Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 25 — sino para recogerse á la soledad en ellas. En efecto, allí se retiraba Teresita muchas veces al dia, y en aquella ingeniosa soledad gozaba más libertad para vacar á la oración. Allí, recogida al pié de una estampa que representaba á la Samaritana hablando con Jesús en el brocal de un pozo, le pedia con ahinco el agua de la vida eterna : « Dadme, Señor, » esa agua ; » sin que todas las injurias del tiempo, como calor, frío, lluvias, ó tempestades fueran capaces de acobardarla ni estorbarla de ir regularmente á su querida soledad para rezar sus devociones en el pobre oratorio que se habia construido. Estos fueron sus ejercicios, siendo niña, estos sus deseos; y dignóse el Señor oir sus oraciones y
— 26 — cumplir sus votos, dándola en lo sucesivo el aqua viva de la contemplación con tanta abundancia, que muchas veces la embriagaba, la sacaba de sí misma y la levantaba sobre la tierra. Al paso que tan asidua era al ejercicio de la oración, se complacía sobremanera en asistir á los pobres y necesitados, según los medios que tenía á so disposición. No tenía muchas facultades para practicar la virtud de la caridad, como dice ella misma, y como hubiera deseado; pero, dotada de una alma genorosay un corazón compasivo, se ingeniaba para suplir la falta de recursos, privándose de muchas comodidades para poder dar limosnas con más abundancia. « Hacía limosna » como podía, dice ella en el capí-
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<strong>con</strong> tanta abundancia, que<br />
muchas veces <strong>la</strong> embriagaba, <strong>la</strong> sacaba<br />
<strong>de</strong> sí <strong>misma</strong> y <strong>la</strong> levantaba sobre<br />
<strong>la</strong> tierra. Al paso que tan asidua era<br />
al ejercicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración, se comp<strong>la</strong>cía<br />
sobremanera en asistir á los pobres<br />
y necesitados, según los medios<br />
que tenía á so disposición. No tenía<br />
muchas faculta<strong>de</strong>s para practicar <strong>la</strong><br />
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<strong>misma</strong>, y como hubiera <strong>de</strong>seado;<br />
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privándose <strong>de</strong> muchas comodida<strong>de</strong>s<br />
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más abundancia. « Hacía limosna<br />
» como podía, dice el<strong>la</strong> en el capí-