Excodra XXXVII: La violencia

ca. Siguiendo todavía el discurso de Žižek, en su libro “Violencia”, es
importante definir violencia de manera que no se pueda cualificar como
'buena', para ello propone una distinción terminológica entre 'agresión'
que implica una fuerza vital, y violencia, que implica una fuerza mortal.
El lenguaje articula la realidad y establece las distancias y las proximidades
de una manera no geométrica. El lenguaje es creador de mundos
y realidades. Es por culpa del lenguaje que nosotros y nuestros vecinos
podemos vivir en mundos diferentes, aunque vivamos en la misma calle.
Esto significa que la violencia verbal no es una distorsión secundaria,
sino el último recurso de toda violencia específicamente humana.
Sin embargo, si el lenguaje es una articulación minada por el enfoque
del emisor que juega sobre el tapete del símbolo, el sentido y la
manipulación de un discurso cuyos sentidos no necesariamente deben
estar al servicio ni de una noble causa ni de una causa vil sino de la comunicación
misma, la palabra, en lo que a mí se refiere, es sagrada.
¿Será porque es esencia de la que emerge materia? El verbo se hizo carne.
Cuando el lenguaje sufre los embates del retorcimiento de una manipulación
de sentidos en pos de un objetivo legítimo o no, la palabra
se resiente pues adquiere significados violentos al salirse de las acepciones
que le corresponden y es aquí donde la comunicación, sea del tipo
que sea, puede verse impelida por la violenta irrupción de lo que Žižek
advierte como mentira amparada en la verdad: incluso si lo que digo es
de hecho verdad, los motivos que me hacen hablar son falsos. La palabra
deja de albergar la verdad que contiene. Deja de representar al objeto.
Distorsiona el símbolo. Permite la interpretación letal. Nos distancia del
otro, de la otra, concepto fundamental para la convivencia humana. Entonces
se corre el riesgo de un alejamiento entre la verdad y la justicia,
dos palabras que, de entrada parecen estar hermanadas.
En el campo que ocupa gran parte de mi tarea como dramaturga, el
conflicto es una de las bases esenciales de la pieza teatral. Conflicto, dícese
de dos fuerzas que avanzan en la misma dirección cuya colisión es
una crónica anunciada. Quizás llegará un día en que los seres humanos
tengamos necesidad de contemplar historias que plasmen una dramaturgia
de la armonía, como un hombre o una mujer antigua contem­
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