valor de la<br />
estabilización de trabajo de esas características. El<br />
comportamiento en la segunda etapa es sorprendente.<br />
Se estima que en determinadas circunstancias, un<br />
lubricante dado sometido a las presiones Hertzianas que<br />
se generan en el contacto, se comporta como un vidrio<br />
sólido, que como sólido tiene un valor máximo de<br />
tracción que corresponde al valor máximo de su<br />
resistencia a la tracción. La caída de la tracción en la<br />
tercera zona se atribuye a la disminución de la viscosidad<br />
asociada con el incremento de la temperatura del<br />
lubricante.<br />
En los elementos de fricción que presentan contacto por<br />
rodadura, los esfuerzos máximos de Hertz serán<br />
superiores a 2 600 MPa, pero en condiciones normales<br />
de operación, la velocidad de deslizamiento es del orden<br />
de 1 m/s, lo que es una proporción mínima de la<br />
velocidad de rodadura. La tracción por fricción depende<br />
para la efectividad de la velocidad de fricción que se<br />
transmita a través del lubricante, en el contacto,<br />
requiriéndose del máximo coeficiente de fricción. Como,<br />
en estos casos, la velocidad de deslizamiento es<br />
relativamente baja, es factible seleccionar materiales<br />
para la superficie de trabajo, que sean muy resistente a<br />
los fallos por pitting.<br />
Engranajes de involuta.<br />
Estos engranajes se caracterizan por que el contacto, en<br />
todo momento, se ejerce sobre una línea que es<br />
tangente a los diámetros pitch de ambas ruedas<br />
18
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dentadas, no debiendo producirse en este contacto<br />
deslizamiento alguno. No obstante en ciertos momentos<br />
el contacto se ejerce en el adendum o sobre el<br />
dedendum. En estos momentos tiene lugar en la zona de<br />
contacto cierto deslizamiento. Es por ello que la causa<br />
más probable de fallo en estos elementos es el pitting, en<br />
el contacto en el diámetro pitch, mientras que en el<br />
adendum y el dedendum lo es el arrastre de material, o<br />
sea un proceso de limado.<br />
Hoy en día se ha demostrado que en engranajes de capas<br />
endurecidas y de buena calidad superficial, el limado solo<br />
tiene lugar en los momentos en que el par de ruedas<br />
dentadas se ve sometido a intervalos de desaceleración o<br />
de sobre carga, no obstante antes de que el limado tenga<br />
lugar, tiene la ocurrencia antes un mecanismo de daño<br />
en la zona cercana a la punta de ambos engranajes, daño,<br />
cuyo mecanismo de desgaste es la abrasión, causada por<br />
partículas desprendidas en esta zona. Este mecanismo<br />
tiene su origen en un proceso de fatiga por los esfuerzos<br />
Hertzianos que se generan. Las pequeñas grietas de<br />
fatiga inicialmente formadas, se extienden debido a la<br />
acción que ejerce el lubricante atrapado en estos<br />
intersticios. Aun así, la acción del lubricante es muy<br />
beneficiosa al alargar la vida del elemento que hubiese<br />
llegado al fallo de una menor vida útil por otros procesos<br />
de daño.<br />
En el diseño de engranajes predominan dos criterios<br />
básicos para la lubricación de los mismos; uno el de<br />
espesor mínimo de capa lubricada y el otro el de<br />
temperatura de trabajo critica. Las recomendaciones son<br />
de que en engranajes de pocas revoluciones y que<br />
operen por encima de 2 000 MPa, la capa de lubricante<br />
debe ser de un espesor solo de algunos micrones, lo cual<br />
muestra como resultado de un desgaste solo después de<br />
miles de horas de operación. En engranajes de altas<br />
revoluciones, el fallo tiene lugar con espesores de capa<br />
mayores de 150 nm y este ocurre por limado o arrastre<br />
de material.<br />
En cuanto al concepto de temperatura critica, el mismo<br />
expresa que solo ocurrirá limado de la superficie si el<br />
valor de la temperatura critica es alcanzado, lo cual esta<br />
íntimamente relacionado con las características del<br />
lubricante y del material de ambos dientes en contacto.<br />
Inicia, febrero 5 de 2018<br />
Descuentos pronto pago hasta<br />
enero 15 de 2018<br />
19
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Engranajes hipoidales.<br />
