Manual - CEI

La migración afecta y compromete a todos y todas.
movilidad humana de la Iglesia de los diversos países de America Latina y El
Caribe.
5) Organizar y coordinar encuentros y seminarios sobre la Pastoral de la
Movilidad Humana y en cada uno de sus sectores.
6) Promover una reflexión pastoral, ética, bíblica y teológica como sostén de las
acciones pastorales y de la misma persona implicada en movilidad.
7) Preparar y publicar documentos oportunos sobre el tema.
8) Incidir en la política internacional con relación al cuidado de las leyes,
derechos y deberes de la persona en movilidad.
9) Facilitar el dialogo entre las Instituciones, denominaciones cristianas y otras
religiones.
c) La Conferencia Episcopal Peruana
La Iglesia peruana consciente de su identidad, compromiso y rol con el pueblo de Dios
y en sintonía con la realidad migratoria del pueblo peruano, ha designado a la Pastoral
de Movilidad Humana el estudio de esta realidad y las necesarias sugerencias para un
mejor servicio de acogida en la Iglesia, para el migrante y su familia.
Ante la realidad del fenómeno migratorio, la Conferencia Episcopal Peruana, a través
de la Pastoral de Movilidad Humana, propone:
1) Que los Obispos del Perú, asumen solidariamente el servicio pastoral
específico a todos los sectores de la migración interna, internacional (los
que llegan, parten y se quedan) desde la corresponsabilidad de la migración,
tanto de origen, transito, destino y retorno.
2) Incluye a la Pastoral de la Movilidad Humana en el marco de sus Planes
Pastorales, específicamente, dentro de la Pastoral Social (desde la perspectiva
de la diakonía).
3) Se propone, en la medida de sus posibilidades, manifestar con actitud
misionera el rostro de Cristo migrante y sus familias a la comunidad de origen,
transito y destino; con una actitud de acogida solidaria, sin distinción de raza,
cultura ni religión.
4) Incidir ante los gobiernos para que sean respetados los derechos humanos
de los migrantes y su familia, denunciando proféticamente, situaciones que
amenazan la dignidad de la persona humana.
5) Insistir en la conversión cristiana del ser humano, convirtiendo la hostilidad en
hospitalidad. Ante una sociedad caracterizada por el egoísmo, la insolidaridad
y el miedo a perder el nivel de confort alcanzado; inclinado a una creciente
hostilidad contra el extranjero, considerado como usurpador del bien escaso
del trabajo y pasivo ante la invitación a un profundo replanteamiento, con
creatividad y solidaridad, del marco económico-social y cultural.
A las Conferencias Episcopales se les asigna la tarea de acoger, acompañar,
atender, incidir, mediante la adecuada atención pastoral a los migrantes y su
familia
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