Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I
FELIPE IT. (^l) PAULO IV. «necesidad , y mientras mas espirituales mas." Si esta Virgen iluminada nos propusiera sus opiniones sidgalares sin conexión á lo que pide por sí misma esta materia tan importante , y á lo que la Iglesia por los concilios y Doctores han establecido , su misma singularidad era un grande embarazo para decidirnos á su favor. Pero sí no es otra la doctrina de toda la Iglesia que la suya , ya no es Teresa sola quien había, sino que su lenguage es el del Espíritu Santo que se dexa oir por su voz. £1 dogma de ser los Sacerdotes los ilnicos ministros del sacramento de la penitencia , se prueba contra los hereges .(a) por la potestad que Cristo dio á ellos solos de abrir y cerrar las puertas del cielo , de atar y desatar las ligaduras de las conciencias , y franquear d privar el uso de la sagrada Eucaristía á los hombres , según su mérito d indignidad. Esta potestad pues supone en los Sacerdotes la mucha ciencia necesaria para este discernimiento difícil : sirviendo de confusión á los Sacerdotes, que por su presunción d ignorancia invierte este orden , el deber saber que en este caso es infructuosa su potestad, como afirman San Gerdnimo (b) y San Gregorio (c). San Agustín le manifiesta á todo confesor la ciencia especial de que debe (d) estar adornado para el exer- (a) P. Fr. Liberio de Jesús Carm. Desc, tr. de sacr. pen. dist. 7. controv, í. §. 1. Nota. Aunque Santa Teresa clama contra los confesores ignorantes, y medio letrados , sin proponer en particular la qualidad de ciencia que deben tener^ *e verá por una expresión suya la que no bastó para ella , ni bastará pjra duchos. Al cap. 5. camino de perfección, dice así.... Ya saheis que la primera pie- ^9. ha de ser buena conciencia , y con todas vuestras fuerzas libraros aun do Pecados veniales i y seguir lo mas perfecto. Parecerá que esto qnalquiera coivfesor lo sabe , y es engaño. A mí me acaecid tratar con uno cosas de conciencia 1 que habia oido todo el curso de Teología , y me hizo harto daño ca cosas que nie decia no eran nada , y sé que no pretendía engafíarnie, ni te- Iua P'ira lúe , sino q-ue no supo mas, y con otros dos ó tres , sin este, me acaeciá. ÍP) (c) (^) S. Gerónimo sobre el c. n. de S. Mateo. S. Gregorio honi. 25. in evang. S. Agustín c. Qui vult de poeriit. díst.
FELIPE 11. C52) PAULO IT. cicio de su potestad judiciaria. El Concilio Lareranense (d) la qup le corresponde como á médico espiritual, y ei catecismo del Concilio Tridentino (b) la necesaria para uno y otro empleo. Sobre la qualidad de esla ciencia , precisa asentar , que es indispensable la necesaria para exercer ilustrada y rectamente la prudencia , la caridad , y la justicia ; y las resultas espantosas de su falta las expresan sin rebozo el Cardenal de Laurea (c) , y Belarmino (d). De aquí pueden inferir todos los cristianos la solicitud y cautela con que han de proceder en elegir confesor. Les va nada menos que su alma , y una eternidad feliz ó desdichada. Y nadie crea que es tan fácil esta elección de buen confesor , d hallarlo. Santa Teresa dice que lo bu^cd por espacio de veinte años sin encontrarlo, y que esto le hizo gran daño á su alma. San Basilio encarga mucho esta solicitud (e) é inquisición , como que es lo mas importante ; y hace temblar , dice (f) Ja sentencia de Jesucristo no solo al ciego que encamina , sino también al ciego que lo sigue , porque los dos caen en la hoya : esto es , tanto el confesor ignorante, como el penitente que se dexa dirigir por él. El corazón del hombre es lo mas intrincado y oculto del mundo. Sus desconciertos y enfermedades complicadas son sin cuento : su comprehension dificultosísima : su arreglo y dirección pide una delicadez exquisita. Pues todo esto se pone á cargo de un confesor que por la presunción mal fundada de su suficiencia desmerece los auxilios divinos para el acierto. Sin que para esto sirva de escusa el recurso á los sabios en los casos arduos. Porque d no los conocerá', d informará defectuosamente , d se equivocará en ia aplicación , d no sabrá sostener la doctrina mendigada. (a) Conc. L-teran. IV. c. omnis , de poenit. et remií. (b) Catee. Conc. Trid, part. 2. c. 35. (c) (d) Cardenal de Laurea, Belarm. apud Beaed. XIV. de Beit. lib. 5. c. ¿J, (e^ Sar. Basilio de abdicatione rerum. (f) $. Agustín ierm. 4$. de past. c. jo.
