ONELIFE #35 – Spanish

PROJECT HERO
climático está alterando muchísimo las infraestructuras
y el día a día de las personas”. Además, una sociedad
cada vez más aficionada a los deportes al aire libre y la
tecnología está dispuesta a asumir nuevos riesgos. La
combinación de estos dos factores ha hecho cundir la
inquietud entre los servicios de gestión de desastres y
emergencias del mundo entero, obligados más que
nunca a prepararse para lo peor.
En colaboración con Land Rover, la Cruz Roja puso
sobre la mesa la posibilidad de disponer de un
centro de mando móvil, que pudiera manejarse por
cualquier terreno. La idea del “Project Hero” nació a
raíz de la tormenta de nieve que paralizó el tráfico en
Hungría y dejó a 20.000 personas atrapadas en sus
coches durante seis horas. El vehículo está equipado
con avanzados sistemas de comunicación analógicos y
digitales y, gracias a un portentoso despliegue de cámaras
de alta resolución e infrarrojas integradas en un
dron, ofrece un control total sobre cualquier situación.
UNA RESPUESTA INMEDIATA
Además de gestionar el “Project Hero” en la Cruz Roja
austríaca, Markus Glanzer es uno de los responsables
de los programas estatales de respuesta en caso de
desastres y emergencias. Por tanto, pocos como él son
tan conscientes de la necesidad de una respuesta
rápida y coordinada en situaciones de crisis.
Gracias a la larga relación que une Land Rover y la
Cruz Roja, que actualmente colaboran en 18 proyectos
repartidos por 25 países y 4 continentes, el Nuevo
Discovery fue el vehículo elegido para el desarrollo
del “Project Hero”, por sus excepcionales prestaciones
en carretera y todoterreno, y también por la gran
versatilidad de su interior. El dron y el paquete de
comunicaciones ampliaron todavía más las posibilidades
del vehículo, convertido así en un auténtico coche
fantástico para los servicios de emergencia.
Al hablar de los motivos que han llevado a los servicios
de emergencias a replantearse sus métodos de
respuesta, Glanzer destaca dos factores: “El cambio
SIMULACROS REALISTAS COMO
LA VIDA MISMA
La región boscosa de Bregenz, en Vorarlberg, combina
unos espectaculares paisajes alpinos con bosques,
pueblos y ciudades llenos de encanto. A las cinco de la
madrugada, las primeras luces del alba dejan al descubierto
una retahíla de abruptos picos que, a lo lejos,
se ciernen sobre una cantera donde reina una
sorprendente calma.
Un desprendimiento ha pillado por sorpresa a
un grupo de jóvenes exploradores acampados. Una
treintena de aterrados adolescentes, algunos con solo
rasguños, otros vivos de milagro, deambulan por este
paisaje rocoso ultramundano. Con una precisión cuasi
militar, los servicios de emergencia se despliegan hasta
sus posiciones, las unidades caninas acuden al rescate y
los bomberos voluntarios entran en acción. De la coordinación
se ocupa la Cruz Roja austríaca. La rapidez es la
clave, ya que algunos de los adolescentes están sepultados
bajo la tierra y los cascotes, mientras que otros yacen
a cielo descubierto y necesitan atención
médica urgente. Observando
“LA RAPIDEZ ES LA
la acción desde fuera, sorprende ver
CLAVE, YA QUE
la compostura y el temple que
demuestran los equipos de rescate
ALGUNOS DE LOS
al llegar a la zona cero.
ADOLESCENTES
A lo largo de tres días, la Cruz
Roja austríaca realizó hasta 14
ESTÁN SEPULTADOS simulacros diferentes, desde el
BAJO LA TIERRA Y mencionado desprendimiento hasta
una colisión entre un minibús y un
LOS CASCOTES”.
tren de pasajeros, en el marco de
un ambicioso programa diseñado
para poner a prueba la eficacia y los
tiempos de respuesta en todos los niveles, tanto de los
centros de control como de los paramédicos voluntarios.
Y no solo se evaluó la reacción de los servicios colaboradores,
sino también de 450 miembros de la Cruz Roja.
La principal conclusión del ejercicio es clara: la gestión
de desastres es una tarea suma mente compleja.
OJOS Y OÍDOS
Precisamente de complejidad saben un rato en la
división de vehículos especiales (SVO) de Land Rover.
Matt Furlong, Ben Brett y Donal Phair, ingenieros de
SVO presentes en el simulacro, así lo corroboran:
“Vimos por qué el vehículo tiene que funcionar como
un centro de mando y también la necesidad de disponer
de una solución integrada pero flexible, que permita
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