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Destacan elementos constructivos como los trabajos de herrería realizados por artesanos poblanos. En la imagen,
puerta de acceso en el interior del templo de San Francisco Foto: José Velázquez.
Puebla ciudad viva
con Centro HistOrico
Patrimonio Mundial
Sergio A. de la Luz Vergara Berdejo 1 y Daniela Calderón Porter 2
1984 fue el año en que un grupo de poblanos determinaron
la necesidad de integrar un expediente, para que
una ciudad mexicana formara parte de la lista indicativa del
Patrimonio Mundial, ante la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
lo que posibilitó que durante la Convención de París de
1987 se nombrase a Puebla Ciudad Patrimonio Cultural de
la Humanidad.
Así inició el recorrido durante tres años con presentaciones
a nivel mundial, donde los diferentes organismos
involucrados, federales, estatales, municipales y
organizaciones civiles, como los colegios de arquitectos
y universidades, plantearon para tal efecto; por lo
que el organismo internacional, el 11 de diciembre de
1987 confiere finalmente a los ciudadanos poblanos
y a sus autoridades, la responsabilidad de proteger,
conservar y poner en valor, el patrimonio tangible e
intangible de una de las ciudades más representativas
de la cultura americana, tanto en arquitectura y
desarrollo urbano como en costumbres. Puebla es de
las pocas ciudades mexicanas que concentra valores
excepcionales: desde su traza, sus formas de diseño
en arquitectura y costumbres, mismas que se mezclan
con valores humanos y tradiciones que se mantienen
desde su fundación en el año de 1531.
1
Doctor en arquitectura por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Académico de la Facultad de Arquitectura de la BUAP. Actualmente es titular de la Gerencia
del Centro Histórico y Patrimonio Cultural del ayuntamiento de Puebla.
2
Arquitecta de Interiores por la UDLAP, actualmente estudia la maestría en Arquitectura con especialidad en Conservación del Patrimonio en la BUAP. Trabaja en la Gerencia
del Centro Histórico y Patrimonio Cultural.
Año 3 / Núm. 12 / invierno 2017
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