Vida de Santa Teresa de Jesus -compuesta con fragmentos de la vida escrita por ella misma-
— H9 — para ella el momento de la gracia. Esta postrera vez desta imagen que digo, añade Teresa en el mencionado capítulo ix, me parece me aprovechó mas; porque estaba muy desconfiada de mí, y ponía toda mi confianza en Dios. Paréceme le dije entonces, que no me habia de levantar de allí hasta que hiciese lo que le suplicaba. Creo cierto me aprovechó, porque fui mejorando mucho desde entonces. » Y así sucedió. Las dos llamadas, que acababa de hacer Dios á su corazón, dieron sus fnítos y fueron dos golpes decimos que la determinaron á romper Con todas sus flaquezas y á darse enterainente al Señor, renunciando de todas veras á todo lo que hasta
— 120 — entonces había dividido su corazón entre el Criador y las criaturas. Estaba totalmente mudada y resuelta, y puso inmediatamente mano á la obra. Así nos lo enseña ella misma, diciendo en otra parte : « Es otro libro de aquí adelante, digo otra vida nueva; la de hasta aquí era mia : la que he vivido desde que comencé á declarar estas de oración, es que vivia Dios en mí, á lo que me parecía; porque entiendo yo era imposible salir en tan poco tiempo de tan malas costumbres y obras... Pues comenzando á quitar ocasiones, y á darme á la oración, comenzó el Señor á hacerme las mercedes, como quien deseaba, á lo que pareció que yo las quisiese recibir, » Desde aquel
- Page 86: — 69 — » estuve tres meses.»
- Page 89 and 90: — 72 — que hallaba en leer buen
- Page 91 and 92: — 74 — pnes, á aquel hermano,
- Page 93 and 94: — 76 — el motivo que la determi
- Page 95 and 96: 78 — siones y locuras del mundo,
- Page 97 and 98: — .80 — » para todo, sea bendi
- Page 99 and 100: —'82 — los consuelos con que Di
- Page 101 and 102: — 84 — mente la, denigraban, no
- Page 103 and 104: — 86 — Señor. Se emplearon tod
- Page 105 and 106: — 88 — vera, Teresa se dirigió
- Page 107 and 108: — 90 — » este mal estaba étic
- Page 109 and 110: — 92 — Efectivamente, viendo en
- Page 111 and 112: — 94 — volviera á su casa dond
- Page 113 and 114: — 96 — » tabies tormentos que
- Page 115 and 116: — 98 — quedaba como engolfada e
- Page 117 and 118: - i 00 — » monasterio, dice la S
- Page 119 and 120: — 102 — » que á otros Santos
- Page 121 and 122: — 104 — y ahinco en hacerse cad
- Page 123 and 124: — lóenlas, manifestó el grande
- Page 125 and 126: — 108 — para volver á encender
- Page 127 and 128: — ilO — » mundo. Parecia quequ
- Page 129 and 130: — 112 — » y no quería ver mas
- Page 131 and 132: — 114 — amorosamente que se lo
- Page 133 and 134: — 416 — » y no solo no la crei
- Page 135: — m — » rándola, toda me turb
- Page 139 and 140: — 122 — terribles combates que
- Page 141 and 142: - 124 — cion que tenía h san Agu
- Page 143 and 144: — 126 — bien que leyendo, aquel
- Page 145 and 146: — 128 — gemidos, condescendió
- Page 147 and 148: — 130 — turbar su alma; todo an
- Page 149 and 150: — 132 — todos los deleites de e
- Page 151 and 152: — 134 — en busca de la soledad
- Page 153 and 154: — 136 ~ serenidad. No queria que
- Page 155 and 156: — 138 — » mas este lenguage de
- Page 157 and 158: — 140 — » desprende la verdade
- Page 159 and 160: — 142 — r> cuenta en cosa del m
- Page 161 and 162: — 144 — inferirse cual era el c
- Page 163 and 164: — 146 — » No lo es la esperanz
- Page 165 and 166: — 148 — » AI fin la muerte 1c
- Page 167 and 168: — loO - de este amor que la estab
- Page 169 and 170: — 152 — mayores austeridades y
- Page 171 and 172: — 154 — »rada tal muerte, que
- Page 173 and 174: — — profesado una tierna devoci
- Page 175 and 176: — m — » Quo, aunque no hubiera
- Page 177 and 178: — 160 — deraha digno de su apre
- Page 179 and 180: — 181 — una visión, que el mer
- Page 182 and 183: — 163 CAPÍTULO VIII VIRTUDES DE
- Page 184 and 185: — 167 — ritu de mortificación;
— H9 —<br />
para el<strong>la</strong> el momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia.<br />
Esta postrera vez <strong>de</strong>sta imagen<br />
que digo, aña<strong>de</strong> <strong>Teresa</strong> en el<br />
mencionado capítulo ix, me parece<br />
me aprovechó mas; <strong>por</strong>que<br />
estaba muy <strong>de</strong>s<strong>con</strong>fiada <strong>de</strong> mí, y<br />
ponía toda mi <strong>con</strong>fianza en Dios.<br />
Paréceme le dije entonces, que<br />
no me habia <strong>de</strong> levantar <strong>de</strong> allí<br />
hasta que hiciese lo que le suplicaba.<br />
Creo cierto me aprovechó,<br />
<strong>por</strong>que fui mejorando mucho<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces. » Y así sucedió.<br />
Las dos l<strong>la</strong>madas, que acababa <strong>de</strong><br />
hacer Dios á su corazón, dieron sus<br />
fnítos y fueron dos golpes <strong>de</strong>cimos<br />
que <strong>la</strong> <strong>de</strong>terminaron á romper<br />
Con todas sus f<strong>la</strong>quezas y á darse<br />
enterainente al Señor, renunciando<br />
<strong>de</strong> todas veras á todo lo que hasta