- Page 15 and 16: la Santa que había empezado de ord
- Page 17 and 18: O) ciso dar una idea oportuna del s
- Page 19 and 20: cion se estableció en Roma la cong
- Page 21 and 22: CARLOS V. (6) lEONT X. puso en el r
- Page 23 and 24: V CAHIOS V. (8) CLEMENTE VTT. lo V
- Page 25 and 26: CARIOS. V. '(ro.) CtEMENTE VTt y so
- Page 27 and 28: CARLOS V. (12) CLEMENTE Vil, tienen
- Page 29 and 30: CARLOS V, (14) CLHK£NT£ VTT. esta
- Page 31 and 32: CARLOS V. (16) CLEMENTE VH, los Ang
- Page 33 and 34: CARLOS V. PAULO. Úli CAPITULO QUAR
- Page 35 and 36: CARLOS V. (20) PAULO 111. espiritua
- Page 37 and 38: JARLOS V. (22) PAULO ni. (1537,) di
- Page 39 and 40: CARLOS V. (24) PAULO Tlf. Por la ve
- Page 41 and 42: CARIOS. V. (26) PAULO TTI. constern
- Page 43 and 44: GARLOS V. (2§) PAULO IIT. LIBRO SE
- Page 45 and 46: C ATI LOS V. (30) PAULO m. mismo Se
- Page 47 and 48: CARLOS V. (32) PAULO Til, á quien
- Page 49 and 50: CARLOS V. (34) PAULO Tlf. »quc com
- Page 51 and 52: CARLOS V. ^ (36) PAULO ITT. tá el
- Page 53 and 54: CAULOS V. (38) PAULO IIT. »hecbo,
- Page 55 and 56: CARLOS V,. .(4°) PAULO III. maba e
- Page 57 and 58: CARLOS V. ^ (42) PAULO TTT. titud a
- Page 59 and 60: FELIPE TI. (44) ?AÜLO IT. enojo vi
- Page 61 and 62: FELIPE n. ^ (46) PATTIO IV. «tan m
- Page 63 and 64: FELIPE IT. (48) PAULO IV. i>de pros
- Page 65: FELIPE IT. (50) PAITIO IV. maestros
- Page 69 and 70: FELIPE rr. (54) PAULO IV. su Dios ,
- Page 71 and 72: FELIPE 11. (56) PAULO TV. ei que ia
- Page 73 and 74: FELIPE IT. C58) PAULO IV. Dios que
- Page 75 and 76: FELIPE II. (60) TÁV10 TV. su atenc
- Page 77 and 78: fElWE !!• (62) VAVLO IT. CAPITULO
- Page 79 and 80: FELIPE IT. (^4) . PAULO TV. videnci
- Page 81 and 82: íUPE R. (66) PAULO IT. »>como qui
- Page 83 and 84: FELIPE II. (68j PAULO IV. traio mas
- Page 85 and 86: FELIPE IT. (70) PAULO lY. poca humi
- Page 87 and 88: FELIPE ti. (72) TAVLÚ IV. rabaíi
- Page 89 and 90: FELTPE 11. (74) PAULO IV. Así refi
- Page 91 and 92: FELIPE TL (7^)) PAULO IV. disponien
- Page 93 and 94: FELIPE TI. (78) PAULO IT» mo de aq
- Page 95 and 96: FELIPE IT. (80) PAULO IV, ?jfin , y
- Page 97 and 98: FELIPE H. C^2) PAULO TV. «presenta
- Page 99 and 100: FELIPE IT. C84) PAUIO IV. »dria pe
- Page 101 and 102: FELIPE rr. (86) PAULO ir, con tanta
- Page 103 and 104: FELIPE ir. (88) pro ir, whincan una
- Page 105 and 106: ntivn ir. (90) m m «ritual» aunqu
- Page 107 and 108: F£ITPI TT. (92) no ir. presentaba
- Page 109 and 110: IEL1PE II» (94) no ir, APENDICE PR
- Page 111 and 112: FELTPE n. (96) PIO rv. fundados en
- Page 113 and 114: FJELIPE IT. (98) fio ir. y exemplar
- Page 115 and 116: FELIPE ir, (roo) PIO IV. ees de los
FELIPE IT. (^l) PAULO IV.<br />
«necesidad , y mientras mas espirituales mas." Si esta<br />
Virgen iluminada nos propusiera sus opiniones sidgalares<br />
sin conexión á lo que pi<strong>de</strong> por sí misma esta<br />
