Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE IT, (229) PÍO iv.
hista los illtimos términos de la tierra ; y bendice a
aquella su f-imí'ia que ha de crecer y mulriplicjrse
de mil en mil para mucha gloria de Dios, servicio
de la Iglesia y salvación de tamas almas. Este fue
para la gran Teresa el dia mas dichoso de su vida,
quando en aquel Belén renovado en aquel sagrado
recinto, dá gracias al Señor porque la ha honrado con
haberla hecho fundadora de él. »Qae bien entendía
«(dice) (a) que era esta muy mayor merced , que la
«que me hacia en fundar casas de Monjas." Por recatada
y medida que Santa Teresa haya sido en su propia
alabanza, no déxa de celebrar ío iitües que eran
al publico aquellos sus primeros hijos en pá'píto y confesonario,
por hacerlo con el espíritu y edificación evangélica
, que por el mismo término ocasionaron tanto
gozo á San Pablo sus discípulos. Y aun quando Teresa
no hubiera perpetuado esta memoria honrosa en
sus escritos, lo habrían hecho, como en efecto lo
hicieron los escritores españoles y extrangeros. Pero
su mayor elogio es la multiplicación de estos religiosos y
conventos del mismo espíritu y virtud.
Los grandes Señores embidíosos santamente que solas
aquellas pobres aldeas y cortijos fuesen poseedores
de tanto bien, se apresuran en llevarlos á los pueblos
grandes y á ofrecerles fundaciones. D. Luis de Toledo
Gran Señor de Castilla les funda convento en su
villa de Muizera. Expuesta á mas ojos la vida austera
de estos renovadores del antiguo monacato en todo,
su rigor, mas los admiran: mas bien de las almas
resulta de su trato todo espiritual y angélico : mas los
desean por todas partes y piden á la madre hijos que
tanto la honrran , y que ella no ha criado para si sola,
sino, para Dios y para bien de los próximos. El Príncipe
Ruy Gómez, y la Princesa de Evoli, salidas de palacio y
de la Corte á este fin con la recomendación del Rey,
le envían su coche á Teresa para que vaya á fundar
(a) Lib. de las fand. c. 14, n.