Estos engranajes se emplean principalmente en<br />
transmisiones en ángulos de 900. En los dientes se<br />
producen acciones de rodadura características y también<br />
deslizamiento; o que hace el trabajo de estos elementos,<br />
crítico desde el punto de vista de las cargas superficiales<br />
que se generan. En estos casos es esencial el empleo de<br />
lubricantes de presión extrema, o sean aquellos que<br />
tienen aditivos que forman capas resistentes a estas<br />
presiones, aun a temperaturas elevadas. Entre estos<br />
lubricantes se encuentran aquellos con contenido de Pb y<br />
azufre, preferiblemente en engranajes cuyas superficies<br />
no hayan sido fosfatadas.<br />
Estos lubricantes son satisfactorios en su trabajo para<br />
regímenes de alta revoluciones y no en de altas potencias<br />
de transmisión y bajas velocidades. En estos casos son<br />
preferibles los lubricantes con aditivos de Pb y cloruro de<br />
azufre. Los mecanismos principales de desgaste en estos<br />
engranajes son el limado y el pitting.<br />
Engranajes sinfín.<br />
Estos engranajes pueden ser considerados como<br />
especiales, debido a que el grado de conformación de las<br />
superficies en contacto es muy superior a cualquiera de<br />
los otros tipos de engranajes. Pudiesen ser clasificados<br />
como un par de fijación por tornillo. Sin embargo, la<br />
diferencia con estos últimos es que en los engranajes<br />
sinfín se presenta un elevado deslizamiento durante el<br />
contacto. En su trabajo, dos aspectos son esenciales, su<br />
rigidez y la calidad del acabado superficial. La mejor<br />
combinación de materiales para estos pares es la del<br />
bronce fosfórico con acero aleado endurecido.<br />
Los lubricantes a emplear deben ser aquellos de<br />
contenido de aditivos activos superficiales y la mejor tipo<br />
de lubricación resulta ser el límite. De esta forma, el<br />
desgaste puede ser medio y el mecanismo fundamental,<br />
el corrosivo debido a la acción de la lubricación.<br />
III. CONCLUSIÓN<br />
Como conclusión puede observarse que el papel de los<br />
diseñadores de hoy está basado en el conocimiento no<br />
solo de los elementos del diseño en sí, sino también en el<br />
de los materiales (incluyendo los lubricantes como<br />
material de ingeniería), los tecnológicos y por supuesto<br />
los diferentes mecanismos de desgaste y sus<br />
características. El propósito será el entrelazar los<br />
conocimientos de diseño y tribológicos con el de las<br />
tecnologías de materiales y su selección. Es<br />
recomendable también el contar con elementos de<br />
termodinámica y transferencia de calor. Resulta de<br />
mucho interés las características de fricción de los<br />
elementos que forman el par, así como las características<br />
de la calidad superficial de los mismos.<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
1) Martínez Pérez Francisco. ¨Libro de Tribología¨ En<br />
proceso de edición.<br />
2) Sarkar A.D. ¨Friction and Wear¨, Academic Press,<br />
London, 1980<br />
3) Ludema C. Kenneth, ¨Friction, Wear, Lubrication¨, CRC<br />
Press Incompany, 1996<br />
4) Kragelsky I.V., Dobychin M.N., ¨Friction and Wear,<br />
Calculation Methods¨, Pertgamon Press, 1987<br />
5) Martínez Francisco, ¨Tribología, Ciencia y Técnica para<br />
el Mantenimiento¨, UTEHA, México, 1991.<br />
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ANÁLISIS DE LOS MODELOS DE MANTENIMIENTO<br />
INDUSTRIAL EN RELACIÓN A LA EFICIENCIA ENERGÉTICA<br />
Una de las variables a tener en cuenta en todos los procesos productivos o de<br />
explotación de edificios e instalaciones debería ser la eficiencia energética. Los<br />
modelos de mantenimiento industrial tienen en cuenta principalmente la<br />
disponibilidad y fiabilidad de los activos, pero debe introducirse con mayor fuerza<br />
la vigilancia de la variable energía. En este artículo se muestra de una manera<br />
suscita una comparación entre los diferentes modelos organizativos<br />
comparándolos con su implicación en esta variable.<br />
Por:<br />
Francisco Javier Cárcel<br />
Doctor Ingeniero Industrial<br />
Doctor en Ciencias Económicas y<br />
Empresariales<br />
Ingeniero en Electrónica<br />
Licenciado en Ingeniería mecánica<br />
y energética<br />