materia tan importante , y á lo que la Iglesia por los<br />
concilios y Doctores han establecido , su misma singularidad<br />
era un gran<strong>de</strong> embarazo para <strong>de</strong>cidirnos á<br />
su favor. Pero sí no es otra la doctrina <strong>de</strong> toda la<br />
Iglesia que la suya , ya no es <strong>Teresa</strong> sola quien había,<br />
sino que su lenguage es el <strong>de</strong>l Espíritu Santo que se<br />
<strong>de</strong>xa oir por su voz. £1 dogma <strong>de</strong> ser los Sacerdotes<br />
los ilnicos ministros <strong>de</strong>l sacramento <strong>de</strong> la penitencia<br />
, se prueba contra los hereges .(a) por la potestad<br />
que Cristo dio á ellos solos <strong>de</strong> abrir y cerrar las puertas<br />
<strong>de</strong>l cielo , <strong>de</strong> atar y <strong>de</strong>satar las ligaduras <strong>de</strong> las<br />
conciencias , y franquear d privar el uso <strong>de</strong> la sagrada<br />
Eucaristía á los hombres , según su mérito d indignidad.<br />
Esta potestad pues supone en los Sacerdotes la<br />
mucha ciencia necesaria para este discernimiento difícil<br />
: sirviendo <strong>de</strong> confusión á los Sacerdotes, que por su<br />
presunción d ignorancia invierte este or<strong>de</strong>n , el <strong>de</strong>ber<br />
saber que en este caso es infructuosa su potestad,<br />
como afirman San Gerdnimo (b) y San Gregorio (c).<br />
San Agustín le manifiesta á todo confesor la ciencia<br />
especial <strong>de</strong> que <strong>de</strong>be (d) estar adornado para el exer-<br />
(a) P. Fr. Liberio <strong>de</strong> Jesús Carm. Desc, tr. <strong>de</strong> sacr. pen. dist. 7. controv,<br />
í. §. 1.<br />
Nota. Aunque <strong>Santa</strong> <strong>Teresa</strong> clama contra los confesores ignorantes, y medio<br />
letrados , sin proponer en particular la qualidad <strong>de</strong> ciencia que <strong>de</strong>ben tener^<br />
*e verá por una expresión suya la que no bastó para ella , ni bastará pjra<br />
duchos.<br />
Al cap. 5. camino <strong>de</strong> perfección, dice así.... Ya saheis que la primera pie-<br />
^9. ha <strong>de</strong> ser buena conciencia , y con todas vuestras fuerzas libraros aun do<br />
Pecados veniales i y seguir lo mas perfecto. Parecerá que esto qnalquiera coivfesor<br />
lo sabe , y es engaño. A mí me acaecid tratar con uno cosas <strong>de</strong> conciencia<br />
1 que habia oido todo el curso <strong>de</strong> Teología , y me hizo harto daño ca<br />
cosas que nie <strong>de</strong>cia no eran nada , y sé que no pretendía engafíarnie, ni te-<br />
Iua P'ira lúe , sino q-ue no supo mas, y con otros dos ó tres , sin este, me<br />
acaeciá.<br />
ÍP)<br />
(c)<br />
(^)<br />
S. Gerónimo sobre el c. n. <strong>de</strong> S. Mateo.<br />
S. Gregorio honi. 25. in evang.<br />
S. Agustín c. Qui vult <strong>de</strong> poeriit. díst.