Una Apuesta a la Vida N° 269

$80
AÑO 24 - Diciembre 2017
NÚMERO 269
DE SUEÑO
A REALIDAD
UN HÁBITO
INÚTIL
LA QUEJA
ESPERASTE…
DESEASTE…
Y NO LLEGÓ
MOMENTOS DE
CONSCIENCIA
¿QUÉ SIGNIFICA?
EL
AMOR
¿DÓNDE
ESTÁ?
Celebramos 23 años de edición

“Si no estás viviendo tus sueños,
estás viviendo tus miedos.”
Les Brown
en Facebook
Una Apuesta a la Vida
Solicita amistad en:
Silvia Rodríguez Borges
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

E D I T O R I A L AÑO 24 - Número 269
DICIEMBRE 2017
Silvia Rodríguez
Borges
Directora
SUMARIO
Es un privilegio cuando hemos
creado la oportunidad de
hacer lo que deseamos hacer.
Darnos el tiempo para lo
que nos apasiona, es encontrarle
sentido a la vida.
Es sacar afuera esa energía
creativa que nos habita y
entregarla.
El placer, el bienestar
y el disfrute es la consecuencia
de “dar” el talento
que todos tenemos.
Más se intensifica cuando
es posible compartirlo con
los demás.
Me siento agradecida
por estos 23 años de
edición.
Cada mes dedicado a
crear la revista fue con el
mismo entusiasmo, motivación
y confianza en el juego
de las sincronicidades que me
guían.
Animo a que todos encuentren
lo que les apasiona.
Denle forma con los sentimientos
del corazón para
hacerlo realidad.
Será la razón de ser.
“EN ÚLTIMA INSTANCIA,
LOS MÚSICOS DEBEN HACER MÚSICA,
LOS ARTISTAS DEBEN PINTAR,
LOS POETAS DEBEN ESCRIBIR,
SI QUIEREN ESTAR EN PAZ
CONSIGO MISMO.
LO QUE LOS HUMANOS PUEDEN SER,
ES LO QUE DEBEN SER.
DEBEN SER AUTÉNTICOS
CON SU PROPIA NATURALEZA”
ABRAHAM MASLOW
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REFLEXIÓN DEL MES
¿QUÉ CELEBRAS
CADA DÍA?
EL MIEDO
DEL LEÓN
DE SUEÑO
A REALIDAD
TE ATREVES
A DESPERTAR?
ESPERASTE...
DESEASTE...
Y NO LLEGÓ
MOMENTOS DE
CONSCIENCIA
¿QUÉ SIGNIFICA?
EL AMOR
¿DÓNDE ESTÁ?
SABÍAS QUÉ...
PUEDES VALERTE
POR TI MISMO
SUPLEMENTO PARA LA VIDA
UN HÁBITO
INÚTIL. LA QUEJA
DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269 3

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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

Reflexión del mes
¿Qué celebras
cada día?
La palabra celebrar viene del verbo
latino celebrare, que se deriva del adjetivo
celeber.
Celeber en origen significa concurrido,
frecuentado, numeroso y abundante
y es el antónimo de desertus (desierto,
abandonado).
Tomo el antónimo con su significado de
“abandonado” para destacar que cada día
que no celebramos, hemos abandonado
todo lo que ha sucedido y que tiene su valor.
Sucesión de experiencias es la vida.
Cada una de ellas tiene su riqueza, su significado,
su para qué.
Muchas veces oculto, pero basta prestar
atención para darnos cuenta qué es lo que
nos ha regalado.
Dejar de celebrar cada día es dejar “desierta”
nuestra vida.
Es como permitir que se escurra la arena
entre los dedos de las manos sin ser
conscientes.
Así lo menciona un fragmento de esta
canción conocida.
“NO SÉ SI SOÑABA,
NO SÉ SI DORMÍA
Y LA VOZ DE UN ÁNGEL DIJO QUE TE DIGA,
CELEBRA LA VIDA”.
“CELEBRA LA VIDA,
CELEBRA LA VIDA,
SEGUNDO A SEGUNDO,
Y TODOS LOS DÍAS”.
Unimos la palabra celebrar a fiesta.
Este es el hábito consciente que es posi-
“La gente no puede
descubrir nuevas tierras,
hasta que tenga el valor
de perder de vista la orilla”.
André Gide
ESPACIO DE APOYO
ANÓNIMO
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le crear cada día cuando la noche nos va
envolviendo en sus brazos de calma, anunciándonos
que este ciclo de 24 horas va
finalizando.
Momento de reflexión, de revisar los acontecimientos,
de encontrar el sentido a todo y
abrazar lo vivido.
Hacemos sagrado cada momento cuando
frente a nuestra familia expresamos el o los
motivos de nuestra celebración y compartimos
también sus festejos.
Celebrar qué?
Quizás pensarán que se celebra un día armonioso,
una meta alcanzada, el encuentro
con una persona querida, estar vivo, una adquisición,
la jornada de trabajo, el dinero que
se tiene o se ganó, la familia presente, la salud,
y tantas otras cosas que pueden ser motivos
de fiesta si así nos proponemos vivir.
Sin embargo también merece celebración,
ese hecho que quizás no fue tan armonioso
pero nos hizo dar cuenta de algo, una situación
que nos permitió descubrir en nosotros,
una cualidad escondida, o una conducta o actitud
que no fue la más acertada. Descubrir
qué beneficio nos dejaron los incidentes vividos,
es un gran logro.
Tanto lo que podemos denominar “bueno”,
como lo que parece no serlo, merece ser
celebrado.
Es cuestión de actitud.
Ya no es ver sólo el vaso medio lleno o el
vaso medio vacío. Es ver todo el vaso y comprender
que no hay hechos insignificantes ni
sin sentido.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
bajar el puente y cruzar el foso,
abandonar las murallas que te
protegieron,
volver a la vida y aceptar el reto.
Recuperar la risa, ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos,
Desplegar las alas e intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
Mario Benedetti
Está en nosotros crear este momento en
nuestro día a día.
Celebrar es dar un espacio significativo a
todo aquello que deseamos reconocer, ensalzar,
alabar, aplaudir…
Es el reconocimiento para que la vida no se
nos escurra entre los dedos.
Cada noche, cuando en voz alta invito a
elegir qué vamos a celebrar, percibo interiormente
que emerge una energía de alegría que
retroalimenta nuestra alma y va dando cierre
al día.
RECONOCE TU EXISTENCIA,
Y VALORA CADA EXPERIENCIA.
HAZ CADA DÍA
DE TU HISTORIA PERSONAL,
UN MOTIVO PARA CELEBRAR.
SILVIA RODRÍGUEZ BORGES
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CUENTO
El miedo del león
En una lejana sabana africana, andaba
perdido un león. Llevaba más de veinte días
alejado de su territorio y la sed y el hambre
lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de
aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz
a beber de ellas para así, apaliar su sed y
salvar su vida.
Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas
aguas calmadas.
– ¡Vaya! el lago pertenece a otro león – Pensó
y aterrorizado, huyó sin llegar a beber.
La sed cada vez era mayor y él sabía que de
no beber, moriría.
A la mañana siguiente, armado de valor,
se acercó de nuevo al lago. Igual que el día
anterior, volvió a ver su rostro reflejado y de
nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber.
Y así pasaron los días con el mismo resultado.
Por fin, en uno de esos días comprendió
que sería el último si no se enfrentaba a su
rival. Tomó finalmente la decisión de beber
agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó
con decisión al lago, nada le importaba ya.
Metió la cabeza para beber… y su rival, el temido
león ¡desapareció!
