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En el interés de mantener viva la atención sobre la conservación adecuada del
Centro Histórico de Puebla se procedió a indagar en 1996 2 , con el apoyo de
El Colegio de México, la experiencia de otros similares, como fue el caso de un
estudio comparado entre las ciudades coloniales de Quebec (Canadá), San Agustín
(Florida, EEUU) y Puebla, México, titulares del Patrimonio Cultural de la Humanidad
por la UNESCO. La investigación pretendió rastrear las tendencias de estos sitios
de origen colonial en Norteamérica, dentro de su propio desarrollo histórico y las
dificultades que en ella se dieron para preservar tanto sus características culturales
en términos urbano-arquitectónicos como su legislación y reglamentación para la
protección de su patrimonio histórico en los casos de una ciudad pequeña, una mediana
y una grande (San Agustín, Quebec y Puebla), con el objeto de detectar los
problemas comunes y diferenciales que enfrentan tales centros patrimoniales, tanto
como formular estrategias para mantenerlas en buenas condiciones en términos de
un equilibrio social, económico y cultural. La intención cubrió la comprensión de su
fundación, evolución y estado presente de los centros históricos de origen colonial
de suerte que su comparación arrojase las incidencias relativas a la naturaleza de su
tejido colonial y de su esencia funcional, derivando de ello cursos de acción, algunos
de ellos exitosos, y medidas necesarias para su conservación, destacando los aspectos
prioritarios que la favorecen y las prácticas y riesgos considerados: instrumentos
interdisciplinarios, participación ciudadana, amenazas de la modernización urbana
contemporánea, etc. Los resultados permitieron: reconocer las similitudes y diferencias
entre sus marcos coloniales originales y su desarrollo urbano contemporáneo;
facilitar vías de acción a instituciones públicas y privadas interesadas en la protección
del patrimonio; fortalecer intercambios de experiencias sobre el tema mediante
acuerdos internacionales sobre la preservación de los centros históricos.
El caso de la ciudad de Quebec, Canadá
Quebec se fundó como un sitio de comercio, comptoir comercial, antes que
como una avanzada colonizadora, distinto de los propósitos de Inglaterra y España,
por Champlain en 1608. El dominio de las tribus locales, la llegada de
misioneros, comerciantes y arte- sanos y la necesidad de abastecimientos agrícolas
cambió las estrategias. El asentamiento en un promontorio rocoso de dos
niveles resultó en una sección alta con una instalación defensiva modesta que
se transformó en el castillo de San Luis, y otra baja, junto al río San Lorenzo con
una plaza central, la place Royale, con lo que surge el primer proyecto urbano.
Quebec se convierte en provincia francesa bajo la orden de Luis XIV con 20 mil
habitantes en 1700. Siendo gobernador Luis de Buade, conde de Frontenac,
asume las funciones de intendente Jean Talón quien se convierte en el gestor
del desarrollo del sitio con un plan de crecimiento ortogonal, en la zona baja,
que incluyó una planta cervecera en la margen derecha del río Saint Charles,
dejándose en la parte alta instalaciones de edificios institucionales de orden
militar, administrativo y religioso sobre una traza radial protegida por una muralla
incompleta. Otro impulsor del crecimiento fue el gobernador Frontenac,
en 1672, privilegió los reglamentos de urbanismo para emplazar debidamente
los edificios públicos y enmarcar todo proyecto de construcción, de modo que
a fines del siglo XVII el lugar estaba sólidamente anclado: un sector bajo densamente
poblado orientado a transacciones comerciales portuarias y otro alto
para la clase rica y poderosa de sus gobernantes. A fines del siglo XVIII se confirma
el dominio inglés y Quebec permanece sin mayores evoluciones, hasta el
siglo XIX cuando la amenaza norteamericana obliga a una completa fortificación
del lugar. La morfología, entonces, se define por una traza ortogonal en la parte
baja, parcelaciones compactas y lotes transversales sobre los que se construyeron
las clásicas obras de piedra y cortafuegos en los muros medianeros que
caracterizaron el sitio (Foto 1); en la sección alta, en cambio, los lotes son jardinados
y espaciosos con torretas y agujas que dominan su perfil urbano (Foto 2 ).
Foto 1: Place Royal e iglesia. Foto: Shaloun’s Blog
Foto 2: Sección alta: casa de Jesuitas.. Foto: Shaloun’s Blog
2
Se firmó contrato, para esta investigación, entre la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y
El Colegio de México en el marco de su Programa Interinstitucional de Estudios sobre la Región de
América del Norte (Centro de Estudios Internacionales), en 1996, bajo la coordinación de Gonzalo
Yanes Díaz (BUAP) y la colaboración de François Charbonneau (Universidad de Montreal, Canadá), y
de Ralph Johnson (Florida Atlantic University, EEUU).
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Año 3 / Núm. 12 / invierno 2017