Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

CARLOS V. C25) PAULO IIT.
para quantos adornos añadid la gracia, presento al
mundo una de las mugeres mas singulares, que en
él se han visto.
APENDICE SEGUNDO.
Idea de las reformas del siglo xvi.
Años de Cristo.
Edad de la Santa*
E i íl siglo décimo sexto , en que nació y vivió' Teresa,
parecía entrar con el signo de reforma , que por todo él
(I537-)slgu'0' Y a^ e^ siglo antecedente le habia (22)
preparado los caminos. Todos los estados d la necesitaban
d la apetecian. Porque en la realidad, el poder del
tiempo, la debilidad, las guerras, las hcregías, las pasiones
, la libertad de opinar , y hasta las mismas epidemias
, que por entonces cubrieron de cadáveres la Europa
, todo habia contribuido á la inobservancia de la disciplina,
y á la relaxacion de las costumbres. Los hombres
mas eminentes y verdaderamente católicos penetrados
del mas vivo dolor, postrados á los pies de los
altares lloraban estos males , y suplicaban á Dios proveyese
un remedio oportuno. Los concilios de Pisa , de
Constancia y Basilea la proyectaron sin efecto. La multitud
de sínodos provinciales que después se celebraron
en todo el mundo catdlico suspiraron por lo mismo; pero
el desorden que Dios por sus juicios ocultos habia
decretado permitir, no habia'llegado aun á su mayor
aumento. Los Pontífices colocados en la silla apostólica,
mas para el trabajo que para el honor, registran desde
aquella atalaya la situación de la iglesia y del pueblo
cristiano, que Jesucristo les encomendó. En esta ocas,on,
y al principio de este siglo es elegido Pió III. Apees
consagrado tiende la vista al estado de las ocurrencias
actuales: se consterna al ver tantos males, y su
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