Vida Compendiada de Santa Teresa de Jesus
— 236 — le diese á la Madre Teresa de Jesús para hacer una fundación de Carmelitas descalzas en el mismo Soria. Gustosa ofreció la señora quinientos ducados para la fundación. El señor Obispo dió esta buena nueva á la Santa, que se hallaba á la sazón en Falencia, rogándole aceptára el donativo y se apresurara á venir á fundar. Apénas la Santa Madre recibió esta grata noticia del virtuoso Prelado, se puso en camino, trayendo consigo siete religiosas de diversos conventos, y acompañada de algunos eclesiásticos de Sória, que habían salido en busca suya, y de otros de Falencia, que se honraban de escoltar á ésta tan renombrada peregrina. Ademas, dos Fadres de la Orden formaban parte de su comitiva, con el objeto de servir de capellanes á sus Hermanas. Hicieron su entrada en Sória los piadosos viajeros el día de San Antonio, i3 de Junio de 1581; y como la fama de la santidad de Teresa se había divulgado por toda España, le salieron al encuentro las Autoridades, la nobleza y un gentío inmenso de pueblo. El Sr. Obispo quiso también tener el consuelo de ver el recibimiento respetuoso que se hacía á las Hijas del Carmelo; pero cuando la Santa oyó decir que Su Ilustrísima las estaba mirando desde un balcón, ella y sus Hijas se pusie-
— 287 — ron de rodillas en medio del tránsito, esperando que les diese su bendición. Siguieron su camino hasta la casa de Doña Beatriz, donde se les tenía preparada habitación, capilla y altar para poder estar allí hasta que se formase el monasterio. Lo primero que hizo la Santa Madre fue postrarse ante el altar para dar gracias al Señor; y cumplido este acto de gratitud al Hacedor de todos los beneficios, recibió á las personas notables que habían deseado visitarla. Abrazó afectuosamente á la Fundadora, habló con afabilidad á todas las señoras y caballeros que la querían obsequiar, y á todos dió las más expresivas gracias por la veneración con que habían recibido á las Hijas de la Virgen María. Los habitantes de Soria quedaron muy satisfechos al ver que era mayor el mérito de Teresa de Jesús que lo que la fama había publicado, pues no podían comprender cómo se juntaban tan armoniosamente en una misma mujer la santidad más consumada y la más exquisita finura de una señora bien educada. Apénas había dado la Santa Madre estos cumplimientos que la religión y el decoro exigían, le dijeron que venía también el Sr. Obispo á visitarlas. Se comprende fácilmente la veneración y el respeto con que la Santa recibiría
- Page 192 and 193: — i86 — la persona del Padre se
- Page 194 and 195: hizo tantos estragos en la Iglesia,
- Page 196 and 197: — 19° — Teresa el pan que la f
- Page 198 and 199: — 192 — jo consigo dos monjas d
- Page 200 and 201: — 194 — Comunidad entera presen
- Page 202 and 203: — ig6 — Miéntras que la Santa
- Page 204 and 205: prendió después ser la Virgen Mar
- Page 206 and 207: — 20O — otro acontecimiento ext
- Page 208 and 209: ción, y las demás religiosas que
- Page 210 and 211: — 204 — ñor, cuando quería qu
- Page 213 and 214: CAPITULO XVII. FUNDA LA SANTA MADRE
- Page 215 and 216: — 209 —' pués fue electo Provi
- Page 217 and 218: No es posible describir mejor las a
- Page 219 and 220: — 213 — misma Señora, á quien
- Page 221 and 222: — 2l5 — den del Capítulo gener
- Page 223 and 224: — 217 — P. Gracian y el P. Mari
- Page 225 and 226: — 219 — hace grandes alegrías
