Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

CARLOS V. ^ (42) PAULO TTT.
titud al Señor, que á mas de haberla preservado de
(1548.) los males á que incautamente se exponía, (33.)
la llamaba y trahia á sí con tanta predilección j y la
obligación á su agradecimiento , que quería y le repugnaba
sin acabarlo de entender. Iba gustosa á la
oración , se deshacía en lágrimas, en que el Señor se
complacía , y le hacia protestas de la fidelidad mas
(1549 ) constante. Pero nuevos lances la llevaban (34.)
á las redes y al trato exterior donde avivado su humor
placentero , le preparaba mas azibar en la oración
á que animosa y confusa iba después. Allí reconcentrada
en su nada clamaba con gemidos profundos
, y alentada en su abatimiento s¿ proponía deshacer
todos los artificios de las pasiones conque el mundo
y Satanás la sorprendían quando menos lo pensaba.
(1550.) Al tiempo que con estas desigualdades (3^.)
se tenia por indigna y ruin , y no aparecía entre
personas sino llena de rubor por parccerle que era
patente á todos lo que ella veia en si misma , Dios
encubría sus imperfecciones, y solo permitía reparasen
en las virtudes que practicaba, (a) »Y era, dice
wella misma, que había ya visto el sabídor de todas
»>las cosas, que era menester ansí, para que en las
«que después he hablado de su servicio , me diesen
algún crédito; y miraba su soberana largueza, no los
«grandes pecados , sino los deseos , que muchas veces
»tenia de servirle , y la pena por no tener fortaleza
«en mí para ponerlo por obra." Las enfermedades gravísimas
que había sufrido con una paciencia embidiable,
los vómitos diarios que le habían quedauo,
dolores intensos con freqüencia , y el sobresalto continuo
del mal de corazón que de quando en quando
le repetía, sus humillaciones, lágrimas y propo'sitos,
que debían tranquilizarla para dar lugar al único estimulo
de aspirar á la perfección á que era Hamaca
JULIO nr.
(a) Su vid. c, 7. n. 10.