Profesor de la Universidad<br />
Politécnica de Valencia<br />
fracarc1@csa.upv.es<br />
España<br />
E. Peñalvo López<br />
Ingeniero Industrial.<br />
Universitat Politècnica de València<br />
elpealpe@upvnet.upv.es<br />
España<br />
El presente artículo, coincide en buena parte<br />
con el publicado en el número anterior, pero<br />
plantea algunos aspectos adicionales<br />
importantes que vale la pena revisar y por ello<br />
ha sido publicado.<br />
Nota editorial.<br />
José A. Cárcel Carrasco<br />
Ph.D. Student.<br />
Tecnatom S.A<br />
jacarcel@tecnatom.es<br />
España<br />
21
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1. INTRODUCCIÓN<br />
La ingeniería del mantenimiento debe actuar sobre todo el<br />
proceso productivo, y una de las variables debe ser la<br />
eficiencia energética. El mantenimiento productivo total<br />
(TPM) y el basado en la fiabilidad (RCM), así como sus<br />
múltiples variaciones desarrolladas en los últimos veinte<br />
años, son dos de las opciones organizativas más usadas en la<br />
industria, y aparte de su componente fundamental técnico, es<br />
preciso el estudio de cómo se gestiona y transmite el<br />
conocimiento en estas opciones. El modelo RCM [1] está<br />
basado en la fiabilidad que surge en los años sesenta como<br />
respuesta a los problemas en aquel momento planteados:<br />
crecientes costes de mantenimiento, bajos niveles de<br />
disponibilidad, insatisfactoria efectividad del mantenimiento<br />
preventivo, etc. Básicamente utiliza los conocimientos y<br />
experiencia del personal de mantenimiento y de producción<br />
para identificar, a partir de las metas de producción, los<br />
requerimientos de mantenimiento de cada unidad operativa,<br />
optimizar los rendimientos de esas unidades y alcanzar los<br />
resultados esperados.<br />
El TPM [2-3] es un modelo cuyo planteamiento opera sobre la<br />
gestión de los activos físicos, y que entiende como básica la<br />
implicación del operario como responsable de la calidad del<br />
producto y la fiabilidad operativa. Fue definido por primera<br />
vez en 1971, y como Nakayima indicó, el TPM tiene tres<br />
significados diferentes: Búsqueda de la eficacia económica,<br />
Prevención del mantenimiento a través del “diseño orientado<br />
al mantenimiento”, y participación total de los trabajadores<br />
mediante el mantenimiento autónomo.<br />
✓ Sociales: ausencia de contaminación, ahorro de energía,<br />
etc.<br />
A partir de unos objetivos bien definidos, se plantea la<br />
planificación y control de la actividad de mantenimiento<br />
orientada, así, a alcanzar esos objetivos. Esto pasa por el<br />
control o dominio del comportamiento de los sistemas,<br />
equipos o instalaciones de la planta y por una gestión<br />
adecuada de esos activos; entendiéndose por tal, una<br />
actuación que optimice tanto el valor real de los activos,<br />
como su funcionamiento.<br />
La función de mantenimiento cumple, en consecuencia, con<br />
dos grandes objetivos: en primer lugar, conservar el estado<br />
de los activos, en segundo, mejorar sus niveles de<br />
disponibilidad al más bajo coste, pero todo ello debería ir<br />
ligado a una mejora de la eficiencia energética de los<br />
procesos.<br />
Un programa inicial de RCM puede comenzarse cuando el<br />
producto está en servicio para renovar y mejorar el programa<br />
existente de mantenimiento que ha sido preparado a partir<br />
de la experiencia o de las recomendaciones del fabricante, sin<br />
el beneficio que proporciona un enfoque normalizado como<br />
el del RCM (UNE-EN200001-3-11, 2003) (figura 1). En la figura<br />
se muestra que la variable eficiencia energética no aparece<br />
en el programa de seguimiento y actuación del<br />
mantenimiento, lo cual hace pensar en la superación de los<br />
modelos organizativos del mantenimiento para su mejora.<br />
Suele afirmarse que el RCM es un sistema que orienta los<br />
problemas y sus soluciones de arriba a abajo, mientras que el<br />
TPM lo hace de abajo (grupos autónomos) a arriba.<br />
El mantenimiento efectivo [4], y más en concreto el basado<br />
en el conocimiento MBC [5] es un modelo basado en la<br />
gestión del conocimiento y el auto-aprendizaje. El<br />
