Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— 127 — » gué á su conversión y leí como » oyó aquella voz en el huerto, no » me parece sino que el Señor me » la dió á mí, según sintió mi cora- » zon : estuve por gran rato que » toda me deshacía en lágrimas, y » entre mí mesma con gran aflicción » y fatiga. » Sn alma quedó conmovida como si la hubieran traspa- Sado con una saeta; y, anegada en Profundo llanto, no se cansaba de repetir aquellas palabras del santo doctor : i Señor, ¿hasta cuándo? M ¿hasta cuándo. Señor? ¿mañana, " mañana? ¿porqué no ahora? " ¿porqué no se acabará hoy el fin » de mi torpeza? » El Señor, que estaba esperando lo que le pedia Teresa, se compadeció de su desconsuelo y trabajo, oyó sus voces y
— 128 — gemidos, condescendió con sus lastimosos y fervorosos ruegos, la tendió benignamente ,1a mano de su misericordia, y desde entónces ardió su alma en nuevos fervores y deseos, se fortalecieron sus virtudes, salió de su corazón toda afición á vanidades y pasatiempos, cobró grande aborrecimiento á todo lo que podia ser ofensa de Dios; y, transportada de agradecimiento, decia, como vemos por el mismo capítulo ix : « Yo me admiro ahora cómo podia » vivir eu tanto tormento ; sea Dios » alabado, que me dió vida para » salir de muerte tan mortal: paré- > ceme que ganó grandes fuerzas » mi alma de la divina Majestad, y » que debia oir mis clamores, y » haber lástima de tantas lágrimas.»
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» gué á su <strong>con</strong>versión y leí como<br />
» oyó aquel<strong>la</strong> voz en el huerto, no<br />
» me parece sino que el Señor me<br />
» <strong>la</strong> dió á mí, según sintió mi cora-<br />
» zon : estuve <strong>por</strong> gran rato que<br />
» toda me <strong>de</strong>shacía en lágrimas, y<br />
» entre mí mesma <strong>con</strong> gran aflicción<br />
» y fatiga. » Sn alma quedó <strong>con</strong>mo<strong>vida</strong><br />
como si <strong>la</strong> hubieran traspa-<br />
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