Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FJELTPE 11. (53) PAULO IV.
La Santa en fin , ocurriendo á todo con su luz y
prudencia celestial , previene (a). «Que sino se pue-
»de lograr tenga confesor con todas las qualidades
«que debia , que á tiempo procuren otros ; y si les
«ponen preceptos á que no se confiesen con otros, sin
«confesión traten su alma con personas semejantes á
«lo que llevo dicho. Atrévome mas á decir (prosigue ),
«que aunque un confesor lo tenga todo, algunas ve-
«ces se haga lo que digo , porque ya puede ser él se
«engañe : hay diferentes camiaos , y no por fuerza
«los sabrá todos un confesor.»
CAPITULO
QUARTO.
DIOS DISPONE DE MAS CERCA
á ieresa para el grado sublime de perfección
á que la elevó.
Años de Cristo.
Edad de la Santa.
íin este transcurso de veinte años, á que la Santa
llama vida tibia , y todos sus historiadores pasan muy
superficialmente sin señalar datos fijos de cosa alguna,
á poco que se ahonde se halla un rico mineral , cu*
yo encuentro y preciosidad proporciona ella misma.
Intitula año de disipación al primero de estos , por
^aber dexado en él la oración , sin embargo de ha-
^er exercitado entonces mismo otras virtudes excelentes.
En los diez y nueve años siguientes las practico
todas , y especialmente k oración con constancia , y
aumento diario sin que las muchas ocupaciones y enfermedades
la dispensasen : porque desde que vuelta
la oración edifico en su interior altar y templo á
(a) Camino de perfección c. $. n. a.