Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 213 — años duró aquella felicidad y resplandor de los descendientes del profeta; cuando, después de aquel dichoso período de la Órden, salieron Ahumar y otros instrumentos de iniquidad, que con su odio contra la religión volvieron á perseguirla de nuevo y con inhumana crueldad, acabando con las preciosas vidas de tantos santos y siervos del Señor. Pocos fueron los monjes que permanecieron en Oriente, cuando se vieron otra vez hostigados y perseguidos por los tiranos de aquella Wste época; y ademas aquellos pocos fueron repartiéndose por todas Partes, á derecha é izquierda, buscando escondrijos donde no los alcanzaron las manos y cuchillas de los feroces tiranos y sus satélites. Algu-
— 216 — nos quedaron, sin embargo, en el Carmelo, y fueron sucediéndose unos á otros, hasta que, por los años de 1160, cierto patriarca de Antioquia, llamado Aimerico ó Americo, que después subió á la Silla de San Pedro, tomando el nombre de Alejandro III, visitó á aquellos Religiosos, y visto que vivían en celdas apartados unos de otros, los favoreció, los ayudó, los juntó é hizo que viviesen como monjes en Comunidad. Edificóles una iglesia junto á la fuente de Elias, á honra de la Virgen, tomando ellos con este motivo apellido de Hermanas de la madre de Dios del monte Carmelo. Pero no paró todo en esto ni fué suficiente para reformar un Instituto que en tal estado llegó á verse; no
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tomando el nombre <strong>de</strong> Alejandro<br />
III, visitó á aquellos Religiosos,<br />
y visto que vivían en celdas apartados<br />
unos <strong>de</strong> otros, los favoreció, los<br />
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como monjes en Comunidad. Edificóles<br />
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tomando ellos <strong>con</strong> este motivo apellido<br />
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Dios <strong>de</strong>l monte Carmelo. Pero no<br />
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