Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I
FELTPE IT. C255) GREGOUTO XTir. «quédeme yo en la oración que traygo de estar el alwma con la Santísima Trinidad, y parecíame que la «Persona del Padre me llegaba á sí, y decia palabras »muy agradables. Entre otras me dixo mostrándome »lo que me quería, yo te di á mi Hijo y al Espíri- »tu Santo y á esta Virgen. ¿Que me puedes dar tu »á mí?" Si este favor de acercar tanto Dios á si mismo á Teresa fue una gracia singular, mayor Jo fue pasados unos dias decirla luego después de comulgar: «No hayas miedo , hija , que nadie sea parte quitarj>rc de mi." La satisfacción que le daba el ver á Dios tan propicio, la esforzaba á serle mas fiel , y retirarse mas á su interior quanto sus ocupaciones precisas y del servicio de Dios se lo permitían, «Otra vez «estando recogida con esta compañía que traygo siemj»pre en el alma , parecíame estar Dios en ella , de ma- «nera , que me acordé de quando San Pedro dixo: tú «eres Cristo hijo de Dios vivo: porque asi estaba Dios «vivo en mi alma. Y esta no es como otras visiones, «porque lleva fuerza con la fé, de manera qué no «se puede dudar, que está la Santísima Trinidad por «esencia , presencia y potencia en las almas. Es cosa «de grandísimo provecho entender esta merced. Co- «mo estaba espantada de ver tanta magestad en ca- «sa tan baxa como era mi alma , entendí: No es ba- »xa, pues está hecha á mi imagen. Y también e nten- «dí algunas cosas, por la causa porque Dios se de- «leyta en las almas mas que con otras criaturas, tan «delicadas, que aunque el entendimiento las enten- «día de presto , no las sabía decir." Es verdad que aborrece Dios á los soberbios, y solo se complace en los humildes: pero esta humildad no debe ser un abatimiento vil, que no dexe reconocer al hombre los dones de Dios en sí, lo que es suyo y ni distirguir loque es de Dios. La esencia de la alma, su grandeza,su incomprensible capacidad, su hermosura es obra de Dios, y es.- to pide agradecimiento. Su debilidad , su ignorancia, sus perversas inclinaciones, su fealdad, esto es obra Ll
FELIPE I ti (25^) GREGORIO XlII, del pecado , y este de la criatura. Tiempo vendrá en que se vea por doctrina de la Santa la excelencia de k alma racional, y en quan mas alta idea y aprecio de ella nos impone esta maestra celestial, que quanto nos han dicho con mucho apáralo todos los íüdsofos. «Otra vez pensando quan recia cosa es vivir, porque «nos priva de no estar siempre en aquella admirable «compañía de la Santísima Trinidad , dixe entre mi: «Señor dadme algún medio para llevar esta vida, di- «xo: Piensa, hija mía, como después de acabada no me «puedes servir lo que ahora. Come por mi y duer- «me por mi, y todo lo que hicieres sea por mi, co- «mo si no vivieras tu ya, sino yo; que esto es lo que «decía San Pablo" Esto que sirve para recomendación del vivir en sociedad , y de las obligaciones que ciia impone , instruye de paso á juntar provechosamente los deberes y exercicios que nos manda la religión , que lejos de ser embarazo lo uno de lo otro, se fomentan mutuamente para mejor. En efecto Santa Teresa en medio de una prelacia tan embarazosa por la multitud de sus individuos y circunstancias de la casa, parecía no le había de permitir la vida interior en que antes se había santificado. Pero su grande alma, corazón , talento , habilidad , virtud , grande todo, era superior al mismo gobierno que exercia con tanta exactitud y á mas á los cuidados y expedición de los negocios de su reforma, que la ocupaban no poco í y aun le quedaba mucho tiempo y disposición para este trato íntimo con Dios sin distracción y sin violencia. De manera que estando un dia por este tiempo hablando de Dios en el locutorio con San Juan de Ja Cruz , los dos se arrobaron en un rapto soberano, levantándose tan altos, que dieron con la cabeza en el techo sentados en las sillas que llevaron tras sí por haberse asido á ellas quando advirtieron el ímpetu del espíritu. En esta disposición los vieron las religiosas. Quizá parecerá esto mucha ocupación interior en medio de tantos cuidados exteriores:
- Page 219 and 220: FÍL1PE TI. (204) PÍO IV. rodillas
- Page 221 and 222: PEITPE n. (206) PTO ir. biicarlo (a
- Page 223 and 224: FELIPE IT. (208) TIO IV, de los rro
- Page 225 and 226: FELIPE II. {ZXo) PI0 lv- »de nuest
- Page 227 and 228: FELIPE ir. {1(1^) rio iv. CAPITULO
- Page 229 and 230: FFXlPH IT. f i*14) P:0 1V' bia en l
- Page 231 and 232: FIÍLIPE ir. (2rQ PÍO ir. labras h
- Page 233 and 234: FELIPE TI, C21^) IV« abrir escuela
- Page 235 and 236: FELIPE II. (220) PIO IV. joria se p
- Page 237 and 238: FELIPE IT. (2 2 2) PIO IV. y lugar
- Page 239 and 240: FELTI>E IT. (224) PÍO IV. de propo
- Page 241 and 242: FELIPÉ ir. (226) PÍO iy. tar de c
- Page 243 and 244: FELIPE TI. ^ (228) PIO 1V« seryanc
