Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FJEJLIPE 11. C22l) PIO IV.
vemos que ella lo practica. En cierto tiia mandó á
una religiosa que con su canto y gala en el divirtiese
á las demás cantando unas coplitas devotas. La
tal respondió' : ¿ahora cantar? mejor seria contemplar.
La Santa viendo una desobediencia tan clara y presuntuosa,
después de reprehender agriamente á la religiosa
, la embid á contemplar á la celda donde la
tuvo encarcelada algún tiempo. Hacían todas juntas
labor: caydsele el uso en tierra á una religiosa que
hilaba, esta le dixo á otra , que se lo cogiese; y advirticndolo
la Santa le dixo: «báxese ella por ei ¿no le
«basta por su necesidad y ocupación estar sentada en
«alto, sino que también quiere que la sirvanT'Una
religks» barrió y encargó á otra recogiese la basura,
y sabiéndolo la Santa, la dixo con severidad : »en
3»mala hora ha venido acá , hermana ; sepa que ios
«oficios mas humildes que se le encargan , no los ha
«de encargar á otra sin bendición y gran necesidad,
«sino antes hurtarlos con fervoi osa diligencia, quando
«á otra se le encargaren." Al andar en sus fundaciuncs,
entró en uno de sus conventos fundados : no permitia
otro recibimiento que á la Priora : advirtió ia
Santa que una religiosa se había asomado á un corredor
para verla, dixo con entereza á la Prelada. ^Por
que consiente V. R. que aquella hermana esté fuera
de la celda ?
Si á alguno del mundo le pareciese esta demasiada
menudencia, para un espíritu tan grande como el
de Santa Teresa: en eso mismo verá su desengaño*y
en lo que previene á un prelado superior de su descalcez
(a) é ha saber que el gobierno de ellas debe ser
muy menudo, qual conviene á la alta perfección á que
se debe aspirar sin intermisión en ella. Si las prioras
que la santa elige y pone por sí misma en sus fundaciones,
encierran en una cárcel á ía Religiosa que toma
un pliego de papel sin licencia, y privan de voz
(a) Carta aS y sus notas, tom. 3,