Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE IT. (225) plQ IV,
confesores, segun afirma de si el señor obispoYeper. Olor
que se percibía, no solo en su cuerpo, en su aliento, en sus
cabellos cortados, sino hasta en lascosasque había tocado
la Santa, en sus vestidos, llaves, pUimas, papel &c.
como consta de muchos testimonios en ios procesos de
su beaciticacion. Estas gracias.ai son comunes entre los
santos, ni el mundo es digno de ellas; y el mundo
mismo que las reconoció en Teresa, las admiro justamente
, y las venero' como dádivas especiales de Dios,
como joyas preciosísimas conque adornaba á su esposa,
y como premio justo conque su Magestad galardonaba
los servicios que esta virgen ilustre le hacia.
Demasiado manifestaron los mas altos personages el
gran concepto en que la tenían. El General Rubio^
aun no subía mas que las fundaciones de los dos conventos
primeros de Avila y Medina, y juzgando de los
que hiciese por la que había visto por sí mismo en
el de Avila, escribe desde Roma á la Priora y Comunidad
del de Medina (a). «Doy infinitas gracias á
la divina Providencia de tanto favor concedido á esta
Religión por la diligencia y bondad de la Nuestra
Reverenda Madre Teresa de Jesús, Ella hace mas
provecho á la orden que todos ios frayles carmelitas
de España, Dios le dé largos años de vida. Os amonesto
á todas á obedecer á la susodicha Teresa como
a verdadera Prelada, y piedra muy de ser preciada
y árnica de Dios &c. En el concilio Provincial celebrado
por este tiempo en Salamanca se ponderaron entre
sus obispos las acciones sumamente importantes y
gloriosas de Teresa , como testifica (b) el Beato Patriarca
Ribera, que asistió' á él. El Rey Felipe II, admirado
de tanta sabiduría y virtud por los informes
que le habían dado , y por la correspondencia por cartas,
la tuvo en el mayor aprecio, la deseo ver y tra-
(») Carta de 1 de enero de 1569. Hist. G«n. Desc. t. 1. lib. ¡2. c. 8.
(b) Caris de Beato Ribera á la Madre Sor Dorotea de la Cruz, Priora de Afia*.
tinas Descalzas de Aicoy.
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