Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE II. (60) TÁV10 TV.
su atención y su ternura. Lo ve mas y mas cun sus
ojos, y nías con el corazón. Ve con claridad á la luz
de un rayo celestial , que brilla dentro de su aima,
en las llagas del Señor los excesos del amor divinó^
y su mala correspondencia. Se arroja en tierra á sus
pies, sus ojos desatados en un torrente de lágrimas,
y llena de compunción y confianza clama entre gemidos
profundos se le abran de una vez las puertas
de la misericordia divina , á que tantas veces ha llamado.
Postrada como estaba , pretende hacer fuerza
á Dios con sus suspiros ; y al sentir dentro del pecho
que su pena ie parte el corazón, animada con
la resolución que le inspira su dolor y cansado antecedente
, protesta que no ha de levantarse de allí
hasta que la fortalezca para no ofenderlo jamas. Su
devoción á la Magdalena , y el exemplo de esta dichosa
muger en íance igual enardece mas su llanto,
y con su protección inmediata se persuade no son
de desechar unas lágrimas que su Magestad le aviva
0 557-)y ^s itiflama el amor.Sienteen sípor respuesta(42.)
la benignidad soberana : que una paz sobre todo
sentido tranquiliza todo su interior , y que un gozo
iiíteruo y exquisito recrea su alma ya fortalecida.
Dios nos hizo cor) oreos y sensibles , y así como por
cosas semejantes subimos hasta la divinidad del criador
, así se vate el Señor como gusta de cosas sensibles
para impresionar sus ideas en nuestra alma. Gracias
infinitas á Dios, y gloria al dogma católico sobre
la adoración de las santas imágenes , pues que
entre tantos bienes que han traido al cristianísimo,
se añade este suceso prodigioso de Teresa , qne servirá
de monumento eterno con los demás trofeos de
la religión cristiana en el templo de la fe. La Santa
agradecida refiere lo acaecido con esta santa imagen,
y contra su costumbre asegura con la mayor aseveración
(a) «creo cierto me aprovecho mucho , porque
(?) Sa Vida c. 9. n, 3.