Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE TI. (44) ?AÜLO IT.
enojo viéndose en peligro de volver atrás, y desagradar
á quien tanto bien le hacia, quando menos
lo esperaba. Y era para ella un género de tormento
terrible , recibir nuevas mercedes pagando tan mal las
recibidas, según confiesa ella misma, (c*) «A la verj)dad
tomabais, rey mió, el mas delicado y peno-
"so castigo por medio que para mí podia ser; como
«también entendia lo que me habia de ser mas pe-
>»noso: con regalos grandes, castigávades mis delitos/5
CAPITULO TERCERO.
JUSTAS QUEJAS IDE SANTA TERESA
contra lo que motivó sus lágrimas.
Años de Cristo,
Edad de la Santa.
1556. 41-
Por exactas que sean las nociones que los filósofos
dan del hombre en su ethica, con dificultad se podrá
formar de allí una idea cabal de lo que él es
puesto ya en sociedad. Ya se dixo de Santa Teresa
, que era destinada para maestra en la ciencia del
corazón del hombre, y quizá habrá habido pocos
que lo hayan conocido mejor que ella , por lo que
en las instrucciones que escribe y dicta con empeño
su decirion y su sentencia, son oráculos. Llamada
esta Virgen ilustre al estado religioso, creyó haber
hallado en su monasterio todo quanto podia contribuir
al h-gro de su destino. Pero la engaño esta
confianza. La clausura, que no se habia profesado en
él, no tenia bastantemente retiradas del trato de los
seglares á las religiosas; y el poder de su exemplo
llevo tras sí á visitas , conversaciones y amistades
en rejas y portería á esta Virgen inocente que no
creia violar sus obligaciones siguiendo á las que por
(a) Su Wd. c. 7. a. ir.