Reflexión: Muchas veces evadimos nuestros temores
y la mayoría son imaginarios. Cuando tenemos el
coraje de afrontarlos nos damos cuenta que algunos
desaparecen. Y es importante tener esa valentía porque
muchas metas que deseamos alcanzar se ven detenidas
por ellos.
La mejor forma de transformarlos es enfrentarlos. Si
quedamos a merced de los miedos nos impedirán avanzar
en la vida.
Recuerda que: “El Mundo está en las manos de
aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el
riesgo de vivir sus sueños”
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De sueño a realidad
De pronto… en medio del murmullo de la
vida una voz susurró al oído.
Y cuando las palabras fueron escuchadas, la
mente con agilidad asombrosa les dio forma de
múltiples maneras. Fui haciéndome más consciente
de ese sueño que había asomado sigilosamente
al comienzo, pero ahora lo sentía con una
fuerza inexplicable que hacía latir mi corazón
de entusiasmo y sentir que lo que se puede creer
como imposible, el espejo de la mente me lo mostraba
posible.
Día tras día la voz y las imágenes me visitaron
con forma más definida, ya tan real que al
sueño casi lo podía tocar aunque aún se encontrara
entre tenues nubes de color pastel alojadas
en mi mente.
Inconscientemente pero guiada por lo que
desconocía, entendí que ese sueño tenía un
sentido. Era compartir.
Dar palabras que descorrieran telones tras
telones para ir viendo la vida con otros ojos
y sentir fuerza y coraje para atravesar cada
obstáculo haciendo “Una Apuesta a la Vida”.
Ya casi podía sentirlo entre mis manos.
Ahora ellas tenían que darle forma.
Hacer realidad lo que fue un sueño en su
comienzo.
Y mágicamente comenzaron a tejerse redes
de ideas, intenciones, acciones, personas…
que aportaron para hacerlo posible.
Sonaron quizás en la noche con su ruido particular,
las teclas de aquella añeja máquina de
escribir de Mariana, quien fue un pilar esencial
en el comienzo. Las hojas blancas se salpicaron
de letras negras y dibujos trazados por ella.
Quizás fue tanta la emoción que sentimos
cuando la vimos tipeada por primera vez, que
esos sentimientos quedaron guardados en el
baúl de mi vida.
Todo se fue entrelazando.
Quizás había ángeles con doradas agujas que
ayudaron y sonreirían aquel 21 de Diciembre de
1994, cuando en medio de la “Fiesta del Dar y
del Amor”, sorpresivamente regalamos la primera
edición.
Así nació.
Y este mes celebro, reconozco y valoro a
“todos” los que han hecho posible su permanencia
y mi gratitud por recibir inspiración y
por tener manos abiertas a recibir lo que con
amor entrego.
Celebro junto a los lectores, auspiciantes, vendedores
y equipo de impresión y distribución
23 años de edición!!!
Gracias!!!
BIODECODIFICACIÓN
DE ENFERMEDADES
Marianela Silva
Terapeuta en
Decodificación Biológica
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No es posible transcribir el canto de los pájaros
en términos musicales, como no es posible
plasmar en unas palabras cuántas emociones
hemos compartido a lo largo de los años
que llevamos dando forma a esta revista que
amamos tanto...
A pesar de que por un tiempo debí alejarme,
como todos saben, mi corazón siguió EN ella y
PARA ella...
Hoy celebramos la vida de un proyecto que
se hizo forma gracias a la decisión y a la pujanza
de Silvia. Tanto le agradezco que me haya
elegido para transitar juntas esta aventura...!!!
En este festejo le dedico mi más grande admiración
por su presencia incondicional, su
palabra justa, su constancia y el tesón para
superar los innumerables obstáculos que dar
forma concreta al pensamiento lleva...
Y a ustedes, anónimos y queridos seguidores
de esta revista, que con ese aliento tan valioso
que entregan cada vez, animan a seguir
caminando juntos.
Van mis mejores recuerdos en este brindis,
apostando al maravilloso milagro de la vida.
Gracias!!!
Mariana Calcaterra
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Te atreves
a despertar?
Para despertar busca toda la ayuda que puedas,
lee los libros que encuentres, asiste a los encuentros
que te inviten, medita, respira y espera. Todo ayudará,
pero finalmente solo tú harás la alquimia, pues
nada puede precipitarla, solo tu intención que suceda.
Y aún si no hicieras nada de nada, espera tranquilo,
igual ocurrirá…
Si ya has despertado y ves como duermen los demás
a tu alrededor, entonces camina en puntillas,
respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios
tiempos, así como fueron perfectos los tuyos.
Cuando ellos abran su ojos, el fulgor de tu brillo
los ayudará a despertar sin necesidad que hagas
nada. Si aún duermes, relájate y disfruta de tu sueño,
estás siendo arrullado y cuidado.
Despertar no es un acto de magia, aunque llenará
de magia tu vida.
Despertar no tiene nada que ver con tu mundo
externo, aunque todo lo que te rodea parecerá tener
un nuevo brillo.
Despertar no cambiará tu vida, si bien sentirás que
todo ha cambiado.
Despertar no borrará tu pasado, pero al mirar
atrás lo percibirás como la historia de alguien muy
querido que aprendió muchas cosas, pero sentirás
que ese alguien ya no eres tú.
Despertar no despertará a tus seres queridos, pero
ellos se verán más divinos ante tus ojos.
Despertar no sanará todas tus heridas, pero ellas
dejarán de gobernarte.
Despertar no solucionará tu situación financiera,
pero te sentirás millonario.
Despertar no te hará más popular, pero ya no volverás
a sentirte solo.
Despertar no te embellecerá ante los ojos de los
demás, pero te hará perfecto ante tu propia mirada.
Despertar no te dará más poder, pero descubrirás
el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva los barrotes de
tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tu mismo.
Despertar no cambiará el mundo, te cambiará a ti.
Despertar no quita responsabilidad, muy por el
contrario te dará conciencia de las consecuencias de
tus actos y elecciones.
Despertar no te hará tener siempre la razón, más
bien ya no sentirás deseos de tenerla.
Despertar no traerá caudales de amor a tu vida,
descubrirás que ese caudal habita en ti.
Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas
y tiene todo que ver con el amor.
Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y
con tus experiencias, es amar al otro como parte de
tu ser y es amar a la existencia… Sí, amar esta bella
vida tan sorprendente y variada en todos sus matices.
Permítete disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso
Ser que ya eres. Tu vida es un acto sagrado
pues es la creación del Dios que hay en ti, que eres tú.
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

Una anécdota de mi vida
ESPERASTE...
DESEASTE...
Y NO
LLEGÓ
No dudo de que a todos alguna o muchas
veces les aconteció.
Como dice la frase:
“Cuando el alumno está preparado aparece
el maestro”.
Y así fue.
No hace mucho tiempo, comprendí la
importancia y significado a nivel energético,
emocional y físico que tienen estas
situaciones.
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Le escuché decir a Nicolás Pauccar (Sacerdote
andino Q’ero), que una emoción positiva
sentida con anterioridad a un hecho esperado,
deseado y no cumplido, como puede ser
el caso de un niño que espera con alegría que
le traigan de regalo una bicicleta y no sucede,
puede en el transcurso del tiempo, transformarse
en una enfermedad. No es que esto
suceda infaliblemente en todos, es sólo una
posibilidad y depende del impacto que tuvo
en el niño.
En uno de los cursos que realicé con Miguel
Valls y Jean Guillaume Salles, también se
abordó este tema.
Se destacó la importancia de cerrar los hechos
del pasado que quedaron pendientes y
que mantienen una carga energética estancada.