- Page 227 and 228: 221 sujetasen fácilmente al yugo d
- Page 229 and 230: — 223 — grandes demostraciones
- Page 231 and 232: — 225 — El demonio quería apro
- Page 233 and 234: CAPITULO XVIII. FUNDA LA SANTA MADR
- Page 235 and 236: — 229 — dejára otro recuerdo d
- Page 237 and 238: 231 interés que se tenía en compr
- Page 239 and 240: — 233 — ración de los Calzados
- Page 241: — 235 — cián). Se formaron tam
- Page 245 and 246: — 289 — Puede decirse que de la
- Page 247 and 248: CAPÍTULO XIX. VIENE LA SANTA MADRE
- Page 249 and 250: — 243 — el Señor, que tiene en
- Page 251 and 252: — 245 — y mató las muías del
- Page 253 and 254: — 247 — fueran al convento y no
- Page 255 and 256: — 249 — estaba la Descalcéz pa
- Page 257 and 258: — 25l — vosotras». Bien claro
- Page 259 and 260: — 253 — Aquí quiso el demonio
- Page 261 and 262: — 255 — dado á luz á Benjamí
- Page 263 and 264: — 257 — ron en estado de no pod
- Page 265 and 266: CAPITULO XX. MUERE LA SANTA MADRE T
- Page 267 and 268: — 2G1 — lo que nunca le faltó
- Page 269 and 270: — 263 ~ «¡En fin , soy hija de
- Page 271 and 272: — 265 — la noche y algunos minu
- Page 273 and 274: — 267 — meses con el mayor sigi
- Page 275 and 276: — 269 — cial, el P. Doria, los
- Page 277 and 278: — 271 — dores de los pueblos po
- Page 279 and 280: — 273 — mos aquí por no traspa
- Page 281 and 282: — 275 — un Santo con el título
- Page 283 and 284: — 277 — el más excelente que h
- Page 285 and 286: — 279 — Entre todas las obras d
- Page 287 and 288: NOTAS QUE PUEDEN SERVIR Á LOS PIAD
- Page 289 and 290: 283 NOTA 3.a El monasterio déla En
- Page 291 and 292: — 285 — NOTA 5.a El monasterio
— 287 —<br />
ron <strong>de</strong> rodillas en medio <strong>de</strong>l tránsito, esperando<br />
que les diese su bendición. Siguieron su camino<br />
hasta la casa <strong>de</strong> Doña Beatriz, don<strong>de</strong> se<br />
les tenía preparada habitación, capilla y altar<br />
para po<strong>de</strong>r estar allí hasta que se formase el<br />
monasterio.<br />
Lo primero que hizo la <strong>Santa</strong> Madre fue<br />
postrarse ante el altar para dar gracias al Señor;<br />
y cumplido este acto <strong>de</strong> gratitud al Hacedor<br />
<strong>de</strong> todos los beneficios, recibió á las personas<br />
notables que habían <strong>de</strong>seado visitarla.<br />
Abrazó afectuosamente á la Fundadora, habló<br />
con afabilidad á todas las señoras y caballeros<br />
que la querían obsequiar, y á todos dió las más<br />
expresivas gracias por la veneración con que<br />
habían recibido á las Hijas <strong>de</strong> la Virgen María.<br />
Los habitantes <strong>de</strong> Soria quedaron muy satisfechos<br />
al ver que era mayor el mérito <strong>de</strong><br />
<strong>Teresa</strong> <strong>de</strong> Jesús que lo que la fama había publicado,<br />
pues no podían compren<strong>de</strong>r cómo se<br />
juntaban tan armoniosamente en una misma<br />
mujer la santidad más consumada y la más<br />
exquisita finura <strong>de</strong> una señora bien educada.<br />
Apénas había dado la <strong>Santa</strong> Madre estos<br />
cumplimientos que la religión y el <strong>de</strong>coro exigían,<br />
le dijeron que venía también el Sr. Obispo<br />
á visitarlas. Se compren<strong>de</strong> fácilmente la veneración<br />
y el respeto con que la <strong>Santa</strong> recibiría