Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 333 — de todo la sacaría; y esto la Oslaba, y todo lo sufría con patencia, resignación é igualdad de aiiimo. Asi que jamas, ni aun en lo ^ás recio de la borrasca, perdió la ConüaDza de que se había de cum- Ptir lo que la habla prometido el Señor. Todas sus quejas se reducían ^ decir á Dios en sus oraciones, Conio leemos en el mencionado capillo de su Vida : « Algunas veces " Eligida decia : Señor mío, ¿cómo n «le mandáis cosas que parecen ^ imposibles, que aunque fuera " mujer, si tuviera libertad, mas n atada por tantas partes, sin dineros * ni á donde los tener, ni para " breve, ni para nada, qué puedo M yo hacer, Señor? » El P. Álvarez, Confesor de Te-
— 334 — resa, en el feudo no se oponia á sus ideas; pero era de la Compañía de Jesús, y en aquel Instituto está dispuesto que en cosas semejantes los Religiosos den cuenta á sus superiores de lo que tratan; y él se conformaba con la obediencia. Pues, debió suceder que, no conociendo de un modo suficiente el espíritu do Teresa, empezó su superior á temer, y regularmente mandó á su subdito que la tirase del freno, para no dar lugar á que tanto él como ella se despeñasen. Con esto, el P. ÁlvareZi que, por otra parte, ora un varoü docto, espiritual y santo, escribió á la Santa, diciéndola que el mal resultado de su proyecto debia persuadirla de (pie no era más que un desvaríu; y que así debia conocer
- Page 300 and 301: — 2S3 — tia suficiente para apr
- Page 302 and 303: — 28!í — cluir, autorizando pa
- Page 304 and 305: - 287 — « mande léa un poco en
- Page 306 and 307: •— 289 — la campanilla, y se
- Page 308 and 309: — 291 — do. Pues lo mismo quer
- Page 310 and 311: — 293 — antes se edifique, y ay
- Page 312 and 313: — 295 — » no lo hiciere, caiga
- Page 314 and 315: — 297 — el cual envió una lluv
- Page 316 and 317: — 299 — de la Orden, pues tomó
- Page 318 and 319: :ÍOI — CAPÍTULO Xí TRATA TERES
- Page 320 and 321: — 303 — cuidados y esfuerzos de
- Page 322 and 323: — 30n — excelente monja baju el
- Page 324 and 325: — 307 — trataba de una obra que
- Page 326 and 327: — :m — á pechos la empresa, y
- Page 328 and 329: — 311 — y no teniendo valor par
- Page 330 and 331: — 313 — ^0s Carmelitas. Lo era,
- Page 332 and 333: — 31o — Punto, que por esta cau
- Page 334 and 335: — 317 — ^lar ó escribir asi, p
- Page 336 and 337: — 310 — que no se había acorta
- Page 338 and 339: — m — suerte. Gomo él no lo qu
- Page 340 and 341: — 323 — " podido, parecíame no
- Page 342 and 343: — 325 - lanera aprobara el design
- Page 344 and 345: - 327 - en servicio de Dios, dice,
- Page 346 and 347: — 330 — ^ hacer de nuevo cnanto
- Page 348 and 349: — 331 — daban ios tiempos recio
- Page 352 and 353: — 335 — Pe era conveniente que
- Page 354 and 355: — 337 — » ánimo y entendimien
- Page 356 and 357: — 339 — Saíazar, rector de Áv
- Page 358 and 359: — 341 — 1^ construcción del ed
- Page 360 and 361: — 343 - ^ verdadero padre y seño
- Page 362 and 363: — 345 — harto pequeña para hac
- Page 364 and 365: — 347 — y dijo á nuestra Santa
- Page 366 and 367: — 349 -v- ^acióndola mil niñer
- Page 368 and 369: — 351 — eran ellos los que tén
- Page 370 and 371: — 3S3 - trazando y negociando, y
- Page 372 and 373: — 335 — de Salazar, suplicándo
- Page 374 and 375: — 351 — Dábala mucha peoa á l
- Page 376 and 377: — 359 — viéndola partir para u
- Page 378 and 379: — 3Bt — más bien á cultivar l
- Page 380 and 381: — 363 — dar lugar á que entre
- Page 382 and 383: — 368 — aquella piadosa señora
- Page 384: — 3(57 — > der cómo podia ser
- Page 387 and 388: — 370 — dar cumplimiento á. la
- Page 389 and 390: - 372 — llegó la Santa á aquell
- Page 391 and 392: — 374 — también en Avila D. Fr
- Page 393 and 394: — 376 — Mucho se había adelant
- Page 395 and 396: — 378 — vento cuando la parecie
- Page 397 and 398: — 380 - cando y escogiendo las pi
- Page 399 and 400: — 382 — su nuevo convento, acom
— 334 —<br />
resa, en el feudo no se oponia á sus<br />
i<strong>de</strong>as; pero era <strong>de</strong> <strong>la</strong> Compañía <strong>de</strong><br />
Jesús, y en aquel Instituto está dispuesto<br />
que en cosas semejantes los<br />
Religiosos <strong>de</strong>n cuenta á sus superiores<br />
<strong>de</strong> lo que tratan; y él se <strong>con</strong>formaba<br />
<strong>con</strong> <strong>la</strong> obediencia. Pues,<br />
<strong>de</strong>bió suce<strong>de</strong>r que, no <strong>con</strong>ociendo<br />
<strong>de</strong> un modo suficiente el espíritu do<br />
<strong>Teresa</strong>, empezó su superior á temer,<br />
y regu<strong>la</strong>rmente mandó á su subdito<br />
que <strong>la</strong> tirase <strong>de</strong>l freno, para no dar<br />
lugar á que tanto él como el<strong>la</strong> se <strong>de</strong>speñasen.<br />
Con esto, el P. ÁlvareZi<br />
que, <strong>por</strong> otra parte, ora un varoü<br />
docto, espiritual y santo, escribió á<br />
<strong>la</strong> <strong>Santa</strong>, diciéndo<strong>la</strong> que el mal<br />
resultado <strong>de</strong> su proyecto <strong>de</strong>bia persuadir<strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> (pie no era más que un<br />
<strong>de</strong>svaríu; y que así <strong>de</strong>bia <strong>con</strong>ocer