Si no hacemos algo para que circule, y
recuperamos esa energía, sigue permaneciendo
en nosotros. A veces bloqueándonos.
A mi madre le gustaba que aprendiera a tocar
el piano y a mí no me desagradó la idea. Así que 9
años de mi vida los dediqué a aprender. Iba al Colegio
de Hermanas todos los días a practicar y rendir
las lecciones ya que no tenía piano en mi casa.
Indudablemente que esto hizo surgir mi deseo de
tener uno.
Se sumó mi tía Pocha y mi abuelo Pancho.
No dudo que mi madre también lo deseaba
pero no lo expresó, quizás porque no veía las
posibilidades.
Como comencé a muy temprana edad se lo pedí
a los reyes Magos y cada 6 de enero me decían que
como en mi casa el patio era muy pequeño, los reyes
no podían bajar con tanto peso. Con la inocencia de
un niño lo creí.
Cuando desperté de esa ilusión y me enteré que
los reyes Magos no existían, comencé a expresar mi
deseo.
Mi abuelo para colaborar compraba “quintos”
de quiniela y me decía: - lo primero que haré será
comprar el piano.
Además tenía una alcancía destinada para
ello y todos me daban algunas monedas para ir
ahorrando.
También le había escuchado a mi abuelo que
cuando le daba el dinero de su jubilación a mi
abuela, se quedaba con algo para comprar el billete
y agregar unas monedas más a la hucha.
No dudo que él sabía cuánto deseaba ese piano.
Sobre la mesa de la cocina de mi casa había un
mantel de hule a cuadritos y yo jugaba con él imaginando
que cada cuadro era una tecla del piano.
Así le enseñaba a tocar con aquellos dedos algo rígidos
por su edad. Sostenía con algún elemento el
libro de música y jugábamos. Yo era la profesora y
él, el alumno.
Un día llegó a mi ciudad un camión cargado de
pianos.
Los padres de una amiga que vivían a menos de
cuarta cuadra de mi casa, decidieron comprárselo.
Recuerdo cómo miraba los pianos. ¡Allí estaba mi
sueño!!!
Sentí ese día a mi madre muy nerviosa.
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Hoy entiendo que deseaba comprarlo y a la
vez sentía miedo de todo el dinero que tenía
que pagar. Estaba en una encrucijada.
El camión se fue y mi sueño quedó
guardado en mi corazón junto
al dolor de la frustración por no
hacerse realidad.
Y aunque pasaron los años,
mi deseo siguió intacto.
Partió mi abuelo a otro plano,
sin que hayamos concretado
ese sueño.
En mayo de este año, en el
curso “Dinero, estás ahí”, impartido
por Jean Guillaume Salles,
comprendí que son líneas en el tiempo,
o líneas temporales que se abrieron en
su momento y al no concretarse lo ansiado,
deseado o esperado, quedó abierto ese espacio.
Esto se convierte en una fuga de energía
para otro objetivo, no utilizada.
A todos nos ha pasado.
Lo que necesita cerrarse o dar por concluido
es aquello que fue importante y sabemos
que no lo vamos a concretar en el presente
y que cada tanto vuelve a nuestra mente recordando
el dolor de la frustración.
Al tomar conciencia de esto, me di cuenta
que tenía abierta la línea temporal del libro
que había comenzado a escribir unos cuantos
años atrás. Comprenderlo me motivó a retomar
el camino y al poco tiempo lo finalicé.
LAS LÍNEAS TEMPORALES TIENEN VIDA AUTÓNOMA.
SON COSAS DEL PASADO.
LA ENERGÍA ESTÁ BLOQUEADA.
Así que cuando llegó el momento de la
práctica me dispuse a recuperar la energía
que había quedado atrapada en ese deseo de
tener un piano y me dispuse a cerrar la línea
temporal.
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Haciendo una síntesis de este ejercicio,
compartido por Jean Guillaume Salles en su
taller, imaginé una línea y ubiqué con una lapicera
sobre el piso el nacimiento, el momento
presente y el futuro. Parada en el presente
fui caminando hacia atrás ubicando el momento
en el que sentí que había sucedido el
incidente del piano.
Comencé a transitar caminando una línea
imaginaria que salía de la principal y que en
mi caso se desviaba hacia la izquierda. Fui
imaginando todos los detalles mentalmente
y con sentimiento, ese deseo.
Vi el camión y de él bajando el piano en
mi casa, a las personas que ayudaban y elegí
mentalmente dónde ponerlo. Luego me vi tocándolo,
mis padres y mi tía me miraban con
ojos que expresaban su orgullo y satisfacción.
Fui creando vívidamente las emociones
que habría sentido si eso hubiera ocurrido en
realidad. Sin embargo, faltaba mi abuelo... Lo
imaginé y lo vi al costado del piano mirándome
con una sonrisa.
Mientras realizaba esta actuación donde
el subconsciente no distingue si es realidad o
ficción, fue desdibujándose todo, lo único que
demoró en irse fue la presencia de mi abuelo.
Esencial es que cuando se recorre la línea
temporal la experiencia tiene que sentirse
como real, no es una metáfora.
Y cuando es tan vívido se puede recuperar
esa energía haciendo un trabajo con la
respiración.
Ubicada en la escena con los ojos cerrados,
giré la cabeza hacia la derecha e inspiré
hacia la izquierda, luego expiré hacia la derecha
hasta volver a colocar la cabeza en el
medio. Hice una pausa. Siempre imaginando
este hecho, repetí este ejercicio hasta que
la imagen se fue borrando, y los personajes
desdibujándose.
Cuando sucede esto, es cuando sabemos
que estamos recuperando la energía.
Volví a la línea imaginaria principal y al
contemplar la que había recorrido sentí mucha
paz. Y en ese momento hice un acto simbólico
para el subconsciente que puede ser
dibujar en el piso el signo de multiplicación u
otro que signifique para nosotros algo que se
cerró y un golpe de manos en seco para dejar
en claro que está concluido.
Al volver a recordar ese deseo, siento haber
concluido esa línea temporal.
Lo que esperaste, deseaste y no llegó…
Ahora tienes la oportunidad de recuperar
esa energía y dirigirla a un objetivo de este
presente.
Mi agradecimiento a todas las personas
que me hicieron comprender la importancia
de cerrar las líneas temporales.
Silvia Rodríguez Borges
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Momentos de consciencia
¿QUÉ SIGNIFICA?
En todo este tiempo de evolución y
desarrollo personal, veo como una película
los cambios que están ocurriendo
vertiginosamente.
El acceso a la información por internet
está disponible de forma muy
accesible. Casi podríamos decir que
“está casi todo”. Y como muchos
opinan: el exceso de información
lleva a la desinformación.
Es tal la abundancia de material
que se dificulta la selección, digerir,
interpretar, discernir y sintetizar la
colosal cantidad de información a
la que se está expuesto.
Se agrega también la confusión
por la contradicción en los datos y
falsas informaciones. Puede llegar
a convertirse en abrumador.
Es tanto lo que nos llega que leemos rápidamente
y pasamos a otra cosa.
Observando lo que está ocurriendo, aprecié
que esa abundancia de frases para leer
que circulan por los distintos medios sólo es
leída e inmediatamente dejada atrás por la
“La posibilidad
de realizar un sueño
es lo que hace
que la vida sea
interesante”.
Paulo Coelho
Espacio de Apoyo Anónimo
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aceleración que vivimos y la sobrecarga de
información.
Y es así que decidí crear:
“Momentos de Consciencia”
Leer y hacer
Aceptando la realidad que se vive, me propuse
lograr que en el mismo momento de la
lectura se tenga “un momento de consciencia”,
de presencia en la vida, ya que estamos
sumergidos en una rutina casi inconsciente.
