Vida Compendiada de Santa Teresa de Jesus
— 94 — de el aire me favorecía, de manera que no temía». Por el desenlace que ¡tuvo la persecución se ve que el Señor cumplió lo que la dió á entender. Viendo Santa Teresa calmada ya la persecución, rogó al P, Provincial le diese licencia para trasladarse á su nuevo convento de San José, y testigo el Prelado del fervor y espíritu de las nuevas Descalzas, accedió á sus deséos, y áun permitió á las religiosas de la Encarnación que fuesen con ella lasque quisieran. Así lo hizo la Santa Madre con algunas de sus Hermanas en religión, como se verá en el capítulo siguiente. Mas ántes de concluir el presente, diré algo de la muerte de San Pedro de Alcántara, que en vida y después de muerto tanto favoreció á nuestra Santa Madre. Este glorioso Santo vivió lo que necesitaba la Reforma del Carmen para su establecimiento; y en Agosto de 1563 llevóle el Señor para sí, dejando á la Santa Fundadora muy consolada al ver cuán colmadamente fueron premiados sus trabajos. Efectivamente, apénas murió se le apareció glorioso y le dijo: ¡Oh feliz penitencia, que tanta gloria me has merecido!
CAPITULO VIH. SALE LA SANTA DE LA ENCARNACIÓN PARA PASAR Á SAN JOSÉ DE ÁVILA , Y ESTABLECE LA VIDA REGULAR DE LA ORDEN DEL CARMEN EN SU PRI MITIVO FERVOR. E poco hubiera servido haber fundado el primer monasterio de la Reforma del Carmen si Teresa de Jesús no hubiera venido á darle vida con su ejemplo y doctrina. Debía ser el convento de San José de Ávila el molde en que habían de ser fundidas las primeras y más sólidas columnas del edificio de las Descalzas, y por eso era indispensable la presencia de aquel hábil escultor que debía darles el talle y hermosura que les convenía. Obtenida la licencia del P. Provincial, se fue con cuatro religiosas de la Encarnación al nuevo monasterio; y es tradición constante que al llegar á la basílica de los Santos Vicente, Sabina y Cristeta, se descalzó ántes de
- Page 49 and 50: -43 - Teresa grandes fatigas; pero
- Page 51: -45 - Dios. Ademas le dijo de un mo
- Page 54 and 55: - 4 8 - tud de sus intenciones y aq
- Page 56 and 57: — 5o — quien en Vos confía».
- Page 58 and 59: — 52 — á donde estoy». Todas
- Page 60 and 61: en este tiempo, y á medida que se
- Page 62 and 63: — 36 — Cármen y toda la Españ
- Page 64 and 65: — salo que entendiese ser más de
- Page 66 and 67: — óole abrió su corazón, le de
- Page 68 and 69: — 62 — bles y un desasosiego in
- Page 71 and 72: CAPITULO VI. MÁNDALA EL SEÑOR QUE
- Page 73 and 74: mil ducados y Doña Guiomar lo que
- Page 75 and 76: - 6 9 - gobernaba el alma de la San
- Page 77 and 78: — 7i — confesor y del Prelado d
- Page 79 and 80: -.73 - pobreza que se tiene en su c
- Page 81 and 82: propuso entorpecer la empresa, vali
- Page 83 and 84: — 77 — do parte de la obra derr
- Page 85: nes de los letrados, consultó con
- Page 88 and 89: ficación del templo de Jerusalén
- Page 90 and 91: _ 84 - nía levantar para la mayor
- Page 92 and 93: — 86 — había sido que viniese
- Page 94 and 95: — 88 — esas cuatro doncellas de
- Page 96 and 97: — 9° — que ordenára á las mo
- Page 98 and 99: — 92 — angustias, y para consol
- Page 102 and 103: -96- presentarse á la puerta de Sa
- Page 104 and 105: - 9 8 - denó tan oportunamente, qu
- Page 106 and 107: — IOO — brar en el huertecillo
- Page 108 and 109: 102 necesitadas, y así quedaban to
- Page 110 and 111: — 104 — tos de salud que Teresa
- Page 112 and 113: — io6 — y desde luégo meditó
- Page 114 and 115: — io8 — Cruz y Doña Teresa de
- Page 116 and 117: — no — ligiosas, sin embargo, h
- Page 118 and 119: parte de su casa y capilla para que
- Page 120 and 121: — 114 '— ción. Otra fue, que l
- Page 122 and 123: — II6 — habló, comprendió su
- Page 124 and 125: trechaban para ir á Alcalá de Hen
- Page 126 and 127: Jericó, derramando en las dos Cast
- Page 129 and 130: CAPITULO X. FUNDA LA SANTA MADRE EL
- Page 131 and 132: — 125 — razón revolvía las mi
- Page 133 and 134: — 127 — en la Santa, le dijeron
- Page 135 and 136: — 129 — posición muy especial
- Page 137 and 138: — I3I — los Provinciales no les
- Page 139 and 140: CAPITULO XI. FUNDA LA SANTA MADRE E
- Page 141 and 142: — i35 — los superiores, quiso q
- Page 143 and 144: - i 3 7 - con su licencia y faculta
- Page 145 and 146: — iSg — Desde Medina del Campo
- Page 147 and 148: CAPITULO XII. FUNDA LA SANTA EL CON
- Page 149 and 150: — 143 — bien su encargo, que al
— 94 —<br />
<strong>de</strong> el aire me favorecía, <strong>de</strong> manera que no temía».<br />
Por el <strong>de</strong>senlace que ¡tuvo la persecución<br />
se ve que el Señor cumplió lo que la dió á enten<strong>de</strong>r.<br />
Viendo <strong>Santa</strong> <strong>Teresa</strong> calmada ya la<br />
persecución, rogó al P, Provincial le diese licencia<br />
para trasladarse á su nuevo convento<br />
<strong>de</strong> San José, y testigo el Prelado <strong>de</strong>l fervor y<br />
espíritu <strong>de</strong> las nuevas Descalzas, accedió á sus<br />
<strong>de</strong>séos, y áun permitió á las religiosas <strong>de</strong> la<br />
Encarnación que fuesen con ella lasque quisieran.<br />
Así lo hizo la <strong>Santa</strong> Madre con algunas <strong>de</strong><br />
sus Hermanas en religión, como se verá en el<br />
capítulo siguiente. Mas ántes <strong>de</strong> concluir el presente,<br />
diré algo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> San Pedro <strong>de</strong><br />
Alcántara, que en vida y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto<br />
tanto favoreció á nuestra <strong>Santa</strong> Madre. Este<br />
glorioso Santo vivió lo que necesitaba la Reforma<br />
<strong>de</strong>l Carmen para su establecimiento; y en<br />
Agosto <strong>de</strong> 1563 llevóle el Señor para sí, <strong>de</strong>jando<br />
á la <strong>Santa</strong> Fundadora muy consolada al<br />
ver cuán colmadamente fueron premiados sus<br />
trabajos. Efectivamente, apénas murió se le<br />
apareció glorioso y le dijo: ¡Oh feliz penitencia,<br />
que tanta gloria me has merecido!