Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 251 CAPÍTULO X CONSTITUCIONES Resuelta la Reforma, era preciso lo que debía reformarse y cómo invenía hacerlo; pues no se pro- Ponia Teresa fundar una nueva Reli- S'OÜ, sino quitar los abusos que, aiidando los tiempos, se habían inlroducido en la que profesaba, para ^caminarla á mayor perfección, es decir, reducirla á su perfección primitiva. Era esta una obra muy delicada y superior á las luces y fuerzas Ananas; pero no la faltaron tampoco en esta circunstancia las luces y providencia divina para descubrir
y dar á su Reforma las reglas y modo de vida acomodadas para alcanzar la elevada perfección que se proponía; y asi sólo con la asistencia del Señor pudo idear y dar las Constituciones convenientes á las personas deseosas de abrazar el nuevo Instituto. Como hemos dicho ya en otra parte, el convento de la Encarnación, en que estaba Teresa, seguía la Regla de san Alberto, no como la habia dado dicho santo á los monjes del Carmelo, sino suavizada con las mitigaciones que de la Santa Sede habia conseguido la Órden. La Regla de san Alberto era sacada de otra que Juan, patriarca jerosolimitano habia dado en otro tiempo á los ermitaños del mismo monte, y que
- Page 218 and 219: — 201 — camino, y que ella evit
- Page 220 and 221: — 203 — CAPITULO IX REFORMA. En
- Page 222 and 223: — 20o — el Esposo del Cantar de
- Page 224 and 225: — 207 — y reunió allí un crec
- Page 226 and 227: — 209 — guos profetas, y luégo
- Page 228 and 229: — %m — gioo del profeta Elias s
- Page 230 and 231: - 213 — enteramente extinguidos,
- Page 232 and 233: — 213 — años duró aquella fel
- Page 234 and 235: — 217 — fué más que un princi
- Page 236 and 237: — 219 — 06 haber conseguido alg
- Page 238 and 239: — 22i — mujeres y hombres á ac
- Page 240 and 241: — 223 — para hacerse acreedora
- Page 242 and 243: — 22o — casa todo el impulso de
- Page 244 and 245: 227 — (iue las faltaba y necesita
- Page 246 and 247: — 229 — Sin embargo, no era suy
- Page 248 and 249: — 231 — voluntad de Dios era te
- Page 250 and 251: — 233 -• embargo, no fué Teres
- Page 252 and 253: — 235 CARTA DEL PADRE FRAY BELTRA
- Page 254 and 255: — 237 — todas parles habia Tere
- Page 256 and 257: — 239 — deseos, entre sus virtu
- Page 258 and 259: — 241 - ^ jeadocon sus deleites f
- Page 260 and 261: — 243 — de toda relación y con
- Page 262 and 263: — 245 — (< Estotro me parece qu
- Page 264 and 265: — 247 — pestilencial lugar tan
- Page 266 and 267: — 119 — fuego de alia. Yo qued
- Page 270 and 271: ~ 233 — era muy austera, rigurosa
- Page 272 and 273: — 250 — estaba la observancia (
- Page 274 and 275: — 257 — 'Hiirallo antes que ech
- Page 276 and 277: — 2;Í9 — w bacion, se admitaa
- Page 278 and 279: — 261 — )) mande la priora que
- Page 280 and 281: 263 — que ser pueda para hábito
- Page 282 and 283: — 265 — ^tud de la pobreza, al
- Page 284 and 285: — 267 — Perfección de la pobre
- Page 286 and 287: — 269 — dfc la que las habia im
- Page 288 and 289: — 271 — conocia las ventajas de
- Page 290 and 291: — 273 — Pues que el Verbo divin
- Page 292 and 293: — 275 — que ocuparse, de que no
- Page 294 and 295: — 277 — i iv DE LAS GOMUISIONES
- Page 296 and 297: — 279 — cambio, sus gracias y f
- Page 298 and 299: — 281 — § v DE LOS CONFESORES
- Page 300 and 301: — 2S3 — tia suficiente para apr
- Page 302 and 303: — 28!í — cluir, autorizando pa
- Page 304 and 305: - 287 — « mande léa un poco en
- Page 306 and 307: •— 289 — la campanilla, y se
- Page 308 and 309: — 291 — do. Pues lo mismo quer
- Page 310 and 311: — 293 — antes se edifique, y ay
- Page 312 and 313: — 295 — » no lo hiciere, caiga
- Page 314 and 315: — 297 — el cual envió una lluv
- Page 316 and 317: — 299 — de la Orden, pues tomó
y dar á su Reforma <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y modo<br />
<strong>de</strong> <strong>vida</strong> acomodadas para alcanzar<br />
<strong>la</strong> elevada perfección que se proponía;<br />
y asi sólo <strong>con</strong> <strong>la</strong> asistencia<br />
<strong>de</strong>l Señor pudo i<strong>de</strong>ar y dar <strong>la</strong>s Constituciones<br />
<strong>con</strong>venientes á <strong>la</strong>s personas<br />
<strong>de</strong>seosas <strong>de</strong> abrazar el nuevo<br />
Instituto.<br />
Como hemos dicho ya en otra<br />
parte, el <strong>con</strong>vento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Encarnación,<br />
en que estaba <strong>Teresa</strong>, seguía<br />
<strong>la</strong> Reg<strong>la</strong> <strong>de</strong> san Alberto, no como <strong>la</strong><br />
habia dado dicho santo á los monjes<br />
<strong>de</strong>l Carmelo, sino suavizada <strong>con</strong> <strong>la</strong>s<br />
mitigaciones que <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Santa</strong> Se<strong>de</strong><br />
habia <strong>con</strong>seguido <strong>la</strong> Ór<strong>de</strong>n. La Reg<strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> san Alberto era sacada <strong>de</strong> otra<br />
que Juan, patriarca jerosolimitano<br />
habia dado en otro tiempo á los<br />
ermitaños <strong>de</strong>l mismo monte, y que