Esta ha sido “la primera frase motivacional”
que he publicado en la página de facebook:
“Una Apuesta a la Vida”.
Por un instante podemos tomar conciencia
de que estamos vivos.
Que vivir nos hace posible disfrutar de la
familia, de amigos, de seguir acompañando a
nuestros hijos en su crecimiento y evolución.
Que podemos disfrutar de hermosos momentos
viajando, apreciando la naturaleza...
Que también nos ofrece la posibilidad de expresar
nuestro talento, de aprender…
De acompañar a otros cuando lo necesitan,
de ser solidario…
Si al reflexionar “agradecemos”, elevaremos
inmediatamente la vibración de ese momento
que estamos viviendo.
Por esto les invito a compartir con sus amigos
y familiares:
“Momentos de consciencia”
Leer y hacer
Infinitas posibilidades están ante nosotros
con los nuevos medios de comunicación. Es
necesario empoderarnos para que estas nuevas
formas estén a nuestro servicio y no nosotros
al servicio de estos medios.
Fundamental es la presencia del
discernimiento
¿Qué suma a nuestra vida?
¿Cuánto nos resta a las cosas que realmente
son esenciales e importantes?
Douglas Rushkoff, el sagaz teórico de los
medios egresado de Princeton, sintetiza este
ejercicio de tomar las riendas con la frase
“darse cuenta digital” y agrega:
“programa o serás programado”.
Indudablemente que hace un llamado a la
toma de consciencia.
Mi deseo es que llevemos una vida informativa
sana, que nos permita alimentar
nuestro crecimiento personal.
Silvia Rodríguez Borges
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EL AMOR
¿Dónde está?
Generación tras generación se ha ubicado
al amor fuera de nosotros.
Canciones, poemas, escritos lo afirman.
Frases como:
“aún no me ha llegado el amor”
“sin su amor no soy nada”
“amor te has ido y me has dejado un gran
vacío”
Y un sinfín de expresiones que sólo reafirman
que lo que esperamos, viene fuera de
nosotros.
¿Alguien o algo nos lo tiene que dar?
En nuestro inconsciente creemos que atender
y estar al servicio del otro, es el verdadero
amor.
Estas creencias que hemos heredado, nos
han hecho sentir que estamos siempre en
deuda.
Nunca nos sentimos satisfechos con lo que
hemos dado, siempre queda la sensación de
que no fue suficiente.
Con los padres, con los hijos, con los
amigos…
Cuando alguien muy querido por nosotros
parte de este plano, inmediatamente aparece
la culpa con esa voz acusadora haciéndonos
sentir que podríamos haber dado más. La
deuda parece eterna.
En esta creencia de que el amor es donarse
al otro, queda nuestro ser postergado.
Es el viejo paradigma: “Dar para que me
amen”
Este error lleva a la acción de dejar de ser
uno, de postergarse… para mantener la presencia
de la persona que “creo” que es quien
me da “el amor”.
Son acciones que provienen del miedo a
perder.
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269 17

“El amor” a nivel energético es expansión,
es una vibración que se extiende desde
nuestro ser.
Si intentamos definirlo, sería como una
energía que brota generalmente del pecho y
busca expandirse. Es difícil ponerlo en palabras,
es un estado, más que un sentimiento.
Es tan así, que cuando vibramos en amor
lo percibe nuestra familia, nuestra empresa,
nuestras relaciones y todo elemento que esté
a nuestro alrededor.
No tengo que entregarle al otro, sino compartir
con el otro lo que yo soy.
El amor parte de cada uno y eso sucede si
uno se ama a sí mismo, si se valora, se respeta,
se honra.
Esto es lo que se comparte.
El amor implica valoración.
“ENAMORÁNDOTE PERMANECES
SIENDO UN NIÑO;
CRECIENDO EN EL AMOR MADURAS.
POCO A POCO EL AMOR SE CONVIERTE,
NO EN UNA RELACIÓN, SINO EN UN
ESTADO DE TU SER.
NO ESTÁS ENAMORADO, ERES AMOR”.
OSHO
Hemos oído hablar de cómo las plantas
perciben la vibración de las personas que las
cuidan con amor y aumentan su crecimiento
y belleza.
Es una energía que se irradia y nos hace
brillar.
Por lo tanto el nuevo planteamiento es
desarrollar el amor encontrando el valor
Estos nuevos tiempos traen otro concepto.
Se está recorriendo un nuevo paradigma.
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

en sí mismo que significa respetarse, apreciar
la propia existencia para que también
podamos valorar toda cosa existente en el
planeta, en el universo, en mi mundo.
Estoy refiriéndome a él en su más amplio
concepto.
Va dirigido hacia todo, no sólo a la pareja.
¿Por qué sentimos la vibración del amor
cuando vemos a los bebés, a un niño jugando,
a una flor que abrió sus pétalos, a un ave
alimentando a su pichón, a un pintor esbozando
su obra, a un pianista mostrando su
destreza…
Ese valor que le damos a lo que vemos, es
lo que nos hace emitir esa vibración que llamamos
“amor”.
Amar es apreciar todo lo que existe.
Sólo es posible cuando he reconocido mi
valor por el simple hecho de existir.
Si no me honro, difícilmente podré vibrar
en amor.
Esto me hará buscar “afuera” lo que no
tengo “adentro”.
Estará presente en toda relación la demanda
de que me respeten, me honren y me
den lo que necesito porque no lo tengo en mi
interior
Es amándonos como vibraremos en esta
frecuencia y atraeremos lo mismo del
entorno.
Es esencial que “el amor” en la pareja sea
consciente y por elección.
FOTOGRAFÍA Y
VIDEO DIGITAL
CARLOS
GEYMONAT
TEL 45342790
ccgeymonat@gmail.com
DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269 19

Antiguamente nos sentíamos dichosos de
estar enamorados de otra persona.
El enamoramiento es algo espontáneo.
A nivel biológico lo que sucede es que ciertas
células sienten afinidad con la genética de las
células de la otra persona que me enamoro. Es
un sentimiento que no es consciente porque no
lo manejo y generalmente se sufre por ello.
En este nuevo paradigma es esencial decidir
amar con consciencia lo que se quiere.
Amar conscientemente es valorar, respetar,
honrar.
Puedo encontrarme con alguien que tiene
atributos que me gustan.
Entonces decido conscientemente tener un
propósito junto a esa persona y decido conscientemente
amar, y tiene que ser útil para la
evolución de ambos.
Amar es también la capacidad de conectar,
de sentir unión, de vincularme.
El AMOR
¿Dónde está?
No está fuera de nosotros.
Nace cuando comenzamos a valorarnos.
Habita nuestro interior.
Amor es valor.
Amor es respeto.
Amor es honrarme.
Amor es brillo que se emana.
Amor es unión, conexión.
Las relaciones sanas no se basan en la necesidad,
sino en la pasión y en el entusiasmo de
compartir con otra persona lo que soy y caminar
por la vida con el objetivo de evolucionar.
Sólo puedo compartir lo que poseo.
Y ME AMÉ, ME AMÉ COMO NADIE JAMÁS LO HIZO…
ENTONCES APAGUÉ EL RUIDO DE AFUERA Y ENCENDÍ
LA MÚSICA DE MI INTERIOR, Y BAILÉ NOCHES ENTERAS
CON MI TRISTEZA Y CON MI TORPE CORAZÓN.
Y ME SENTÍ ORGULLOSO DE MÍ, POR UN INSTANTE
DEJÉ DE ACUSARME Y COMENCÉ A PERDONARME POR
TODO LO QUE UN DÍA FUI.
