Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 335 — Pe era conveniente que en lo sucesivo se desentendiera de semejantes apresas, y jamas volviera á hablar ^e aquella, que tanto escándalo habia ^tido en toda la ciudad. Quedó lamente conmovida Teresa con a(llíella carta; empezó á temer que hubiese dado á alguno ocasión de Pesar, á dudar de las inspiraciones (lu^ habia tenido, y hasta á vacilar Sot»re la verdad de todas las revela- Clüties de su vida anterior. Dios la Consoló en medio de todos sus cuidados ; U colmó de nuevas mercedes; Perü la mandó que se sujetara á su Confesor durante algún tiempo. Obedeció la Santa á Dios y á su ^Hiesor ; pero el P. Ibáñes y la 6nora Guiomar, que en aquel asunto Oyeron no deber obediencia á nadie
— m — y poder obrar como les pareciera, proseguían de mancomún y sin descanso el proyecto de la fundación, mientras Teresa estaba quietecita V callandita en su convento, aguardando la hora decretada en los consejos de la divina Providencia para romper el silencio y poner igualmente mano á la obra otra vez. Duró esto unos seis meses; lo hemos dicho ya. Al cabo de aquel tiempo, fué mudado el rector del colegio de los PP. Jesuítas de Avila, cuyas órdenes había obedecido el P. Alvarez, y vino en su lugar otro más inclinado á las ideas de Teresa que su antecesor. Se llamaba P. Gaspar de Salazar, de quieo la Santa habla varias veces con el mayor elogio, y dice que era ufl hombre « muy espiritual y de grande
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proseguían <strong>de</strong> mancomún y sin <strong>de</strong>scanso<br />
el proyecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> fundación,<br />
mientras <strong>Teresa</strong> estaba quietecita V<br />
cal<strong>la</strong>ndita en su <strong>con</strong>vento, aguardando<br />
<strong>la</strong> hora <strong>de</strong>cretada en los <strong>con</strong>sejos <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> divina Provi<strong>de</strong>ncia para romper el<br />
silencio y poner igualmente mano á<br />
<strong>la</strong> obra otra vez. Duró esto unos seis<br />
meses; lo hemos dicho ya. Al cabo<br />
<strong>de</strong> aquel tiempo, fué mudado el<br />
rector <strong>de</strong>l colegio <strong>de</strong> los PP. Jesuítas<br />
<strong>de</strong> Avi<strong>la</strong>, cuyas ór<strong>de</strong>nes había obe<strong>de</strong>cido<br />
el P. Alvarez, y vino en su<br />
lugar otro más inclinado á <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as<br />
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P. Gaspar <strong>de</strong> Sa<strong>la</strong>zar, <strong>de</strong> quieo<br />
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mayor elogio, y dice que era ufl<br />
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