Vida Compendiada de Santa Teresa de Jesus
— 20O — otro acontecimiento extraordinario que sucedió en el mismo camino desde Almodóvar á Veas. Llegaron en un carro á Sierra-Morena, é ignorando el carretero por dónde debían dirigirse, perdieron el camino y se pusieron en un despeñadero en donde el carro no podía andar adelante ni retroceder; en este conflicto rogó la Santa al Señor, quien les envió al Patriarca San José para indicarles el camino por donde debían salir. En efecto, oyeron la voz de un venerable anciano que les decía: «Detenéos, detenéos; que os despeñaréis si pasáis adelante»; añadiendo que se ladeasen por otra parte que él señaló; y encontraron un camino fácil y seguro. Todos confesaban que era un milagro obrado por la intercesión de la Santa Madre; y se confirmaron más en ello cuando buscaron al anciano para darle gracias y no le hallaron. La Santa Madre decía con aquel gracejo que le era tan natural: «Le busca el carretero, mas no le hallará, porque es mi Padre San José». Con otra maravilla plugo al Señor conociese Andalucía de quién se servía para asentar en su suelo la Reforma Carmelitana. Como el río Guadalimar viniese crecidísimo, y no fuese posible pasar el carro sin que las religiosas se expusieran á caer en él, tenían los habitantes de una aldéa vecina dispuestas
— 201 — caballerías para pasarlas de una parte á otra. La Santa, sus compañeras y todos los demás se preparaban á bajar del carro para hacer la travesía; mas sin ellos quererlo, y sin hacer demostración alguna, se vieron de repente á la otra parte del río, no sabiendo cómo. Este acontecimiento, y las noticias de las maravillas obradas desde Avila, conmovieron á los habitantes de Veas; y al saber que se acercaba la Santa, todos, como si fuese un sólo hombre, salieron á recibirla. Su primer visita fue á la iglesia parroquial, donde el Clero la recibió con sobrepelliz y todas las demostraciones de veneración. Hecha la visita al Santísimo Sacramento, dirigióse con sus compañeras á la casa preparada por las fundadoras, que estaba contigua á la iglesia parroquial. El día 18 de Febrero de 1575 llegaron la Santa y sus compañeras á Veas, y el día de San Matías se colocó á Su Divina Majestad en el nuevo convento de sus fieles adoratrices. Acto continuo tomaron el hábito de Descalzas las dos fundadoras; esto es, Doña Catalina y su hermana. Las piedras que sirvieron al Señor para fundamento de esta Casa, eran escogidísimas: Teresa de Jesús , la Reformadora ; Ana de Jesús, su incomparable Priora; las dos fundadoras, almas muy aventajadas en la perfec-
- Page 155 and 156: — '49 — la Reina de Polonia, y
- Page 157: — i5i — der los límites de est
- Page 160 and 161: — 154 — de Éboli se considerab
- Page 162 and 163: — 156 — barón y permitieron su
- Page 164 and 165: — i58 — la. Se salió fuera del
- Page 166 and 167: — i6o — monasterio en aquel pue
- Page 168 and 169: — 102 — zára la licencia del S
- Page 170 and 171: — 164 — estaba en peligro de mu
- Page 172 and 173: — 16b — puede comprender bien c
- Page 174 and 175: — i68 — favoreciéndola el ciel
- Page 176 and 177: - 170 — Dios y admirar sus provid
- Page 178 and 179: — 172 — una parienta de D. Fran
- Page 180 and 181: — 174 — en el coro á María de
- Page 182 and 183: - 176- tiempo estaban las religiosa
- Page 184 and 185: - lyS - mediar aquella desolación,
- Page 186 and 187: — i8o — de Dios, y esperaba que
- Page 188 and 189: — ¡82 — vencida estoy de que h
- Page 190 and 191: — 184 — el siglo, que tanta dis