mantenimiento basado en la eficiencia energética MBEE [6],<br />
trata de aunar los esfuerzos de las diversas técnicas, con una<br />
orientación mixta, incidiendo en la mejora en la fiabilidad en<br />
el ahorro energetico.<br />
El objetivo básico de la función de mantenimiento puede<br />
expresarse como la gestión optimizada de los activos físicos<br />
[7]. Esta optimización debe obviamente orientarse a la<br />
consecución de los objetivos empresariales, algunos de los<br />
cuales se reflejan a continuación, clasificados en varios<br />
epígrafes:<br />
✓ Económicos: mayor rentabilidad y beneficio, menores<br />
costes de fallo, mayor ahorro empresarial, menor inversión<br />
en inmovilizado o en circulante, etc.<br />
✓ Laborales: condiciones adecuadas de trabajo, de seguridad<br />
e higiene, etc.<br />
✓ Técnicos: disponibilidad y durabilidad de los equipos,<br />
máquinas e instalaciones [7].<br />
Figura 1. Evolución de un programa dinámico de<br />
mantenimiento RCM, e información requerida. Fuente: UNE-<br />
EN200001-3-11, 2003.<br />
2. Los sistemas de mantenimiento en relación a la<br />
eficiencia energética<br />
A partir del análisis de los aspectos tácticos y estratégicos de<br />
los modelos RCM, TPM y MBC, a la planta industrial, se<br />
obtienen las siguientes consideraciones en relación con las<br />
carencias y dificultades que se presentan en la gestión de la<br />
eficiencia energética. En especial, se considera lo relativo a la<br />
energía necesaria en los procesos, el nivel de conocimiento,<br />
su repercusión en el ciclo de vida de las máquinas y<br />
22
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equipamiento, así como entrar en procesos de reingeniería<br />
de planta que redunden en un mayor nivel de fiabilidad con<br />
menor consumo energético (Figura 2).<br />
ubicar el sistema teniendo en cuenta la variable eficiencia<br />
energética, entre los sistemas de referencia actuales.<br />
En concreto, se puede resumir las siguientes consideraciones<br />
que se juzgan relevantes:<br />
a) Relevancia del elemento generador de costes.<br />
b) Características de la información: Los datos históricos.<br />
c) Características de flujos de energía de equipos y procesos.<br />
Modelación energética..<br />
d) Características de la fiabilidad: los modelos del fallo.<br />
e) Características del conocimiento: la experiencia no<br />
registrada.<br />
f) Características medioambientales: El respeto al medio<br />
ambiente.<br />
g) Aprendizaje y entrenamiento.<br />
h) Sistemas de información de mantenimiento.<br />
Toda empresa, industrial o de servicios, de mayor o menor<br />
tamaño, debe plantearse si sus instalaciones y procesos<br />
responden a un diseño optimizado desde el punto de vista<br />
energético. Una gestión energética adecuada dentro de la<br />
empresa conlleva el uso eficiente de la energía y, por<br />
consiguiente, la reducción de los costes energéticos en los<br />
procesos de producción.<br />
Tabla 1: Esquema comparativo de sistemas de organización<br />
del mantenimiento.<br />
4. Análisis de los principios basados en la eficiencia<br />
energética.<br />
Se comentan a continuación, de forma sucinta, los principios<br />
(recogidos en la tabla 1) en los que se debe basar un sistema<br />
de mantenimiento basado en la eficiencia energética:<br />
Figura 2: Esquema metodológico basado en la eficiencia<br />
energética.<br />
3. Esquema Comparativo de las técnicas organizativas<br />
del mantenimiento industrial.<br />
Se presenta en la tabla 1 un esquema comparativo del RCM,<br />
TPM, MBC y Mantenimiento basado en la eficiencia<br />
energética, MBEE. En él, se recogen las similitudes y<br />
diferencias básicas entre los tres sistemas, lo que permite<br />
• Condiciones de Estado. Fijar las bases sobre las que se ha<br />
realizado el estudio (condiciones de funcionamiento).<br />
• Condiciones energéticas. Conocimiento profundo del<br />
reparto de consumos de planta entre los diferentes equipos<br />
consumidores. Contabilidad energética.<br />
• Condiciones sectoriales. Establecer los ratios actuales de<br />
intensidad energética que permitan evaluar los niveles de<br />
eficiencia energética en el tiempo, y con respecto al sector<br />
productivo.<br />
