Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I
FERNANDO V. (9) CLEMENTE Vil. se pueden decir con certeza los fines que tuvo Dios en dar esta ilustre Virgen al mundo. Primero , reproducir el espíritu de penitencia y mortificación que tanto floreció en los siglos primirivos, y estaba faa amortiguado en estos últimos. Q^e San Guillelmo hiciese resonar los montes de Aquítania, y la Magdalena las cuevas de Marsella con sus rigores, era todo conveniente á su robusta salud y aspereza de sus soledades para borrar sus culpas , reparar sus escándalos, y satisfacer á la justicia divina ; lección práctica que deben estudiar y aprender los pecadores convertidos. Pero el destino de Teresa era aun en su quebrantada salud , y en medio de la sociedad, condenar con sus espantosas maceraciones la vida de los cristianos viciosos y regalados , que sacuden de sí la cruz, y rehusan parecerse al crucificado. Segundo, reformar la antigua orden del Cármen. Su misma antigüedad dio ocasión á la impresión vehemente, que hacen el (1524) tiempo y la inconstancia de Jas cosas (10.) humanas, todas se precipitan á la decadencia, sintiendo un empuge invisible á que no pueden resistir , y solo Dios es capaz de restaurarlas al estado primero en que las puso. Esta orden fundadada por Santos, madre fecunda de Santos, con regla y exercicios santos , experimento' la debilidad común : vino á menos : lloró el Carmelo: los esfuerzos repetidos, que por espacio de 200 años hicieron sus prelados mas acreditados y eminentes para que recobrase sus fervores primitivos , fueron inúriles , porque Dios había reservado este empeño á Santa Teresa , quien gloriosamente lo executd. Tercero, hacer guerra á la heregía y a los vicios. Si ha nacido un Príncipe, que con su ambición desmedida quisiese subyugar la tierra » ha nacido otro , que con su valor y prudencia opusiese juicio á juicio, fuerzas á fuerzas, y reduxese a términos justos á su émulo. Dios ha usado esta economía con su Iglesia para combatir á los hereges, que afianzados sobre una intrincada dialéctica, C5
CARIOS. V. '(ro.) CtEMENTE VTt y sobre una ciencia de sofismas íntentariaji combatir la creencia verdadera , suscito Dios contra ellos á un Agustino, á un Gerónimo , á un Hilario, cjue instruidos en todas las ciencias deshicieran todos los enredos de los enemigos , é hiciesen triunfar la fe. Son increíbles los estragos que Lutero y los demás hercges de su tiempo ocasionaron en la cristiandad por medio del desarreglo de sus costumbres, que con sus errores fomentaban. Dios hizo nacer entonces á Teresa para oponer á los rápidos progresos de tanto mal uña muralla fuerte con su conducta irreprehensible, y la de su dilatada familia , con la edificación del monacato primitivo que reproduce, y con la doctrina evangélica que en los rabíos y doctrina de ella y de sus hijos ilustran y conducen á todo bien, y desvian de todo mal. Quarto , acreditar las revelaciones verdaderas , la contemplación , la Gomunicacion con Dios. En el siglo XV y XVI la hipocresía , el (_Í
- Page 1 and 2: ' ^ SANTA HIERESA;.