Y ME AMÉ, ME AMÉ COMO NADIE JAMÁS NADIE LO
HIZO, Y DE TANTO NEGARME A MÍ MISMO, AL FIN ME
DIJE QUE SÍ.
-KELBIN TORRES
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

Sabias
que:
La risa no es una emoción es una expresión
de la emoción. Se puede comprobar cómo la
risa se manifiesta en los más pequeños antes
de la adquisición del lenguaje e incluso antes
de conocer si algo es gracioso o no.
Mientras un niño sano ríe 300 veces al día,
un adulto lo hace ocasionalmente unas 15 veces.
Cuando se va cumpliendo años se va perdiendo
la espontaneidad y la risa va desapareciendo
y las carcajadas disminuyendo.
En la Edad Media estaba prohibida al pueblo
la risa. Los poderosos se la procuraban con los
bufones curadores, que aparecían en las cenas
palaciegas para conseguir con sus bromas que
los reyes y nobles disfrutaran de una vida más
agradable. Uno de los momentos más importantes
de su actuación tenía lugar durante la
comida, con el fin de hacer reír a los comensales
y con ello, hacerles segregar más jugos gástricos,
para tener mejor digestión.
Se observaron a 43.391 personas hombres
y mujeres de 40 a 79 años que vivían
en la región de Ohsaki en un período de 7
años y sólo se produjeron 3048 muertes.
Este estudio se llevó a cabo en la Escuela
de Medicina de la Universidad de Tohoku.
A los participantes se les preguntó si disfrutaban
de la vida.
Llegaron a la conclusión que las personas
que gozaban de la vida tenían menor
riesgo de morir por problemas cardiovasculares
o por otras causas.
Posteriormente un estudio llevado a
cabo en la Universidad de Iwate en el que
se dio seguimiento a más de 73.000 personas
durante cinco años, llegó a las mismas
conclusiones.
Todo indica que los japoneses, en especial
de los centenarios que viven en Okinawa,
radica en el ikigai, una motivación
vital, algo que les da fuerzas para levantarse
todas las mañanas y seguir viviendo.
La palabra ikigai proviene de los vocablos
ikiru (vivir) y kai (materialización de lo
que uno espera). Podría decirse “una razón
para ser y vivir”.
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PUEDES VALERTE
POR TI MISMO
Hace pocos días se me presentaron distintas
situaciones con padres y abuelos y la educación
de sus hijos y nietos.
Después que uno ha vivido algunos años,
escuchado experiencias diversas, sumando lo
leído y experimentado, creo que un mensaje
de ORO que podemos darle al educar a todos
los niños, adolescentes… es:
“Puedes valerte por ti mismo”
Son innumerables las acciones que hacemos
en lugar de ellos, dándoles inconscien-
temente el mensaje de: “tú no puedes solo”.
Creemos que los acompañamos y realmente
en algunos momentos les estamos cortando
las alas.
Recuerden ese cuento que todos conocemos
donde el águila que había crecido en un gallinero
se creía una gallina y que no podía volar tan
alto como lo hacía esa ave que él admiraba.
El primer paso para todo educador, padre,
abuelo… es creer realmente en su interior, que
existe un potencial a desarrollar en cada uno.
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Qué mejor que compartir un extracto del
libro “Los Hábitos de la gente eficaz” donde el
reconocido autor Stephen R. Covey narra una
experiencia muy significativa junto a su esposa
respecto a este tema.
“Hace unos años, mi esposa Sandra y yo
nos enfrentábamos a una preocupación […].
Uno de nuestros hijos pasaba por un mal
momento en la escuela. Le iba fatal con el
aprendizaje; ni siquiera sabía seguir las instrucciones
de los tests, por no hablar ya de obtener
buenas puntuaciones. Era socialmente
inmaduro, y solía avergonzarnos a quienes
estábamos más cerca de él. Físicamente era
pequeño, delgado y carecía de coordinación
(por ejemplo, en el béisbol bateaba al aire,
incluso antes de que le hubieran arrojado la
pelota). Los otros, incluso sus hermanos, se
reían de él.
A Sandra y a mí nos obsesionaba el deseo de
ayudarlo. Nos parecía que si el “éxito” era importante
en algún sector de la vida, en nuestro
papel como padres su importancia era suprema.
De modo que vigilamos cuidadosamente
nuestras acritudes y conducta con respecto a él,
y tratamos de examinar las suyas propias. Procuramos
mentalizarlo usando técnicas de actitud
positiva. ¡Vamos, hijo! ¡Tú puedes hacerlo!
Nosotros sabemos que puedes. Toma el bate un
poco más arriba y mantén los ojos en la pelota.
No batees hasta que esté cerca de ti”. Y si se desenvolvía
un poco mejor, no escatimábamos elogios,
para reforzar su autoestima. “Así se hace,
hijo, no te rindas”.
Cuando los otros se reían, nosotros nos enfrentábamos
a ellos. “Déjenlos en paz. Dejen
de presionarlo. Está aprendiendo”. Y nuestro
hijo lloraba e insistía en que nunca sería nada
bueno y en que de todos modos el béisbol no le
gustaba.
Nada de lo que hacíamos daba resultado, y
estábamos realmente preocupados. Advertíamos
los efectos que esto tenía en la autoestima
del niño. Tratamos de animarlo, de ser útiles
y positivos, pero después de repetidos fracasos
finalmente hicimos un alto e intentamos contemplar
la situación desde un nivel diferente.
[…] Cuando Sandra y yo hablamos sobre
los conceptos que estaba enseñando en la IBM,
y acerca de nuestra propia situación, empezamos
a comprender que lo que hacíamos para
ayudar a nuestro hijo no estaba de acuerdo
con el modo en que realmente lo veíamos. Al
examinar con toda honestidad nuestros sentimientos
más profundos, nos dimos cuenta de
que nuestra percepción era que el chico padecía
una inadecuación básica; de algún modo, un
“retraso”. Por más que hubiéramos trabajado
nuestra actitud y conducta, nuestros esfuerzos
hubieran sido ineficaces porque, a pesar de
nuestras acciones y palabras, lo que en realidad
le estábamos comunicando era: “No eres capaz.
Alguien tiene que protegerte”.
Empezamos a comprender que, si queríamos
cambiar la situación, debíamos cam-
“Importa mucho más
lo que pienses
de ti mismo
que lo que los demás
opinen de ti”.
Séneca
Espacio de apoyo
Anónimo
DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269 23

iarnos a nosotros mismos. Y para cambiarnos
con eficacia, en primer término teníamos
que cambiar nuestras percepciones.
[…] De modo que decidimos centrar nuestros
esfuerzos en nosotros mismos, no en nuestras
técnicas sino en nuestros motivos más profundos
y en nuestra percepción del niño. En
lugar de tratar de cambiarlo a él, procuramos
apartarnos- tomar distancia respecto de él- y
esforzarnos por percibir su identidad, su individualidad,
su condición independiente y sus
merecimientos.
[…] Vimos dentro de él capas y más capas
de potencial que iban a dar sus frutos con su
propio ritmo y velocidad. Decidimos relajarnos
y apartarnos de su camino, permitir que
emergiera su propia personalidad. Vimos
que nuestro rol natural consistía en afirmarlo,
disfrutarlo y valorarlo. También elaboramos
conscientemente nuestros motivos y cultivamos
las fuentes interiores de seguridad
con el fin de que nuestros sentimientos acerca
del propio mérito no dependieran de la conducta
“aceptable” de nuestros hijos.
