Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 381 — la tierra. Á la verdad, eran pobres en bienes de fortuna, pero ricas en virtud ; esto es lo que queria la Santa, y por eso las escogió para que fueran las cuatro columnas de la iglesia que se estaba rematando. Naturalmente las recibió sin dote, supuesto que no tenían, y era en lo que menos miraba Teresa. Las mudó á tres el nombre que llevaban en el siglo, para que, después de haberlo renunciado, no conservaran en el claustro resabio alguno de mundo. Por ei mismo motivo trocó la Santa su nombre de Teresa de Ahumada, que antes llevaba, por el de Teresa de Jesús, que de allí adelante llevó. Concertado, pues, lodo y arreglado, y después de haber dado la obediencia al obispo, fué la Santa á
— 382 — su nuevo convento, acompañada de otras dos monjas del convento de la Encarnación que acertaron á estar fuera; fueron igualmente las cuatro doncellas que debian recibir el santo iiábito. Se procedió á la ceremonia con la mayor alegría y solemnidad que permitian las circunstancias ; consagró la iglesia, puso el Santísimo Sacramento y dió el santo hábito á las cuatro doncellas el maestro Daza; y así quedó fundado el primer monasterio de monjas Carmelitas Descalzas, que puso la Santa bajo la advocación del glorioso patriarca san José. Habia ella recibido de aquel glorioso santo mercedes muy señaladas, y como prueba de su agradecimiento le ofreció las primicias de su Orden y de sus trabajos. Tal fué
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<strong>la</strong> tierra. Á <strong>la</strong> verdad, eran pobres<br />
en bienes <strong>de</strong> fortuna, pero ricas en<br />
virtud ; esto es lo que queria <strong>la</strong><br />
<strong>Santa</strong>, y <strong>por</strong> eso <strong>la</strong>s escogió para que<br />
fueran <strong>la</strong>s cuatro columnas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
iglesia que se estaba rematando.<br />
Naturalmente <strong>la</strong>s recibió sin dote,<br />
supuesto que no tenían, y era en lo<br />
que menos miraba <strong>Teresa</strong>. Las mudó<br />
á tres el nombre que llevaban en el<br />
siglo, para que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlo<br />
renunciado, no <strong>con</strong>servaran en el<br />
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Por ei mismo motivo trocó <strong>la</strong> <strong>Santa</strong><br />
su nombre <strong>de</strong> <strong>Teresa</strong> <strong>de</strong> Ahumada,<br />
que antes llevaba, <strong>por</strong> el <strong>de</strong> <strong>Teresa</strong><br />
<strong>de</strong> Jesús, que <strong>de</strong> allí a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte llevó.<br />
Concertado, pues, lodo y arreg<strong>la</strong>do,<br />
y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber dado <strong>la</strong><br />
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