Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 415 — que no ha estorbado que en todos tiempos haya habido en las casas de su Instituto doncellas de calificada nobleza, y que, en vez de prevalerse de esta distinción que han dejado á la puerta, al entrar en los conventos, sólo han ambicionado y buscado la nobleza que da la virtud, y se han visto luchar á porfía para ver cuál de ellas habia de llegar á ser uiás pobre, más humilde, más mortificada, más fervorosa y obediente, faciendo reinar entre ellas la virtud de la caridad que las unia con Dios y entre si bajo la vigilancia y dirección de sus prelados y los ejemplos de sus santas hermanas. Arregladas las cosas por este tenor) empezó á brillar con todo su resplandor. la vida monástica y á
— 416 — atraer nuevas postulantes; poco á poco fueron entrando otras doncellas; y con el ejemplo de la piedad y virtud de Teresa y sus hermanitas quedó tan edificada la ciudad, que se desistió de su empeño en sacarlas, y hasta las que con más ardor habian trabajado para echarlas, se pusieron de su parte y se constituyeron sus protectores y bienhechores, confesando que la victoria de Teresa no podia ser más que la obra de Dios. Y verdaderamente no podian decir otra cosa, teniendo á la vista el tierno espectáculo de aquellas santas doncellitas que, dejando las vanidades y comodidades del siglo, abrazaban voluntariamente los trabajos y la pobreza, y daban por este medio, á los que ni uno ni otro tienen ánimo para
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que no ha estorbado que en todos<br />
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su Instituto doncel<strong>la</strong>s <strong>de</strong> calificada<br />
nobleza, y que, en vez <strong>de</strong> prevalerse<br />
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<strong>con</strong>ventos, sólo han ambicionado y<br />
buscado <strong>la</strong> nobleza que da <strong>la</strong> virtud,<br />
y se han visto luchar á <strong>por</strong>fía para<br />
ver cuál <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s habia <strong>de</strong> llegar á ser<br />
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