Cuando nos deshicimos de nuestra antigua
percepción del niño y desarrollamos motivos
basado en valores, empezaron a surgir nuevos
sentimientos. Nos encontramos disfrutando de
él, en lugar de compararlo o juzgarlo. Dejamos
de tratar de hacer con él un duplicado de nuestra
propia imagen, o de medirlo en comparación
con ciertas expectativas sociales. Dejamos
de manipularlo amable y positivamente para
que se adecuara a un molde social aceptable.
Como lo considerábamos fundamentalmente
apto y capaz de afrontar con éxito la vida, dejamos
de protegerlo cuando sus hermanos y otros
pretendían ridiculizarlo.
Había sido educado a la sombra de esa
protección, de modo que atravesó algunas
etapas dolorosas, que él expresó a su manera
y que nosotros aceptamos, pero a las que no
siempre respondimos. “No necesitamos protegerte”
–era el mensaje tácito-. “Básicamente,
puede valerte por ti mismo”.
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

A medida que pasaban semanas y meses,
fue desarrollándose en él una tranquila confianza;
se estaba afirmando a sí mismo. Maduraba
según su propio ritmo y velocidad.
Después de un cambio brusco, empezó a destacar
en los estudios, yendo más allá del denominado
proceso natural de desarrollo que
establecen las normas sociales. […]
Sandra y yo creíamos que los logros “socialmente
impresionantes” de nuestro hijo
eran una expresión accesoria de los sentimientos
que experimentaba respecto de sí
mismo, más que una mera respuesta a las recompensas
sociales. Esta fue una experiencia
sorprendente para Sandra y para mí, muy
instructiva en el trato con nuestros otros hijos,
y también en otros roles. […]
“Uno no puede
pisar dos
veces
el mismo río”.
Heráclito
Espacio de Apoyo Anónimo
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SUPLEMENTO EDUCATIVO PARA LA VIDA
UN HÁBITO INÚTIL
LA QUEJA
“LA QUEJA CONSTANTE
ES EL TIPO
MÁS POBRE DE PAGO
POR TODAS LAS
COMODIDADES
QUE DISFRUTAMOS”.
BENJAMIN FRANKLIN
Tenemos derecho a expresar nuestra disconformidad,
disgusto y para manifestarlo
utilizamos la queja.
Todos alguna vez la hemos expresado y
más común en grupo.
Lo negativo es cuando la queja se convierte
en un hábito, en una realidad cotidiana que
está presente con frecuencia en el día a día.
Es importante conocer y comprender a las
personas quejosas y así tener una mirada diferente
sobre ellas.
Todos conocemos a alguien que encuentra
las cosas más inverosímiles para quejarse.
No es solamente si salió el sol, si llueve,
si hace calor y porque hace frio… Van mucho
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DICIEMBRE 2017 - AÑO 24 - Nº 269

más allá. Todo es motivo de queja y estar al
lado de ellas a veces se hace insostenible
energéticamente.
O se desea salir corriendo o uno queda
esperando que termine sus quejas que nos
producen tanta incomodidad.
Dialogué con alguien que tiene
conciencia de que la queja lo
aqueja!!!
¿Qué o quién te hizo tomar conciencia
de que por momentos tienes ese hábito
de la queja?
Mi madre, mis hermanos y yo mismo.
Esto lo hago después que vengo de una jornada
extenuante. Me descargo quejándome
por cosas insignificantes o importantes.
Cuando digo yo mismo, es porque quiero
trascender este hábito entonces me hablo
interiormente: -No, pará. Adónde estoy
yendo? Y ahí es como poner un pie en el
freno y me digo: -démosle vuelta al asunto.
Agradezcamos que pasó “eso” para aprender
y no quedarme viendo el lado negativo.
Incluso mis amigos con su lenguaje me
dicen: - pero nada te sirve, nada te viene
bien!!
¿Recuerdas desde qué edad esto se
hizo más notorio?
No sabría decirlo con exactitud. Quizás
cuando empecé a ser más responsable de
mi vida. Más o menos en estos últimos 4
años. Cuando tomaba las decisiones por
mi cuenta. Puedo decirte que más fuerte
caí en la queja cuando estuve en un trabajo
que no me gustó el ambiente, que había
pensado que era diferente y que iba a crecer
profesionalmente pero me sentí mal.
Ahora lo estoy viviendo también al tener
un trabajo de mucha presión, siento denso
el ambiente, estresante, extenso y ahí veo
cómo las defensas me bajan y caigo fácilmente
en la comodidad de la queja. Y me
permito descargarme de esta manera.
¿Puedes ver lo positivo o la atención
se dirige fácilmente hacia lo que no te
agrada?
Puedo decirte que al principio veo todo
negativo, todo negro. Cuesta ver lo positivo.
Es muy cómoda la queja. Y creo que
en el fondo uno piensa que quejándose
va a solucionar las cosas o que lo positivo
después va a aparecer. Primero me quejo
como desahogándome y después… empiezo
a vislumbrar lo positivo. La queja es una
tentación. En las cosas que no me agradan
la atención es mayor.
Ejemplo: voy a mi trabajo, salgo en el
auto, y caigo en la queja porque hay una
persona que paró en doble fila que está
obstruyendo el tránsito, y comienzo a
quejarme, a juzgar. Ahí me doy cuenta
y me digo: -¿para qué te quejas? ¿estás
logrando llegar más temprano, más rápido?
–No!!!
Y ahí agradezco la situación pensando
que para algo fue. Y pienso que quizás eso
me hace ir más despacio por alguna razón,
etc. Entonces se convierte en un juego este
desafío y se hace más dinámico.
¿Qué sentimientos percibes en ti al
quejarte?
Me quejo sabiendo que no voy a lograr
nada. Lo hago igual por hábito. Es un desahogo
lo que siento sabiendo que la realidad
no la puedo cambiar. Siento enojo,
frustración, impotencia…
¿Qué consecuencias tiene para tu vida?
Pueden ser varias.
En la vida personal si me quejo atraigo
el enojo y expresiones como: -ya me tienes
cansado o –sos sumamente quejoso. También
atraigo frustración de parte de los demás
al escucharme. Genero una situación
incómoda.
En el trabajo el resultado puede ser desbastador
porque el entorno se puede tornar
negro. Si me quejo porque un cliente
que atendí me complicó y se puso pesado y
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me tiene cansado, puedo seguir atrayendo
otros parecidos, con la misma vibra.
Y con mis compañeros se generan roces
constantes.
Sólo logro que lo que me propongo no
se me dé.
Por eso está bueno reflexionar antes de
caer en la queja. Hoy en día intento despertarme
y agradecer lo más mínimo.
No me es fácil porque uno se olvida, entra
en automático.
Intento hacerlo igual y con sentimiento,
no sólo desde la mente.
Soy consciente que me olvido y hasta no
tengo ganas de hacerlo.
Es como que a veces no encuentro energía
para hacerlo. Pero reconozco el bien
que me hace.
A veces traigo a mi mente una escena del
video “la ley de la atracción”.
Una persona se levanta, se golpea la pierna
y comienza a quejarse y decir una serie
de palabras… Entonces su jornada se convierte
de la misma manera, atrae situaciones
embarazosas.
Las consecuencias pueden ser muy variadas
y uno tiene que estar preparado para
eso, para las consecuencias que va a atraer.
Trato de ser consciente de la queja y de
sus frutos que no son nada agradables.
¿Cuál es la reacción de las personas de
tu entorno?
Percibo en la otra persona un escudo, en
las que no son tan quejosas como yo.
Apenas comienzo me dicen: -escúchate,
mira de lo que te estás quejando!! Estás cayendo
de nuevo. Prestá atención. Pará.
