La cafeina

Cafeína
La
como estimulante

La
Cafeína
como estimulante
Imagina tu situación una
noche. Estás cansado, exhausto
del trabajo del día, y deseas
relajarte y encontrar un momento
tranquilo; pero luego alguien
te llama para realizar la tarea
más pesada del día. Tienes que
revertir completamente tu deseo
natural de encontrar una silla
confortable, relajarte, tener
un bocadillo o bebida, sacar
tu celular, abrir tu página de
Facebook, leer las noticias o la
Biblia, relajar tu mente y cuerpo,
e ir a la cama.
Esta es una ilustración del estado
normal del cuerpo antes de la
introducción de la cafeína y luego
lo que sucede cuando la sustancia
es ingerida es comparada a tener
que repentinamente realizar el
trabajo más difícil del día.
¿Qué hace la cafeína? Primero,
un pequeño antecedente:
“Adenosina es un químico que
está presente en todas las células
humanas.” Promueve el sueño y
detiene la actividad de los nervios;
causa que los vasos sanguíneos del
cerebro se dilaten e incrementen
la entrada de oxígeno durante el
sueño.
“Para una célula nerviosa, la
cafeína se ve como adenosina.
La cafeína se une a los receptores
de adenosina. Sin embargo, en
contraste a la adenosina, no
disminuye la actividad de la
célula. Ya que la cafeína utiliza
todos los receptores a los que
la adenosina se une, las células
ya no pueden detectar la
adenosina. Como resultado, en
lugar de desacelerar a causa del
nivel de adenosina, las células se
aceleran. En lugar de abrir los
vasos sanguíneos, provoca que se
estrechen.
Las células que se aceleran en
actividad es reconocido por el
cuerpo como una emergencia,
libera la hormona “adrenalina,”
que causa un número de efectos
laterales. ¡En lugar de relajar tus
células, llegan a tener el trabajo
más pesado del día!
Cuando se consume en la noche,
la cafeína roba el descanso del
cuerpo de una persona. La
Biblia nos dirige a un verdadero
descanso y una verdadera
felicidad: “Porque el reino de
Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo.” Romanos 14:17.
La cafeína es un estimulante del
sistema nervioso central. Este
sistema incluye el cerebro, la
médula espinal, y todos los otros
nervios del cuerpo. Aunque la
cafeína tiene el poder de mantener
a una persona despierta, alerta
y concentrada, su efecto se
demuestra en nervios y temblores,
sueño de pobre calidad, latidos
rápidos de corazón, ritmo
cardiaco desigual, presión alta,
dolores de cabeza, nerviosismo,
mareo, deshidratación, y
finalmente dependencia.
Después de su consumo, la cafeína
alcanza su nivel más alto en la
sangre en una hora y mantiene
esa intensidad por cuatro a seis
horas. Si es consumida en comida,
bebida, o medicina, cambia la
manera en que el cerebro y el
cuerpo funcionan; y cambia cómo
una persona se comporta y siente.
Las estadísticas indican que:
•Al menos 68 millones de
americanos beben tres tazas de
café cada día.
•Alrededor de 30 millones de
americanos beben cinco o más
tazas de café cada día.
Michael R. Taylor, Comisionado para Alimentos y Medicina Veterinaria en la FDA, dice: “Estamos
particularmente preocupados por los niños y adolescentes y la responsabilidad que la FDA y la industria
alimentaria tienen de proteger la salud pública y las normas sociales del respeto que sugieren que no
deberíamos comercializar estimulantes, tales como cafeína, a nuestros hijos.”

