ONELIFE #35 – Spanish

RANGE ROVER VELAR
El destino final del día:
la tradicional hospitalidad
nórdica en el impresionante
Storfjord Hotel. Derecha:
una de las increíbles
horquillas de la carretera
de Trollstigen.
“Bak skyene er himmelen alltid blå”, me dice otro
pasajero con una sonrisa mientras espero en el
aeropuerto de Molde. Tras informar amablemente a
mi interlocutor de que mi noruego deja bastante que
desear, llega la imprescindible traducción: “Detrás de
las nubes el cielo siempre es azul”. Sin duda, la frase
no podría ser más oportuna, ya que en estos momentos
el cielo está desatando toda su furia sobre el pequeño
aeropuerto.
Tras una breve espera, aparece en escena el coche,
en su variante R-Dynamic HSE. Aunque el grisáceo cielo
de Molde recuerda a una de esas escenas de una novela
de misterio escandinava, el coche desprende un brillo
especial bajo la mortecina luz noruega. Mientras lo repaso
con la mirada, se me aparecen nuevas líneas, nuevas
soluciones para ocultar o acentuar el tamaño y, sobre
todo, constato la ausencia de adornos innecesarios.
El programa del día incluye 283 kilómetros de ruta
por algunos de los paisajes y vías más espectaculares
de Noruega. Mientras avanzo por las infinitas carreteras
secundarias noruegas, la pantalla del sistema de
navegación me indica que el primer alto en el camino
está en algún punto fuera del trayecto previsto, en
Jordalsgrenda, a unos 60 km.
Las pantallas táctiles centrales del innovador sistema
Touch Pro Duo del Range Rover Velar no son solo
increíblemente funcionales, sino también elegantes e
intuitivas. La práctica pantalla inferior permite confi gurar
el vehículo para situaciones off-road, además de controlar
la música y la climatización. En la pantalla superior
aparecen el sistema de navegación y un sinfín de
opciones más.
Circulo rumbo a mi primera parada a buen ritmo.
Tal vez demasiado, porque el sistema de visualización
frontal de alta resolución me recuerda puntualmente
el límite de velocidad, que en la mayoría de las carreteras
es de 50 u 80 km/h, por más desiertas o rectas
que sean. Cubierta ya la primera hora de carretera de
mi viaje, queda claro que se trata de un vehículo
EL COCHE
AVANZA POR
ESTE TERRENO
ABRUPTO
CASI SIN
DESPEINARSE
tremendamente confortable,
capaz de devorar kilómetros
sin apenas inmutarse.
Mientras voy cruzando
puentes y rodeando fiordos,
empiezo a hacerme una idea
de cómo funcionan las cosas
en Noruega.
La palabra clave es “hyggelig”. No hay una traducción
exacta, pero podría definirse como una sensación
de confort, relajación y felicidad. Noruega es un país
maravillosamente igualitario, en el que se valora el
tiempo, la naturaleza y la cordialidad. Ante esta perspectiva,
¿para qué conducir deprisa si puedo dedicarme a
disfrutar de un poco de “hyggelig” del bueno durante
el viaje?
Cuando llego al primer tramo off-road, aprovecho
lo que aprendí en la clase que el equipo de Land Rover
Experience me dio antes del viaje para preparar el
vehículo de cara a estas situaciones. En este caso, simplemente
tengo que seleccionar “Barro y surcos” en la
pantalla táctil inferior, subir la suspensión neumá tica y
activar el All Terrain Progress Control (ATPC) opcional.
Al igual que un control de crucero off-road, el sistema
ATPC funciona tanto en marchas de avance como en
marcha atrás y puede activarse a velocidades de 1,8 a
30 km/h. Resulta especialmente útil en entornos off-road
que requieren una velocidad de avance lento constante.
El conductor solo tiene que preocuparse del volante.
Con el ATPC activado, el coche avanza por este
terreno abrupto con total comodidad, casi sin despeinarse.
Piedras sueltas, pendientes pronunciadas y surcos
profundos no suponen problema alguno. Y no estamos
hablando de un falso todoterreno: este coche aguanta
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