Está bueno esto porque lo ayudan a uno
a darse cuenta.
Están las otras que son negativas y ahí se
dan vuelta los papeles.
Cuando lo soy yo trato de autocorregirme.
Tengo un amigo que es sumamente quejoso
y es un gran “espejo” para mí. Interiormente
mientras lo escucho digo repetidamente:
-cancelo, cancelo, cancelo… Es
como si abriera el paraguas para no afectarme
yo y eso mismo es lo que deben hacer
las personas que me escuchan a mí.
Otros no me escuchan directamente, se
evaden con la atención.
-No me interesa escuchar las quejas
tuyas- dicen.
Otras se suman a mi queja. Y de pronto
empiezas a no soportar esa conversación y
ahí te dices: -mira lo que atrajiste.
Entonces encuentro las que te detienen
y las que se suman a lo mismo.
¿Eliges en qué lugar y con quién expresas
las quejas o surgen espontáneamente?
No lo elijo, se da espontáneamente y empiezo
a hacerlo en automático.
Soy consciente que cuando entro al
trabajo lo hago para quejarme con mis
compañeros, porque es un trabajo de mucha
presión y estamos vulnerables ante
las situaciones estresantes. Todos estamos
en lo mismo, es como tener aliados
para hacerlo.
Cuando salgo de ahí digo: -no más.
Es como un permiso que me doy en algunos
lugares.
Mi ámbito laboral es donde más lo expreso
porque estamos casi todos en lo mismo.
¿Has tomado alguna decisión o usado
alguna herramienta para cambiar este
hábito inútil?
Sí lo estoy haciendo. Meditando de mañana
para ser más consciente.
Yo mismo trato de ser más consciente en
el día a día, intentando ver a cada situación
lo positivo.
Repito una frase que dice: “Me llamo
(Nombre), esto lo he creado yo. Perdóname,
te perdono y me perdono”. Y siento
que se disuelve.
He recurrido a la liberación de emociones
con la técnica “El código de las emoción”.
También imagino una burbuja a mi alrededor
y digo: “Atraigo un próspero y armonioso
día”.
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Lo que más me ayuda, es ser consciente
de mi mismo.
Las herramientas son sumamente beneficiosas
para uno pero si se usan con
consciencia.
La “consciencia” cumple un rol vital.
También entender que si quiero cambiar
mi realidad tengo que cambiar este
hábito.
“Darme cuenta” ha sido el mayor beneficio
y ver las consecuencias que me trae
en la vida.
Hay una frase que leí:
“No haga de su queja un hábito”
La vida es un juego y está muy bueno.
Yo mismo sé que si me quejo por una
pequeña cosa viene la consecuencia.
Si tengo una actitud positiva espero la
consecuencia positiva.
Esto me lleva a elegir y decir: “¿Qué
gano con ser quejoso?”
Está en la tapa de un libro:
“Ser quejoso es ser una persona negativa
y la negatividad atrae lo negativo. Ser una
persona positiva atrae situaciones positivas
y de agradecimiento”.
Me pregunto: ¿Adónde quiero llegar?
¿Qué estoy logrando?
Hay dos caminos para lograr las cosas: el
de la queja que es un largo camino y no sé
si lograré mi meta o el de la gratitud.
Entender que todo pasa por algo, que todo
tiene sentido, hace que uno llegue más pronto
a lo que se propone.
La queja es algo que tengo que trascender.
Ella siempre está latente y ese es mi desafío.
(Mi agradecimiento a este compartir de
F.M.)
Opinan sobre la queja…
Algunos piensan que es ingratitud por la vida.
Otros que es una pérdida de tiempo.
Que las personas quejosas llevan gafas
grises y no pueden ver los colores que también
tiene la vida.
Sin embargo sabemos que todo tiene una
causa, lo importante es evitar el juicio y la
crítica e intentar comprender por qué se desarrolla
este hábito que nadie duda que es
inútil y perjudicial.
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Esto es tanto para la persona quejosa
como para el entorno.
Hábito inútil
Generalmente este hábito que empieza a
afirmarse día a día cuando nadie del entorno
lo detecta, va paulatinamente por repetición
transformándose en hábito.
Indudablemente cuando se intensifica
esta conducta es cuando el entorno comienza
a reaccionar frente a ello. Puede que se
esté a tiempo, y el cambio sea fácil, o que
se requiera una disposición sostenida de la
propia persona afectada para realizar esta
transformación.
Puede ser una conducta heredada de alguno
de sus padres o de alguna persona con
la que se mantenga contacto diario.
La persona quejosa no se da cuenta a tal
punto que cuando va a dialogar le cuesta
hablar de temas sin dejar escurrir alguna o
algunas quejas.
“LA GENTE SE QUEJA MUCHO,
PERO SE ACOBARDAN A LA HORA DE ACTUAR.
QUIEREN QUE TODO CAMBIE,
PERO SE NIEGAN A CAMBIAR”.
PAULO COELHO
Algunas posibles razones
Insatisfacción: Se tiene una profunda insatisfacción.
La excusa puede ser la lluvia,
el ruido que hace el vecino, el compañero
de trabajo, el lugar, la desconsideración del
jefe… En realidad hay un gran vacío interior
y una falta de sentido por la vida.
Se le dificulta encontrarle el sabor a la
vida, apreciar lo bueno que sucede a su alrededor.
Es como si tuviera un antifaz que sólo
le permite mirar hacia un sólo lado.
Merecimiento y comparación: Pueden
tener la característica de compararse y ver
que a los demás todo se les da, o por lo menos
lo que ellos desean, y creen que la suerte
no les acompaña. Se quejan por ello y además
consideran que se lo merecen más que
a los demás.
Manipulación: Una persona puede haber
vivido una circunstancia realmente muy dolorosa
y su queja estaba justificada. El entorno
indudablemente que da apoyo comprendiendo
la situación y el dolor que provoca.
La persona se siente sostenida.
No duda que todos comprenden que fue
víctima y que aceptan todas sus quejas y las
encuentran razonables.
Cuando un largo tiempo va transcurriendo
y la persona sigue inmovilizada en este rol,
se da cuenta inconscientemente que manipula
a los demás y encuentra energía a través
de la atención. Esto sucede hasta que el
entorno se cansa y ya no justifica las quejas.
La persona inconscientemente comienza
a utilizar ese lamento para atraer personas
y su energía y cualquier situación servirá de
motivo.
Como decía un amigo que recuerdo:
“El que sus penas canta, espanta”.
Consecuencias de la queja
Víctima: Es colocarse en el papel de víctima,
todo lo de afuera es responsable de lo
que le sucede.
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Energía: Se invierte energía en algo improductivo:
la queja.
Lo necesario es dirigirla hacia nuevas actitudes
para salir adelante apreciar el para
qué de cada situación y sacar el mejor beneficio
de lo vivido.
“CON LA MITAD DE LA ENERGÍA
NECESARIA PARA EXPRESAR
UNA QUEJA
SE EMPIEZA A CONSTRUIR
UNA SOLUCIÓN”.
RAFAEL VIDAC
Pueden quedar inmóviles sin accionar.
El control queda fuera de ellos, se lo entregan
a las distintas situaciones.
La queja puede ser una manera de esconder
la cabeza bajo tierra como un avestruz,
en lugar de afrontar el problema que les
preocupa.
Facilita el hecho de no pasar a la acción y
enfrentarse a lo que está ocurriendo.
Estado de ánimo: Se está en un mundo
donde es necesario integrar el día y la noche,
el frío y el calor… Aceptar no significa gustar.
Sin embargo cuando se rechazan personas,
situaciones…ese aspecto negativo hace
permanecer más en ello.