•Más de 21 millones de americanos
beben seis o más tazas de café cada día.
•Se cree que unos 3 de cada 4 usuarios
de cafeína regular son “adictos” a la
sustancia.
•.Consumir tan poquito como 200 mg.
de cafeína por día puede llevar a la
adicción y a la química alterada del
cerebro.
Alrededor de 5 gramos de cafeína puede
ser fatal. Este es el equivalente de 30-40
tazas de café regular.
“Para adultos saludables, la FDA
ha mencionado 400 miligramos de
cafeína por día -aproximadamente
cuatro o cinco tazas de café- como
una cantidad no asociada con efectos
laterales peligrosos o negativos.”
Aunque esto es considerado seguro,
es el doble de la cantidad que puede
hacer que una persona se vuelva
adicta.
Ahora, podríais decir, “Estoy seguro.
No bebo café.” El grano del café
no es la única fuente de cafeína. La
cafeína también está contenida en
hojas de té, nueces de cola, granos
de cacao, guaraná, mate de hierba, y
corteza de yoco. Estos ingredientes se
encuentran en productos que incluyen
café, té, chocolate, soda, bebidas
deportivas, bebidas energizantes,
cápsulas, tabletas, aliviadores del
dolor, aspirina, y muchas medicinas,
polvos, y dosis de energía.
Es impactante llegar a saber que
los fabricantes de alimento añaden
cafeína (la cual proviene en una
forma blanca cristalizada) a muchas
sustancias alimenticias para lograr un
efecto estimulante después que uno
consume un producto, provocando
que la persona lo apetezca.
La cafeína es común en la goma de
mascar, gomitas, waffles, diferentes
tipos de agua, jarabe, malvaviscos,
semillas de girasol, y muchos otros
bocadillos. Incluso se ha propagado
que una porción de un paquete de
avena instantáneo tiene tanta cafeína
como una taza de café. Ya que 200 mg.
es considerado una cantidad pequeña
y segura, no la encontrarás en la lista
de ingredientes. Pero masticar un
paquete de goma es equivalente a
beber cuatro tazas de café 400 mg.
de cafeína. Además, se acumula en
el cuerpo con el tiempo, privándolo
del descanso del sistema nervioso y
ocasionando muchos efectos laterales
y problemas de salud.
Protejamos a nuestras familias de
tal sustancia y estemos alerta. Como
Michael R. Taylor, Comisionado para
Alimentos y Medicina Veterinaria en la
FDA, dice: “Estamos particularmente
preocupados por los niños y
adolescentes y la responsabilidad que
la FDA y la industria alimentaria
tienen de proteger la salud pública
y las normas sociales del respeto
que sugieren que no deberíamos
comercializar estimulantes, tales como
cafeína, a nuestros hijos.”
Personalmente, al crecer en Suiza, se
me sirvió bastante chocolate cuando
era niña no mucho en casa, pero
doquiera que iba. Tenía presentes de
chocolate, y me encantaba comerlos.
Cuando ganaba mi propio dinero,
pasando por los kioscos, me sentía
tentada a comprar una barra de
chocolate. Sabía que no era el producto
más saludable. Me tomó años antes
que descubriera que el chocolate es
tan malo como el café en su contenido
de cafeína. Dejé de comprar chocolate,
pero todavía lo comía cuando me lo
ofrecían. Sin embargo, los presentes
de chocolate se volvieron demasiados,
así que decidí dejar de comer chocolate
completamente. No me arrepiento de
la decisión, y estoy contenta de que el
Señor haya suplido otras alter-nativas
deliciosas las cuales podemos sustituir
por los productos que contienen
cafeína.
Es mejor para nosotros regresar a los
recursos naturales que Dios proveyó
en la naturaleza, sed sabios al elegir
alimento saludable, y mejorar la
creatividad y variedad de alimentos
mientras preparamos comidas que dan
gozo, paz, y salud.

La cafeína turba el corazón de uno y causa
ansiedad, pero Dios dice: “La paz os dejo,
mi paz os doy; yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni
tenga miedo” (Juan 14:27).
*La información para este artículo es
tomada principalmente de dos artículos
disponibles en la internet: http://www.fda.
gov/ForConsumers/ConsumerUpdates/
ucm350570.htm and http://www.
medicalnewstoday.com/articles/285194.php.
Julio Crespo
Mariluz Fernández
+507 63815178
+507 64484577
diosnuestroamparo@gmail.com
mariluzf0520@gmail.com
Viviendo una buena vida
“...El té, el café y el tabaco son todos
estimulantes, y contienen veneno. No
solamente son innecesarios, sino perjudiciales,
y deben ser descartados si hemos de agregar
al conocimiento temperancia.”—The Review
and Herald, 21 de febrero de 1888.
“El té es venenoso para el organismo. Los
cristianos deben abandonarlo. La influencia
del café es hasta cierto punto la misma que la
del té, pero su efecto sobre el organismo es
aún peor. Es excitante, y en la medida en que
lo eleve a uno encima de lo normal, lo dejará
finalmente agotado y postrado por debajo
de lo normal. A los que beben té y café, los
denuncia su rostro. Su piel pierde el color y
parece sin vida. No se advierte en el rostro
el resplandor de la salud.”—Joyas de los
Testimonios 1:195, 196 (1868).
SOCIEDAD MISIONERA INTERNACIONAL
IGLESIA ADVENTISTA DEL 7 MO DÍA
MOVIMIENTO DE REFORMA
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