Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

CARLOS V. (32) PAULO Til,
á quien los demás al rededor del lecho acompañan con
las suyas, llorando difunta á quien tanto amaban. Desconfiados
de su vida (pero sin saber po" que) tienen ílxa
su vista en aquel cadáver aparente. En esto Teresa
respira blandamente , y una palpitación suave que
le advierten los llena de admiración y de pasmo. Los
circunstantes atónitos en un profundo silencio perciben
que ya suena su voz , y le oyen decir con serenidad y
agrado. «Porque me han llamado: en el cielo estaba,
wel infierno he visto. Mi padre y Juana Suarez.se han
«de salvar. Monasterios he visto que tengo de fundar:
«muchas almas, se han de salvar por mi medio. Santa
«tengo de morir, y mi cuerpo antes de ser enterrado
«ha de estar cubierto con un paño de brocado (a).*'
Vuelta en. sí, pide confesión: recibe con mucha devoción
los Santos Sacramentos. Se cree incapaz de referir
lo que padece de resulta de los quatro días del parasismo..
No podía apenas menear la lengua hecha pedazos
de mordida. Tenia la garganta tan estrecha por
su flaqueza y falta de uso, que ni aun. agua podia pasar.
El cuerpo estaba descoyuntado y encogido: sus miembros
sin movimiento, y toda ella tan lastimada, que no
se le podia tocar sin causarle mucha pena. Habiéndosele
templado sus dolores después, de algún tiempo, le acometen
de refresco quartanas dobles con nuevos accidentes,
terribles todos. Viéndose tan frustrada de la salud
(a) Esta suspensión de vida sensible por tanto tiempo que aquí intervino es obra
«uperior al curso regular de la naturaleza. Es oculto el modo de esta operación,
pero fue dirigida á ilustrar la alma de esta Santa. Virgen.. En fuerza de lo que
en este transporte vid, y del conocimiento de los sucesos futuros que le comunicaron,
prommpíó en estos anuncios, que no tenían por entonces proporción con
el estado de moribunda en que se hallaba. Por lo que Inbiéndolas ella confirmado
de mayor estando con mas salud , HO dudaron los mejores teólogos de su tiempo
en asegurar era obra de Dios, y verdaderas profecías quanto dixo. En efecto,
el cumplimiento las ha acreditado con la mayor autenticidad. Que fundase momstetios,
e¡ mundo lo ha visto. Que muchas almas se han salvado por su medio
, el cielo es buen testigo. Que muriese santa , lo ha publicado !a Iglesia. Y
toda ciudad de Alva vid su cuerpo difunto, cubierto con el patío de brotado qU*
jf^ra este fin regaló la Señora infanta Isabel Clara Eugeaía.