Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 22o — casa todo el impulso de su celo: y rll|o lo que en aquel monasterio no estaba de acuerdo con mía perfecta regularidad, hubiera de preciso puesto uu obstáculo insuperable á sus nuevos designios. En los días, que dio á la disipación, no habia adverado que aquella casa no era la (pie ttiús la convenia ; pero, en cuanto la Oyeron las escamas de los ojos y siu niiiL una hesitación se hubo pro- Puesto seguir prácticas y máximas ^ás severas; asi que con arrojo va- Ponil hubo dicho, á ejemplo del rey Profeta : He dicho que ahora mismo lltí de empezar; vio que no la era Posible seguir conformándose con las ^ertades que allí se habían admitido y se toleraban, y nada fué capaz do Atenerla. Cierto es que la Regla, 15
— 22G — que en el convento de la Encarnación estaba en vigor y se observaba, era la que á los monjes del Carmelo habla dado en otro tiempo san Alberto, pero no en toda su pureza, sino mitigada con el consentimiento . de Inocencio IV y de Eugenio IV, y semejante mitigación no sentaba al nuevo fervor de Teresa. Añádase á esto que no sólo se hablan adoptado en aquella casa las mitigaciones consentidas por los mencionados papas, mas también, andando los tiempos, el convento habia abierto sus puertas á la relajación. Efectivamente, como no bastaran las rentas de la casa para la subsistencia de más de ochenta monjas que habia, las unas escribían á sus padres, las otras á sus amigos, para pedir lo
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rll|o lo que en aquel monasterio no<br />
estaba <strong>de</strong> acuerdo <strong>con</strong> mía perfecta<br />
regu<strong>la</strong>ridad, hubiera <strong>de</strong> preciso puesto<br />
uu obstáculo insuperable á sus<br />
nuevos <strong>de</strong>signios. En los días, que<br />
dio á <strong>la</strong> disipación, no habia adverado<br />
que aquel<strong>la</strong> casa no era <strong>la</strong> (pie<br />
ttiús <strong>la</strong> <strong>con</strong>venia ; pero, en cuanto <strong>la</strong><br />
Oyeron <strong>la</strong>s escamas <strong>de</strong> los ojos y<br />
siu niiiL una hesitación se hubo pro-<br />
Puesto seguir prácticas y máximas<br />
^ás severas; asi que <strong>con</strong> arrojo va-<br />
Ponil hubo dicho, á ejemplo <strong>de</strong>l rey<br />
Profeta : He dicho que ahora mismo<br />
lltí <strong>de</strong> empezar; vio que no <strong>la</strong> era<br />
Posible seguir <strong>con</strong>formándose <strong>con</strong> <strong>la</strong>s<br />
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y se toleraban, y nada fué capaz do<br />
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