Boletín 111 Noviembre-Diciembre 2017

TEDitorial
Niños de la iglesia perseguida
¿Cuánto estoy dispuesto a pagar por
seguir a Jesús? Todos tenemos que
enfrentarnos a esta pregunta tarde o
temprano en nuestras vidas. Como dijo
Jesús, debemos calcular si el dinero
que hemos presupuestado es suficiente
para acabar la obra comenzada. De lo
contrario, podemos quedar en ridículo.
Cuando Jesús dijo esto, lo hizo en el
contexto de estar preparado para pagar
el precio que significa seguirle.
Ahora bien, no dudo de que todos
estemos dispuestos a pagar cierto precio
por seguir a Jesús, pero cuando les
toca a nuestros hijos pagar el precio de
nuestra decisión, la cosa cambia. Esto,
trasladado al contexto de la iglesia perseguida,
es más radical incluso.
No es fácil explicarle a tu hija por qué
su padre murió en un conflicto entre
cristianos y musulmanes y no se le pudo
dar sepultura. No es fácil explicar que
los ritos que les están enseñando en la
escuela son satánicos y que tiene que ir
a vivir a otro lugar para apartarse de ese
ambiente. ¿Cómo le dices a tu hijo que
lo único que queda de su casa son unas
canicas que no pudo llevarse cuando
salisteis huyendo por vuestras vidas? Y
cuando tu hijo pregunta por qué le tiran
piedras, ¿qué le respondes? ¿Y si en lugar
de piedras son cócteles molotov?
No tenemos respuestas a estas preguntas,
pero sí respuestas a sus necesidades.
¿Qué pasaría si nadie escuchase
sus historias ni les ayudase a sanar sus
heridas? En este boletín, queremos
contarte como tú, por medio de Puertas
Abiertas, estás allí para dar esperanza en
medio de esas situaciones.
Ted Blake
Director de Puertas Abiertas España
Probablemente habrás recibido este boletín y, al ver
la foto en grande de la niña y escrito abajo “Todo
por ASMÍN”, habrás pensado: ¿Quién es Asmín?
¿Esta niña se llama Asmín? ¿Qué le ha pasado?
No te preocupes, a Asmín no le ha pasado nada. Es
más, Asmín ni siquiera existe, aunque evidentemente,
la niña laosiana de la portada sí. “Asmín” es en realidad
la palabra que forman las cinco iniciales de cinco niños
que sí existen y que desde temprana edad han vivido
de cerca la cruda realidad de la persecución. En esta
edición dedicada a los niños de la iglesia perseguida
queremos presentarte a estos niños y adolescentes.
Queremos que conozcas sus historias y que los sientas
como parte de tu familia, porque lo son, en Cristo.
“Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen
más débiles son los más necesarios” (1 Cor. 12:22).
Al leer estas palabras de Pablo, no parece una locura
afirmar que los niños de la iglesia perseguida son los
miembros “más necesarios” del cuerpo de Cristo, su
iglesia. Sin duda alguna, los niños de la iglesia perseguida
están en lo más alto del grupo de los “más pequeños”
de Jesús (Mateo 10:42; 18:6; 25:40), tanto por ser
parte de la familia de Dios, como por la vulnerabilidad
y el sufrimiento al que están expuestos.
“Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen
más débiles son los más necesarios” (1 Cor. 12:22)
Anita (y sus amiguitos Alvaro y Trinity), Simón,
Martina, Iván y sus compañeros del hogar infantil, y
Noeh, son solo uno de los muchos niños que sufren
las consecuencias de haber nacido en una familia que
sigue a Cristo de corazón a pesar de la persecución.
Sus padres hacen todo por protegerlos, pero a veces
todo no es suficiente, especialmente en un contexto de
persecución. Por eso existe también la iglesia, para suplir
las necesidades que otro hermano no puede suplir
por sí mismo. Por eso existe también Puertas Abiertas
y las personas que como tú lo hacéis posible, porque
sabemos que, muchas veces, todo lo que hacen las iglesias
y familias como las de Anita, Simón, Martina, Iván
o Noeh no es suficiente, y necesitan nuestro apoyo.
Por eso hemos nombrado esta campaña especial por
los niños de la iglesia perseguida: “Todo por ASMÍN”.
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