- Page 3 and 4: NOTA A LOS SS. IMPRESORES. Esta obr
- Page 5 and 6: para su crédito* La sublimidad y t
- Page 7 and 8: arla, en solicitar el gran valimien
- Page 9 and 10: cisitud de las cosas humanas ha sid
- Page 11 and 12: delirios y tinieblas, han de ju2gar
- Page 13 and 14: lígiosas de todas las Órdenes la
- Page 15 and 16: la Santa que había empezado de ord
- Page 17 and 18: O) ciso dar una idea oportuna del s
- Page 19 and 20: cion se estableció en Roma la cong
- Page 21 and 22: CARLOS V. (6) lEONT X. puso en el r
- Page 23: V CAHIOS V. (8) CLEMENTE VTT. lo V
- Page 27 and 28: CARLOS V. (12) CLEMENTE Vil, tienen
- Page 29 and 30: CARLOS V, (14) CLHK£NT£ VTT. esta
- Page 31 and 32: CARLOS V. (16) CLEMENTE VH, los Ang
- Page 33 and 34: CARLOS V. PAULO. Úli CAPITULO QUAR
- Page 35 and 36: CARLOS V. (20) PAULO 111. espiritua
- Page 37 and 38: JARLOS V. (22) PAULO ni. (1537,) di
- Page 39 and 40: CARLOS V. (24) PAULO Tlf. Por la ve
- Page 41 and 42: CARIOS. V. (26) PAULO TTI. constern
- Page 43 and 44: GARLOS V. (2§) PAULO IIT. LIBRO SE
- Page 45 and 46: C ATI LOS V. (30) PAULO m. mismo Se
- Page 47 and 48: CARLOS V. (32) PAULO Til, á quien
- Page 49 and 50: CARLOS V. (34) PAULO Tlf. »quc com
- Page 51 and 52: CARLOS V. ^ (36) PAULO ITT. tá el
- Page 53 and 54: CAULOS V. (38) PAULO IIT. »hecbo,
- Page 55 and 56: CARLOS V,. .(4°) PAULO III. maba e
- Page 57 and 58: CARLOS V. ^ (42) PAULO TTT. titud a
- Page 59 and 60: FELIPE TI. (44) ?AÜLO IT. enojo vi
- Page 61 and 62: FELIPE n. ^ (46) PATTIO IV. «tan m
- Page 63 and 64: FELIPE IT. (48) PAULO IV. i>de pros
- Page 65 and 66: FELIPE IT. (50) PAITIO IV. maestros
- Page 67 and 68: FELIPE 11. C52) PAULO IT. cicio de
- Page 69 and 70: FELIPE rr. (54) PAULO IV. su Dios ,
- Page 71 and 72: FELIPE 11. (56) PAULO TV. ei que ia
- Page 73 and 74: FELIPE IT. C58) PAULO IV. Dios que
FERNANDO V. (9) CLEMENTE Vil.<br />
se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir con certeza los fines que tuvo Dios<br />
en dar esta ilustre Virgen al mundo. Primero , reproducir<br />
el espíritu <strong>de</strong> penitencia y mortificación<br />
que tanto floreció en los siglos primirivos, y estaba<br />
faa amortiguado en estos últimos. Q^e San Guillelmo<br />
hiciese resonar los montes <strong>de</strong> Aquítania, y la<br />
Magdalena las cuevas <strong>de</strong> Marsella con sus rigores, era<br />
todo conveniente á su robusta salud y aspereza <strong>de</strong> sus<br />
soleda<strong>de</strong>s para borrar sus culpas , reparar sus escándalos,<br />
y satisfacer á la justicia divina ; lección práctica<br />
que <strong>de</strong>ben estudiar y apren<strong>de</strong>r los pecadores convertidos.<br />
Pero el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> <strong>Teresa</strong> era aun en su quebrantada salud<br />
, y en medio <strong>de</strong> la sociedad, con<strong>de</strong>nar con sus<br />
espantosas maceraciones la vida <strong>de</strong> los cristianos viciosos<br />
y regalados , que sacu<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sí la cruz, y<br />
rehusan parecerse al crucificado. Segundo, reformar<br />
la antigua or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Cármen. Su misma antigüedad<br />
dio ocasión á la impresión vehemente, que hacen el<br />
(1524) tiempo y la inconstancia <strong>de</strong> Jas cosas (10.)<br />
humanas, todas se precipitan á la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia, sintiendo<br />
un empuge invisible á que no pue<strong>de</strong>n resistir , y solo<br />
Dios es capaz <strong>de</strong> restaurarlas al estado primero<br />
en que las puso. Esta or<strong>de</strong>n fundadada por Santos,<br />
madre fecunda <strong>de</strong> Santos, con regla y exercicios santos<br />
, experimento' la <strong>de</strong>bilidad común : vino á menos<br />
: lloró el Carmelo: los esfuerzos repetidos, que por<br />
espacio <strong>de</strong> 200 años hicieron sus prelados mas acreditados<br />
y eminentes para que recobrase sus fervores<br />
primitivos , fueron inúriles , porque Dios había reservado<br />
este empeño á <strong>Santa</strong> <strong>Teresa</strong> , quien gloriosamente<br />
lo executd. Tercero, hacer guerra á la heregía<br />
y a los vicios. Si ha nacido un Príncipe, que<br />
con su ambición <strong>de</strong>smedida quisiese subyugar la tierra<br />
» ha nacido otro , que con su valor y pru<strong>de</strong>ncia<br />
opusiese juicio á juicio, fuerzas á fuerzas, y reduxese<br />
a términos justos á su émulo. Dios ha usado<br />
esta economía con su Iglesia para combatir á los hereges,<br />
que afianzados sobre una intrincada dialéctica,<br />
C5