Revista Sala de Espera Panamá Nro. 86 Septiembre - Octubre

mis favoritas 3de3
Carolina Fonseca
Por Sala de Espera – Fotos: Cortesía de Carolina Fonseca
Carolina Fonseca
es abogada de
profesión y reside
en Panamá desde
el 2011, donde se
dedica a leer, escribir
y editar libros.
En 2013 fundó con el
escritor panameño Enrique
Jaramillo Levi, Foro/taller
Sagitario Ediciones, que lleva
27 libros publicados a la fecha.
Ganó la tercera versión
del “Premio Diplomado en
Creación Literaria” con el
libro de cuentos A veces sucede,
publicado por la Universidad
Tecnológica de Panamá
en 2015 con prólogo de
la escritora Consuelo Tomás
Fitzgerald.
En 2016 Uruk Editores,
de Costa Rica, publica su
libro de cuentos Impulsos indomables
a plena luz del día.
Otros libros: Dos voces 30
cuentos, junto con Dimitrios
Gianareas y Cuentos compactos,
minicuentos (30 de cada
uno), con Enrique Jaramillo
Levi.
Como antóloga de cuento
panameño ha trabajado
dos de las antologías binacionales
publicadas por Foro/
taller Sagitario Ediciones, Escenarios y
provocaciones. Mujeres cuentistas de Panamá
y México, 2014, junto con la escritora
mexicana Mónica Lavín (obra que fue
replicada al año siguiente por la Universidad
Nacional Autónoma de México y
presentada en la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara, México, en 2016);
y Resonancias. Cuentos breves de Panamá
y Venezuela, con el crítico y cuentista
venezolano residente en Panamá, Joel
Bracho Ghersi.
Formó parte del Comité Editorial que
tuvo a su cargo la compilación, edición y
publicación del libro ¡Basta! 100 Mujeres contra
la violencia de género. Panamá, que acaba
de presentarse en la XIII Feria Internacional
del Libro de Panamá, 2017.
A continuación, sus 3 de 3:
“Me siento a responder y sé dos cosas:
que no soy de gustos dispersos sino concentrados;
lo que verdaderamente me
gusta, me gusta para siempre; y que en
mis elecciones pesa la circunstancia
de suerte que la obra está teñida con
mis afectos y tejida con la memoria del
momento o el lugar en que hicimos contacto
la obra y yo”.
3 libros
“El Conde de Montecristo, esa historia
monumental de Alejandro Dumas que
supera las mil páginas y que me empujó
-a los 13 años y de un modo definitivo- a
la pasión por los libros, verdaderos agujeros
por los que me escapaba (en realidad
me escapo aún) a mundos alternos a
vivir toda clase de aventuras, en este caso
la de un hombre condenado injustamente
y a traición, que vuelve de ‘la muerte’
para vengarse y redimirse. Todavía hoy
puedo reconstruir los calabozos pétreos
del Castillo de If, todavía hoy puedo ver
la tez pálida inconfundible de Edmundo
Dantes.
El libro llegó a mí de las manos de
mi padre (un hombre que no
leía libros de aventuras pues
corría las suyas); una tarde de
cumpleaños atravesó el cuarto
y me entregó el regalo que
había comprado para mí; un
ejemplar de tapa dura, negra,
un libro grueso como no
había visto otro y que contenía
un universo entero. Mi
padre, siempre mi padre. No
he vuelto a ese libro. Nunca.
Más. Temo que se desdibujen
los paraísos de mi infancia.
Pedro Páramo, de Juan
Rulfo, una pequeña-gran
obra de arte. Una novela
compleja en su estructura que
nos sumerge en la atmósfera
alucinada y sofocante de
Comala, un pueblo habitado
por los ecos de voces fracturadas
que siguen contando retazos
de la miseria y la violencia
que fueron bajo los designios
de Pedro Páramo; el dueño,
el patrón, el padre. Es muy
poética, de una belleza rara;
como en la gran literatura, no es lo que
sucede, es el modo en que se narra, las
imágenes, el habla de estos infelices lo
que te maravillan y que ‘suenan’ solo a
Rulfo. Puedo detenerme en una de sus
frases y repetirla por el puro gusto, y me
digo: Pero ¿qué clase de simple-hondasensibilidad
pudo articular esto así?
En la escritura Rulfo enseña que
menos es más. Fue además un escritor
exigente consigo mismo, poco dado a
publicar, fiel a su literatura monolítica.
El amante, de Marguerite Duras. Leer
las frases cortas, crudas, desnudas y directas
y crueles y desoladas con que esta escritora
narra el despertar de esta ‘niña’ (que fue ella
38 Revista Sala de Espera