Lo dice la frase: “lo que resistes, persiste”.
Es fácil de deducir que los sentimientos
que genera este hábito son la impotencia, la
frustración, el enojo, la tristeza, la ira.
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Oportunidades: Como antes lo mencioné
las gafas grises pueden impedir ver las
oportunidades que se le presentan: ve el
vaso medio vacío y no la parte llena.
Esta misma actitud hace que atraiga más
de lo mismo porque es la vibración que sostiene
durante un tiempo importante en su
día a día.
Por eso, la profecía que él expresa parece
auto cumplirse.
“LA GRATITUD ES RIQUEZA
LA QUEJA ES POBREZA”.
DORIS DAY
El entorno: No es sencillo convivir con
una persona quejosa porque un día se puede
escuchar, dos, tres… pero llega un momento
que se empieza a querer evitar ese contacto
o se levanta un mecanismo de defensa
contra esa energía que realmente afecta. Es
como la víctima, el otro siente que su energía
vital desciende y en estos casos sucede
lo mismo.
Cómo salir
de la queja
El primer paso es ser consciente y tener la
intención de cambiar.
Se puede pedir apoyo al entorno para que
amablemente ayuden a la toma de consciencia.
Es importante que la persona entienda
adónde le lleva la queja, las consecuencias
que tiene para motivarse al cambio.
Puede solicitar ayuda profesional para
acompañarse en dejar atrás este hábito inútil
y disfrutar de la vida.
Es dar un paso y luego otro.
Es asumir la responsabilidad de las actitudes,
en lugar de quedar en el rol de víctima
y culpar a los demás.
Se puede hasta hablar con esa sub-personalidad
quejosa cuando aparece, haciéndose
preguntas que si las escuchamos se harán oir.
¿Qué beneficios me otorgas?
Es nuestra sabiduría interior la que
responderá.
Comparto este breve cuento para
reflexionar.
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Breve cuento
SÓLO CON QUEJARSE NO ALCANZA
“En lo alto de una pequeña montaña
que dividiría a un pueblo del resto del
mundo, vivía un anciano, sabio y solitario,
que tenia por toda compañía a un perro.
Solía suceder en este pueblo que aquel anciano
bajaba de la montaña una vez cada
tanto y se instalaba a las orillas de un lago
en un pequeño atrio que había sido construido
para él.
Sucedía entonces que las personas de
este pueblo, se juntaban al pie de aquel
atrio y cuando el anciano llegaba le planteaban
sus dudas, sus temores, sus conflictos,
y el anciano siempre tenía una respuesta
que los satisfacía.
Algunos trataban de acercarse a él, y
cuando lo hacían, el perro que estaba tirado
a sus pies, gruñía fuertemente.
Siempre sucedía lo mismo.
Cierta vez, uno desde el otro lado del
lago, le preguntó:
- ¿Por qué cada vez que nos acercamos
a ti tu perro gruñe, es que no puedes aceptar
que nosotros estemos junto a ti, es porque
eres diferente a nosotros, es que este
perro está entrenado para ahuyentar a los
que queremos tenerte más cerca?
No, dijo el anciano, vosotros habéis
construido esta tarima, y en ese primer
escalón mi perro se echa. Cada vez que alguien
pisa ese escalón, un pequeño clavo
mal puesto sobresale un poco más, toca su
pata, y el perro gruñe.
Le duele.
-Pero entonces, si le duele ¿por qué
no se corre, por qué no cambia de lugar?
No, no es así, es que le duele como para
que se queje pero no lo suficiente para que
salga de ahí”.
Autor: Daniel Martínez
Reflexión: Es como nos pasa muchas veces
a nosotros, que nos molestan cosas y por
más quejas que hagamos nos quedamos inmóviles,
esperanzados que algún día las cosas
cambien. Y si molestan un poco no pasa
nada, algún día mejorará... y si tal vez nunca
mejora ¿quedaremos esperando eternamente
ese giro de la realidad?
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Otra opción para salir de la
queja
Otra opción es hacer el trabajo que nos
sugiere Byron Katie ante un pensamiento
que queremos cambiar.
La queja ocurre en el interior y también se
expresa en palabras.
Se puede ir ejercitando este cambio con
las cuatro preguntas que ella plantea:
¿Es verdad?
¿Puedes saber que es verdad con absoluta
certeza? (Sí o no)
¿Cómo reaccionas? ¿Qué sucede cuando
crees en ese pensamiento?
¿Quién serías sin el pensamiento?
Si se hiciera no sólo con los pensamientos
como sugiere Byron sino también con las
quejas, se puede apreciar cómo se ha tergiversado
la realidad en pos de no responsabilizarse
de sí mismo y de la situación.
Por sobre todo hay que tener presente
que la “queja” es lo que impide avanzar y lograr
los objetivos.
“AL FIN Y AL CABO,
SOMOS LO QUE HACEMOS
PARA CAMBIAR LO QUE SOMOS”
EDUARDO GALEANO
Muchas de las ilustraciones de esta revista proceden del buscador de imágenes en Google. Si el autor de alguna de ellas desea
que se cambie, puede ponerse en contacto e inmediatamente se suspenderá del medio digital que esté reproducida.
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De uso personal. Es un amplificador vibracional de conciencia.
Conecta con la frecuencia vibratoria del Cuerpo de Luz, estableciendo un canal que
ancla en nuestro Cuerpo Físico y en la Tierra códigos de Evolución, de Amor y Luz.
Investigaciones demostraron que: El nivel de energía vital aumenta.
El área del aura se incrementa. Repara fugas energéticas. Mejora la intensidad y
armonía de los chakras. Abre el corazón y activa la fuerza personal.
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Estimados lectores:
Celebremos la finalización de un ciclo y el amanecer de otro.
Con él se renuevan las posibilidades de seguir “creando”.
Reflexionemos sobre las experiencias pasadas que hemos disfrutado y de
las que con su pesar nos ofrecieron sabiduría.
Es tiempo de sacar del baúl algunos de nuestros sueños que quedaron
olvidados y despertarlos.
Es oportunidad de escudriñar qué dolor ha quedado escondido en nuestro
corazón para liberarlo y permitir que la vibración de la alegría nos embriague.
Valoremos lo que hay en nuestra vida y que anhelamos que permanezca.
Reconozcamos lo que deseamos y aún no tenemos.
Permitamos que nazca esa energía motivadora que todos albergamos y
caminemos con confianza hacia ello.
Celebro con ustedes este ciclo de 22 años de la revista “Una Apuesta a la Vida”
que ya está alejándose para abrir las puertas a sus 23 años de edición.
Mi corazón se baña de gratitud hacia todas las personas que lo han hecho
posible y que han elegido unirse a través de cada página.
Invisible pero presente, hay un corazón que desea “dar” y sólo es factible
porque encuentra a los que están dispuestos a “recibir”.
A “todos” nos envuelve la calidez de una energía envolvente y silenciosa mientras
vamos caminando por la “vida” disfrutando y trascendiendo nuestros desafíos.
Me dirijo hacia nuevos encuentros ofreciendo lo que mi alma con tenues
«
señales indica.
Mi mente una y otra vez alberga estas palabras:
Caminar a solas es posible,
Pero el buen andariego sabe
Que el gran viaje es el de la
»
vida
Y requiere compañeros
Helder Cámera
Gracias!!! a todos los que hacen posible cada edición.
Celebro con ustedes este 2017 que estamos dejando atrás.
Avancemos con alegría hacia este 2018 que permitirá que lo coloreemos
con el color que elijamos. El pincel está en nuestras manos.
Hasta la próxima edición.
Silvia Rodríguez Borges
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