• Condiciones de Operación. Analizar los estados de<br />
operación de determinados equipos desde el punto de vista<br />
del rendimiento energético de la instalación.<br />
• Condiciones de Oportunidad. Presentar las oportunidades<br />
de ahorro energético y económico detectadas con el objeto<br />
de:<br />
o Evaluar el potencial de mejora de determinadas<br />
acciones con el fin de disponer de un orden de magnitud<br />
que permita conocer el impacto a nivel de ahorro<br />
económico asociado a dicha acción<br />
o Definir un sistema de medida que permita realizar un<br />
seguimiento sobre las acciones asociadas a consumos<br />
residuales y seguimiento de acciones de mejora<br />
realizadas<br />
23
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o Definir acciones de ahorro energético en cuanto a<br />
<strong>volumen</strong> de ahorro e inversión, que permitan decidir<br />
sobre la ejecución del proyecto en cuestión.<br />
• Condiciones de Fiabilidad. El Estudio de Fiabilidad presenta<br />
las valoraciones, análisis y recomendaciones realizadas en<br />
relación con los equipos eléctricos y energéticos, las redes<br />
eléctricas y la organización de la actividad de<br />
mantenimiento [7]. El contenido del estudio de fiabilidad se<br />
basa en la información recopilada en planta durante la vida<br />
útil y tiene por objeto evaluar el rendimiento energético de<br />
las instalaciones y ofrecer mejoras para cubrir las<br />
necesidades de energía de la empresa<br />
• Consideración del LCC: El coste del ciclo de vida del equipo y<br />
del proceso es el elemento evaluador básico. Se contempla<br />
el análisis energético para promover pequeñas inversiones<br />
de mejora, incluyendo retornos intangibles.<br />
• Sistemas de información basados en la utilidad, la<br />
contribución, y la Gestión de la eficiencia energética. Se<br />
trata de uno de los mecanismos que permite el<br />
aligeramiento de los sistemas informativos y la agilidad en<br />
la decisión, para incidir en LCC y el ahorro energético.<br />
• Gestión del conocimiento: La base del sistema consiste en<br />
prestar atención a los procesos del conocimiento ligados a<br />
la gestión de los activos de la planta, a los tres tipos de<br />
experiencia y la fiabilidad de la eficiencia energética.<br />
Los principales objetivos que se desean conseguir con el MBEE<br />
en política energética de cara a la empresa industrial pueden<br />
resumirse en:<br />
• Adquirir la energía en las mejores condiciones de precio y<br />
calidad de suministro, adecuando la gestión de estos<br />
aprovisionamientos a los cambios que en estos mercados se<br />
están produciendo.<br />
• Conocer y controlar, de manera precisa, los consumos<br />
energéticos mediante un sistema de información<br />
adecuadamente diseñado que permita establecer objetivos<br />
concretos en la mejora de la eficiencia en el uso de la<br />
energía.<br />
• Optimizar la eficiencia de equipos y procesos analizando los<br />
flujos de energía en los mismos. Este análisis mostrará si es<br />
posible ahorrar más energía rediseñando el equipo o<br />
proceso o utilizando otro alternativo.<br />
• Usar la energía de forma racional, lo cual conducirá a<br />
ahorros de energía con baja inversión.<br />
• Aunar esfuerzos en la reducción de costes energéticos,<br />
mediante la colaboración en proyectos tanto con empresas<br />
del sector como con otras empresas.<br />
• Aprovechar y potenciar el capital humano disponible, ya<br />
que la reducción de costes de la energía no depende<br />
exclusivamente de la tecnología, sino que está muy ligada a<br />
la concienciación de las personas.<br />
• Identificar los “consumos evitables”, tanto en horas<br />
productivas como de no producción.<br />
Deberemos tener en cuenta:<br />
• La energía es un recurso equiparable al resto de los factores<br />
de producción.<br />
• La incidencia de los costes energéticos sobre los costes de<br />
producción, y por tanto del precio de venta, debe tenerse<br />
siempre en cuenta.<br />
• La recogida sistemática de información, a poder ser<br />
mediante sistemas informáticos, permite estudiar las series<br />
históricas de producción y consumos de energía.<br />
• La implantación de un sistema de gestión energética no<br />
