PU 19

Perfumerías Unidas / Belleza
MáxiMa hidratación
Para mostrar un rostro jugoso, no le
importaba que su crema humectante fuera
tan densa que tardara varios minutos en
ser absorbida. Todo con tal de lucir esa
mítica lozanía facial.
DécaDas antes De que se pusieran
De moDa los iluminaDores y el strobing,
la actriz sabía que un rostro brillante
Disimula mejor las imperfecciones
ante la cámara.
cUanto Más brillo, Mejor
Décadas antes de que se pusieran de moda
los iluminadores y el strobing, la actriz sabía
que un rostro brillante disimula mejor las
imperfecciones ante la cámara. Lo aplicaba
sin sutilezas: vaselina, cualquier cold cream
y hasta aceite de oliva.
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no radical al sol
Pese a que en su época el bronceado era
sinónimo de belleza y bienestar, ella
lo detestaba. “No es ni más atractivo
ni saludable. Prefiero sentirme rubia
(entiéndase como de piel clara) por todo el
cuerpo”, confesaba a la revista Pageant.
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LOS TRUCOS DE MARILYN
Contouring labial, brillo para iluminar el rostro y cuatro delineadores como mínimo para
maquillar sus ojos. Estos son algunos de los secretos de belleza del ícono pop y símbolo sexual más
famoso de todos los tiempos, quien, 55 años después de su muerte, sigue sorprendiendo al mundo
por esa sensualidad y encanto natural que derrochaba en cuanto le ponían una cámara delante.
la aMbición rUbia
Así era conocida la diva, quien aseguraba
que “en Hollywood, la virtud de una mujer
importa menos que su peinado”. Teñía y
aplicaba mechas en su cabello cada tres
semanas para mantener perfecto su mítico
rubio platinado. Kenneth Battelle, Gladys
Rasmussen y Pearl Porterfield fueron los
privilegiados peluqueros que velaron por
el color de su melena. Por cierto, ella lo
llamaba “blanco funda de almohada”.
Polvos de talco
Para que el color no se degradara con
los lavados, aplicaba polvos de talco en
las raíces a modo de champú seco. Eso
también aportaba ese volumen mate sin
necesidad de cardar, tan imitado en las
décadas posteriores.
cUarteto de eyeliners
Su maquillador, Allan “Whitey” Snyder,
empleaba cuatro delineadores. Además
del característico trazo negro en forma
de cat eye, aplicaba uno blanco en la línea
de agua para agrandar el ojo, uno marrón
sobre las pestañas inferiores y un punto
rojo en el interior del área ocular, para
realzar el blanco del ojo.