- Page 192 and 193: — i86 — la persona del Padre se
- Page 194 and 195: hizo tantos estragos en la Iglesia,
- Page 196 and 197: — 19° — Teresa el pan que la f
- Page 198 and 199: — 192 — jo consigo dos monjas d
- Page 200 and 201: — 194 — Comunidad entera presen
- Page 202 and 203: — ig6 — Miéntras que la Santa
- Page 204 and 205: prendió después ser la Virgen Mar
- Page 208 and 209: ción, y las demás religiosas que
- Page 210 and 211: — 204 — ñor, cuando quería qu
- Page 213 and 214: CAPITULO XVII. FUNDA LA SANTA MADRE
- Page 215 and 216: — 209 —' pués fue electo Provi
- Page 217 and 218: No es posible describir mejor las a
- Page 219 and 220: — 213 — misma Señora, á quien
- Page 221 and 222: — 2l5 — den del Capítulo gener
- Page 223 and 224: — 217 — P. Gracian y el P. Mari
- Page 225 and 226: — 219 — hace grandes alegrías
- Page 227 and 228: 221 sujetasen fácilmente al yugo d
- Page 229 and 230: — 223 — grandes demostraciones
- Page 231 and 232: — 225 — El demonio quería apro
- Page 233 and 234: CAPITULO XVIII. FUNDA LA SANTA MADR
- Page 235 and 236: — 229 — dejára otro recuerdo d
- Page 237 and 238: 231 interés que se tenía en compr
- Page 239 and 240: — 233 — ración de los Calzados
- Page 241 and 242: — 235 — cián). Se formaron tam
- Page 243 and 244: — 287 — ron de rodillas en medi
- Page 245 and 246: — 289 — Puede decirse que de la
- Page 247 and 248: CAPÍTULO XIX. VIENE LA SANTA MADRE
- Page 249 and 250: — 243 — el Señor, que tiene en
- Page 251 and 252: — 245 — y mató las muías del
- Page 253 and 254: — 247 — fueran al convento y no
- Page 255 and 256: — 249 — estaba la Descalcéz pa
— 20O —<br />
otro acontecimiento extraordinario que sucedió<br />
en el mismo camino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Almodóvar á Veas.<br />
Llegaron en un carro á Sierra-Morena, é ignorando<br />
el carretero por dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>bían dirigirse,<br />
perdieron el camino y se pusieron en un <strong>de</strong>speña<strong>de</strong>ro<br />
en don<strong>de</strong> el carro no podía andar<br />
a<strong>de</strong>lante ni retroce<strong>de</strong>r; en este conflicto rogó<br />
la <strong>Santa</strong> al Señor, quien les envió al Patriarca<br />
San José para indicarles el camino por don<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>bían salir. En efecto, oyeron la voz <strong>de</strong> un<br />
venerable anciano que les <strong>de</strong>cía: «Detenéos,<br />
<strong>de</strong>tenéos; que os <strong>de</strong>speñaréis si pasáis a<strong>de</strong>lante»;<br />
añadiendo que se la<strong>de</strong>asen por otra parte<br />
que él señaló; y encontraron un camino fácil y<br />
seguro. Todos confesaban que era un milagro<br />
obrado por la intercesión <strong>de</strong> la <strong>Santa</strong> Madre;<br />
y se confirmaron más en ello cuando buscaron<br />
al anciano para darle gracias y no le hallaron.<br />
La <strong>Santa</strong> Madre <strong>de</strong>cía con aquel gracejo<br />
que le era tan natural: «Le busca el carretero,<br />
mas no le hallará, porque es mi Padre<br />
San José». Con otra maravilla plugo al Señor<br />
conociese Andalucía <strong>de</strong> quién se servía para<br />
asentar en su suelo la Reforma Carmelitana.<br />
Como el río Guadalimar viniese crecidísimo,<br />
y no fuese posible pasar el carro sin que las<br />
religiosas se expusieran á caer en él, tenían<br />
los habitantes <strong>de</strong> una aldéa vecina dispuestas