representa una inversión apreciable.<br />
• Permite identificar oportunidades de aumento de eficiencia<br />
y reducción de costes.<br />
• Aumenta la sensibilidad hacia los temas energéticos y<br />
medioambientales en materia de emisiones y residuos.<br />
El primer paso para ahorrar energía es conocer los consumos,<br />
lo que únicamente puede lograrse cuando se ha implantado<br />
un sistema eficiente de contabilidad.<br />
Debe de tratar de evitarse la costumbre habitual de registrar<br />
únicamente los consumos con el objetivo de comprobar la<br />
corrección de la facturación energética realizada por los<br />
suministradores. Se suele conocer el gasto global originado<br />
por el consumo de energía, diferenciando la facturación<br />
eléctrica del resto, pero también se suele ignorar cual es el<br />
consumo real y el gasto que este ocasiona.<br />
Los objetivos de la Contabilidad Energética como base para el<br />
mantenimiento basado en la eficiencia energética MBEE, que<br />
en si misma constituye la base para establecer un Programa<br />
de ahorro energético, deben ser:<br />
• Mantener una estadística de consumos anual y mensual por<br />
tipos de energía.<br />
• Determinar los consumos globales y específicos.<br />
• Asignar los costes energéticos sobre una base solida y<br />
objetiva.<br />
• Controlar de forma sistemática el consumo energético en<br />
las distintas partes del proceso productivo, midiendo la<br />
energía eléctrica utilizada, el consumo de vapor, el consumo<br />
de agua caliente, el consumo de frio y el consumo de<br />
combustibles.<br />
• Analizar los consumos por comparación:<br />
- Con series históricas propias.<br />
- Con datos estándar tecnológicos.<br />
- Con equipos similares de otras fabricas.<br />
- Con estadísticas sectoriales.<br />
Para iniciar la contabilidad se precisa disponer, como mínimo,<br />
de la siguiente información básica:<br />
• Consumos anuales, mensuales, semanales y diarios de cada<br />
tipo de combustible y de energía eléctrica. Sería interesante<br />
disponer de los periodos horarios.<br />
• Relacionar los combustibles y energía eléctrica empleada<br />
con la producción.<br />
• Establecer los costes de energía unitarios.<br />
• Conocer las equivalencias energéticas entre los distintos<br />
tipos de combustibles y energías para poder comparar los<br />
consumos energéticos refiriéndose a una unidad de<br />
referencia común.<br />
• El control energético que debe establecerse en la base de<br />
las técnicas organizativas de mantenimiento tiene por<br />
24
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objeto diagnosticar los diferentes equipos, áreas o centros<br />
de consumo e incluso el conjunto de la fabrica. Este<br />
diagnostico va siempre dirigido a la determinación de las<br />
posibles mejoras por las que se puede obtener un ahorro<br />
energético.<br />
• La periodicidad de estos controles debe definirse en función<br />
del consumo del equipo o proceso. Para ello, a partir de la<br />
Contabilidad pueden detectarse consumos irregulares que<br />
indiquen la necesidad de realizar una Auditoria.<br />
• Para realizar una Auditoria, además de emplear los propios<br />
medios, puede ser necesario consultar personal técnico<br />
ajeno a la instalación, especialistas en energía, fabricantes y<br />
suministradores de los diferentes equipos e incluso recurrir<br />
a literatura técnica especializada.<br />
• El objetivo final es conseguir mejoras que permitan<br />
minimizar el consumo de energía y por tanto la factura<br />
energética, para lo que se precisa:<br />
- Evaluar los sistemas de medición existentes.<br />
- Medir los consumos en las distintas líneas de producción,<br />
áreas o zonas de trabajo.<br />
- Analizar la gestión energética actual.<br />
- Determinar las áreas de actuación, en orden a su<br />
importancia.<br />
- Decidir la instalación de nuevos equipos de control,<br />
contadores de energía eléctrica, combustible, vapor, etc.<br />
- Elaborar propuestas de actuación, valorando la repercusión<br />
técnico-económica de las mismas.<br />
Un primer paso consiste en ver los requisitos de energía de la<br />
industria, en donde se especifica siguiendo un proceso de<br />
análisis. En reuniones entre los diversos grupos propios o<br />
