Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 19 — Así lo dice la Santa en el capítulo i de su Vida. « Tenia uno (hermano), > dice, casi de mi edad, que era el que yo mas quería, aunque > á todos tenia gran amor, y ellos > á mi; juntábamonos entrambos á > leer vidas de Santos ; como veia > los martirios, que por Dios los > santos pasaban, parciame com- > praban muy barato el ir á gozar > de Dios, y deseaba yo mucho > morir ansí; no por amor que yo > entendiese tenerle, sino por gozar > tan en breve de los grandes > bienes que leía haber en el cielo.» Se llamaba Rodrigo aquel hermanito, era de poca más edad, y con él solía retirarse á algún lugar apartado para vacar juntos á leer historias y vidas de los santos. Aunque
— 20 — niños los dos, echaban de ver lo mucho que hablan sufrido los mártires, y, no obstante, consideraban todo aquello como cosa de poca monta si se compara con la bienaventuranza eterna que debe ser su galardón. Tanta impresión hicieron aquellos sublimes ejemplos en sus tiernecitos corazones, que se apoderó de ellos un irresistible deseo de sacrificar sus vidas por el amor de Jesucristo como hablan hecho aquellos primeros héroes del Cristianismo. No se cansaban de meditar y decir que la gloria de los santos y las penas de los condenados son eternas y jamas han de tener fin, y el deseo de alcanzar la bienaventuranza eterna y evitar los suplicios eternos les subió de tal modo á la
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Así lo dice <strong>la</strong> <strong>Santa</strong> en el capítulo i<br />
<strong>de</strong> su <strong>Vida</strong>. « Tenia uno (hermano),<br />
> dice, casi <strong>de</strong> mi edad, que era<br />
el que yo mas quería, aunque<br />
> á todos tenia gran amor, y ellos<br />
> á mi; juntábamonos entrambos á<br />
> leer <strong>vida</strong>s <strong>de</strong> Santos ; como veia<br />
> los martirios, que <strong>por</strong> Dios los<br />
> santos pasaban, parciame com-<br />
> praban muy barato el ir á gozar<br />
> <strong>de</strong> Dios, y <strong>de</strong>seaba yo mucho<br />
> morir ansí; no <strong>por</strong> amor que yo<br />
> entendiese tenerle, sino <strong>por</strong> gozar<br />
> tan en breve <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s<br />
> bienes que leía haber en el cielo.»<br />
Se l<strong>la</strong>maba Rodrigo aquel hermanito,<br />
era <strong>de</strong> poca más edad, y <strong>con</strong><br />
él solía retirarse á algún lugar apartado<br />
para vacar juntos á leer historias<br />
y <strong>vida</strong>s <strong>de</strong> los santos. Aunque