- Page 245 and 246: FEXTPE ir. (Í30) 1»T0 TV, religio
- Page 247 and 248: FELIPE n, (232) PI0 1V* mucho que a
- Page 249 and 250: FELIPE 1!. (234) PIO IV. primero co
- Page 251 and 252: FELIPE ir. (23^) PI0 lv' la palabra
- Page 253 and 254: FELIPE lí. (23^) ?ro que prescinde
- Page 255 and 256: FE UFE n. (240) pro V. establece á
- Page 257 and 258: FELÍPE IT. (M2) * V. con tanta ben
- Page 259 and 260: FELIPE IT. (244) PT0 % los Angeles
- Page 261 and 262: FELIPE IT. (24^) PIO V. locidad aJ
- Page 263 and 264: FKLIPE II. C248) PIO V. á un rio c
- Page 265 and 266: FELIPE TT. (250) PTO V. mente de Me
- Page 267 and 268: FELIPE IT. (2P) 1,10 v* fpor medio
- Page 269: FELTPE ir. (254) pro r «ser Priora
- Page 273 and 274: FJELFPE IT. (258) GREGORIO XIII, al
- Page 275 and 276: FELIPE 11. (260) GREGORIO XT IT. el
- Page 277 and 278: FELIPE II. (262) GREGORIO XIII. lle
- Page 279 and 280: FEIÍPE TI. (264) GRECORTO XTTl. do
- Page 281 and 282: FEITPE 11. (266) GREGORIO Xllf. »y
- Page 283 and 284: FELIPE II. (26B) GREGORIO XlIT. «r
- Page 285 and 286: TBtlfE TT. (270) GREGOUrÓ Xm, «de
- Page 287 and 288: FELIPE IT. C'272) GRIGORTO Xlir. wq
- Page 289 and 290: TtLlPt II. (274) GREGOHIO XI1Í. el
- Page 291 and 292: FELIPE íl. C276) GREGORIO XTtT, pr
- Page 293 and 294: FELIPE II. (27$) GREGOmO ÍÍIT. bl
- Page 295 and 296: F£IIPE IT. (280) GRrGORIO XI TI. M
- Page 297 and 298: FELIPE II. (282) GREGORIO XIII. vid
- Page 299 and 300: FELIPE IT, C^4) GREGOUTO XÍU. te q
- Page 301 and 302: FEtlPl ip. (286) GRFGrORíO *III# d
- Page 303 and 304: FELIPE TI. (288) GRFGOHTO "JCTII. n
- Page 305 and 306: FELIPE IT. (290) GRECkmiO XTlI, men
- Page 307 and 308: FELIPE II. C292) ORECORIO XIIH celi
- Page 309 and 310: FELIPE IT. (294) GREGORIO Xlll* vic
- Page 311 and 312: LIBRO SEGUNDO. Que comprehende 23 a
- Page 313: Cap, III, Gobierno admirable de San
FELTPE IT. C255) GREGOUTO XTir.<br />
«qué<strong>de</strong>me yo en la oración que traygo <strong>de</strong> estar el alwma<br />
con la Santísima Trinidad, y parecíame que la<br />
«Persona <strong>de</strong>l Padre me llegaba á sí, y <strong>de</strong>cia palabras<br />
»muy agradables. Entre otras me dixo mostrándome<br />
»lo que me quería, yo te di á mi Hijo y al Espíri-<br />
»tu Santo y á esta Virgen. ¿Que me pue<strong>de</strong>s dar tu<br />
»á mí?" Si este favor <strong>de</strong> acercar tanto Dios á si mismo<br />
á <strong>Teresa</strong> fue una gracia singular, mayor Jo fue<br />
pasados unos dias <strong>de</strong>cirla luego <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comulgar:<br />
«No hayas miedo , hija , que nadie sea parte quitarj>rc<br />
<strong>de</strong> mi." La satisfacción que le daba el ver á Dios<br />
tan propicio, la esforzaba á serle mas fiel , y retirarse<br />
mas á su interior quanto sus ocupaciones precisas<br />
y <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> Dios se lo permitían, «Otra vez<br />
«estando recogida con esta compañía que traygo siemj»pre<br />
en el alma , parecíame estar Dios en ella , <strong>de</strong> ma-<br />
«nera , que me acordé <strong>de</strong> quando San Pedro dixo: tú<br />
«eres Cristo hijo <strong>de</strong> Dios vivo: porque asi estaba Dios<br />
«vivo en mi alma. Y esta no es como otras visiones,<br />
«porque lleva fuerza con la fé, <strong>de</strong> manera qué no<br />
«se pue<strong>de</strong> dudar, que está la Santísima Trinidad por<br />
«esencia , presencia y potencia en las almas. Es cosa<br />
«<strong>de</strong> grandísimo provecho enten<strong>de</strong>r esta merced. Co-<br />
«mo estaba espantada <strong>de</strong> ver tanta magestad en ca-<br />
«sa tan baxa como era mi alma , entendí: No es ba-<br />
»xa, pues está hecha á mi imagen. Y también e nten-<br />
«dí algunas cosas, por la causa porque Dios se <strong>de</strong>-<br />
«leyta en las almas mas que con otras criaturas, tan<br />
«<strong>de</strong>licadas, que aunque el entendimiento las enten-<br />
«día <strong>de</strong> presto , no las sabía <strong>de</strong>cir." Es verdad que<br />
aborrece Dios á los soberbios, y solo se complace en<br />
los humil<strong>de</strong>s: pero esta humildad no <strong>de</strong>be ser un abatimiento<br />
vil, que no <strong>de</strong>xe reconocer al hombre los<br />
dones <strong>de</strong> Dios en sí, lo que es suyo y ni distirguir loque<br />
es <strong>de</strong> Dios. La esencia <strong>de</strong> la alma, su gran<strong>de</strong>za,su incomprensible<br />
capacidad, su hermosura es obra <strong>de</strong> Dios, y es.-<br />
to pi<strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento. Su <strong>de</strong>bilidad , su ignorancia,<br />
sus perversas inclinaciones, su fealdad, esto es obra<br />
Ll