Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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FELIPE IT. (527) PIO iv, CAPITULO QÜARTO. SANTA TERESA ESTABLECE LA REFORMA del Carmen en religiosos como ya lo habla hecho en religiosas, \ Años de Cristo* Edad de la Santa, 1568. 53- Si Santa Teresa de Jesús hubiera introducido su reforma en hombres antes que en mugeres , estas hubieran presentado entonces mayor resistencia, alegando su fl iqueza y debilidad , creyendo Ies era imposible hacer lo que su animosidad y valor propio Ies facilita á ellos. Pero estos , viendo que unas mugeres delicadas corrian presurosas por el camino áspero de la perfección, se dieron priesa á no ser vencidos de mugeres, aunque fueron llamados después, y recibido de ellas el modelo é instrucciones. San Juan de la Cruz fue el depositario de uno y otro : á nombre de ia Santa lo planfd en Duruelo , de donde él y otros lo trasladaron á muchas partes con mejoria conocida. Santa Teresa llevó consigo a Valladolid á ese fin á este hombre eminente, que Dios le habia dado para coadjutor, y tan á propósito para obras grandes de esta especie. Su propia disposición , las lecciones que eiia le dio, y los exemplos héroycos que observó en aquellas religiosas, contribuyeron á formar el proyecto, que fortaleció y facilitó la gracia divina. El de orden de Teresa marchó á ponerlo en execucion en la casa que ella le habia deparado , con el hábito que ella cortó y cosió, con las facultades que negoció, y con la compañía que le habia prevenido. ¿ Que le falta á Teresa en este lance para ser verdadera fundadora de los Carmelitas Descalzos? No para en esto: va detras de él á Duruelo : se presenta en él como piedra angular , piedra viva para dar alma y vigor á ia ob-

FELIPE TI. ^ (228) PIO 1V« seryancia rigurosa , y explendor y fortaleza á aquel edificio mágniíko y precioso á los ojos de Dios, aunque desacomodado , humilde y pobre á los de los homares. Los caballeros, que acompañan á la Santa, arrebatados de un gozo interior de espíritu , lloran tiernamente al ver allí patente una fuente inagotable de devoción y alegría santa, que ellos participaban de la que rebosaban sus habitadores. Gozo celestial que no logran los mundanos: gozo esquisito que'no llega jamas al corazón del perezoso, ni son dignos de él los cobardes en el servicio, de Dios. La santa madre se llena de satisfacción al ver aquella situación y fervor ^le sus hijos conforme á sus ideas, y al plan que les ha presentado. Cruces y calaveras son todos sus adornos. Instrumentos de mortificación y penitencia sus muebles. Un poco de heno sobre la tierra dura su lecho. Los mendrugos de pan pobre que piden de puerta en puerta en los pueblos vecinos, ó unas yervas silvestres son todo su regalo. £1 texado destrozado no los libra de la nieve que llevan sobre sí á la oración. Establecimiento riguroso , que lejos: de lastimar á la Santa , lo mira como efecto completo de su política y prudencia consumada; porque de esta suerte aseguraba zanjar sólidamente su Reforma en pobreza, humildad y penitencia: y sus émulos, como ella decía, no sospecharían muchos aumentos de unos principios tan repugnantes al amor propio , no pensarían adquiriesen tanto crédito que á ellos les hiciese sombra, ni querrían para sí cosa tan contraria á la comodidad á que se hablan acostumbrado, mas por debilidad que por profesión. Teresa alaba á Dios que le ha dado una descendencia en hijos, que no menos que las hijas, la han de llenar de gloiia: que estos empiezan ya á cumplir los deseos de los Profetas sus antepasados , y restauran al Carmelo el honor de que estuvo cubierto en los siglos anteriores.. Besa las paredes y tierra santa que abiígi y fecunda aquella semilla preciosa que se extendedespués de mar á mar y

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seryancia rigurosa , y explendor y fortaleza á aquel<br />

edificio mágniíko y precioso á los ojos <strong>de</strong> Dios, aunque<br />

<strong>de</strong>sacomodado , humil<strong>de</strong> y pobre á los <strong>de</strong> los homares.<br />

Los caballeros, que acompañan á la <strong>Santa</strong>, arrebatados<br />

<strong>de</strong> un gozo interior <strong>de</strong> espíritu , lloran tiernamente<br />

al ver allí patente una fuente inagotable <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>voción y alegría santa, que ellos participaban <strong>de</strong> la<br />

que rebosaban sus habitadores. Gozo celestial que no<br />

logran los mundanos: gozo esquisito que'no llega jamas<br />

al corazón <strong>de</strong>l perezoso, ni son dignos <strong>de</strong> él los<br />

cobar<strong>de</strong>s en el servicio, <strong>de</strong> Dios. La santa madre se<br />

llena <strong>de</strong> satisfacción al ver aquella situación y fervor<br />

^le sus hijos conforme á sus i<strong>de</strong>as, y al plan que les<br />

ha presentado. Cruces y calaveras son todos sus adornos.<br />

Instrumentos <strong>de</strong> mortificación y penitencia sus<br />

muebles. Un poco <strong>de</strong> heno sobre la tierra dura su lecho.<br />

Los mendrugos <strong>de</strong> pan pobre que pi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> puerta<br />

en puerta en los pueblos vecinos, ó unas yervas silvestres<br />

son todo su regalo. £1 texado <strong>de</strong>strozado no<br />

los libra <strong>de</strong> la nieve que llevan sobre sí á la oración.<br />

Establecimiento riguroso , que lejos: <strong>de</strong> lastimar á la<br />

<strong>Santa</strong> , lo mira como efecto completo <strong>de</strong> su política<br />

y pru<strong>de</strong>ncia consumada; porque <strong>de</strong> esta suerte aseguraba<br />

zanjar sólidamente su Reforma en pobreza, humildad<br />

y penitencia: y sus émulos, como ella <strong>de</strong>cía,<br />

no sospecharían muchos aumentos <strong>de</strong> unos principios<br />

tan repugnantes al amor propio , no pensarían adquiriesen<br />

tanto crédito que á ellos les hiciese sombra,<br />

ni querrían para sí cosa tan contraria á la comodidad<br />

á que se hablan acostumbrado, mas por <strong>de</strong>bilidad que<br />

por profesión. <strong>Teresa</strong> alaba á Dios que le ha dado<br />

una <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia en hijos, que no menos que las hijas,<br />

la han <strong>de</strong> llenar <strong>de</strong> gloiia: que estos empiezan<br />

ya á cumplir los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> los Profetas sus antepasados<br />

, y restauran al Carmelo el honor <strong>de</strong> que estuvo<br />

cubierto en los siglos anteriores.. Besa las pare<strong>de</strong>s<br />

y tierra santa que abiígi y fecunda aquella semilla<br />

preciosa que se exten<strong>de</strong>tá <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mar á mar y

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