Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE II. (27$) GREGOmO ÍÍIT.
blime, dice(a): »>Su gloria tienen puesta en si pudie-
»>sen ayudar en algo al crucificado, en especial quan-
«do ven que es tan ofendido, y ios pocos que hay
»que mircu por su honra desasidos de todo lo demás.
«Verdad es que algunas veces que se olvidan de es-
»>to, tornan con ternura los deseos de gozar de Dios
»y desear salir de este destierro." En este y otros pasages
de la Santa le hizo ver Eosuet á Fenelon la
útil alternativa de gozos momeniáneos, de deseos repetidos
de la g'oria , el temor de perderla , el deseo
del bien del próximo aunque fuese con algún retardo
penoso de su felicidad , pero para mas bien propio añadiéndose
esc mérito de nuevo , su fe y esperanza heróyca,
sin las que no haria este acto de caridad sublime
con el próximo. ,
Segundo punto : cesación de obras virtuosas. Este
punto que comprehende gran parte délas proposiciones
del heresíarca Molinos en el sentido condenado por
Inocencio XI, es diametralmente opuesto á la doctrina
de santa Teresa , que dirige toda su doctrina á
obrar mas y mejor sin cesar. Formas que quisiese Fenelon
valerse de la trasformacion mística y suspencion
momentánea de Jas potencias , que ella enseña en la
contemplación sublime , Teresa misma le hace ver (b)
que allí ni la voluntad dexa de amar, ni el entendimiento
de entender , aunque si con una mirada simplicísima.sin
discurrir ni hacer actos níiexos. «Ahora
«vengamos, (dice) á lo interior de lo que el alma
«aquí siente : digalo quien lo sabe , que no se puede
«entender quanio mas decir. Estaba yo pensando quan-
«do quise escribir esto (acabando de comulgar y de
«estar en esta misma oración que escribo) que harria
el alma en aquel tiempo . Dixome el Stñor es-
«tas palabras: deshacerpe toda, hija, para ponerse mas
«en mi, ya no es ella la que vive, sino yo: ^-
(a) Morada 7, c, 3, ntím. 4 Y S.
(b) Vid. c. 18, n. 8.