externos de mantenimiento de la empresa, se crea un modelo<br />
del funcionamiento de la instalación con el fin de:<br />
• Identificar los puntos de proceso fundamentales desde el<br />
punto de vista del suministro de energético.<br />
• Caracterizar los sucesos no deseados que deben prevenirse.<br />
• Resaltar los dispositivos o barras de bus que pueden<br />
disparar estos sucesos de alto riesgo en el diagrama de<br />
proceso.<br />
trazan los planes para garantizar un rendimiento duradero de<br />
la instalación (Mantenimiento) y mejorar éste (Modernización<br />
y gestión). Dentro del plan de modernización, se proponen<br />
acciones de actualización para devolver la instalación a su<br />
rendimiento nominal cuando funcione en condiciones<br />
degradadas.<br />
5. CONCLUSIONES<br />
Dentro de los sistemas técnicos de gestión de<br />
mantenimiento, es necesario introducir la variable eficiencia<br />
energética. Este factor influye directamente en la fiabilidad y<br />
la eficiencia de todos los procesos así como el respeto medioambiental.<br />
Dentro de las técnicas organizativas de<br />
mantenimiento, el RCM busca metas de productividad,<br />
mejorando la implantación y las políticas basadas en los<br />
cálculos de la fiabilidad de diseño. El TPM se abre a la eficacia<br />
global atendiendo más a la operativa y a la actividad de<br />
mantenimiento, involucrando a los trabajadores. El<br />
Mantenimiento basado en el conocimiento desarrolla una<br />
filosofía de la utilidad y la necesidad, tanto a nivel de<br />
procesos (de gestión u operativos) como de conocimiento<br />
sustantivo. El MBEE une los principios del MBC, con el factor<br />
energético (tanto de equipamiento e infraestructuras como<br />
del conjunto del sistema), con el fin de monitorizar el ratio de<br />
eficiencia energética, reducir los costes de mantenimiento,<br />
incrementar la fiabilidad técnica en los sistemas estratégicos<br />
de la industria y aumentar el ciclo de vida del equipamiento.<br />
De esta forma, las personas implicadas podrán entender y<br />
compartir las ventajas económicas de las conclusiones y<br />
acciones recomendadas.<br />
El segundo paso consiste en identificar los dispositivos clave<br />
en relación con el rendimiento necesario. Para cada pieza de<br />
equipo, máquina, proceso o sistema se estudiarán las<br />
posibles acciones operativas a realizar englobadas dentro del<br />
las operaciones de mantenimiento o mediante<br />
remodelaciones del proceso y las condiciones de<br />
funcionamiento (nivel de carga, número de operaciones de<br />
conmutación, etc.). Además de ello, se lleva a cabo una<br />
valoración cualitativa del estado del equipo. En un tercer<br />
paso, un análisis de fiabilidad [7] cuantifica el nivel (para los<br />
límites establecidos) de eficiencia energética y fiabilidad en<br />
relación con la arquitectura del sistema y sus modos de<br />
funcionamiento. El cálculo determina la forma en que cada<br />
componente del equipo contribuye a la probabilidad de<br />
conseguir el máximo ahorro de energía. En el cuarto paso se<br />
25
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6. REFERENCIAS<br />
[1] Moubray, J., “Reliability-Centered Maintenance”,<br />
Butterworth-Heinemann, Oxford (1991).<br />
[2] Nakajima, S., “Introduction to TPM”, Productivity<br />
Press, Cambridge, MA, (1988).<br />
[3] Nakajima, S., “TPM Development Program”,<br />
Productivity Press, Cambridge, MA, (1989).<br />
[4] Conde, J.; “El Mantenimiento efectivo: principios y<br />
métodos”. Working paper, GIO-0500-UCLM, Ciudad Real<br />
(1999).<br />
[5] Cárcel, J.; “Sistema de Transmisión de la experiencia<br />
y gestión del conocimiento en la ingeniería del<br />
mantenimiento industrial”, Tesis doctoral, UNED (2002).<br />
[6] Cárcel, J.; “Análisis de aspectos estratégicos<br />
relacionales entre fiabilidad de explotación, Mantenimiento y<br />
Eficiencia Energética, en plantas industriales (MBEE)”, Tesina<br />
Máster Tecnología Energética para un desarrollo Sostenible,<br />
UPV (20<strong>10</strong>).<br />
[7] Sols, A; “Fiabilidad, Mantenibilidad, Efectividad, un<br />
enfoque sistémico”, Comillas, Madrid (2000).<br />
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